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Gabriela Ruiz


En nuestra vida siempre se presentan situaciones que nos hacen pensar si vale la pena seguir adelante o renunciar a todo por lo que hemos luchado. Megan, es una muchacha de un pueblo al oeste de los Estados Unidos, conocida por su cordialidad y por su disposición a los demás. Su vida se torna interesante desde el momento en que sus padres deciden enviarla a estudiar la carrera que desde niña soñaba. Las puertas de la Universidad de Nueva York recibe a la segunda hija del matrimonio Valverde, ella con temor por las nuevas experiencias que le tocarán vivir lejos de su familia, se aventura en un viaje con un destino un poco nublado, dejando en su pueblo natal a su familia, y pensado que a partir de ese momento su vida cambiara para mejor. Que equivocada estaba.


Romantizm Erotik Yalnızca 21 yaş üstü (yetişkinler) için.

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Capítulo 5

¿Alguna vez has sentido la sensación de estar enojada con alguien con todas tus fuerzas? pero por más que tu corazón quiera albergar ese oscuro sentimiento alguna extraña fuerza te lo impide. Pues así me sentía yo en el instante que mi adorada amiga Ashley había cometido el error de divulgar nuestras conversaciones —que debían de ser secreto entre chicas— a los integrantes del equipo de Hockey de la NYU. Cabe destacar que termine por perdonarla, luego de que camino nuevamente las siete cuadras con sus tacones y murmurando disculpas en mi dirección.

En la quinta cuadra mi cerebro borro el deseo de enojo, y mi corazón salió victorioso —perdone a Ashley—. Gracias a Corina los Violeta dejaron de insistir para que fuéramos todos por algunas cervezas en un bar cercano, claramente yo no podía estar un minuto más cerca de Logan, mientras este me dedicaba sonrisas tontas y no para de recordar lo encantador que era —creo que se estaba burlando de mí— y odiaba cuando era el motivo de burlas de las personas —bueno quien no odiaría eso—.

Unas vez en nuestra habitación Ashley me hizo prometer que no tomaría represarías en su contra por su pequeño desliz —pequeño... Si claro—. No prometí nada, lo le dije que durmiera tranquila, que hiciera que nada había pasado. Ya era tarde para llamar a mi casa, así que decidí apagar la luz de mi mesa de noche y descansar para lograr mis metas.

***

-¡Tu!-. La señora Anderson señala una chica de rasgos asiáticos con su bolígrafo de plumas moradas. -¿Cuál es tu nombre?-.

-Ly Chan-. Responde rápidamente.

-Bien señorita Chan, de todo lo que hemos compartido hoy sobre la estadística aplicada a la psicología. Usted me podría definir la importancia que tiene la estadística en esta bella carrera-.

-Claro-. Responde Ly. -A mi parecer la estadística juega un papel importante, ya que podemos estudiar las diferentes manifestaciones del comportamiento humano-. Habla mientras cierra su cuaderno. -La estadística se ocupa de la recolección, el análisis e interpretación de datos que nos permitirán entender de manera más clara el fenómeno determinado-. Concluye Ly.

-Muy bien señorita Chan. ¿Alguien más quiere dar un aporte?-. Pregunta la educadora de anteojos graciosos.

Rápidamente levanto mi mano.

-Si ¿señorita?-.

-Valverder-. Le recuerdo mi apellido.

-Valverde... Cierto ¿Cuál es su aporte?-.

-Debemos de tener en claro que cuando se realiza una investigación, los métodos estadísticos nos permiten conocer la casualidad para así obtener una conclusión sobre los cambios presentes en las variables-. La señora Anderson me mira detalladamente. -En resumen, la estadística es útil en psicología ya que extraemos y resumimos la información útil de las observaciones que se hacen-.

¿Y sabe usted en que método estadístico se basa la psicología?-. Pregunta la señora Anderson.

