soulmateskookv miu ♡

⠀⠀Brindaron chocando sus vasos por una verdad que solo ellos conocían, y el resto de la noche no fue más que el complemento de un momento inolvidable. ⠀⠀La gente vería con entrañabilidad grabaciones de ellos cantando «Falling» con tanta pasión agarrados de la mano; pero nadie nunca sabría realmente todo lo ocurrido detrás...



Hayran Kurgu Gruplar/Şarkıcılar Yalnızca 21 yaş üstü (yetişkinler) için. © HISTORIA ORIGINAL Y REGISTRADA. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. No se aceptan copias o adaptaciones.

#jeon-jungkook #kim-taehyung #bangtan #bts #kooktae #taekook #kookv #erótico #erotismo #one-shot #homosexual
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Falling again...

⚠️ Los lugares, eventos y sucesos presentados en esta obra SON FICTICIOS. Bienvenido a otro de mis fanfics compatible con la realidad, enjoy it!!




📷


Follar con la luz encendida debería estar en el top tres de las mejores cosas que alguien debería experimentar antes de morir.

Follar, como en el sentido general de la palabra; no sólo el coito, sino el conjunto de tooodo lo demás.

Y claro, este pensamiento tenía que venir de dos personas que literalmente eran consideradas por muchas otras, como los hombres más atractivos del jodido planeta. Por supuesto.

Por supuesto que Jeon Jungkook y Kim Taehyung en sus estados más vulnerables, más instintivos, con la piel caliente y erizada, los ojos llorosos, los párpados caídos, el color rosa maquillando la piel como lluvia de pétalos desde los hombros hasta sus pectorales, la saliva y el sudor brillando como caramelo en sus pieles, los labios hinchados y tan rojos, rojos como la punta de sus dedos; los músculos tensos y marcados, los movimientos de cadera en ese baile erótico...

Eran como malditas deidades. Punto.

Un espectáculo a la vista que ningún mortal tenía el honor de ver. Solo ambos contaban con la suerte de apreciar al otro en su estado más salvaje, más bonito y más etéreo.

Porque el sexo era bonito. Lo más bonito de la consumación de un buen amor. Cuando el amor era recíproco y transparente, no habían distinciones entre tener sexo o hacer el amor; hacer el amor no tenía por qué ser una intimidad lenta con pétalos de rosas rojas regados entre sábanas, y el sexo no siempre era coger hasta que la cama golpeaba contra la pared a punto de desarmarse. Todo se trataba de los sentimientos, y aún siendo empujado contra una pared hasta que el cuerpo doliera entre las corrientes del placer, si la persona entre tus brazos era la que amabas y te amaba, no necesitaban llevar a cabo una idea estereotipada para demostrar el tamaño de ese amor. No hacía falta. Porque justo allí, entre los brazos del otro sin importar donde o cómo, todo el afecto mostrado era una prueba de su más bonito amor siempre.

Incluso cuando se estaba enojado.

Y oh Dios, Kim Taehyung y Jeon Jungkook jamás admitirían en voz alta que les estaba gustando mucho esto: follar cuando ambos estaban enojados. Ahora tenía sentido por qué la gente presumía tanto de las maravillas de un sexo de conciliación; y no era que no hubiesen tenido sexo de conciliación antes, pero era la primera vez que ambos estaban enojados con el otro, y en vez de terminar gritándose (otra vez), terminaron teniendo otro tipo de batalla sin control donde los dos terminarían reducidos a la nada y no existía un ganador.

Aunque un buen orgasmo siempre se lograba con la fórmula ganar/ganar, ¿no?

Pero más allá del embriagado placer, ninguno de los dos estaba disfrutando ese momento como realmente les gustaría estarlo disfrutando.

Jungkook era fuerte gracias a sus músculos duros y grandes, y le gustaba el sexo sin delicadeza, lo que terminaba en un Taehyung saciado y adolorido más tarde; pero pasaba que Taehyung mayormente odiaba sentir dolor, por eso, amaba follar en una cama cuando él era el que disfrutaba del juego anal, odiaba las superficies duras e incómodas que dejaban sus músculos con moretones.

Hacerlo contra superficies duras no era tan excitante como la ficción erótica lo hacía parecer, créanle.

Y por otro lado, Jungkook probablemente jamás admitiría esto en voz alta, pero secretamente era un romántico empedernido cuando se trataba de intimidad. Taehyung pudo haber sido siempre el primero en encender una luz las primeras veces que se encontraron desnudos en la oscuridad, pero era Jungkook quien no podía correrse sin ver el máximo placer atravesar las facciones de Taehyung a causa suya; no quería los orgasmos de otra forma y se resistía hasta conseguirlo como quería. Su Taehyung era demasiado precioso como para no gastarlo con la mirada en esos instantes donde se veía más etéreo sin algún maquillaje cubriendo sus perfectas imperfecciones, y la piel brillando en sudoración. Nadie más podía ver a Taehyung así de precioso, y no importaba la posición o cualquier otra mierda, Jungkook iba a regodearse en ese hecho en cada momento compartido de intimidad.

Entonces, el sexo enojado era confuso, conducido por un borrón de emociones y un contraste de sensaciones. El placer nublaba sus mentes, pero la brusquedad proporcionando dolor les recordaba por qué estaban en esa situación en esos instantes. No había espacio para palabras ni para pausas; era un momento de desahogo, una oportunidad para soltar el inicio de una ira, un recuerdo de que se amaban por sobre las circunstancias. Era un contraste de todo. El enojo presente y el amor domando al odio.

Casi se trataba de una lucha de poder.

Y en otras circunstancias, alguno de los dos se habría detenido solo para alargar el momento, ver al otro a los ojos y preguntarle cómo se sentía. Y tal vez Jungkook habría dicho que quería encender las luces y Taehyung habría rogado por ello porque ambos concordaban que hacerlo con las luces encendidas no tenía comparación alguna, nada causaba los orgasmos más ricos y secretamente no podían dejar de pensar en ese deseo. Y tal vez Taehyung también habría expuesto el hecho de que el día de mañana seguramente no podría ver a la cara a sus hermanos del alma porque le verían cojear y hacer muecas de dolor al sentarse y tendría que darles una explicación, y Jungkook probablemente se reiría de eso haciendo una pausa para besarle con amor y buscar una posición más cómoda para los dos.

Pero en /estas/ circunstancias, las cosas eran totalmente distintas a la normalidad de su relación, y lo que salía de sus bocas era lo opuesto a lo que pensaban y querían; ninguno de los dos estaba dispuesto a demostrarle al otro cuánto les gustaba estar follando así a pesar de todo, en esos momentos sería una humillación mostrarse débiles o siquiera rogar por más de ese rico placer que siempre era abrumador cuando se fundían en los brazos del otro a pesar de todo.

—¿Ya estás cansado, Ggukie? —preguntó Taehyung, demasiado afectado por el placer como para parecer cool entre palabras entrecortadas, pero eso no le detuvo de fruncir los labios en un puchero y descaradamente fingir preocupación para burlarse—. ¿Vas a correrte ya? ¿Tanto te gusta lo fuerte que puedo follarme a mí mismo sobre ti?

Y Jungkook soltó una risa sin poder evitarlo porque las palabras de Taehyung en realidad salían con dificultad ante cada embestida, y a veces hacía pausas entre palabras porque la sensación de la polla de Jungkook rozando su punto dulce era demasiado; así que Taehyung parecía ridículo tratando de burlarse, pero pronto parecieron ridículos los dos porque follar encima de un piano no era exactamente el lugar más adecuado para follar, y reírse en medio del sexo entorpecía los movimientos de cadera y el resto del cuerpo, causando que Jungkook terminara perdiendo no solo la concentración, sino también el equilibrio con Taehyung.

El repentino sonido estridente de las teclas del piano anunció los segundos antes de una caída y ambos terminaron sobre la alfombra en una maraña de cuerpos desnudos que trataron de protegerse mutuamente del golpe.

Entonces hubo una pausa, un segundo de conexión de miradas conmocionadas por lo ocurrido; y de repente explotaron las risas a carcajadas.

Era de esos momentos donde solo podías pensar un «oh, Dios, ¿qué acaba de pasar?» y no poder dejar de reírte.

Las risas de Taehyung y Jungkook eran totalmente distintas, una más grave y la otra cantarina como un personaje infantil animado; una suave como la miel y lo otra aguzada de la forma más bonita. Todo el contraste de su alegría era así, bonita, el sonido de sus risas era como la más preciosa melodía, y pronto ambos olvidaron el motivo por el que estaban tan enojados con el otro en un principio, y tampoco tenían ganas de seguir en ello.

Así que sus ojos se encontraron en medio de sus risas cada vez más calmadas, y poco a poco fueron recordando el estúpido motivo que los llevó a terminar allí acostados en una alfombra con la insatisfacción de un orgasmo perdido y la confirmación silenciosa de que a pesar de todo, siempre escogerían /esto/, estar junto al otro de nuevo, ahora y siempre.

—Dios, mi erección todavía sigue arriba.

—Joder, Jungkook, ¿por qué tienes que arruinar los momentos así?

—¿Cuál momento? /Joder/, eso es lo que quiero. Hagámoslo otra vez, mi amor.

—¡No!... B-bueno, sí.


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Unos días antes...

—Entonces... ¿Cuándo fue la última vez que echaste un polvo?

Jungkook detuvo su acción con los palillos y la tijera que estaba usando para cortar las tiras de panceta de cerdo a la parrilla, y se las arregló para parecer impasible mientras le sostenía la mirada a Jimin y esperaba que éste se sintiera estúpido por preguntar eso.

Jimin no lo hizo. E incluso parecía cada vez más divertido con su reacción carente de emociones.

Jungkook suspiró volviendo su atención a la carne cocinándose, por puro temor de que se estropeara.

—Déjame adivinar...

—Echar un polvo, ¿en serio? —Jungkook le interrumpió sin levantar la mirada—. ¿Esa es tu manera de preguntarme si estoy bien?

Jimin se rio recostado en su silla y tomó un nuevo sorbo de su vaso de cerveza.

—No lo estás —respondió con obviedad—. Y sé que no vas a decírmelo, así que de vuelta a la pregunta, ¿cuándo fue la última vez que follaste con alguien? Porque te urge relajarte un mucho, Jungkook-ah, has estado tenso y molesto con el mundo desde hace días, desde que el PD-nim habló con nosotros, de hecho. ¿Por qué no me dices el por qué?

—Porque no hay nada que decir. —Jungkook empezó a servir la carne en ambos platos que ya estaban ocupados por una ensalada de vegetales, y se llenó la boca en el proceso para aparentar despreocupación. Joder con Jimin y su cualidad observadora con él—. Y no estoy tenso ni molesto.

—Sí, claro. —Jimin bufó con ironía—. Incluso ahora, desde que llegamos a este restaurante, has tenido el ceño fruncido todo este tiempo, como si tu mente estuviera en otro lugar preocupado por algo.

—Y el sexo casual no me relaja —siguió diciendo Jungkook aferrándose a su impasibilidad para mirar a Jimin como si éste no hubiera abierto la boca en absoluto—. ¿Olvidas esa vez en el dos mil dieciocho que estaba intentando buscar un polvo y terminé más deprimido que antes?

—Eso es porque tenías el corazón roto. Y hablando de eso...

Jungkook gimió con pesar y tomó un gran sorbo de cerveza de su propio vaso, llenándose la boca de comida al segundo siguiente para tratar de distraer su mente del rumbo de esta conversación. No estaba de humor para eso. No necesitaba un polvo... Oh bueno, tal vez sí; pero la única persona con la que quisiera tener sexo, no quería saber nada de él en esos momentos.

No quería saber nada de él desde hacía días.

Y Jungkook se estaba volviendo loco. No sabía qué hacer.

