33 Velas Hikayeyi takip edin

yo no era alguien rico, pero dinero no nos faltaba, no tenía grandes lujos pero estábamos lejos de vivir incómodos, tampoco podíamos costear grandes vacaciones, pero podíamos ir a visitar a la familia en casa de mis abuelos por lo menos un par de veces al año . aquel lugar (la casa de mis abuelos) para mi era un lugar maravilloso; me encantaba ir a ese hermoso sitio. Donde mi tierna abuela me preparaba un incomparable caldo de pollo, el cual ella decía que era mi favorito, y yo jamas tuve corazón de cegarlo o decirle lo contrario. Pero igual era exquisito.

Siempre que teníamos que ir a aquella casa yo me emocionaba, era una oportunidad para relajarme y desconectarme de la vida cotidiana, ya que para llegar ahí teníamos que atravesar la ciudad y llegar a una pequeña comunidad cerca de la costa, la cual estaba a lado de un rió que abastecía de agua a aquel poblado. Llegar a casa de mi abuela era la mejor parte del viaje, es que era una de las casas mas grandes del pueblo, siempre decían mis abuelos que ese era el "hotel familiar" ya que no solo nosotros llegábamos ahí, generalmente toda la familia se reunía para pasar unas vacaciones llenas de convivencia. Al inicio de la casa se encontraba un jardín, lleno de flores tropicales y grandes arboles, este daba lugar a un sendero en donde podías llegar a un pequeño riachuelo que se formaba gracias a el rió .En la entrada del sendero se encontraba una estatua de ángel hecha de mármol, la cual siempre me daba miedo cada vez que la observaba, y en ocasiones podía sentir que él también lo hacia, aunque generalmente hacia caso nulo a aquello y pensaba que era mi paranoia o miedo. Al final del jardín se encontraba la hermosa casa , siempre pintada de color salmón, con varios miradores y muchas macetas ademas de pasillos enormes en donde me encantaba correr.

Cada vacaciones de verano/invierno era lo mismo, mis primos (que tenían mas o menos la misma edad que yo) jugábamos por el enorme jardín, corríamos por los interminables pasillos y nadábamos por la refrescante agua de ese hermoso riachuelo. en total eramos entre diez y veinte primos, pero generalmente nos juntábamos siete; Andrea, Marisol, Orlando, Daniel , henry y Fernando (que eran hermanos) y yo. Aunque a veces también se llegaba a juntar una tía, la cual cariñosamente llamábamos "tía isa" para jugar con nosotros , ella era mayor que todos por solo un par de años, así que no teníamos inconvenientes en jugar con ella. Con el tiempo Henry y Fernando se fueron a estudiar fuera y la "tia isa" se intereso en cosas de mayores, así que solo quedábamos Andrea, Marisol, Orlando, Daniel y yo.

Era un día de julio, y mi padre estaba terminando de empacar mientras mi madre estaba terminando de encender el automóvil, y yo, simplemente me estaba alistando para poder regresar a esa hermosa casa, en la cual volvería a ver a mis primos y divertirnos de la misma forma a pesar de ser ya unos pubertos de catorce años.

El viaje fue largo, pero como siempre valió la pena; apenas apagando el auto y ya mis abuelos estaban parados en el patio, listos para recibirnos con una hermosa sonrisa. desempacamos y salude a mi abuela, ella obviamente tenia listo mi plato de caldo de pollo . me dirigí a la cocina y me percate de que era el único de mi familia en llegar. así que, terminando de comer me dispuse a caminar por la mansión.