-En el hipotético-. Estoy segura que es el hipotético, sé que lo leí pero no recuerdo donde. -A través de la hipótesis se experimenta y se sacan las conclusiones-.

-Muy bien-. Responde la señora Anderson mirando su reloj. -Para la siguiente clase, necesito que hagan un ensayo corto sobre el método hipotético-. Justo en ese momento suena el timbre finalizando la clase —La última clase del día

Me camino a la cafetería para encontrarme con Cori, Ashley y Emma. —Mi estómago clama por un rico almuerzo— las ubico en una mesa en medio de la cafetería, esta algo llena para ser medio día y termino de clases. Tomo una bandeja y me dispongo hacer la fila para ver con que las cocineras nos sorprenden esta tarde.

-Pero si la Líder tiene que hacer cola para buscar su almuerzo-. Olivia se ubica a mi lado con una bandeja. -¿Que no tienes suficientes seguidores como para que hagan esto por ti?-. Está provocando que la mala Megan salga y juegue con ella. -Oh lo olvidaba es que eres una don nadie-.

-Porque simplemente no me dejas en paz-. Contesto tratando de no explotar.

-¿O qué?-.

-No quiero tener problemas, Olivia por favor-.

-¿Eres una cobarde?-. Murmura. -¡Oigan todos!-. Grita captando la atención de toda la cafetería. -La nueva líder del equipo de natación es una cobarde-. Toda la cafetería murmura y murmura, mirando en mi dirección. Puedo ver como Ashley se levanta de la mesa y rápidamente se dirige hacia donde me encontraba. Mientras Emma solo gritaba para que se quedara en la mesa.

-¡Cállate!-. Suelto la bandeja vacía que estaba en mis manos —La cual presionaba fuertemente— Rápidamente todo su brazo y hago que quede frente de mí. -Si tú quieres ser el centro de atención, te agradecería enormemente que no me involucres a mí, si no...-.

-¿Sino que?-. Se suelta rápidamente de mi agarre.

-Sino haré que tu asqueroso cabello teñido quede natural solamente halando bruscamente de el-. Ashley llega a mi defensa —Amo a esta mujer­

-Si quieres te doy una demostración gratuita en este momento-. Continúa Ashley.

-Ashley no es necesario, Olivia ya se iba. ¿Cierto?-. La teñida me mira con odio, pero a Ashley la mira con una mirada asesina.

-Por supuesto, no vale la pena perder mí tiempo contigo-. Murmura Olivia. No sin antes vaciar dos enormes vasos con malteada de fresa en Ashley y yo. Y es ahí cuando se desata Ashley La Furia Mary.

Toma del cabello a Olivia y hace que esta caiga al suelo, rápidamente se ubica sobre ella y comienza a darle bofetadas —Señores y señoritas y yo estoy en primera fila— trato con todas mis fuerzas de separar a Ashley de Olivia, gracias a Dios Corina y Emma llegan a ayudar, entre las tres logramos separarlas, mientras todos los demás nos rodean observando el espectáculo.

-Señoritas si son tan amables acompáñenme a la oficina del rector-. El entrenador de los Violets es quien llega a dispersar la aglomeración de personas. -Usted también señorita, aunque no esté despeinada como estas dos-. Hace referencia a Olivia y Ashley que tienen en este momento el cabello como la melena de un león. -Por la mancha de malteada en su camiseta deduzco que también está implicada-. Dios espero no me suspendan.

Una vez después de haber hablado con el señor Rodríguez —Si era latino— ninguna fue suspendida. Nos advirtió que esas escenas no estaban bien vista para la universidad y que esperaba que no se repitiera porque tanto Olivia como yo nos podíamos ver suspendidas de nuestras actividades extracurriculares Moriría sin poder practicar

Antes de salir Meredith —La secretaria del señor Rodríguez— me llama aparte y espera que la desgraciada de Olivia —Si ya estaba en mi lista de personas no amigables— y Ashley salieran para poder hablar conmigo.