Había mucha diferencia entre el Jungkook del 2018, con el Jungkook de la actualidad en el 2021. Para empezar, el Jungkook de aquel entonces estaba soltero, recién soltero; tenía el corazón roto, sí, y ningún hombre en los bares gay era tan bonito como el hombre que amaba y había perdido, ni siquiera cerca, y el sexo solo porque sí era tan aburrido e insatisfactorio para él como un encuentro con su propia mano ahora decorada con tatuajes. En cambio, en la actualidad, se encontraba de nuevo en una relación con ese hombre que lo tenía completamente loco, le había recuperado y llevaban dos años de noviazgo, no habría nadie más en el mundo que quisiera siquiera mirar a parte de él y por un maldito infierno, Taehyung se encontraba tan disgustado por culpa suya.

Así que Jungkook se quería morir.

Estaba enojado y triste porque Taehyung continuaba ignorándolo y negándose a resolver las cosas, solo hablaban para continuar con lo mismo y volver a discutir y ya había pasado casi una semana desde que habían empezado con esa mierda.

Jungkook estaba empezando a desesperarse porque saldrían del país dentro de pocos días, un primer viaje fuera del país después de más de un año sin viajar por culpa de la maldita pandemia que todo el mundo conocía y no hacía falta recordar detalladamente en esta historia. Él no quería llegar a otro país después de tanto tiempo, sin tener el apoyo emocional de la persona que amaba; BTS tenía muchas cosas muy importantes por hacer y por un período relativamente largo, iban incluso a presentarse como enviados especiales de la presidencia de Corea del Sur en la Asamblea General de la ONU y cumplir otros deberes organizados por el presidente de su país. Además de eso sería la primera vez en mucho tiempo que verían a sus fanáticos cara a cara, joder, simplemente estarían viviendo de los momentos más importantes y felices de sus vidas, y Jungkook no podría disfrutar nada si se encontraba todavía frente a dificultades con Taehyung. Necesitaba compartir esa felicidad junto a su novio, o todo se volvería infelicidad.

Sin mencionar que ahora los siete compartían una misma carga sobre los hombros, y era que BTS había logrado convertirse en algo tan grande como la representación de todo un país a donde quiera que fueran. Ya no solo se trataba de la música, de llegar a los corazones de la gente a través de melodías emocionales; ahora también debían mantener una imagen, una neutralidad en sus opiniones y ejemplo a seguir en todas sus acciones; un deber ético que cumplir. Por lo mismo se les había otorgado el título como enviados especiales para las futuras generaciones y la cultura, y el presidente les había otorgado pasaportes diplomáticos, algo que ningún otro artista de Corea del Sur tenía; eran los primeros en la historia en ser enviados especiales para representar toda una nación, los primeros en recibir pasaportes diplomáticos a menos de los 30 años de edad, y los primeros en presentar una canción en la Asamblea Nacional de la ONU.

Joder.

Con solo recordar todo eso, Jungkook podía sentir los nervios cosquilleándole bajo la piel. Estaban bajo mucha presión, aunque al mismo tiempo todo resultaba demasiado emocionante. Era como esa frase de algunas películas de Marvel que Jungkook jamás se cansaba de ver: un gran poder conllevaba a una gran responsabilidad. Aunque en el mundo real el poder trascendiera de la magia.

Las cosas en la actualidad no eran como en el pasado, en absoluto. Y Jungkook necesitaba a su mayor apoyo consigo, a su lugar seguro.

No sabía qué haría si esta estúpida diferencia con Taehyung terminaba convirtiéndose en algo más grave que terminara distanciándoles o alguna mierda parecida; pero seguro que no permitiría que pasara. Tenía miedo por su relación, estaba enojado y triste, y Dios sabía que no soportaría algo como perder a Taehyung de nuevo.

Era por eso que Jungkook no estaba feliz, pero tristemente no era algo que pudiese compartir con Jimin o con cualquier otra persona aparte de sus padres (y no hablaría con sus padres sobre sus problemas con su novio, muchas gracias). Él y Taehyung ni siquiera habían vuelto a hablar de eso desde hacía mucho tiempo, volver a estar juntos evidentemente no se había vuelto algo fácil y nunca lo sería con la vida que tenían en la que solo ser homosexuales arruinaría a la banda y a sus carreras si se sabía; ninguno de los dos sentía realmente justo compartir la carga con los otros miembros sobre mantener el secreto de su noviazgo, aunque estaban trabajando en ello y a Jungkook en realidad no le preocuparía decirle a Jimin ahora mismo toda la verdad. Jimin era su mejor amigo, Jimin ya sabía algo de su historia con Taehyung, y Jimin era un jodido ángel.

Pero todo era más complicado de lo que parecía y tanto Jungkook como Taehyung seguían sintiendo mucho miedo por las reacciones del resto de los demás chicos cuando se llegaran a enterar. Pero /estaban trabajando en ello/ y ambos habían llegado a un acuerdo de confesar toda la verdad cuando estuviesen los siete juntos y fuera el momento adecuado.

Así que de vuelta a su presente, Jungkook se aclaró la garganta dispuesto a participar en la conversación en esos instantes porque Jimin continuaba hablando algo acerca de no-sabía-qué cosa sobre Taehyung, y Jungkook de repente casi se ahogó con un trago de su cerveza porque, ¡mierda, Jimin estaba hablando algo sobre Taehyung y él no había estado prestándole atención en nada!

—Joder, Jungkook —soltó Jimin extendiéndole un vaso de agua que Jungkook tomó de inmediato para aliviar el cosquilleo en su garganta—. Eso es lo que pasa cuando solo te dedicas a beber alcohol como si fuera agua.

Jungkook hizo una mueca dándose cuenta que había estado sumido en sus pensamientos sirviéndose cerveza en su vaso una y otra vez y ya tenía dos botellas vacías frente suyo en medio de la mesa. Ni siquiera había tocado su comida y Jimin estaba cocinando más carne en la parrilla.

—Debimos haber ido mejor a un bar y no aquí. —Jungkook se quejó golpeándose la frente con una mano—. Ya ni siquiera tengo hambre. Sin embargo, emborracharme no suena mal.

—Eh, eh. —Jimin chasqueó la lengua con desaprobación—. No estoy pagando toda esta comida como el mejor hyung que soy, para que ahora digas que no quieres comer y solo quieres beber. Come, o no volveré a salir contigo nunca más.

Jungkook volvió a soltar un ruido de disgusto.

—Tienes razón —dijo, y pudo sentir la inhibición por la cerveza acariciando la punta de su lengua cuando no planeaba decir nada más pero su boca se abrió de todos modos—. No me siento bien..., pero no puedo hablar de esto, perdóname hyung.

—Eres el peor mejor amigo del mundo, ¿sabías eso?

—Sin embargo, soy tu número uno, ¿no es así? —Jungkook se rio sin gracia y tomó sus palillos intentando comer—. De todos modos... ¿Qué era lo que decías sobre Taehyungie hyung?

—Nada que tenga que ver contigo. —Pero Jimin sonrió levantando una ceja—. ¿Por qué de repente te importa, eh? ¿Porque estás peleado con él?, ¿es por eso que no estás feliz y tu mente se mantiene en las nubes?

Y Jungkook se llenó la boca de panceta de cerdo y ensalada hasta que sus mejillas estuvieron tan redondas como una ardilla y podía tomarse el tiempo para pensar en una respuesta qué decir sin que su mentira pareciera muy obvia. Joder, joder, joder.

Taehyung y él en realidad no estaban peleados, ellos no discutían así; pero estaban cada vez más cerca de llegar a algo como eso. Cada vez que hablaban, el descontento mutuo no hacía más que aumentar y Jungkook mismo era consciente del inminente enojo queriendo salir a la superficie de sus emociones ante la falta de comprensión contraria. Era por ello que, una vez cumplían su agenda laboral diaria junto a los demás chicos, en vez de pasar el resto del día juntos en el departamento de Taehyung como acostumbraban a hacerlo, el castaño estaba prefiriendo esconderse en la casa de sus padres.

Y eso tenía a Jungkook cada vez más al borde de la desesperación.

—Sé que todavía te gusta —continuó diciendo Jimin, dándole pequeños bocados a su comida sin borrar esa suave sonrisa de su rostro—, y que tú también le gustas, es taaan evidente, por favor. Pero sé que ninguno de los dos va a querer hablar de eso y que justo ahora debes estar queriendo lanzarme algo para que cierre la boca.

Y Jimin soltó una carcajada cuando Jungkook asintió con la cabeza aún viéndose adorable con sus mejillas llenas de comida y el ceño fruncido.

—Como sea —soltó Jimin tomando de su cerveza—. No había pensado que esto tenía que ver con algo entre ustedes dos hasta ahora, pero te decía antes que Taehyung también parecía decaído en estos últimos días, incluso está pasando las noches en casa de su familia ya que viajaremos muy pronto, estaremos en Estados Unidos por varias semanas y estará lejos de ellos. Te iba a preguntar que si la razón por la que estabas así era porque también sentías nostalgia por viajar después de tanto tiempo; pero ya mejor cambiamos de tema porque cuando se trata de ustedes dos, tratar de entender lo que les sucede me causa dolor de cabeza, literalmente hablando.

—Lo siento. —Jungkook murmuró rápidamente, sintiéndose culpable por tener que ocultar lo que le ocurría a un amigo que trataba de subirle el ánimo.

—No te disculpes. —Jimin se inclinó en la mesa frente a él, y fue entonces que Jungkook se dio cuenta de que él no era el único ya afectado por el alcohol que estaban bebiendo en la soledad de esa sala VIP del restaurante de lujo en el que se encontraban—. Conmigo. No te disculpes conmigo. Pero no tengas miedo de disculparte con quienes se lo merecen. No seas un cobarde Jungkookie, si quieres hablar, solo hazlo y deja de lamentarte en silencio cuando puedes tomar la iniciativa antes y resolver las cosas.

—No es... No es tan sencillo. —Jungkook susurró con la boca ya vacía al igual que su estado de ánimo.

—Solo piensa: ¡qué se joda el orgullo!, y haz lo que creas es lo mejor. Esperar solo va a seguir haciéndote sentir más miserable. Nuestro viaje ya está a la vuelta de la esquina y necesitarás un mejor estado de ánimo para sobrellevar todo el trabajo que tenemos por delante.

Fue así como, dos horas más tarde luego de más botellas de cerveza vacías en la mesa, Jungkook terminó fuera de la casa familiar de Taehyung esperando a que alguien abriera la puerta.

No era tarde todavía, no estaba borracho hasta ese nivel y Jungkook respetaba mucho a los padres de su Tae, ellos eran unos amores con él y nunca haría nada que los hiciese enojar. Estaba agradecido de haber salido con Jimin en horas de la tarde y haber logrado recoger el valor para estar ahora allí de pie en las primeras horas de la noche.

Entonces, la puerta se abrió y tanto la madre de Taehyung y el mismo Jungkook sonrieron genuinamente al hacer contacto visual antes de saludarse.


📷


El problema del problema era que Jungkook no tenía algo por lo qué disculparse, él creía que no estaba en él que las cosas se arreglaran, aunque se sentía culpable por no poder darle a Taehyung lo que éste quería y esperaba. Era frustrante que el mayor simplemente no pudiera comprender que existían veces en las que los dos no iban a estar de acuerdo en las mismas cosas y /eso estaba bien/, no tenían que hacer de las decisiones diferentes un problema, tener una relación no significaba que ambas partes siempre debían estar en perfecta sincronía.

Eso era lo que Jungkook trataba de hacerle entender al otro.

Pero Jungkook nunca había sido muy bueno con las palabras, a menos de que se tratara de música.

Entonces ambos se encontraban enfrentando una diferencia nacida de las heridas que les había dejado el pasado.

Esas heridas habían sanado, ya no dolían; pero el recuerdo latente estaba ahí.

