Era una vez , en un bosque una duende malvada
caminaba, mirando el panorama.
Los rayos del sol traspasaba los árboles,
y se miraban como rayos multicolores .
De pronto miro un gato, roñoso entre los arbustos.
El cual se le quedó mirando con curiosidad
a la duendecita malvada. Ella lo miró y se preguntó
<<que está haciendo aquí, y cómo llegó
tal vez lo abandonaron suele pasar!>>.
Se quedó mirando en espera que el gatito
le contara, pero él no le dijo nada.
Ella decidió respetar su silencio. Encaminaron juntos
de pronto muchos gustos en común,
se sintió enamorada del gatito.
Ella le reveló todos sus secretos, y se volvió vulnerable ante el.
De pronto él comenzaría, a decirle lo que ella haría,
terminando con la voluntad que ella tenía.
De pronto ya no era la dueña de su vida,
pues prioridad tenía el gatito que tanto ella quería.
Entonces comenzaría una de las peores pesadillas
el gatito sería el causante de tantas heridas,
logrando sentirse perdida,
pretendiendo que el formara parte de su vida.
De tanto dolor, logró mirar que su amor
era lo único bello que existía en esa relación.
Tomo valor para tomar acción,
y lo llevó al gatito al bosque y ahí lo dejo !.
Y entendió después de todo lo que pasó
que el gatito siempre tuvo que estar en el bosque,
y eso fue una gran lección.
12/04/2019 Autor: Karina Romero
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