-Megan, no me imaginaba que tu fueras una persona problemática-. Dice ella. Genial ahora pensarían que era una de esas chicas que no lo pensaba dos veces para revolcarse en el suelo como una luchadora.

-No Meredith-. Digo tomando sus manos con cariño. -Todo es un mal entendido créeme. Le explico rápidamente lo sucedido.

-Siempre supuse que Olivia era una persona de poca paciencia. Debe de aceptar de una vez que fue reemplazada, y si la entrenadora cree que tú eres lo que necesita el equipo debe de aceptarlo de una vez por todas-.

-Yo no quería causar problemas-. Digo rápidamente. -Pero si la entrenadora me dio este puesto, no puedo rechazar algo por lo que me he esforzado desde hace tanto tiempo-.

-¿Desde cuándo?-. Pregunta ella.

-¿Qué cosa?-. Respondo confundida.

-La natación. ¿Desde cuándo la prácticas?-.

-Oh... Bueno desde hace algunos años-.

-Sabes desde hace algún tiempo necesito alguien con tu talento-. Comenta ella. -Obviamente había pensado en Olivia hace tres años cuando ingreso a esta casa de estudios, pero algo me decía que no era muy gentil-. Dice con una sonrisa en su rostro. -Y mira no me equivoque-.

-¿Y para que me necesitarías?-.

-Necesito unas clases de natación-. Responde ella.

-¿Quieres aprender a nadar?-. Pregunto curiosa. -Es un deporte muy bueno para la salud-.

-No querida-. Responde rápidamente. -No son para mí, mi nieto Arturo desea nadar. Y como las abuelas estamos para consentir a los nietos-. Ella levanta los hombros.

-Las abuelas son las mejores-. Recuerdo a mi querida abuela Sofía. -Claro que estaría encantada, pero tendría que ser luego de la práctica de natación-.

-Las 4:30 pm-. Responde ella mientras busca en los horarios de las extracurriculares. -Sería perfecto. ¿Puedes empezar hoy mismo? Quiero sorprender a Arturo-.

-Claro, por mi encantada-.

-Te esperare hasta las 4:30-. Dice ella-. Hoy debo de quedarme con el rector resolviendo algunos asuntos con los benefactores, así que no tendré problema. En el camino hablaríamos del pago-.

-Meredith no aceptare un pago alguno-. Como aceptar dinero de una mujer tan amable con Meredith. -Quiero ayudarte para que hagas feliz a tu nieto-.

-Querida-. Suelta un pequeña risa. -Serán clases diarias, serás como una prima grande para mi pequeño Arturo. El necesita compañía y quien mejor que una jovencita tan hermosa como tú-.

-Si es así... Solo dame las gracias-.

-Yo te daré las gracias siempre, pero la madre de Arturo es quién pagará las clases-. Responden ella acomodándose sus anteojos. -El dinero te vendrá bien ¿O no?-.

-Pues sí, para que mentirte. De hecho tenía mentalizado comenzar a buscar alguno-.

-No se hable más entonces-. Meredith besa mis mejillas, al estilo español. -Te esperó en la salida a la hora indicada-.

***

Luego de haber ido a la biblioteca y terminar mi informe para la clase de mañana del señor Thompson, me dispuse a ir a mi clase con la entrenadora gritona. Guarde mi bolso en el respectivo casillero con mi nombre que estaba ubicado en los vestuarios del equipo. Con mi traje de baño, gorro, lentes y toalla me dirijo a la piscina encontrando en las gradas a las que serán mis animadoras —Emma, Ashley y Corina— Emma leyendo una guía muy grande, Ashley comiendo unas papás fritas y Corina con su uniforme de animadora —Su entrenamiento era antes que el mío y a la par de Los Violets

-Que buena éstas-. Dice Ashley metiendo una papa frita a su boca. -Tus piernas nos traerán chicos guapos-.