Y el miedo era algo que nunca se iba.

Taehyung se encontraba durmiendo. Durmiendo a tan solo las primeras horas de la noche, eso decía mucho sobre su estado de ánimo y Jungkook sospechaba que la mamá de Taehyung percibió que había pasado algo entre los dos porque sin pensarlo le dejó pasar a la habitación del castaño aunque sabía que se encontraba durmiendo.

Jungkook suspiró sentándose con cuidado al borde de la cama. Miró al mayor y su pecho emitió esa tonta y bonita sensación a la que ya estaba acostumbrado esparciéndose como polen hasta su vientre y hasta la punta de los dedos cosquilleando con ganas de tocar al otro y envolverlo con todo su cuerpo; pero también había un sentimiento más debajo de todo eso, algo que se parecía a la tristeza y a la culpabilidad porque en esos instantes no se le tenía permitido siquiera acercarse al mayor cuando éste continuaba enojado con él.

Taehyung estaba durmiendo de espaldas hacia él, recostado a medio lado con las sábanas grises torpemente enrolladas alrededor de su cuerpo desnudo.

Jungkook no estaba seguro de que Taehyung estuviera totalmente desnudo, él no era de dormir así, de hecho; pero su torso sí que estaba al descubierto y Jungkook tuvo que apartar la mirada por unos momentos de esa piel de miel para no terminar haciendo algo estúpido como despertar al mayor llenándole de besos por todas partes.

La habitación de Taehyung en la casa de sus padres era bastante parecida a la habitación en el pent-house que en los últimos años se había convertido en la habitación de ambos. El mismo pent-house había pasado de ser la casa propia de Taehyung, a ser un hogar que compartían juntos la mayor parte del tiempo. Jungkook había estado durmiendo solo allí desde su discusión, esperando a que Taehyung volviera a aparecer por las noches para arreglar las cosas; pero aquí estaba Taehyung, huyendo de él en este lugar donde solo un Jungkook algo borracho como lo estaba en esos instantes, se atrevería a buscarlo y enfrentarle.

Maldita sea, Taehyung podría o no patearle fuera de la cama en cuanto se despertara.

Y de repente Jungkook se encontró dispuesto a correr el riesgo.

Apartó la mirada de las paredes grises minimalistas y volvió a mirar la espalda de Taehyung. Lo siguiente que supo era que no se estaba arrepintiendo de nada mientras se inclinaba y tocaba la mejilla de Taehyung con su nariz. Cerró los ojos conteniendo un suspiro. Solo habían pasado unos días, pero extrañaba tanto sentir ese aroma natural de Taehyung, esa suavidad, esa calidez.

No pudo evitar dejar besos a su paso.

Taehyung no tenía el sueño pesado, pero tampoco contaba con un sueño muy ligero, por lo que en su mente, Taehyung tenía un top estúpido de formas en las que le gustaba que lo despertasen. /Que lo despertasen/ porque las alarmas las odiaba.

Cuando Taehyung era una persona inocente y libre de pensamientos impuros en su cabeza, su forma favorita de despertar era con el olor de la comida, ya fuera porque por alguna fecha especial se la traían a la habitación o porque simplemente le despertaban para ir a comer. Despertarlo para salir de viaje también había sido de sus cosas favoritas, y ni hablar de cuando en alguno de sus cumpleaños a los chicos se les ocurría despertarle con la canción de cumpleaños a todo volumen. Taehyung amaba tanto esas cosas, habían sido sus favoritas.

Hasta que un día estuvo durmiendo junto a su recién novio en ese entonces y se despertó por un toque suave y caliente en su piel que terminó convirtiéndose en un sexo matutino con Jungkook que casi todo el día le mantuvo con la piel erizada por el recuerdo. En su momento pensó que no habría nada mejor que eso, hasta que la confianza le dio paso a conversaciones más íntimas y el consentimiento mutuo le llevó a experimentar otro nivel de intimidad despertándose un día con la boca de Jungkook volviéndole un desastre donde más sensible era.

Taehyung, honestamente, pensó que no había nada mejor en el mundo; pero pasaba que con Jeon Jungkook todo se sentía como lo mejor en el mundo y pronto descubrió que en la cima de su top secreto estaba cuando Jungkook simplemente le despertaba con besos suaves que podrían o no terminar en algo más, eran los mejores porque eran solo eso: besos castos que transmitían nada más que cariño y aprecio aún cuando despertaba con el rostro hinchado a veces, o con la piel grasosa, o con rastros secos de legañas y demás detalles perfectamente imperfectos de cualquier persona al despertarse.

Así que suspiró complacido cuando sintió besos suaves dispersando su neblina de ensueño. Besos en el inicio del hombro, en el cuello, en la mandíbula y en la mejilla. Taehyung se encontró sonriendo levemente y recostó su espalda en el colchón para que más de esos besos salpicaran su rostro. Sintió la punta de una nariz acariciando la suya y la comprensión de su entorno empezó a aclararse en su cabeza lentamente, dándose cuenta de que apenas estuvo durmiendo desde hacía minutos y no durante toda una noche.

—Te extraño —susurró Jungkook apenas—, ¿por qué todo tiene que ser tan difícil con nosotros?

Bien, de repente Taehyung tenía muchas preguntas. Estaba seguro de que no estaba soñando, así que Jeon Jungkook definitivamente estaba allí, besándole. Su novio había ido allí pese a sus diferencias y la clara petición silenciosa de mantener distancia hasta que resolvieran su problema porque todos los días no hacían más que agrandarlo más.

Abrió los ojos y parpadeó bajando un poco las cejas en confusión, pero entonces un pequeño destello brillante llamó su atención y su mirada automáticamente cayó en el fino aro plateado en el labio inferior de Jungkook, un detalle que nunca dejaba de volverle loco a Taehyung y joder, estaban tan cerca y él también extrañaba tanto a Jungkook y estaba tan cansado de todo.

Así que en lugar de hablar, se relamió los labios y levantó la cabeza de la almohada para juntarlos con los ajenos.

Y quizá en otro momento cuando éste se volviera un recuerdo, ambos se reirían de lo ridículamente enamorados que estaban del otro a pesar del problema que estaban enfrentando en su relación en esos instantes, porque un suspiro simultáneo salió de los dos en cuanto sus labios se tocaron; y no como cualquier otro típico suspiro, sino uno en el que no se era consciente del aire que estaba absorbiendo los pulmones hasta ser expulsado repentinamente con un gemido atorado en la garganta que momentáneamente dejaba sin aliento.

Hubo una pausa después de eso, una conexión de miradas que gritaba ante la ausencia de palabras, y aunque llevaban exponiendo sus diferencias desde hacía exactamente cuatro días, sentían que no habían disfrutado un buen beso desde hacía cuatro milenios. Las discusiones de pareja tenían esta cosa que realmente ninguno de los dos entendía bien, pero te hacía desear al otro en demasía, extrañarle ante la mínima privación de cercanía porque aunque el problema no fuese tan grave como para llevar la relación a una ruptura, en realidad nunca se sabía si las cosas terminarían agravándose hasta ese punto. Nada estaba asegurado, y el temor por perder (volver a perder) a alguien que ya considerabas tuyo, era abrumador.

Había muchas cosas que Jungkook y Taehyung todavía no entendían sobre cuidar y mantener una relación, otras de las que todavía estaban aprendiendo, y cosas en las que inevitablemente se equivocaban llevándoles a situaciones como la que estaban sobrellevando en esos instantes.

El cosquilleo bonito asentado en el alma que siempre estaba allí desde hacía años cuando empezaron a gustarse, se volvió fuego en los dos, como chispas de pólvora esparciéndose por todo el cuerpo mientras se besaban, el calor subiendo hasta sus mejillas pese al aire frío que conservaba la habitación. Era un beso sin prisa, pero no necesariamente lento; mientras uno trataba de tomar aliento, el otro aprovechaba para chupar y lamer los labios ajenos hasta que su lengua hacía contacto con la otra. Los suspiros se volvían cada vez más cortos y rápidos hasta que solo eran más bien como cortas bocanadas de aire, gemidos casi silenciosos armonizando su burbuja de amor.

No era un beso que pretendían ascender a algo más, así que eventualmente se fue volviendo más lento hasta que solo eran besos de labios sellados chocando una y otra vez. A Jungkook le dolía un poco el cuello porque aún se encontraba sentado, sus brazos apoyados alrededor de Taehyung de una forma poco cómoda mientras las manos de Taehyung habían subido a su cabeza para mantenerle cerca; y cuando dejaron de besarse para mirarse a los ojos otra vez, Taehyung no parecía dispuesto a dejarle ir.

—¿Estás borracho? —susurró Taehyung relamiéndose los labios—. Hueles a cerveza. Sabes a cerveza.

—Solo apenas —respondió Jungkook sin importancia, encogiéndose de hombros.

—¿Cómo... ? ¿Cómo es que viniste aquí? ¿Estás loco?

—¿Por ti? Demasiado. —Y Jungkook soltó una sonrisa cuando Taehyung le pellizcó una mejilla ante esa repuesta—. Pero no te preocupes, tú madre fue la única que me vio.

Taehyung se vio un poco más aliviado entonces. Sus padres sabían que ellos estaban juntos, pero sus hermanos aún no porque Taehyung creía que ellos todavía eran demasiado jóvenes e inmaduros como para mantener un secreto tan lleno de tabúes.

—Mis hermanos no viven en la universidad, Jungkook. Viven aquí porque es lo más cerca que les queda de la universidad. Si alguno de los dos te ve de repente así aquí, harán preguntas-

—Y es por eso que estás escondiéndote aquí desde la reunión con Sihyuk-nim. —Jungkook comprendió—. Para asegurarte que yo no me acercara.

—No me estoy escondiendo, no estoy huyendo. Solo no le veo sentido a lo que hemos estado haciendo cada vez que intentamos hablar sobre esto.

—Así que prefieres evitarme, pensé que ya habíamos superado esa etapa.

—No es evasión, solo... —Taehyung desvió la mirada pensando en las palabras correctas, sus manos deslizándose fuera del cabello teñido de color menta de Jungkook en una señal de que el aura cómoda se había ido—. Tengo miedo de que terminemos peleándonos por esto, y cada vez que hablamos del tema solo terminamos peor que antes.

—No creo que mantener esta distancia sea la solución.

—Y yo no creo que simplemente ignorar el tema sea una solución. O hablamos de ello, o no hablamos en absoluto.

Jungkook suspiró sintiéndose frustrado y se alejó del castaño manteniéndose en su lugar.

—No sé qué hacer con esto, Tae —soltó mirando al otro a los ojos, mostrándole la desesperación que estaba sintiendo—. Pronto nos iremos de viaje, incluso estaremos separados después de cumplir con nuestras actividades en los Estados Unidos, y aquí estamos tú y yo estos días, apunto de iniciar una pelea por algo que ni siquiera es tan importante.

Taehyung se sentó en la cama como si hubiese recibido un golpe. Literalmente acababa de recibir un golpe emocional.

Salió de la cama sin decir nada, el pantalón largo de chándal que llevaba puesto de repente se sentía insuficiente, ese frío producto de la humillación estaba empezando a recorrer su piel y de repente se sentía demasiado desnudo con solo tener el torso descubierto en una situación así.

Las palabras de Jungkook dolían, literalmente el significado de lo dicho era que sus sentimientos no eran importantes y Taehyung no podía creer que Jungkook le hubiese dicho algo así.

—Perdón por creer que pasar algo de nuestras vacaciones juntos sería importante para ti también —consiguió decir, el dolor escuchándose en el leve temblor de su voz. Y fue entonces cuando Jungkook se dio cuenta de que su elección de palabras no había sido la más adecuada y había herido al otro con ello.

