Te levantas pensando demasiado, desayunas en silencio, porque estás pensando demasiado, y observas el paisaje a través de tu ventana, sigues pensando demasiado. Vuelves a tu cama, porque el otro día te caíste y todavía no puedes hacer virguerías como un poco de ejercicio suave, qué cosas tiene el cuerpo adulto. En algún momento reúnes fuerzas para ponerte a trabajar y el resto del día pasa entre podcasts y abrazando almohadas. Cuando llegue la noche repites el proceso de esta mañana ¿vale?

A-a-a-noo-che-che-che-che soo-ñé que haa-bía un tee-rremoo-to. Mee ha s-sacuu-diido hasta laas ii-i-i-deeas.

-Vante, ¿qué hacen estas botellas aquí? -Es la nueva remesa de dolor, mamá. -Eso ya lo veo, pero ¿por qué están aquí en medio? -la bruja tomó aire de golpe-. ¡Y junto a la caja de terrores! ¡Te he dicho que esos dos se mantienen separados mientras no se usen! ¡¿Es que quieres destruir la tienda?! Vante se guardó una cajita de terror nocturno en el bolsillo mientras su madre recogía el desastre. -En eso estaba hasta que llegaste... Al menos tendría un amigo esa noche para jugar.

Regresó veinte años y cinco reencarnaciones más tarde. Recogió el viejo reloj, le dio cuerda, lo puso en hora y se lo guardó en el bolsillo del chaleco asegurándose de que no era el que tenía el agujero. Ya apenas recordaba de quién era la fotografía que tenía dentro, pero recordaba el reloj y sabía que le darían un buen pedazo de carne por él en el mercado negro.

Para mucha gente, la vida ocurre entre adivinar lo que otros están sintiendo y ofenderse cuando otros no adivinan lo que ellos sienten.

Fernandito parece identificarse con el rol asignado tradicionalmente al sexo femenino. Tal vez un entorno en el que los juguetes y la ropa no estén tan eminentemente inclinados hacia el rol del varón... Y experimentar un entorno en el que se encuentre seguro para vestir y actuar como se sienta... Le permitirá conocer y encontrarse más a gusto consigo mismo... ... ¿Les importaría pasar a la sala de consulta conmigo? Abrí la puerta invitando a la mirada asesina y su compañera, la atónita.

Desde que tiene enamorada siempre llega a casa con las medias rotas... ¡¿Qué?! ¡No me mires así! Yo no tengo la culpa de que ande atontada todo el día y no vea por donde camina.

Tengo pedacitos de miedo metidos en los calzoncillos y me están picando mucho.

Tarareaba una melodía como el desierto, dura y asustada, algo que pudiese sacar de su pecho la inminente explosión emocional que lo acechaba por encima del hombro.

Me rompí la tela del alma dándote mi amor. . Quiero ver el lado bueno y pensar que ahora estoy más estiloso.

Echas un vistazo distraído a tu reflejo antes de bajarte y lavarte la cara con agua fresca. . Cuando vuelves a levantarte, ya no hay cara. . Te la has borrado.

Esperaba como quien espera que se le vayan las vitaminas al zumo, con mala baba (por la sed), fruto de un fuerte deseo de demostrar que eso no pasaría. Así esperaba el amor.

Sé que puede ser un poco frustrante que el universo sea tan complejo que nadie tenga razón o esté equivocado. Podríamos estar discutiendo cualquier tema para siempre. Pero eso no tiene nada que ver con ser educado y aceptar que no vas a cambiar el punto de vista de otros, porque eso es algo que solo uno mismo decide y hace por sí mismo.

Y con mucho amor y cariño le tatué una calavera en llamas.

Me hice terriblemente consciente de que ese romperse en pedazos y recomponerse tan habitual en mis personajes también se aplicaba a mi vida... Y el estornudo que me produjo el estrés de ponerlo en palabras lo ejemplificó de forma sublime y mocosa.

