neposwan Jhorman Perez

La vida de mi padre fue muy diferente a la mía, pero una noche pude vivir un fragmento de lo que fue su aterrador pasado... Y fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida.


Kısa Hikaye Tüm halka açık.

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El mundo de mi padre

El mundo donde creció mi padre es muy diferente al mío, el vivió en occidente, dice que para llegar hasta allá tendríamos que viajar durante días o incluso meses, dependiendo del medio de transporte que se utilice. Mi padre me comenta que él nació el 26 de julio de 2193, en la provincia de Nueva Prusia. El sitio que fue su hogar era una lugar de avanzada tecnología, me comenta que absolutamente todo estaba regido por las leyes de la robótica, hospitales, transporte, restaurantes, ministerios, en incluso en los cielos y bajo la tierra abundaba la tecnología cibernética. Incluso me comentó en alguna ocasión que cuando conoció a mi madre en persona, habían pasado ya tres años desde que se habían hecho novios, él tenía veintitrés y ella veinte en aquel entonces. Le pregunté ¿Cómo era posible que se pudieran conocer si nunca se habían visto en persona? Era algo que para mí en ese entonces no tenía lógica, pero él me dijo que era gracias a unos dispositivos (no recuerdo el nombre en este momento) que eran capaces de hacer que las personas se pusieran en contacto, y incluso pudieran verse y encontrarse en algún tipo de sitio virtual llamado megaverso, dónde compartían y podían estar juntos de forma físico/virtual. Los dispositivos tenían la capacidad de tomar partículas y moléculas de las personas, analizarlas y replicarlas dentro de unas cámaras biológicas internas que tenían estos aparatos, luego tomando el ADN de la persona eran capaces de hacer una réplica virtual genéticamente idéntica, a partir de eso creaban una especie de clon virtual, enviaban la información digital, y de esta manera podían crear una versión real de una persona y hacerla un clon palpable en el megaverso, utilizando el dispositivo que también era capaz de adaptar el cerebro de las personas e implantarlo en el clon y así la persona era capaz estar inmerso de manera casi completa. Relataba como había personas que incluso vivían exclusivamente en el megaverso, separándose de la realidad completamente.


Papá trabajaba en la agencia de inteligencia robótica (A.I.R), era una agencia encargada de vigilar el comportamiento de los androides, máquinas y seres robóticos que eran funcionales para la sociedad, (comentaba que era uno de los pocos trabajos humanos que aún quedaban) la agencia básicamente se encargaba tanto de la vigilancia exhaustiva de los seres mecánicos como la de inteligencias artificiales, decía que en muchas ocasiones tuvieron que sacar a varios robots de funcionamiento por el hecho de entrar en un raciocinio muy elevado y peligroso. Uno de los factores que más aterraba a la A.I.R era que alguna inteligencia artificial se saliera de control y pudiera atacar a las personas, por eso eran tan importante su trabajo.


La ciudad era completamente dependiente de la tecnología a tal punto que cualquiera podía manipular y crear dispositivos nuevos a su voluntad, sin la más mínima necesidad de estudios previos y ningún tipo de permiso era requerido. También existían las prótesis humanas que eran conectadas al cerebro directamente, así teniendo una excelente conectividad y funcionando perfectamente gracias a los neurotransmisores conectados a las partes humanas artificiales. Los componentes eran fácilmente manipulables y dada la necesidad de estos en la sociedad y la salud, era de vital importancia el fácil acceso a refacciones, componentes, herramientas etc. Pudiéndose comprar en tienda cualquier repuesto como si se comprara una botella de agua en un abasto.


Había un grupo de personas completamente desligado a la ideología de la Nueva Prusia, y la sociedad de la época en general, estaban en desacuerdo con la extrema predilección que había tomado la humanidad por la tecnología y la (según ellos) innecesaria dependencia a ella. Tenían seguidores por todas partes del mundo y prácticamente vivían en las sombras, los que eran miembros no solían hablar de la organización en público ni comentaban que pertenecían a ella, pues, los tenían en la mira por una serie de hechos atroces que habían hecho. Nunca me dijo con detalles que cosas hacían, aunque llego a comentar que iba desde el asesinato, secuestro, robo, sabotaje y otras cosas horribles.


El grupo que se hacía llamar “los hijos de anaideia” cada día ganaban más y más seguidores, hasta tal punto que dejaron de estar escondidos y comenzaron a salir de la oscuridad, empezaron a infundir su filosofía, expandir sus ideales y crearon lo que se podría considerar más una religión, que un idealismo. Empezaron a hablar de como el mundo se había vuelto corrupto y que el Dios que habían creado la humanidad estaba en desacuerdo con en el rumbo que esta había tomado. Cómo toda religión comenzaron a salir fieles que creían a ciegas en lo que anaideia les decía, crearon su dogma y vivían rigurosamente siguiendo las leyes sin ningún pero ni cuestionamientos. La líder del grupo en aquel entonces tuvo una idea muy peligrosa, convenció a sus más fieles adeptos que necesitaban crear una inteligencia lo suficientemente perfecta para que fungiera como Dios, de esta manera crearon debajo de la ciudad, en túneles de metro ya extinguidos, una enorme estructura tecnológica llena de computadoras, implantaron en ellas su ideología, la llamaron “Diógenes” y la intención era hacer que esta inteligencia artificial se adentrará en la sociedad de la época, haciéndola pasar como cualquier computador normal, pero con la mística habilidad de poder recibir los mensajes del mismísimo Dios, y bajo está fachada reenviar estos mensajes a todas los sistemas electrónicos poco a poco con un virus disfrazado de “mensajes divino” infectar las demás inteligencias hasta destruirlas desde dentro. Mi padre me comenta que “Diógenes” superó a sus creadores y se escapó de sus manos, infectó a todo los que existía e hizo un desastre absoluto en toda la ciudad, las personas fueron corrompidas por las ideas de Diógenes, el virus también era capaz de adentrarse en el cerebro y corromperlos, los que vivían inmersos en el megaverso fueron consumidos por este y también afecto a todo ser vivo que tuviese una prótesis. Se decía que muchos se volvieron “uno” con las máquinas se fusionaron y se convirtieron en seres deformes y aterradores mitad seres vivos mitad maquinas. Nueva Prusia se destruyó, los androides comenzaron a actuar de manera irracional, algo irreparable. Mi padre escapó lo más lejos que pudo con mi madre antes de que el caos consumiera todo, mi madre en ese momento estaba embarazada de mi.