—E-espera —trató de explicarse apresuradamente—, no quise decir que no-

—Sí, sí lo quisiste decir. —Taehyung le interrumpió, el enojo haciendo presencia en sus emociones—. Sihyuk hyung nos está dando nuestras segundas vacaciones desde que somos BTS. En las primeras estuvimos separados, y ahora no te importa que en las segundas volvamos a estar igual.

—Sabes que no es así. —Jungkook sacudió la cabeza—. Son situaciones diferentes. En el dos mil diecinueve éramos ex, y ahora estamos juntos; unas semanas sin vernos no hará una diferencia y al final de las vacaciones seguiremos siendo novios igual.

—Serán tres meses de vacaciones, Jungkook.

—Tres meses en donde seguramente encontraremos otros momentos para vernos.

Taehyung se rio con ironía, cruzándose de brazos.

—¿Cuándo? —preguntó de forma retórica—. Tú estarás en Busan, y yo continuaré aquí en Seoul después de regresar del extranjero. Si no quieres estar conmigo en los planes que pensé para nosotros, ¿por qué querrías estar conmigo en algún otro momento de las vacaciones? ¿Qué diferencia habría? Parece que nuestro lugar siempre tiene que ser dentro de cuatro paredes solitarias o de lo contrario no te parece bien. Y, ¿sabes qué? Estoy harto de eso.

—Esa es la única opción que tenemos. —Jungkook refutó, sin dejar lugar a réplicas—. ¿Pero te has preguntado siquiera qué es lo que yo quiero para esas vacaciones? ¿Me has preguntado qué es lo que yo quiero? Tú solo ideaste planes para ambos como si mi opinión no importara y mi negación mucho menos.

—Por supuesto que no es así, por eso estamos teniendo esta estúpida conversación. Te compartí lo que yo pensaba para ver si estabas de acuerdo.

—¡Y no lo estoy! ¿Por qué simplemente no puedes respetar eso? —Jungkook fue consciente de que su voz se había elevado más de lo normal, así que se mordió la lengua tratando de respirar profundamente, apenas dándose cuenta que su respiración estaba acelerada. Y el alcohol en su sistema le recordó que no estaba exactamente sobrio en esos momentos, porque aunque no tenía pensado abrir la boca todavía, su cuerpo de repente reaccionó solo de todos modos y continuó diciendo—. Tú solo sigues pensando en ti, en lo que tú quieres, en lo que crees que deberíamos hacer. Sigues queriendo más de lo que podemos tener, no piensas en nuestra relación y te enojas conmigo cuando yo sí lo hago. ¿Crees que yo adoro que siempre tengamos que salir a lugares privados y solitarios? ¡Pero es lo que tenemos! Y si esa es la única forma en la que puedo besarte fuera de casa, entonces la tomaré y me conformaré con ello, no necesito nada más.

—Me estás diciendo egoísta... —No era una pregunta.

—Quieres que pasemos juntos las vacaciones en Hawái, Taehyung, y yo solo quiero estar aquí con mi familia. No quiero ser parte de tu plan, y tú solo sigues insistiendo en que acepte algo nuevo para nuestra relación que podría terminar como la causa de nuestra ruptura hace años, ¿lo olvidas? —Jungkook se rio y ni siquiera sabía por qué lo hacía, las palabras salían de su boca sin poder detenerlas y todas sus emociones negativas eran un huracán en su cabeza nublando su razón. Sus palabras no sonaban enredadas porque se suponía que no había bebido hasta ese nivel de ebriedad; pero pasaba que bastante y demasiado eran sinónimos, y las emociones fuertes junto al alcohol creaban una combinación peligrosa y fuera de control, sobre todo cuando esas emociones primarias eran negativas. Entonces de un momento a otro no sólo estaba riendo, sino que sus ojos también habían empezado a humedecerse con lágrimas retenidas por los recuerdos de un pasado doloroso—. Por supuesto que lo olvidas, porque tú no fuiste el que arruinó todo esa vez. No tienes idea lo difícil que es para mí arriesgarme a algo como aquello otra vez. No quiero, no puedo, y no importa cuánto tiempo más alarguemos este problema, mi respuesta seguirá siendo la misma.

Hubo un silencio entre los dos después de eso, el sonido de la respiración rápida de Jungkook siendo lo único que se escuchaba en la habitación. Sus miradas estaban conectadas, miradas cargadas de frustración y dolor reflejado en películas de lágrimas por culpa de las emociones fuertes y abrumadoras despertando el descontrol de la ira.

Taehyung se mordió la lengua reteniendo lo que quería decir porque de repente se dio cuenta de lo que estaba pasando: ellos nunca se habían alterado tanto en algo que se suponía no era una pelea, pero ahí estaban, discutiendo. Y Jungkook, medio, poco o apenas, estaba borracho de todas formas.

Inhaló aire bruscamente recordando ese detalle, Jungkook había bebido alcohol antes de llegar allí, por eso sus emociones se estaban alterando tan fácilmente y su piel se veía cubierta por un sonrojo fuerte. Fue entonces cuando se dio cuenta que esta supuesta conversación no terminaría bien de ninguna forma y se sintió más herido reconociendo que las personas en estado de ebriedad no tenían filtro del cerebro hasta la boca y por eso solían ser honestos con lo que querían decir o hacer.

Así que Jungkook no estaba diciendo cosas que no quería decir, él estaba diciendo cosas que sí quería decir pero en situaciones de sobriedad no se atrevería; o al menos no se atrevería a expresarse en la forma tan hiriente en la que lo estaba haciendo.

—Solo estás asustado, Jungkook —soltó chasqueando la lengua, su rostro aparentando impasibilidad, aunque su voz inestable en algunas palabras y sus ojos brillantes, mostraran otra historia. Y Taehyung no se perdió la reacción inmediata de Jungkook ante esas palabras, el dolor cruzando por sus ojos abriéndose de más porque ambos sabían que esa era la verdad no aceptada detrás de su persistente negación. Taehyung no hubiera querido decirlo, pero en esos momentos sintió que Jungkook necesitaba reconocerlo.

—No es así. —Jungkook respondió de inmediato, no queriendo escuchar lo que fuera que le siguieran a esas palabras; pero debió esperar a que Taehyung no solo se detuviera ahí.

—Lo es y lo sabes-

—No. —Jungkook empezó a sacudir la cabeza apartando la mirada, de repente sintiéndose como si estuviera huyendo y Taehyung sólo siguiera persiguiéndole diciéndole en voz alta algo que ni siquiera estaba listo para reconocer dentro de su cabeza.

—Estás dejándote atrapar por el pasado y solo te asusta tanto que salgamos de nuestra zona de confort por una vez debido a que la única vez que lo hicimos, todo lo que teníamos se rompió.

Jungkook volvió a reírse en esa forma extraña que a Taehyung le hacía aumentar su incomodidad porque era como si la amargura se apoderara del cuerpo de Jungkook hasta destilar veneno por su boca. Jungkook se veía lastimado y tan enojado, que Taehyung realmente no recordaba haberlo visto así antes; después de todo, era la primera vez que alguno de los dos no estaba en sus cinco sentidos para mantener una conversación tan contradictoria.

—No es miedo lo que me está deteniendo —soltó Jungkook con los dientes apretados, fijando su vista brillante y enojada en Taehyung de nuevo—. Es solo que... A diferencia de ti, Tae, yo sí estoy pensando en lo que podría ser mejor para los dos y no solo en mí mismo. ¡Yo solo quiero protegernos!

—¡Tú solo tienes miedo de que nos vean juntos en vacaciones! —Taehyung se sintió explotar. Y dolía tanto decirlo en voz alta, que no pudo controlar el volumen de su voz ni retener más los sonidos quebrados de la misma conectados a las ganas horribles de llorar que aún contenía—. ¡No quieres estar conmigo porque no quieres que nos vean juntos, y eso es todo lo que pasa!

—¡No todo se trata de ti!

Y de repente cayó el silencio de nuevo; sin embargo, este silencio era diferente y, de alguna forma, ensordecedor.

Los sentimientos no tenían sonidos propios; pero algo se rompió entre su relación en esos instantes y ambos pudieron escucharlo en cuanto sus miradas volvieron a conectarse y la ira cegadora había sido reemplazada por temor, por arrepentimiento.

Por dolor en forma de lágrimas que ya no eran posible retener.

El primero en reaccionar fue Taehyung, y Jungkook tardíamente comprendió el daño que había hecho cuando se encontró solo en la habitación después de que el mayor había pasado por su lado en un parpadeo.

Los sentimientos no tenían sonidos propios; pero Jungkook escuchó su propio amor ser estrujado hasta que solo podía sentir dolor emocional, escuchó a su felicidad huyendo junto a la persona que acababa de lastimar, y escuchó al miedo reír con satisfacción porque ya no había nada que le impidiera apoderarse de todo su ser por completo...


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Habían cosas en la vida que resultaban inevitables por mucho que lucharas por evitarlas.

Y por muy irónico que pareciera, eran esos momentos los que sacudían la calma de un vasto mar y generaban emociones a la vida.

El problema era que las emociones podrían ser agradables o desagradables, y por eso todo el mundo prefería (las agradables) la calma, la seguridad, la estabilidad que no dañaba aunque a largo plazo terminara resultando aburrida.

El amor verdadero era así, vasto, profundo y peligroso como un mar; y los mares pocas veces se mantenían en calma.

Casi nunca, en realidad.

Por eso era aterrador.

Por eso amar tanto a una persona era aterrador.

El chiste de que no existieran relaciones perfectas en el mundo, se debía a que ningún ser humano era perfecto y resultaba inevitable equivocarse y lastimar aún sin querer hacerlo. Era normal que la calma se viera sacudida a veces por situaciones desafortunadas. Los felices para siempre no existían mágicamente por el poder de los sentimientos; era con el poder de los sentimientos que se construía una felicidad que podría llegar a sentirse como magia y hacerte soñar con un para siempre en una vida tan limitada.

Jungkook creía que la razón por la que Taehyung y él habían logrado permanecer juntos sin ningún problema durante los últimos dos años seguidos, se debía a que el peor momento de su historia de amor ya había pasado antes. A pesar de todo aquello /en el peor momento de su historia de amor/, habían logrado estar juntos de nuevo después de muchas equivocaciones, descubrimientos y aceptación; aquella vez fue el intento de una relación que se quebró después de un año y luego dos años más sobrellevando una ruptura que no dejó de doler nunca.

Habían logrado superar /todo eso/ para arriesgarse de nuevo a un amor peligroso como el suyo lo era. Y volver a estar juntos desde entonces se había sentido como una interminable luna de miel llena de mucho amor, muchas sonrisas y mucho sexo. Los últimos dos años se habían sentido inigualables y Jungkook sintió que estaba viviendo el mejor momento de su vida; pero tristemente nada era para siempre, la felicidad nunca era una constante y sabía que en algún momento ese sentimiento de luna de miel se iba a ver eclipsado por algún problema.

Solo que Jungkook no esperó que ese problema les golpeara tan abruptamente, y mucho menos que haya sido impulsado por su propia culpa.

Lo cierto era que habían convertido unas simples olas, en un tsunami, y ahora que Jungkook se encontraba sobrio y devastado en las primeras horas de la mañana de un sábado, podía reconocerlo. No solo se sentía mal consigo mismo, arrepentido, enojado y triste por lo que dijo la noche anterior mientras estaba borracho; sino que también se sentía avergonzado como la mierda porque qué tipo de novio de mierda iba borracho a la casa de tus padres y terminaba discutiendo contigo en una habitación que por muy alejada que estuviera del resto de la casa y tal vez también insonorizada (porque ejem, casa de multi millonarios), alguien de todos modos pudo haber escuchado algo de toda la mierda que arrojó de su boca.

El recuerdo de las expresiones de Taehyung ante todo lo dicho, ahora eran claras en su mente; desde el primer instante había lastimado al otro minimizando los sentimientos ajenos, y joder, Jungkook no podía evitar sentirse tan mal consigo mismo, que le era inevitable ceder a las lágrimas que le tenían un nudo atorado en la garganta.