Estaba deprimido y se preguntaba cómo se sentiría si lo violasen. Sonreí, podía brindarle una respuesta. Cuando se fue a dormir, crucé entre dimensiones. Pisé con cuidado, el portal había aparecido sobre él, pero quería hacer las cosas bien. Cerré y me metí bajo las sábanas. Respiré, lo sujeté y empecé a dar caderazos con todas mis fuerzas.

-Hola... -¿Qué pasa? Te dije que no me llamases a no ser que hubiese una emergencia... -Sí, bueno... Estaba limpiando un poco y sin querer encontré tus frascos de sueños y esperanzas... -¡¿Qué ha pasado?! -Creo que deberías buscar algo más seguro que frascos de cristal para guardar algo tan importante.

"No siento nada. . . Se me han roto las emociones. . . ¿Quién lo iba a decir?" . . Y me quedé allí sentado, esperando sentir algo por no sentir nada.

Entré en shock cuando abrió las manos y me dejó caer de su palma.

Hola, ¿cómo se desataCASTA el corrector de humores? Lleva dos días ATORaDADO en modo troll y no para de escribir BASURA. ¡Necesito ayuda urGENTUZA, pls!

Piensa en los demiurgos. Absorben energía y la utilizan para crear vida. Como esa energía tiene adherida memoria de sus anteriores dueños, con una sobredosis los demiurgos sufren alucinaciones, paranoia, ataques de ansiedad, sudores... Ahora llama a los demiurgos, artistas.

Nunca en mi vida he tomado a nadie tan en serio como a ti. Creo que tiene algo que ver con que seas mi reflejo.

Le tengo terror a las ideas fugitivas. Murmuran en la noche por las esquinas y en cuanto abres los ojos convulsionado, ya no están. El único que te acompaña es el espíritu del anterior dueño de la casa. A eso se le llama respeto.

-¿Qué tal? -pregunté mientras lo veía paladear con ahínco. -Le falta sal -soltó la cuchara con desdén y se alejó de mi caldero. Repitió los mismos ademanes con el alumno de la siguiente mesa y yo volví la vista a mi potingue. ¿En qué afectarían unas cuantas piedras de sal más o menos para generar un portal interdimensional?

-¿Y tú cuando nos presentarás un novio? Guardé silencio sin levantar la vista del móvil, donde leía una y otra vez intentando procesar el "te quiero, mi amor, sé fuerte" de mi novia.

-¿Se ha muerto? -¿El qué? ¿Mi proyecto? No, creo que solo está en estado de éxtasis.

-A ti cuando te hicieron, rompieron el molde. -No hay molde que romper cuando te haces a ti mismo.

-Creo que si los humanos naciésemos con manual de instrucciones... -Nadie se lo leería. Porque la gente nunca se lee el manual. Así que dejarían de fabricarlos.

-Me gustaría tener algo más de control sobre mí mismo. -¿Como qué? ¿No beber de más o decir cosas hirientes? -Como ser capaz de decirte que estoy agobiado y ya no quiero hablar más contigo.

Después de pasearse por toda la habitación, en vez de meterse en cama y dormir conmigo, se lió a darme de caderazos. Me dio un susto, pero no tardé en notar que sus brutales caderas golpeaban más mi espalda baja que mi culo. Aún así estaba inmovilizado. Y un pensamiento apareció en mi cabeza: La luz. Cuando alcancé la lámpara me desperté, la luz estaba apagada y yo seguía en la postura en la que me había tenido atrapado. ¿Qué demonios había pasado?

Era mi mejor amigo, y ahora que me había enamorado de él, también mi peor enemigo. Cualquier día se me iría la lengua y acabaríamos teniendo una justa delante de toda la clase. Y probablemente volvería a casa con un corazón roto y algún piño descolgado.

Corté con ella, y por primera vez en un año, no me sentí sola.