Agora Kai Hikayeyi takip edin

"Agora kai" escuchó Akira mientras recobraba la conciencia. El dolor en la parte trasera de su cabeza aumentaba progresivamente. Como pudo intentó sentarse nuevamente en el asiento del piloto y revisó la radio.

— Aquí Artenis 8 ¿me escuchan? —repitió nuevamente —aquí Artenis 8 ¿me escuchan?

Solo se oía la interferencia entrecortada. Se levantó aguantándose con ambas manos de los asientos, mientras visualizaba el tablero de la capsula; habían varias alarmas encendidas, pero ninguna que significara una atención inmediata. Subió su mirada y se dio cuenta que algunas reliquias habían caído al suelo. Se acercó para tomar una de ellas y volvió escuchar. "Agora kai", corrió lo más rápido que pudo a la radio.

—Aquí Artenis 8, ¿hay alguien allí?, ¿me escuchan?

Pero no había respuesta alguna. El corazón de Akira latía a más de mil por hora. Intentó buscar a Noah por todos lados, pero no había señal de él. Repitió la misma frase cuatro veces más, pero sin respuesta. Miró por la cabina en búsqueda de orientación, pero era imposible visualizar algo, todo estaba oscuro. Dentro del casco en sus mejillas cayó una leve lágrima, recorriendo todo su delgado y fino rostro.

Akira había nacido en Atlantis 58. Era descendiente de los primeros colonos, que tenían como objetivo colonizar el planeta Kepler-186f (ubicado a 492,3 años luz de lo que alguna vez se llamó Tierra) y preservar la raza humana evitando su erradicación.

En junio del 2148, la empresa DX Technology liderada por el Ing. Jacob Ruth, encontró un elemento esencial para la tecnología en el núcleo de la Tierra. Este ayudaría con la implementación de la velocidad hipersónica, logrando así poder explorar el universo. Pero fue así como el 20 de marzo del 2158 debido a la extracción masiva de este elemento, la Tierra empezó a colapsar. Provocando desastres naturales incontroladamente como: sismos, erupciones volcánicas, inundaciones, entre otros. El campo magnético terrestre también se vio afectado.

Las diez potencias mundiales (Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Israel, Arabia Saudí, Corea del Sur) asignaron cada una 100 000 personas, de edades entre dieciséis y treinta años, especializadas en diferentes áreas de conocimiento: ciencia, cultura, agronomía, medicina, construcción, ingeniería, etc. Un total de 1 000 000 personas abordaron ese mismo día la nave nodriza que llamaron Atlantis 58. Esta tenía todas las condiciones para albergar por muchos años a todos los pasajeros, equipada con la más alta tecnología de protección, para evitar que pudiera ser atacada o destrozada ante cualquier amenaza espacial.

Los primeros años se mantuvo en contacto con la Tierra, pero poco a poco, mientras más se alejaba del sistema solar, la señal se perdía, hasta llegar a un momento donde ya no existía.

Atlantis 58 fue la nave más grande y resistente que nunca antes se haya visto, el futuro de la humanidad como la conocíamos estaba en las manos de estos tripulantes. Al comienzo les costó adaptarse a ella, pero poco a poco la fueron volviendo su hogar. Al principio no había una autoridad dentro de la nave, simplemente se manejada por una junta de gobierno, integrada por representantes de las diferentes áreas de la nave. Aunque años más tarde, el descendiente directo del Sr. Ruth decidió tomar el control completo del mando.

La abuela de Akira trabajaba en lo que alguna vez se conoció como la UNESCO y por ello fue escogida por el gobierno de Japón, para preservar el patrimonio de la humanidad a través del resguardo de las “reliquias mundiales”. De diferentes tamaños y categorías, estas se encontraban en la parte posterior de la nave, completamente aisladas, en una cápsula autónoma que de haber algún problema con Atlantis 58, esta podía manejarse como una pequeña nave. Una vez establecida la colonia en el planeta Kepler-186f, se tenía que buscar un lugar completamente adecuado para resguardar estas reliquias, con el fin de poder preservar lo que alguna vez fue nuestro pasado.

Cuando Santiago Ruth tomó el control, decidió que estos “patrimonios mundiales” eran una pérdida de espacio y recursos, por lo que asignó a una delegación para eliminarlos que llamó Trinel. Santiago tenía la idea de “Si se crea una nueva civilización, no debería cargar con los fantasmas del pasado, ni estar a la sombra de lo que alguna vez fue nuestra cultura”, mucha gente en la nave compartía este mismo pensamiento. La familia de Akira, al enterarse de la decisión, decidió crear un plan para expulsar la cápsula posterior, donde se encontraban las reliquias, soltándola en el espacio. El día 8 de junio de 90 dd (después de la destrucción) fue cuando decidieron poner en práctica este plan.

Akira tenía que adecuar y programar, junto con Noah (amigo y encargado en el área de mecánica y tecnología), todos los dispositivos para que la cápsula no quedara a la deriva y pudiera posteriormente ser localizada y recuperada.

Es importante destacar que dicha cápsula, previamente estaba acondicionada con tecnología, municiones y guarniciones para ser utilizada como nave de emergencia en caso de algún inconveniente con la madre nodriza, y así poder resguardar las reliquias.

Llegado el día, Akira se encontraba con Noah programando y arreglando todo, cuando fueron sorprendidos por la brigada Trinel, encargada de la eliminación de las reliquias. Así que el plan tuvo que cambiar y la improvisación pasó a ser el plan principal. Mientras Noah terminaba de instalar las coordenadas destino, ambos escucharon “Acceso denegado”. Se voltearon y se vieron preocupados, Akira inmediatamente corrió a la puerta en donde volvieron a oír.

—Abran la puerta, somos la brigada Trinel, tenemos autorización de destruir esta cápsula.

Akira miró a Noah y con los ojos aguados salió corriendo para presionar el botón rojo de desacoplar. Intentó detenerla, pero ya era muy tarde, ambos cayeron al suelo golpeándose con los lados de la cápsula, mientras sentían como esta se desprendía de la nave. Pasaron unos cuantos minutos hasta que el brusco movimiento cesó y quedaron en un silencio absoluto. Noah se puso rápidamente de pie y corrió a la radio.

—Atlantis 58, aquí el Doctor Hall, ¿me escuchan?, hemos desacoplado la cápsula de reliquias, repito, hemos desacoplado la cápsula de reliquias, ¿alguien me escucha?

Akira agarrándose la cabeza se vio sus manos y tenía leves rastros de sangre en ellas, se paró lentamente y fue a donde estaba Noah.

—Lo siento, sé que no debía desacoplarla sin antes crear la conexión directa con la nave, pero entré en pánico.

Noah, sin hacer contacto con ella, golpeó fuertemente con el puño derecho el tablero y volvió a intentar.

—Atlantis 58, aquí el Doctor Hall, ¿me escuchan?, hemos desacoplado la cápsula de reliquias, repito, hemos desacoplado la cápsula de reliquias, ¿alguien me escucha?

Pero no respondían, solo se escuchaba la respiración de ambos. Tomó una fuerte bocanada de aire y se sentó en la silla del piloto mientras se agarraba la cabeza con ambas manos.