No había mensajes ni llamadas perdidas de Taehyung registradas en su teléfono, literalmente Jungkook no había vuelto a verlo desde que el castaño salió por la puerta de la habitación, la casa incluso pareció vacía mientras Jungkook siguió rápidamente su camino a la salida antes de terminar arruinando más las cosas.

Y ahora ahí estaba, solo y devastado en su propia casa vacía porque incluso sintió inadecuado quedarse a dormir en el pent-house. Jungkook había adquirido esta nueva casa hacía poco; no estaba en un edificio en el aire, ni tampoco en medio de la ciudad, la casa que le había gustado estaba lo más alejada del centro del distrito más alegre de Seoul como lo era Itaewon, en un barrio privado casi en medio del campo, y el lugar era perfecto para esas veces donde necesitaba tranquilidad para pensar, para repetir en su cabeza los errores que había cometido e intentar mejorar.

Jungkook extrañaba tanto a su nueva mascota, Bam tan solo era un gran cachorrito Doberman y tenían que estar separados por ahora porque la agenda laboral de Jungkook estaba colapsada de nuevos viajes que tendría que cumplir ya dentro de tres días. Incluso a pesar de ser fin de semana, Jungkook tenía que dirigirse a la compañía de BigHit en horarios intermedios para terminar de organizar todo los papeleos y algunos otros detalles de lo que harían en el extranjero; y sin embargo, a pesar de todo eso, no vería a Taehyung hasta el lunes donde los siete se reunirían en el edificio residencial para las últimas prácticas de sus próximas presentaciones.

No solo estaría dos días sin ver a Taehyung, ni hablar con él, sino que también había arruinado todo de una forma colosal y Jungkook ya no estaba tan seguro de que este problema no terminaría con resultados que le aterraba siquiera pensar.

Y pasaba que ahora no podía dejar de pensar.

Podría escribirle a Taehyung e intentar a hablar de nuevo, sí; pero se sentía tan avergonzado y enojado consigo mismo, estaba tan envuelto por la tristeza y el miedo que simplemente no se atrevía a adelantar el inevitable resultado que no dejaba de imaginarse en su cabeza.

Si había algo de lo que Jungkook estaba seguro, era que Kim Taehyung lo amaba mucho, ambos habían pasado por demasiados obstáculos juntos como para dudar de ello. No obstante, si había algo de lo que Jungkook también estaba seguro, era que solo los idiotas daban por sentado un amor recibido solo porque era inigualable; no había nada más estúpido en la vida que dar las cosas por sentado, él había aprendido la lección en el pasado, y era triste comprender que podría volver a perder lo que más amaba en el presente sin siquiera poder evitarlo.

Así que Jungkook no tuvo las fuerzas para hacer algo durante todo el día antes de que tuviera que ir a la empresa. Se lamentó y se ahogó en el arrepentimiento de lo hecho la noche anterior, hasta que sintió que le dolía la cabeza por sobrepensar tanto las cosas y llorar silenciosamente debido al miedo que parecía estar enroscándose alrededor de su garganta y apretando lentamente.

En algún momento de su miseria, fue consciente de que seguramente debía verse asqueroso y el personal haría preguntas si llegaba a la compañía con evidencias de haber llorado hasta deshidratarse, por lo que se obligó a salir de la cama y hacer algo por sí mismo.

Fue así como terminó refugiándose en su lugar seguro después de los brazos de Taehyung.

La música.

La música representaba todo en la vida de Jungkook; gracias a la música había encontrado la felicidad, había conocido a las mejores personas del mundo, había conocido el amor incondicional tanto fraternal como romántico. La música lo había convertido en el artista admirable que se había esforzado en ser, la música los había unido a él y a Taehyung en sus mejores y peores momentos. Literalmente todos sus mejores recuerdos estaban ligados a la música, y tal vez justamente por eso, Jeon Jungkook era un cantante excepcional, porque amaba hasta los huesos lo que hacía y las canciones representaban su tesoro más grande aún en situaciones más chicas.

Podrías preguntarle a Jungkook qué canción definiría su complicada historia de amor y él incluso podría cerrar los ojos y de inmediato crear una canción con el recuerdo de la felicidad compartida retumbando en las paredes de aquella habitación en el 2016 donde Taehyung y él compartieron su flamante primera vez.

Así de grande era su amor por la música.

Por ello no tardó en sumergirse en ese consuelo como una evasión a seguir llorando. Jungkook tenía un piano de cola en esa casa suya, ubicado en la segunda planta al lado de las puertas del balcón que mostraban una vista llena del bonito bosque privado de la zona; su casa era como una casa de verano, incluso había una piscina al aire libre en el patio trasero y las vistas desde el balcón simplemente eran preciosas; y sin embargo, en esos instantes Jungkook prefirió sentarse frente al piano con nada más que los rayos débiles del sol colándose a través de las cortinas que cubrían las ventanas y el enorme balcón cerrado al lado suyo.

El interior de su casa en esos instantes representaba cómo se sentía: solo, atascado, y ensombrecido.

Jeon no era un experto tocando el piano, todavía se equivocaba en algunas notas y no podía leer las partituras en frente suyo debido a la opacidad de luz; pero eso no le detuvo de ahogarse en cada nota de las canciones que sonaban débilmente desde el reproductor de música. Decidió que iba a tocar así, siguiendo la melodía de las canciones que ya sonaban.

Él y su novio tenían una lista de canciones solo de los dos, que eran canciones que empezaban gustándole tanto a uno de ellos, que terminaban escuchándola juntos hasta que a ambos les gustaba y decidían añadirla a su playlist privada; /privada/ porque no era solo una lista de canciones bonitas, también habían canciones allí que los dos se habían dedicado antes, canciones que representaban mucho en su relación y canciones que describían el significado de cuánto se amaban. Taehyung y Jungkook nunca compartieron sus canciones favoritas en común cuando eran adolescentes y amigos, menos lo hacían ahora siendo adultos y novios; eso era algo que les pertenecía, algo meramente de ellos, pedacitos de sus almas que solo compartían entre los dos.

Habían unas canciones recién agregadas a la playlist que especialmente a Taehyung le habían emocionado mucho, eran del tipo de canciones que a él más le gustaban: sentimentales, divertidas y con un significado profundo. Taehyung había agregado casi todo ese álbum en la lista en cuanto Jungkook expresó que también le gustaban las canciones; y luego pasaron horas y días compartiendo las mismas canciones, buscando las traducciones de aquellas letras en inglés que aún les costaba entender, dedicándose las canciones más bonitas el uno al otro, y cantando juntos hasta aburrirse.

Jungkook no quería seguir llorando, pero no podía evitar que sus ojos se aguasen ante los recuerdos más recientes vividos con esas canciones, Dios, él amaba tanto a Taehyung, tanto que en momentos así le asustaba lo mucho que el mayor podía afectar sus emociones. En esos instantes todos sus pensamientos giraban entorno a Taehyung, cada parte de su cuerpo sentía que lo necesitaba y tenía que recordarse a sí mismo respirar porque la ansiedad amenazaba con estrangular su razón.

Amar tanto a alguien era aterrador, sin duda, y quien dijera lo contrario estaba mintiendo o nunca en su vida había estado enamorado de verdad; esa era la pasión más satisfactoria y, al mismo tiempo, la más peligrosa.

"Olvida lo que dije, no es lo que quería decir"

De repente, los dedos de Jungkook se congelaron por encima de las teclas del piano, al igual que el rumbo de sus pensamientos.

"Y no puedo retirarlo..."

Sus manos bajaron lentamente hasta descansar encima de la madera blanca del piano, pero el resto de su cuerpo permaneció inmóvil, su mente aturdida nada más que absorbiendo las palabras de esa canción comenzando a reproducirse, y que, de alguna manera, ciertas frases parecían estar tan relacionadas a su realidad, que se sintió más miserable de lo que ya se sentía.

"¿Qué soy ahora? ¿Y si soy alguien que no quiero tener cerca?"

"Estoy cayendo otra vez, estoy cayendo..."

Jungkook tomó una gran bocanada de aire y ésta salió con un cúmulo de lágrimas que había logrado contener todo este tiempo hasta ese instante, como si el dolor emocional alcanzara lo físico.

"¿Y si estoy deprimido? ¿Y si ya me rendí? ¿Y si soy alguien de quien no quieres hablar?"

"Estoy cayendo otra vez..."

Oh joder, sí que lo estaba. No había querido aceptarlo antes, pero hasta ese instante se daba cuenta la verdadera razón por la que se había negado a salir junto a Taehyung en las vacaciones; no era que no quisiera, era el puro miedo de los recuerdos lo que le empujaba hacia atrás sin ninguna oportunidad de salida. Las conversaciones al respecto con Taehyung no hicieron más que empeorar porque el miedo de Jungkook a ceder, le había hecho actuar a la defensiva. Pero, maldita sea, ¿quién podría culparlo, si la única vez que Taehyung y él salieron como una pareja común, terminaron siendo atrapados por nada menos que por los malditos de Dispatch? Y fue Jungkook quien había organizado esa cita aquella vez, fue su culpa haber iniciado ese punto de ruptura que les hizo sufrir a ambos durante años hasta que decidieron volver a intentar ser novios de nuevo.

Sí, Jeon Jungkook estaba cayendo en el pasado otra vez, dejándose abrazar por el miedo hasta sentirse aterrado; y no podía evitarlo, él no estaba listo para cruzar esa línea y Taehyung no había hecho otra cosa que presionarle hasta hacerle estallar.

Había sido un error ir a su casa anoche, había sido un error ir a su casa anoche en el estado en el que se encontraba. Pero ya no podía dar marcha atrás y fue la inseguridad mezclada con el temor, lo que había hablado por él arruinándolo todo. No estaba seguro de que Taehyung quisiera verlo otra vez ahora, le había herido llamándole egoísta de las formas más hirientes que podía recordar.

Jungkook no estaba seguro /de merecer/ que Taehyung quisiera verlo otra vez. Porque reconocer cómo se sentía no significaba que iba a dejar de sentirse así, era algo inevitable y el temor a perder a Taehyung iba ligado con lo poco que creía merecer un amor así; alguien que lastimaba un amor así, no lo merecía, y Jungkook sentía que le faltaba aprender mucho para llegar a ser una buena pareja y tal vez Kim Taehyung se merecía algo mejor.

"Y tengo la sensación de que nunca más me necesitarás... "

La voz del artista cantando la canción sonaba tan impresionante de una forma que podía transmitir el dolor perfectamente. Y como alguien que se sentía ahogado en sus propios errores y miedos del pasado, Jungkook quiso seguir ahogándose en esa melodía hasta encontrar una catarsis, pues cada nota iba acorde a su estado de ánimo. Así que cuando Harry Styles cantó la última nota de mencionada canción titulada «Falling», Jungkook rápidamente tomó su celular de encima del piano y volvió a reproducir la canción, tocando la opción de bucle.

Con dedos temblorosos y aún con la vista borrosa por las lágrimas, Jungkook se desplazó por su celular hasta entrar al chat que tenía con su Tae, entonces escribió rápidamente lo que ocupaba gran parte de su mente desde que había despertado esa mañana.

Te amo

Lo lamento muchp Tae

Soy un novio dw mierds

Lo lamento


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Taehyung y Jungkook eran tan opuestos como similares en muchas cosas; el contraste de sus personalidades era impresionante, pero las similitudes de sus gustos, eran preciosas. Quizá por eso era que desde que se conocieron, una bonita amistad nació entre los dos convirtiéndose lentamente en un amor inigualable; no obstante, mencionado amor también podría volverse algo muy doloroso si alguno de los dos terminaba lastimándolo con sus errores.