Nos trajo hasta la nada y nos ha mantenido lo más alejado de Nueva Prusia o de cualquier ciudad mínimamente avanzada, ahora vivimos en una pequeña granja, dónde las luces son velas, los vehículos son animales y la tecnología que utilizamos es la misma que en el siglo XVIII. Pero a pesar de lo lejos que nos manteníamos de la civilización, una noche pude conocer un pequeño fragmento de lo que era el “mundo” de mi padre. Solía acompañar de caza a papá para aprender lo poco que sabía, el mismo lo admitía, que jamás había sido un experto en cacería mi mucho menos, solo lo aprendió por necesidad y obligación. Cuando nos íbamos de cacería, se llevaba un manual de caza y lo utilizaba en muchas ocasiones cuando no sabía que hacer, pero a pesar de todo, el tiempo lo había ido afilando poco a poco. Íbamos caminando en la noche, el cielo estaba empolvorado por escarchas estelares, la luna nos iluminaba exclusivamente a nosotros mientras nos dirigíamos en búsqueda de alguna presa, por lo general de noche solíamos cazar venados, pero aquella noche no había mucha vida en el panorama, caminamos por alrededor de una hora entre los enormes árboles del bosque sin la más mínima señal de éxito, nos sentamos a descansar para luego volver a casa pero escuchamos un ruido. Mi padre se llevó el dedo índice a los labios y guardé silencio inmediatamente, el ruido era muy extraño, sonaba detrás de un conjunto de árboles que nos habían servido de refugio hace un instante. Mi padre se puso de pie y me indico que me quedara detrás suyo, tomo su rifle y se recostó de un árbol, miró su arma percatándose de que estuviera cargada. El ruido sonó más cerca esta vez, era un sonido seco, metálico, sonaba como dos cacerolas que chocaban y luego las azotaran con un látigo de diferentes tiras, me asusté mucho y se que mi padre también porque comenzó a hacer ruido como intentando ahuyentar al animal, pero solo llamo su atención. Escuchamos como aumentó el volumen del ruido y supe que se movía en dirección a nosotros, mi padre me miró con los ojos sumamente aterrados, automáticamente me tomo por el brazo y me halo para sacarme del bosque, detrás de nosotros sonó el ruido a menos de un metro, me di la vuelta y lo contemplé, allí había un ser enorme, tenía los ojos circulares, cómo platos pequeños y brillaban como lámparas, eran completamente blancos y su luz se fijó en nosotros, tenía el rostro triangular, su cuerpo era antropomórfico y algo parecido a mangueras conectaba las partes de su cuello y brazos, media más de dos metros, su cara era pálida y brillaba bajo la luz de sus propios ojos, de todas partes de su cuerpo colgaban tiras de cuero negro, y de sus extremos lanzaban chispas como de pedernales, me di cuenta de que el ruido parecido a cacerolas eran su extremidades color azulado que chocaban cada vez que se movía, toda su piel era de metal y estaba muy desgastada, tenía rayones como de golpes por todas partes. El ser emitió un ruido horrible, que jamás en la vida había escuchado pero de alguna manera me pareció que nos intentó hablar, mi padre se dio la vuelta y descargó el arma en su cuerpo, cuando los proyectiles impactaron, sonaron cómo cuando papá practica disparando a latas vacías. Los ojos de la creatura comenzaron a titilar, se encendían y apagaban mientras emitía un sonido extraños que cambian de tono entre grave y agudo simultáneamente. La bestia cayó al suelo, sin vida, mi padre respiraba apresuradamente mientras veía con ojos frenéticos a la creatura en el suelo, le pregunté angustiado. – ¿Qué era eso? Y luego de unos segundos él solo me dijo. –Eso era un robot. Me quedé sorprendido, nunca pensé que esos fueran así e incluso muchas veces me pregunte si las historias que me contaba papá eran ciertas. Pero allí estaba en frente mío, el cuerpo metálico sin vida, teniendo espasmos cada par de segundos. –padre ese ser es horrible, ¿ese es el cuerpo de Diógenes?– pregunté a mi padre escondiéndome detrás suyo. Luego de revisar el cuerpo y ver qué no se movía más, papá se acercó a el y lo examinó. –No, Diógenes es una inteligencia, este es solo un androide. –Se puso de pie y continúo hablando. –Específicamente es un robot que servicia como vendedor en tiendas.


No dejo de pensar en aquel robot, tampoco puedo dejar de imaginar que otros seres aterradores aún vagaran por la tierra y que máquinas tan horribles habrá sido capaz de crear Diógenes.

09 Eylül 2022 07:54 1 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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