-Solo me ves como una máquina para atraer hombres-. Digo colocando una mano en mi pecho. -Pensé que me querías-.

-Y te quiero-. Responde ella ofreciéndole de sus papas —Las cuales rechazo­— -Estaría loca sino quisiera al objeto de deseo de otros hombres-.

-¿Eres lesbiana?-. Pregunta Cori.

Emma y yo estallamos en carcajadas, mientras Ashley mira a Corina con los ojos muy abiertos. —Creo que es la primera persona que le pregunta de forma tan directa

-Disculpa-. Agrega Corina. -No debí preguntar-. La pobre se sonrojo.

-Corina, porque diga que me gusta el objeto de deseo de los hombres-. Me señala. -No quiere decir que sea lesbiana-.

-Explícame porque no comprendo-. Dice Cori.

-Es lógico si ella es un objeto de deseo, muchos chicos estarán merodeando la. Y si yo o nosotras estamos cerca podemos deleitarnos con esos dioses-.

-Comprendo tu punto-. Dice Corina con una mirada picara.

-Claro... Que esta tarada, no esté disponible para ninguno es otra cosa-.

-¡Oye!-. Digo cruzándome de brazos. -Emma apóyame-.

La rubia deja de leer su guía y me mira.

-Por extraño que parezca, en esta oportunidad estoy de acuerdo con Ashley Mary-.

-Odio que me digas así-. Responde la aludida.

-Y yo odio que vomitaras mis zapatos favoritos-. Dice la rubia.

-Mujer por Dios supéralo-. Dice Ashley rodando sus ojos. -¡A veces pienso que de verdad me odias!-.

-Lo hago-. Responde Emma picando un ojo en mi dirección. Pero el cual es visto por Ashley.

-Sabía que no podías hablar enserio-. Ashley abraza a la rubia. -No puedes vivir sin mí-.

-Si lo que sea, pero deja de abrazarme así que me despeinaras-.

-¡Muy bien equipo!-. Esos gritos son ya conocidos —La entrenadora—

-¡Traigan sus traseros hasta aquí! ¡Quiero que comiencen con el estiramiento! ¡Ahora!-. Su silbato suena haciendo que todos protejamos nuestros oídos de ese atormentando sonido.

-Te esperaremos aquí-. Dicen las tres al mismo tiempo.

-Como si tuvieran algo mejor que hacer-. Les digo mientras bajas de las gradas y comienzo hacer el estiramiento que indica la loca del silbato.

Luego de haber realizado sentadillas, flexiones, vueltas alrededor de la piscina y estiramientos con en gimnasia. La entrenadora nos pidió que realizáramos las respiraciones en la piscina —Estuvimos así por 15 minutos

-Muy bien equipo-. Dice la entrenadora. -Es momento de hablar con ustedes de algo que ocurrió este medio día-. Dice ella seriamente. -Me es increíble creer que dos integrantes de mi equipo hubieran estado involucradas en una pelea-. Dice mirándonos tanto a la antipática de Olivia como a mí.

-Entrenadora todo es un mal entendido-. Contesta Olivia dando un paso al frente.

-¡No me quieras ver la cara de colegiala enamorada!-. Grita ella.

-Entrenadora-. Lucas levanta la mano, llamando la atención de la mujer.

-Pregunta rápido Williams-. Contesta ella.

-¿Cómo tiene la cara una colegiala enamorada?-.

-¡Pues de idiota!-. Grita nuevamente ella. Yo reprimió una carcajada. Me es inevitable ver como esta mujer se sobresalta tan rápido.

-Sino fuera porque mi esposo fue el que me comentó sobre la pequeña pelea entre Montgomery y Valverde no lo hubiera creído-. Dice ella en tono de regaño. -Y no por ti Montgomery, sino por ti Valverde-. Me señala. -Pensé que eras de esas niñas fresas, como la rubia de las gradas —Señala a Emma— y sabias comportarte-.