A Taehyung le dolía todo lo que había pasado con Jungkook esa noche, tanto, que le hizo recordar los demonios del pasado cuando solo eran un par de adolescentes llenos de temores aprendiendo cómo cuidar una relación homosexual en un mundo homofóbico. Y al igual que antes, Taehyung seguía sin tener a nadie con quien hablar sobre lo que le ocurría y encontrar un consejo que le ayudara a no ahogarse en el dolor; Jungkook seguía siendo su primer amor, su primera relación seria, y todavía no sabía qué hacer en situaciones como las que estaba viviendo actualmente. Por ello había decidido alejarse del problema antes de que terminara volviéndose en algo más grande.

Pero de nada le sirvió.

Jungkook era un idiota, pero Taehyung no estaba seguro de que Jeon fuera el único idiota entre los dos.

Fue horas después de que Jungkook se había ido, que Taehyung recordó nuevamente que muchas cosas habían cambiado desde el 2017 hasta ahora; sí, seguía sin tener a nadie con quien hablar sobre sus problemas amorosos con Jungkook, pero la mirada preocupada de su padre al encontrarlo llorando en el patio trasero, le recordó que ahora su noviazgo era un secreto que habían compartido entre ambas familias, y aunque Jungkook seguramente se moriría antes de hablar con sus propios padres al respecto, Taehyung ni siquiera lo dudó antes de buscar desahogo con la persona que más confiaba en el mundo.

Fue así como terminó conversando con su padre hasta la madrugada, entre inhalaciones de nicotina, algunas lágrimas más y una que otra risa.

Hablar sobre conflictos amorosos con alguien que tenía un matrimonio de décadas, inesperadamente resultó algo sanador. Para su padre, esto sólo había sido un primer choque de muchos que tendría con Jungkook a lo largo de su relación si pretendían seguir estando juntos por mucho tiempo. Taehyung no vivió con sus padres el suficiente tiempo para verlos discutir muchas veces, pero el Kim mayor le aseguró que incluso en la actualidad, él y la señora Kim a veces tenían sus diferencias, pero como con el paso del tiempo habían logrado conocer todo del otro hasta formar una simbiosis, ahora todo era más fácil y ambos sabían cuándo detenerse cuando empezaban a irrespetar las decisiones contrarias.

Taehyung no había reconocido las señales para detenerse de irrespetar las decisiones de Jungkook; entonces lo comprendió. Por eso, desde la perspectiva del menor, él estaba siendo puramente egoísta.

Tratar de convencer a alguien hacer algo que no quería, aunque ese /algo/ fuera bueno, no estaba bien cuando claramente la respuesta era negativa.

Tal vez pudieron hablar para llegar a una negociación, pero en lugar de ello Taehyung continuó presionando para que la respuesta fuera como solo él quería. Jungkook tenía sus razones, Taehyung ni siquiera preguntó por ellas, solo siguió explicando las suyas propias y, Dios, Taehyung no recordaba antes haberse sentido tan avergonzado consigo mismo como en esos momentos al darse cuenta de todos sus errores.

Así que al día siguiente decidió buscar a Jungkook para hablar correctamente, disculparse y tener la oportunidad de escucharse el uno al otro con las emociones bien puestas y no alteradas por sustancias alucinógenas. Sin embargo, al llegar al pent-house, solo se encontró con un hogar vacío.

Taehyung quiso llorar porque la habitación que compartía con Jungkook todavía olía a él, pero claramente Jeon ni siquiera había pasado allí la noche.

Se preguntaba si Jungkook todavía seguía enojado con él esa mañana, si lo odiaba después de todo y estaba aferrado a las cosas horribles que le dijo estando borracho.

Se preguntaba si Jungkook ya no quería arreglar las cosas.

Taehyung sintió la ansiedad acelerando su pulso y el pánico picándole sobre la piel con los pensamientos negativos que habían estado pululando su mente desde la noche anterior; y mientras estaba buscando con los ojos llenos de lágrimas su consuelo momentáneo hecho humo, recibió cuatro mensajes en su celular que detuvo todos sus movimientos de golpe y sintió que pudo respirar correctamente de nuevo.

Lo cierto era que no tenía idea si Jungkook estaba en los dormitorios o en su propia casa en Itaewon; pero Taehyung no se sintió tan valiente como para responderle alguno de los mensajes, sintiendo demasiado la tristeza y la desesperación ajena a través de las palabras mal escritas. Tal vez debería darle a Jungkook el espacio que silenciosamente pedía a gritos, porque no sabía qué más hacer para que todo dejara de doler tanto y las cosas mejoraran en vez de seguir yéndose en picada.

Así que terminó quedándose el fin de semana en su pent-house, esperando.

Pero lo esperado nunca llegó.

Volver a verse el lunes por la mañana se sintió casi cómico por la forma en la que Taehyung pudo sentir que volvía a estar completo, vivo; pese a que el origen de dichas emociones alteradas apenas le hubiese dedicado una mirada.

Jungkook estaba triste, Taehyung también lo estaba, pero a Jungkook se le notaba mucho y los chicos casi inmediatamente después de verlo, le bombardearon con comentarios preocupados preguntándole si se encontraba bien. Jungkook descartaba las preocupaciones de todos con una sonrisa y una excusa que nadie creía sobre que solamente había pasado una mala noche; pero, con miradas poco convencidas, todos decidieron respetar su espacio y concentrarse en el baile.

Todos, excepto Taehyung.

Y Taehyung de seguro que se merecía un premio por no ser un desastre a lo largo de los ensayos porque sus ojos no se despegaban del rostro de Jungkook, en vez de concentrarse en sus propios movimientos. Y era que Taehyung estaba desesperado porque sus ojos se encontraran, le dolía ver que el otro estuviera tan triste por su culpa y solo quería que resolvieran las malditas cosas de una buena vez y volvieran a ser felices. Estaba tan cansado de todo.

Por eso, cuando dieron por terminado el día de ensayos, no se detuvo a pensar un segundo más y rápidamente se dirigió hacia un Jungkook que empezaba a guardar sus cosas con la misma expresión derrotada que había conservado durante todo el día. Taehyung se detuvo justo a su espalda sin saber las palabras exactas que quería decir, así que terminó mordiéndose la lengua con enojo y solo acortó la distancia entre ellos siguiendo lo que decía su corazón ante el silencio de su cerebro.

Jungkook no reaccionó cuando sintió un cuerpo ajeno abrazándose al suyo desde la espalda, pero entonces sintió el fantasma de unos labios en su oído, y a sus fosas nasales llegó el acostumbrado aroma de alguien que muchas veces significaba su lugar seguro. Entonces sintió que dejaba de respirar y todo su cuerpo dejó de funcionar concentrándose en las sensaciones agradables esparciéndose en su corazón herido.

—Vayamos afuera. —Fueron las palabras que Taehyung susurró en su oído antes de deshacer el abrazo que duró dos segundos. Jungkook se volvió para mirar al castaño con los ojos grandes cargados de angustia, y los de Taehyung lo recibieron como un reflejo expresando el mismo dolor y asombro, porque de cerca, a los ojos contrarios, realmente se veían peor de cómo habían presenciado en un inicio.

Sin decir nada, Jungkook siguió al mayor a la salida del salón de prácticas y ambos se detuvieron afuera, a un lado de la puerta cerrada. Jungkook ni siquiera vio venir el repentino abrazo que Taehyung le estaba dando al darse la vuelta, solo pudo sentir el aire regresando a sus pulmones tan pronto empezó a asimilar lo que estaba ocurriendo, y al segundo siguiente los dos estaban aferrándose al cuerpo del otro como a un salvavidas.

—Te amo —susurró Taehyung refugiado en el cuello contrario, sus brazos apretados al rededor de la cintura de Jungkook. No sabía qué decir sin terminar arruinándolo todo como la última vez, así que solo estaba diciendo lo que sentía, expresando lo desesperado y triste que se sentía—. Y te extraño mucho, Ggukie.

Y Jungkook solo pudo tararear mientras apretaba más sus brazos alrededor de la espalda de Taehyung y también encontraba refugio en el costado del cuello contrario, pues sabía que si abría la boca en esos momentos, no iba a poder evitar todo el llanto que estaba agolpado tras sus ojos queriendo soltar toda la negatividad que todo este tiempo había estado apoderándose de sus emociones y pensamientos. Y Taehyung, como solía entenderle aun sin palabras, comprendió su silencio y solo permanecieron así, abrazándose con los ojos cerrados y el golpeteo de sus corazones sincronizándose a través de la distancia nula entre sus pechos.

Hasta que se escucharon los sonidos de unos pasos desde adentro del salón, acercándose a la salida.

Jungkook intentó alejarse del abrazo, pero Taehyung se negó a dejarlo ir todavía.

—Tae..., los hyungs van a vernos.

—Abrazándonos como cualquier par de amigos normales, Ggukie. No pasa nada.

—Pero...

—Estará bien.

Jungkook intentó relajarse, no pudiendo cerrar los ojos otra vez y sintiendo que su corazón volvía a acelerarse con miedo cuando la puerta se abrió ante el primer hyung saliendo, y luego todos estaban pasando por su lado enviándoles diferentes tipos de miradas que Jungkook sintió como la liberación de un peso que no sabía que llevaba encima, pues eran miradas que variaban entre la neutralidad, la ternura y la felicidad compartida; Jimin incluso le había picado un ojo en complicidad, y Yoongi le había palmeado el culo a Taehyung mientras se despedían.

—¿Qué tal fue? —le preguntó Taehyung cuando ya todos se habían ido; su abrazo disuelto, pero sus cuerpos todavía juntos.

—Estoy sorprendido —susurró Jungkook mordiéndose el labio con una débil sonrisa—. Porque no hubo cambio en sus miradas al vernos..., y porque estás aquí conmigo.

Taehyung sonrió levemente tomando una de las manos de Jungkook.

—Nunca me respondiste los mensajes... —siguió diciendo Jungkook.

—Necesitamos hablar. —Taehyung asintió mirando al otro a los ojos—. Cara a cara, sin seguir arruinando las cosas. Esperaba que volvieras a casa, nuestra casa para hacerlo.

Jungkook parpadeó sorprendido, no se había imaginado que Taehyung había pasado el fin de semana solo en el pent-house.

—Yo estaba en nuestra otra casa.

—Vayamos allí ahora, ¿te parece bien? Y entonces hablaremos.

Jungkook no dijo nada, pensando en el desastre que había convertido su casa en esos dos días de tristeza, pero asintió de todos modos porque cualquier oportunidad de resolver lo que pasaba entre los dos, era valiosa.

Y una ola de vergüenza se apoderó de su cuerpo cuando llegaron a la casa y se detuvieron en el salón de la segunda planta observando en la luz tenue algo de ropa sucia en el piso, recipientes de comida vacíos en el sofá y muebles, y una débil mezcla de olores no muy agradables en el aire. No obstante, Jungkook escuchó una repentina risa a su lado y, sorprendido, se encontró con la mirada suave del castaño, acompañada de la sonrisa más bonita.

—Te dije que viniéramos aquí porque honestamente... —Taehyung volvió a darle una mirada a su alrededor, estirando su mano para encender las luces, pero volviendo a apagar el interruptor rápidamente porque joder—, el pent-house está peor.

Jungkook entonces se volvió a ver al otro por completo, una expresión de arrepentimiento reflejándose en su rostro como si hubiera dejado caer una fachada para revelar lo que verdaderamente había estado sintiendo todo ese rato.

—Tae..., ¿por qué diablos no estás enojado conmigo?

Taehyung correspondió su mirada en silencio, encogiéndose de hombros ante la pregunta.

—Porque tú no fuiste el único que se equivocó, Jungkookie.