La casa tenia trece habitaciones, tres baños, 4 pasillos, una cocina ( la cual era el lugar mas grande de la casa) una sala , tres pisos y un cuarto, al cual jamas había podido entrar desde que era un niño, eso era muy extraño, por mas que mi abuelo decía que solo habían libros y muebles viejos, yo, por alguna razón, sentía que había algo mas ahí dentro, oculto entre mentiras de mis abuelos y eso me provocaba una inmensa curiosidad, la cual todavía estaba en mi a pesar del tiempo y esa misma curiosidad me hizo pararme en aquella puerta de madera vieja (la mas grande de la casa) intentando abrir esa puerta que tanto me molestaba, pero... al final no pude. Le tenia respeto a la abuela.

Un par de horas después llego Andrea, tan dulce, linda y amable como siempre, saludo a toda la familia y nos dirigimos a el sendero que dirigía al riachuelo. ahí nos dispusimos a platicar de todo lo que había pasado ene el tiempo que no nos pudimos ver. Me hablo sobre su relación, la cual quería terminar, y su nuevo hobby que era leer libros antiguos. mas tarde llegaron los demás y así los cinco nos reunimos y jugamos todos en el inmenso patio cual si fuéramos niños. Pronto llegaría la noche y como estábamos sucios y sudados después de tanto jugar teníamos que bañarnos. A pesar de su belleza el baño siempre el baño siempre fue algo que nunca me gusto de la casa. No era que me faltaba higiene, si no que los baños estaban al otro lado de la casa, como a unos diez metros de largo del sendero y me daba una vista perfecta a aquella estatua del ángel; ya que a pesar de ser una hermosa mansión, seguía siendo una casa de pueblo, por lo mismo no contaba con un sistema de drenaje y esa es la razón por la cual el baño estaba lejos de la casa.

Yo tuve la mala suerte en ser el ultimo en bañarse, ya eran como las once de la noche; para ese entonces la mayoría de las luces de la casa estaban apagadas, así
que le pedí a Daniel ( que se había bañado antes que yo) que me esperara para irnos juntos de el baño a la casa, el me asintió de un mal gusto. ya en la regadera ( en la cual también se podía ver la estúpida estatua de ángel) decidí hablarle a Dani, para hacer mas amena su espera. En la platica me contó cosas de su novia, me dijo que estaba rato de las relaciones serias y que prefería estar soltero, también me dijo que tenia muchas chicas que presentarme el cual decía que estaban de "rechupete" . Termine de bañarme e inevitablemente voltee hacia la estatua de ángel; lo vi "observándome" como siempre, solté una leve sonrisa al percatarme de lo tonto que soy por temerle a una estatua hecha de mármol, volví a levantar mi vista para verlo, y esta vez algo me llamo la atención, su sonrisa se había movido levemente , estaba tratando de asimilarlo y pensar que ese gesto era parte de mi imaginación , cuando en mis propios ojos su sonrisa se agrando poco a poco, hasta llegar a un punto en donde era tétrico mirarle, asustado intente controlar mi respiración, intentando calmarme, volví a alzar la mirada, mis ojos estaban frente a el, cuando de la nada me... guiña un ojo mientras el sonreía. entre en pánico e inevitablemente grite.

Daniel se asusto con mi grito

-!Que paso cabrón¡-

-la...l..a estatua se movió-

Daniel se ríe , me dice que me ponga una toalla, me pide que salga del baño, me coloca una mano en el hombre y me dice:

-¿todavía crees en esas mamadas?-.

Yo estaba realmente asustado, sinceramente creí que todo era real.

-!lo vi¡, te juro que lo vi, estoy casi seguro que no es producto de mi...-

Daniel me interrumpe;

-ira carnal, la neta yo no creo en tus añiñadas, pero pues... si quieres vamos mañanas por unas morras, así se te olvida rápido-

hago una pequeña mueca sarcástica y le digo:

-¿tu solo piensas en eso?-

-claro carnal, sabes que las de tercero se ponen buenas-.