-Entrenadora, no piense eso. Yo ni siquiera estaba en plan de buscar alguna pelea-.

-No quiero saber nada más-. Dice ella tocando el puente de su nariz.

-¡Querida!-. Un hombre al cual ya conozco hace acto de presencia en el territorio de la entrenadora. Con sus pantalón de deporte, una camisa de algodón, y gorra negra con la V púrpura en el frente.

El entrenador de Los Violets besa a la entrenadora dejándome boca abierta. Esa mujer gritona, la propietaria de las venas moradas que sobresalen de su cuello cuando se enoja ha desaparecido. Ahora una risueña y cariñosa mujer aparece para recibir los cariños del entrenador de Los Violets.

-Equipo... Para aquellos que no conocen al entrenador Roberth-. Dice mirando al hombre. -Es mi esposo-. Ahora recuerdo que ella ayer comentó que su esposo e hijos vendrían hoy. Y fue el quien le comento sobre el altercado con Olivia.

-Y ellos son mis hijos-. Señala a las gradas donde puedo ver a todo el equipo de Hockey completo. Y en particular a Logan hablando entretenidamente con mis amigas.

Por todos los Dioses que Ashley no diga algo del cual se pueda arrepentir. Ya era suficiente con lo de la heladería como para que dijera algo más.

-Entrenadora-. Olivia interrumpe el momento romántico entre los esposo. -Ahora que está el entrenador aquí y tenemos público-. Señala en dirección a las gradas. -Me gustaría recomendar una competencia.

-Es una idea estupenda-. Dice el entrenador. -Así veo lo que has progresado como líder Olivia-.

-O lamento informarle, que la entrenadora nombro a alguien nuevo como líder-.

El hombre mira asombrado a la mujer del silbato.

-No sabía que tenías una nueva capitana-. Murmura el en dirección a su esposa.

-Es que la noticia era una sorpresa para el sábado-. Fulmina a Olivia con la mirada. -Pero ya la señorita aquí presente arruino todo-.

-Oh lo siento entrenadora no quería...-.

-Ya ni modo-. Contesta ella. -Pero algo me dice que tu no quedaste muy satisfecha con mi decisión-.

-Pues su sexto sentido está en lo correcto-. Dice ella mirándome con desprecio. —La odio

-No creo que ella tanto potencial para ser la representante del equipo. Continua la propietaria del cabello color lava.

-¿Y tú sí?-. Pregunta la entrenadora.

-Claro... Por algo llevaba tres años como líder-. Porque no puede superarlo.

-¡Ok¡-. La entrenadora habla fuerte, haciendo que los que estén en las gradas pongan su vista en nosotros.

-Ya que el querido y adorado equipo de hockey nos honra con su presencia, tendremos hoy una pequeña competencia con dos de mis mejores muchachas-.

Genial

-Olivia y Megan-. No señala ella. -Darán cuatro vueltas a la piscina. En la primera vuelta quiero ver estilo libre, la segunda estilo mariposa, la tercera de espalda y la última regresaran con estilo libre-. Grita ella colocándose el endemoniado silbato en los labios. -¡¿Entendido?!-.

-Si entrenadora-. Contestamos ambas.

-A posición-. Grita la entrenadora y hace sonar su silbato.

Me posiciono en el número 5. Y antes de colocar mis lentes en los ojos, miro rápidamente a las gradas. Logan me está sonriendo y saluda rápidamente con su mano.

¿Estaba viendo bien? El capitán de los Violets con una sonrisita de idiota en su rostro. Y saludándome a mí. Dios mío espero que no piense que estoy atragantada por él, solo de pensar que es encantador.

*¿Estas atragantada por él?

*Dios consciencia tenías tiempo sin aparecer, ¿no crees que es un momento inoportuno?

*Pues no guapa... Admite que el chaval esta apetitoso.