—Lo que dije ese día-

—Estuve enojado. —Taehyung le interrumpió, cruzándose de brazos y reflejando una tristeza más pesada con cada palabra que decía—. Y estaba dolido. Yo... Sé que me quieres, sé que nos amamos; pero algunas cosas que me dijiste esa noche, me hicieron pensar que tal vez no he estado haciendo mucho por alimentar ese sentimiento y mantenerlo, sino lo contrario.

Jungkook sacudió la cabeza de inmediato, queriendo decir algo, pero Taehyung no había terminado de hablar.

—Lloré mucho estos dos días —comentó aparentando despreocupación mientras metía sus manos en los bolsillos del pantalón, pero el leve temblor de sus labios tratando de formar una sonrisa, evidenciaba todo lo contrario—. Pero hablé con alguien que lleva casi medio siglo enamorado con la misma persona, y me hizo darme cuenta que en realidad soy un jodido idiota, no sé cómo ser una pareja perfecta porque yo estoy lleno de imperfecciones, Jungkook, y cagué todo contigo incluso antes de que llegaras borracho a donde mis padres.

—Eso no significa que la culpa haya sido toda tuya, y yo también estoy lejos de ser siquiera una buena pareja.

Taehyung sonrió con los labios apretados, no muy convencido de esas palabras, y tomó nuevamente la mano de Jungkook entre las suyas.

—Limpiemos un poco este desastre y hablemos de forma correcta, ¿sí?

Pero Jungkook sacudió la cabeza soltando un suspiró cargado de frustración.

—Me he sentido como una mierda estos días pensando que cada mañana que volviera a salir el sol, ibas a darte cuenta que no mereces a alguien como yo y todo estaría acabado. No sé cómo enmendar las cosas, no sé siquiera cómo no te das cuenta que no merezco que estés aquí de vuelta conmigo, y solo me muero por besarte y deshacer el dolor que siento. A quién le importa la maldita limpieza cuando-

Y las palabras precipitadas de Jungkook fueron interrumpidas por unos repentinos labios ajenos sobre los suyos.

—¿Sabías que cuando hablas muy rápido y desesperado, tus labios se ven como pucheros? —Taehyung sonrió aún sin separarse, sintiendo cosquillas leves sobre sus propios labios al rozarse con los otros mientras susurraba—. Es como si hablaras haciendo pucheros.

—Tae...

—Cállate un rato. —Entonces los brazos de Taehyung se cerraron en la cintura de Jungkook mientras lo besaba de verdad, profunda y lentamente.

Un nuevo suspiro salió de los labios de Jungkook porque joder, cuánto había extrañado esa sensación preciosa esparciéndose por todo su cuerpo; y era que no solo se trataba de la sensación física del cuerpo cálido de Taehyung entre sus brazos, era la parte emocional que le causaba perder el control hasta sentir ganas de llorar porque el problema que enfrentaban entre los dos se había salido tanto de control que le había hecho imaginarse muchos posibles escenarios sin sentir más esto con la persona que amaba. Y había sido tan doloroso porque él ya sabía cómo se sentía estar en ambas perspectivas y nunca en la vida quería volver a sentir lo que era estar separado de su Tae.

—Odio que digas esas cosas —susurró Taehyung entre las pausas de sus besos—. Si hay alguien aquí que no merece toda la paciencia y el amor que recibe, soy yo.

—No es cierto.

—Sí que lo es. Y siempre he sido un asco de novio y he aprendido de ti tantas cosas buenas, no habría nada en el mundo que quisiera más que amarte y seguir aprendiendo cómo demostrarte ese amor.

—Joder..., te amo mucho.

Las manos de Jungkook encontraron comodidad a ambos lados del rostro de Taehyung, empezando así a liderar el beso más como él quería y más profundo cómo le apetecía, sin dejar lugar alguno a más palabras.

Taehyung no pudo evitar soltar un gemido silencioso cuando sintió la lengua caliente de Jungkook lamiendo su labio inferior un par de veces antes de chuparlo y morderle duro hasta estirarlo; había echado tanto de menos esa clase de besos, que la euforia en su cuerpo rápidamente se estaba volviendo fuego, y quizá los dos pasaron minutos allí de pie solo besándose porque cuando solo se quedaron respirando agitadamente sobre la boca del otro, Taehyung tuvo que tomarse un momento para intentar aclarar la bruma de su cabeza y deshacer lentamente el agarre apretado que inconscientemente habían formado sus manos en la camiseta ajena.

—Es increíble cómo podemos amarnos tan bien sin palabras, pero abrimos la boca para hablar y todo se arruina —comentó Jungkook soltando una breve risa, su frente junta a la de Taehyung entre el contraste de sus cabellos entrelazados—. Es por eso que ahora he decidido que quiero mostrarte algo.

Taehyung quiso resaltar que literalmente era la primera vez en años que ellos estaban pasando por algo así, pero no pudo salir de su confusión mientras Jungkook, aún sin soltar su mano, le guiaba por el salón únicamente iluminado por la débil luz del sol a través de las cortinas, hasta detenerse frente al piano blanco al lado del balcón cerrado.

Ese piano en realidad había sido algo más de Taehyung que de Jungkook; el castaño había pensado que era romántico tener un piano clásico en casa con la pureza del color blanco adornando el interior del lugar, y a los días siguientes Jungkook le había sorprendido con el instrumento porque él también había pensado en la idea. Esa casa, aunque la usaban con poca frecuencia, había sido adornada por los dos como un refugio más en el que compartían el hogar de su amor precioso. Y sin embargo, era la primera vez que ambos se sentaban frente al instrumento musical para demostrarle algo al otro.

Era la primera vez que Jungkook iba a dedicarle algo entre las notas románticas de un piano, y Taehyung sintió que su pulso se aceleraba acompañado de las sensaciones bonitas que siempre le indicaban lo mucho que amaba a esta persona al lado suyo. Estaba fascinado, y Jeon ni siquiera había empezado a tocar todavía ni tenía idea de qué iba a tocar.

Jungkook se encontró con las manos suspendidas en el aire por unos segundos. En esos dos días se había torturado tanto sumergido en ese piano, que había logrado aprender y perfeccionar su habilidad; específicamente, había seguido tanto la misma canción, que había terminado aprendiéndosela de memoria. Pero dicha canción decía demasiado de cómo se sentía y de repente se sintió cohibido por mostrarle esa debilidad a Taehyung; de hecho, parte de la razón por la que habían terminado tan enojados con el otro, era porque él se había cerrado en sí mismo en lugar de ser transparente con sus sentimientos y sincerarse con el otro para comprenderse mutuamente. Ahora lo entendía, y por eso no estaba dispuesto a echarse hacia atrás.

Con un suspiro profundo y cerrando los ojos por un momento, Jungkook volvió a abrirlos y decidió empezar a tocar «Falling» haciéndole frente a sus miedos y no dejándose apoderar de ellos como lo había estado haciendo en los últimos días.

Y Taehyung sintió que dejaba de respirar ante el reconocimiento de la canción con las primeras notas, sus ojos rápidamente picando en inminentes lágrimas porque sabía de qué iba esa canción y nunca llegó a imaginarse que estaría escuchándola desde la perspectiva en la que se la dedicaban. Nunca imaginó que haría sentir a Jungkook así y solo sintió ganas de llorar porque la voz de Jungkook se escuchaba tan llena de dolor a pesar de su canto fascinante.

A Taehyung le gustaba mucho esa canción. Demonios, Harry Styles era uno de sus artistas favoritos actualmente con lo hermosas que habían resultado sus últimas canciones; pero ahora sentía que esta canción en particular estaba tocando cada parte de su alma con la voz de Jungkook acariciando sus emociones como el suave flujo de un agua cálida, y era que los sentimientos transmitidos por cada letra te hacían sentir así, consolado entre la calidez de un flujo de agua relajante que en realidad pretendía ahogarte lentamente pero no podías encontrarle importancia a ello entre todo el dolor que estabas sintiendo. Al menos entre el consuelo de la música, los errores dolían menos y eso estaba bien.

La canción no se relacionaba por completo a lo ocurrido entre los dos, ninguna canción lo haría por completo en ninguna situación; eran algunas frases, la percepción de algunas palabras que se acercaban tanto a la realidad, que causaban la presencia de lágrimas. Era sorprendente, aterrador, pero al mismo tiempo fascinante. Taehyung no podía apartar los ojos del perfil de Jungkook, y tenía que parpadear varias veces para disipar el cúmulo de lágrimas que le nublaban la vista y no le permitían ver bien al alma más bonita que había conocido nunca; Jungkook tenía el alma más bonita del jodido mundo y Taehyung se sentía tan afortunado de que el otro estuviera tan enamorado de él, era una persona demasiado afortunada por tener a alguien como Jungkook en su vida siendo suyo y también por pertenecerle a alguien como él.

Y Jungkook se veía triste cantando la canción, su voz debilitándose en algunas notas, los ojos cerrados para evitar llorar y sus rosados labios temblando de vez en cuando. Taehyung quería detener todo y besarle hasta olvidar todo lo que los había llevado a esa situación; pero sabía que ambos necesitaban esto primero, desahogarse, sincerarse, comprenderse el uno al otro para continuar siendo felices sin palabras no dichas o rencores no deseados que terminarían haciéndoles todavía más daño. Las palabras eran el medio y los besos el fin, era algo que ambos habían aprendido con el tiempo para mantener una relación saludable; de hecho, como amigos y equipo junto a los demás chicos que formaban a Bangtan, también habían logrado crear una unión tan fuerte entre ellos gracias a que la regla irrompible de su amistad era hablar lo que les molestaba y resolver el problema en lugar de acumularlo e ignorarlo hasta explotar.

Así que Taehyung solo se quedó allí observando al pelimenta romperse mientras cantaba, y era irónico que la canción estuviese siendo dirigida a Taehyung cuando Taehyung también podía sentirse identificado con ella y también se sentía a sí mismo rompiéndose, no solo por la tristeza y lo desgarradora que resultaba, sino porque él tampoco estaba contento por sus acciones y el arrepentimiento le había hundido hasta sentirse empujado al vacío de lo que había sido su trágico pasado. El miedo siempre había estado allí, y en los últimos días se había salido de control hasta lastimarle.

"Y soy consciente de que escribo demasiadas canciones sobre ti... "

Demonios, todas las canciones de Taehyung eran sobre Jungkook; todas las canciones /nuevas/ que había estado escribiendo para su futuro mixtape y nadie conocía aún. Cualquiera que las escuchara no podría decir otra cosa distinta a que Kim Taehyung estaba jodidamente enamorado, sin tener la mínima idea que ese enamorado era una persona que siempre estaba al lado suyo. Y joder, Taehyung no pudo evitar dejar escapar un sonido de frustración antes de ceder a sus impulsos y abrazar el costado de Jungkook cuando éste alcanzó la nota más alta de la canción y su voz sonó desgastada, llena nada más que de una pesada tristeza.

Cuando la canción llegó a su final, ninguno de los dos hizo algún movimiento, el sonido de sus respiraciones pesadas por el desahogo siendo lo único que se escuchaba en el silencio de la casa, y que, en algún momento, se convirtieron en sonidos de sollozos casi inaudibles acompañado de respiraciones húmedas.

Solo eran los dos dejándose envolver por la calma y el consuelo de una reconciliación construyéndose sobre un suelo lastimado que volvía a florecer entre los rincones oscuros que todavía dolían.

—Estoy... —susurró Taehyung lentamente, rompiendo el silencio entre los dos después de un rato—, demasiado enamorado de ti..., como para dejarte ir. Como para dejarte ir otra vez... Y el Taehyung del dos mil diecisiete ni siquiera estaba tan enamorado a como lo estoy ahora, y eso es una locura, Jungkook. Tanto, que me asusta. No tienes idea lo aterrado que he estado por nosotros desde que empezamos con este problema; no te estaba evitando solo porque estuviese enojado contigo, sino porque tenía miedo de que las cosas finalmente se salieran de control y termináramos discutiendo cuando nosotros nunca discutimos. Pero terminaste enojándote conmigo, y aunque no quisiste decirme esas cosas, tampoco te equivocaste en pensar así.