Nos fuimos del baño caminando lento, con cuidado de no tropezarnos con algo en la penumbra, llegamos a la casa y Dani me dice:

-estoy cansado carnal, mañana nos vemos... oye y ten cuidado, no sea que el angelito ese te jale los pies en la noche-

Me reí de una forma preocupada, pero contrariamente a Dani, yo preferí ir a la cocina para tomar algo de agua, necesitaba pasarme el susto, camine por el largo pasillo y llegue a mi destino, cogí un vaso y lo llene de agua, me tome el liquido vital y deje el vaso en el fregadero, me quede recargado en la mesa de la cocina pensando en lo ocurrido, y creyendo en lo que dijo Dani... tal vez tenia razón, y tal vez, solo tal vez, si era producto de mi imaginación, al final era mas de una posibilidad, tome un gran respiro, y decidí caminar por los pasillos de la casa , quería encontrar a alguien con el que pudiera hablar y que este me diera una opinión de lo ocurrido, camine un rato por la gran casa, y a mi sorpresa no había nadie despierto, supuse que se habían ido a dormir temprano o que ya era muy tarde para estar despierto, así que decidí hacer lo mismo.

Decidí tomar el pasillo mas largo que irónicamente era el mas corto para llegar a mi cuarto, lo único malo, era que en ese pasillo se encontraba aquella puerta. Camine pensando en lo ocurrido durante el día y pase la puerta como sin nada, pero al instante sentí un leve frió acompañado de un escalofrió, voltee de forma rápida y brusca hacia atrás, y note algo que jamas había visto, la puerta que jamas dejo de estar cerrada, estaba abierta.

Me dirigí lentamente hacia esa habitación, con dudas de si entrar o no, y decidí empujar levemente la puerta, pensando que realmente no estaba abierta, si no que era un reflejo de la oscuridad, mi sorpresa fue mayor al escuchar el característico sonar de la madera producido al abrir alguna puerta; no lo podía creer, decidí empujarla u poco mas con la poca esperanza de abrirla lo suficiente como para poder ver lo que se ocultaba ahí dentro, hasta que de la nada, sentí una mano en mi hombro.

Sin poder ver lo que se encontraba dentro del cuarto, voltee rápido hacia atrás para ver que era lo que había producido ese tacto, casi en shock y en la penumbra de la noche, me di cuenta que esa mano le pertenecía a mi abuela, su expresión no denotaba alegra, si no todo lo contrario, estaba furiosa, con jamas la había visto, me jalo unos metros hacia atrás y cerro la puerta con llave, me miro y me dio la peor llamada de atención que jamas había recibido, y en sus palabras, ademas de enojo, se notaba decepción y tristeza . yo en medio de la confusión y del ambiente pesado, me quede pensando en lo que había hecho; no simplemente había "abierto" la puerta si no que traicione la confianza de mi abuela. Me dijo que lo sucedido no se lo iba a contar a nadie, pero que en ella no podía volver a confiar. me fui corriendo a la cama con lagrimas en mis ojos.

Al día siguiente, en el desayuno; no me dirigió la palabra, ni siquiera me volteo a ver, y así transcurrieron mis días en esa casa.

Antes de irme me reuní a platicar con mis primos a orillas del riachuelo, les conté lo sucedido, todos se me quedaron viendo de forma extraña, ellos tampoco lo creían, extrañados confesaron que a ellos también les daba curiosidad aquella puerta, pero que jamas la llegaron a ver abierta, de ahí hubo un gran silencio, hasta que mirasol rompió el hielo.

- si bueno ¿alguien mas piensa que los hombres son unos cerdos?-

la mire de una forma cariñosa, me reí y le dije:

-oye, Orlando, Dani y yo !aun somos tus primos eh¡-

y Andrea de forma burlona responde:

- si claro, de ti y de Orlando si te lo creo, pero... Dani si es un puerco-

Todos nos reímos y lo sucedido con la abuela quedo en una anécdota; al menos hasta que volviéramos a esa casa.

Meses después, al salir de la escuela me llego un mensaje de mi madre..."hijo tu abuela, mi madre... ha muerto"