Querido mío Hikayeyi takip edin

Querido amigo,

Que triste es el amor no correspondido. Busco en tu mirada el brillo de admiración que hay en la mía, pero solo encuentro la chispa, mezcla de cariño y picardía, de la camaradería.

Busco en la calidez y profundidad de tu voz el deseo implícito en la mía, pero solo oigo la cadencia de la comprensión y la inocencia de la palabra amable de un hermano hacia una hermana.

Busco en tu corazón la pasión y el amor que devoran el mío, pero solo veo una piedra inmune que no responde a mis latidos ensordecedores que a veces amenazan con destrozarme el pecho.

Tus manos me tocan por casualidad, no desesperadas y anhelantes del contacto con mi piel. En cambio, yo me estremezco hasta lo más profundo solo con oler tu aroma.

No me piensas cuando estás lejos de mí, no me sueñas en las noches en tu cama desierta. En cambio, yo no vivo si no te veo, no respiro si no te tengo cerca.

Me llamas por teléfono, hablamos de tus cosas, de las mías, reímos. Y cada vez busco el más mínimo detalle que me indique que me amas. Y cada vez cuelgo con la decepción de la espera infinita, jamás recompensada.

Pero, cuando te sueño en las noches, ahí sí me dices que me amas, ahí sí me besas con pasión, ahí sí me buscas con anhelo.

Por eso el despertar es tan duro, por eso desearía dormir para siempre.

¡Me despido, mi querido amigo…! Amigo, sí, porque a pesar de desearlo cada día, de soñarlo cada madrugada, jamás serás otra cosa para mí.