*No te pongas con tu asentó español. Me pones nerviosa. Pero si tendría que tener cataratas en mis bonitos ojos para no apreciar lo guapo que era Logan. Pero solamente eso, nada más.

*Si claro... Sabes que así dijeron mis padres y mira terminaron casados.

*Pero si tú no tienes padres. Eres una mentirosa.

*Igual que tú. Ahora ponte los lentes y acaba con esta idiota teñida.

-Preparadas-. Grita la entrenadora, rápidamente colocó mis lentes en posición y espero por el sonido del silbato para salir. Una vez que el odioso sonido sale del silbato, me lanzo al agua.

Esa sensación siempre hará de mí la mujer más feliz. Las carisias que el agua brinda a mi cuerpo son maravillosas, sin pensar más comienzo rápidamente el estilo libre tomando una buena posición. Tengo que admitir que Olivia es rápida, pero no tanto. Consume mucho tiempo en tomar las respiraciones y descuida la posición de sus brazos. Sin analizar más a mi oponente tomo la ventaja suficiente para colocarme unos cuantos metros adelante que la teñida. La segunda y tercera vuelta las realizo sin problemas dejando atrás a Olivia. La última vuelta de estilo libre cuando voy por mitad de camino siento que mi pierna derecha se duerme y no puedo continuar manteniéndome a flote. Muy cuerpo se hunde a gran velocidad y no puedo regresar a la superficie, doy mi mayor esfuerzo en salir solo para gritar.

-¡Calambre!-. Grito pero no sé si he sido escuchada. Mi cuerpo vuelve al fondo. No tengo suficiente aire en mis pulmones y cada vez se me hace más difícil.

Las personas que dicen que morir ahogada o quemada es la peor tortura, pues déjenme decirle que están en lo correcto, es una agonía tremenda. Mis ojos se están cerrando —La falta de oxígeno se está haciendo presente— ya no tengo fuerzas para seguir luchando. Solo siento un agarre fuerte en mi brazo que hace mire aquello que me sujeta, solo una silueta borrosa es lo que aprecio y es cuando ya mis ojos se cierran definitivamente.

***

Una fuerte presión en el pecho me molesta. No sé porque siento esta presión que va y viene acompañado con un ligero aire que corre por mi garganta. Poco a poco fui abriendo mis ojos viendo todo un poco borroso, y escuchando voces dispersas, gritos y susurros. La fuerte sensación de que algo venía desde mi garganta hasta ni boca hizo que me levantara bruscamente, saliendo mucha agua dentro de mí.

-¡Apártense!-. Gritaba la entrenadora. Dejen que respire

Unos brazos envuelven mi cintura, voy subiendo mi mirada hasta el propietario de estos. Increíble... Quien me envuelve en su agarre es nada más y nada menos que Logran Parker, está completamente mojado, sus ojos azules me observan con algo de preocupación.

¿Porque?

-¿Megan estas bien?-. Pregunta el con una suave voz.

-Si... Creo que sí-. Contesto algo aturdida.

-¡Por Dios Megan!-. Ashley lo aparta bruscamente. -Quieres que muera. No vuelvas a tratar de ahogarte más nunca en tu vida-. ¿Lagrimas? Acaso la fuerte Ashley estaba llorando.

-Tranquila mala hierba nunca muere-. Contesto abrazando a mi amiga.

-Megan, ¿de verdad estas bien?-. Pregunta Emma con un tono de preocupación en su voz, tiene un poco de mascara de pestaña corrida por sus mejilla. También ha llorado.

-Ya estoy aquí-. Corina llega con un pequeño bolso negro. -Déjenme revisarla-. Del bolso saca un estetoscopio y otros instrumentos.

Me pide que respire suavemente, ubicando el estetoscopio en mí espalada —Zona de los pulmones— luego toma mi presión. Para alivio de todos, la futura doctora dice que estoy bien. Solo ha sido un terrible susto y le pide de la mejor forma a la entrenadora que no llame a ninguna ambulancia.

Me percato que Logan ha estado a mi lado y no ha querido soltar mi mano.

-Parker-. El entrenador de Los Violets llama la atención del capitán. -Es mejor que ayudes a la señorita a llegar a su dormitorio. Lo mejor es que descanse un poco.

Logan me se pone de pie y tiende una de sus manos hacia mí. La tomo sin pensarlo y me pongo de pie. Me tambaleo un poco pero Logan no deja que me caiga pues sitúa sus brazos alrededor de mi cintura y me pega un poco a su cuerpo. La cercanía hace que aprecie su rostro —Unos ojos muy hermosos—

-Lo... lo siento-. Titubeó un poco. -Todavía tengo la pierna un poco dormida. Lo siento entrenadora, es primera vez que me pasa-.

-Lo importante es que gracias a Parker estas bien-. Coloca una mano en el hombro del mencionado. -Nadie se había percatado de que no salías a la superficie. Solo pude ver al señor Parker correr desde las gradas y lanzándose al agua-.

-Gracias-. Le digo a Logan un poco apenada. El pobre esta como si hubiera caminado 3 kilómetros bajo una fuerte tormenta. Su ropa destila agua a gran cantidad.

-Cualquiera lo hubiera hecho-. Responde el con una sonrisa.

-Solo tú estabas concentrado en ella-. Menciona Emma. -Por eso pudiste darte cuenta antes que cualquiera de nosotros-.

Tanto el como yo, nos sonrojamos.

-Llévala a la habitación muchacho-. Vuelve a mencionar el entrenador. -Sera mejor que descanses. Ya esta competencia término-.

-Resultando yo ganadora-. Contesta Olivia, la cual lleva una toalla en su cabello teñido.

*Un comentario fuera de lugar.

*Lo se consciencia, pero que se puede esperar de la "perra"

*Nada bueno.

-Está equivocada-. Comenta la entrenadora. -Si la señorita Valverde no hubiera sufrido el percance ella sería la ganadora-.

-Pero lo sufrió. Y la primera que llego fui yo-. Responde la teñida de ojos claros.

-Para mala suerte de usted, las decisiones las tomo yo-. Contesta la entrenadora mirándola fijamente. -Y recalco tanto para usted como para el resto del equipo, que la señorita Valverde es la nueva líder-.

Olivia se pone roja de la furia, y sale deprisa seguida de unas cuentas muchachas más —Sus esclavas diría yo

Logan pasa un brazo por mi espalda y otro detrás de mis rodillas —Si señores y señoritas, el Capitán lleva cargada a la capitana

-Creo que no es necesario-. Murmuro.

-Tranquila, es lo menos que puedo hacer-. Contesta el.

Salimos del área de la piscina. Puedo escuchar a las chicas hablando detrás de nosotros. Emma lleva mi bolso —El que estaba en los vestuarios

-Logan no sabía que tenías conocimientos de primeros auxilios-. Comenta Corina situándose a nuestro lado.

-De pequeño fui Boy Scouts.-

-Nunca antes vi a alguien dar respiración boca a boca-. Dice Ashley. -Obviamente en nuestro pueblo no habían muchos índices de accidentes que necesitaran de ello.

¡Un momento! ¡Respiración boca a boca!

-¿Respiración boca a boca?-. Pregunto confundida. -No comprendo.

-¿Cómo crees que te reanime?-. Murmura él.

-No sé... Con unas palmaditas en la espalda-. Contesto nerviosa.

Logan ríe bajo.

-Eso no hubiera funcionado-. Dice él. -Por cierto-. Se acerca a mi oído, haciendo que me tense. -Tienes unos labios muy suaves-.

Y es en ese momento que me doy cuenta que el Capitán de Los Violets rozo sus labios con los míos.

Y lo peor... Yo estaba inconsciente como para disfrutar de la experiencia que él tuvo.

Maldito calambre. Te odio.

25 Nisan 2018 09:27 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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