—Yo no-

—Sí fui egoísta, Jungkookie. —Taehyung separó su cabeza del hombro de Jungkook para mirarle a los ojos—. Y lo lamento mucho, no pude darme cuenta de ello hasta que todo se arruinó. No debí presionarte a hacer algo que no querías y no volveré a hacerlo. Tenías razón con que... me estaba obsesionado demasiado con la idea, pero ahora comprendo que tres meses en realidad se pasan volando, seguro que encontraremos la manera de vernos en algún momento o simplemente al final de las vacaciones continuaremos viéndonos todos los días de todos modos.

Jungkook entonces tomó las manos de Taehyung entre las suyas, viéndose entre frustrado y triste con las cejas hacia abajo y las pestañas mojadas.

—Sí quiero ir a citas contigo fuera de cuatro paredes, Tae. Pero... —Jungkook tragó saliva apartando la mirada por un momento, costándole reconocer sus temores en voz alta—, tengo... Tengo mucho miedo para ceder a ese deseo... No me siento listo para algo tan grande como salir juntos de vacaciones solos tú y yo y con nuestras familias, siento que eso causaría algo millones de veces peor de lo que nos sucedió en el pasado y no quiero que volvamos a vivir algo así. Lo siento. Siento lo que te dije y cómo lo dije, solo quería que dejáramos atrás ese pensamiento porque los recuerdos estaban acabando con mi mente y tenía mucho miedo de volver a sentir ese dolor perdiéndote de nuevo. No quiero perderte, el Jungkook de antes tampoco estaba tan enamorado como el que tienes en frente ahora y eso es tan enorme que yo no podría-

—No va a pasar, mi amor, seguiremos estando juntos pase lo que pase. —Taehyung le interrumpió soltando sus manos para sostener el rostro de Jungkook y besar la comisura de sus labios mientras borraba el rastro de lágrimas con sus pulgares—. Somos nosotros contra el mundo, ¿recuerdas? Incluso si llegara a salir otro rumor o escándalo como en el pasado, sería un dolor en el culo pero ahora nadie tendría el beneplácito para tocarnos con su mierda, esta vez incluso podríamos mandar al carajo a Sihyuk hyung y no pasaría nada.

Jungkook se rio poquito entonces, ganándose otro beso.

—Esta vez es diferente, Ggukie, todo ha cambiado y no pasaría nada porque alguien nos viera saliendo juntos a cualquier lugar. Ya ni siquiera somos el único bromance popular coreano, y Dispatch literalmente está amenazado por nuestra agencia. Trabajamos muy duro para volvernos poderosos y ahora somos algo así como intocables en muchas cosas; por muy exagerado que suene, es la realidad y tienes que recordar eso.

—Pero nuestra realidad también es mantener nuestras vidas privadas como eso, privadas. —Jungkook suspiró apoyando su frente contra la de Taehyung—. Y realmente no sabemos lo que pueda pasar si algo como lo pasado se repite. Yo sé, sé que las cosas ya no son como antes y por eso amarnos es más fácil; pero aún así no puedo evitar sentirme envuelto por el miedo a veces, Tae, no lo consigo. No puedo soportar la idea de poner nuestra relación en peligro, por favor compréndeme.

—Lo hago, respetaré tu decisión. —Taehyung suspiró por la nariz, cerrando los ojos, y luego soltó una sonrisa—. Solo empecemos ese viaje mañana y centrémonos en nuestra agenda laboral, ¿mh? Me escaparé de mi habitación todas las noches para dormir juntos y así no tengamos que extrañarnos tanto cuando lleguen las vacaciones.

Jungkook se alejó un poco para mirar a Taehyung, quien abrió los ojos conectando miradas.

—Dije que no estaba listo para algo tan grande como esa salida que habías planeado —empezó a decir Jungkook con nerviosismo—, pero podemos hacer otras cosas en su lugar.

Taehyung ladeó la cabeza, completamente confundido.

—¿Otras cosas?

—Podríamos salir mientras los siete estemos trabajando en los Estados Unidos. —Jungkook se encogió de hombros—. Y así, si algo sale a la luz, nadie tendría sospechas de nada porque parecería una salida común entre amigos mientras se toman un breve descanso de su pesada agenda en el extranjero o algo parecido. Podemos tener citas así, y te prometo que trabajaré en mí mismo para mejorar en ese aspecto y ser menos... cobarde cuando se trata de nosotros fuera de casa.

—No tienes que apresurar las cosas para compensar lo que yo quería que hiciéramos. —Taehyung murmuró negando con la cabeza—. Ni siquiera alcancé a ilusionarme a la idea o contárselo a mis padres porque desde un inicio tu respuesta fue negativa. Así que no tienes que preocuparte por eso, yo estoy bien con el tiempo que necesites para superar ese miedo y llegar a tener citas de ese tipo, lo prometo.

—No me estoy apresurando, Tae, realmente quiero y realmente quiero enfrentar mis propios miedos paso a paso. —Jungkook tomó una mano de Taehyung entre las suyas—. Por ti. Lamento mucho ser un novio de mierda, pero quiero ser mejor solo por ti.

Y Taehyung no pudo evitar soltar una sonrisa ante esas palabras, pero alejó su mano de la de Jungkook y apartó la mirada pareciendo un poco descontento de todos modos.

—No creo que debamos tener ese tipo de citas que dices.

—¿... No quieres?

Taehyung movió la cabeza en negación.

—Es más peligroso salir así, Jungkook, literalmente habrán fanáticos en las calles esperando a vernos como turistas en algún lado porque saben que estamos hospedados en su ciudad. En cambio, en las vacaciones nos separaremos y nadie sabría dónde estemos cada uno de nosotros; esa es la gran diferencia.

—Podríamos hacer que funcione.

—Podemos, siempre podemos. Pero salir así es más peligroso que salir en vacaciones como yo lo propuse. —Y todo el lenguaje corporal de Taehyung indicaba que el enojo estaba haciendo presencia de nuevo en sus emociones—. No entiendo por qué crees que esto sería mejor cuando te negaste rotundamente a mi idea.

—Pensé que ya había dejado claro el por qué me negaba...

—Pero todavía duele. —Taehyung se atrevió a ver a Jungkook a los ojos otra vez, su mandíbula tensa notándose a través de los músculos de sus planas mejillas—. Me molesta porque ni siquiera lo intentaste, ni siquiera intentaste imaginar que funcionaría. Y ahora te comprendo, comprendo que no estés listo. Sin embargo, de repente estás dispuesto a intentar algo parecido aunque lo veo más arriesgado, ¿cómo crees que me hace sentir eso?

—¡Quiero que hagamos esto por ti! —Jungkook levantó un poco la voz, sintiéndose desesperado y nuevamente frustrado por partes iguales. Justo cuando creyó que ya todo había quedado resuelto entre los dos, la cerilla a punto de apagarse volvió a encenderse—. Solo quiero compensar de alguna manera el que no vayamos a tener esa salida. Y es la primera vez en años que por fin volveremos al extranjero, ¡por supuesto que quiero disfrutar con mi novio de esa libertad otra vez! No puedo darte lo que quieres ahora, pero puedo hacer algo por los dos que también querrías.

Y Taehyung no supo qué responder a eso, pero su cuerpo perdió tensión y volvió a apartar la mirada del otro porque ahora también se sentía un poco avergonzado.

—Escucha, hyungie, habrán muchas cosas ocurriendo en Los Ángeles mientras nosotros estemos allá —continuó diciendo Jungkook ante la falta de respuesta, su voz sonando con calma—; ni siquiera somos los únicos artistas famosos en medio de un Tour. Habrán muchos lugares a los que podremos ir y pasaremos desapercibidos entre tantas cosas sucediendo al mismo tiempo. Por ejemplo, tenemos tanto dinero como para alquilar cualquier lugar público solo para nosotros; pero no podemos hacer eso aquí en Corea si no queremos que al día siguiente todo el jodido país lo sepa y nos volvamos el nuevo Dorama de la vida real que nadie querría ver porque los protagonistas ricos son gays. En cambio allá, a nadie le importa siquiera ver a dos hombres besándose en las calles, Tae. Allá podríamos ser más libres.

Entonces, como si algo hubiera hecho click, Taehyung lentamente volvió su mirada a Jungkook, pareciendo sorprendido entre la suspicacia de su mirada.

—No había pensado en eso... —murmuró. Aun así, no pudo evitar seguir sintiéndose dolido porque darse cuenta que, de hecho, Estados Unidos era el lugar (más) perfecto (de lo que se imaginaba) para vacacionar junto a la familia de su novio, dolía más ante el hecho de que no se haría nada y esa quizá era una única oportunidad completamente perdida.

—Pero sigues sin estar feliz...

Taehyung solo le dedicó una mirada a Jungkook antes de ponerse de pie y acercarse al balcón, buscando relajarse ante la bonita vista del bosque entre las cortinas.

—Solo estoy..., un poco decepcionado, supongo. No puedo evitar sentirme así.

Jungkook suspiró derrotado poniéndose de pie también, pero sin acercarse al mayor; su propio enojo cosquilleando con ganas de manifestarse.

—Siento que no pudiste confiar en mí —continuó diciendo Taehyung.

—No confío en nadie además de ti. —Jungkook corrigió sin vacilar—. Pero sabes que lo primero que dirían todos en redes sociales al saber que estamos vacacionando los dos juntos con nuestras familias unidas, sería que nos estamos casando. Maldición, harían tendencias de ese tipo incluso si se tratara de mí con Jimin hyung; muy diferente a si fuéramos tú o yo con alguno de los otros hyungs.

Taehyung se quedó en silencio por unos momentos, encontrándole razón a esas palabras. Todos ellos sabían que muchos de sus fanáticos encontraban demasiado entrañable la relación entre los tresmaknae del grupo porque solían ser inseparables cuando eran adolescentes, y /entrañable/ hacía referencia a que pensaban en ellos como potenciales de pareja y esas cosas a las que Taehyung nunca había querido indagar porque su realidad era demasiado bonita como para prestarle atención a suposiciones alejadas de la misma.

—Lo dices como si fuéramos a ir a Las Vegas o algo así —decidió decir por fin, no queriendo ceder—. Te amo, Jungkookie, pero eres demasiado paranoico y eso también tienes que reconocerlo.

—¡Tú eres la persona más inocente que conozco!

Taehyung soltó la cortina y se volvió a ver a Jungkook con la boca abierta queriendo decir algo, pero sin saber qué, sintiendo en su lugar el calor de un repentino sonrojo subir hasta sus mejillas.

—¿Y eso qué..., q-qué tiene que ver? —logró balbucear con enojo.

—Oh, Dios mío, Taehyungie hyung, la inocencia no solo se trata de sexo. ¡No todo se trata de sexo!

—¡Nadie dijo nada sobre sexo!

—¡Tu mirada ahora solo grita sexo!

—¡Las miradas no gritan, idiota!

—¡Estoy harto de esto! —soltó Jungkook, causando que Taehyung diera un respingo porque no se dio cuenta cuando Jungkook se acercó tanto hasta cubrir el espacio personal ajeno.

Pero lo que verdaderamente dejó perplejo a Taehyung fue sentir de forma repentina, la boca de Jungkook moviéndose contra la suya, sus labios doliendo un poco por el choque inicial. Entonces intentó detenerlo, pero Jungkook tenía otros planes para acorralarlo y terminó levantando a Taehyung un poco en el aire hasta que su espalda chocó contra la pared al lado de las ventanas cubiertas.

Taehyung no pudo evitar soltar el aire en un gemido ante eso; odiaba el dolor, pero cuando Jungkook se ponía así, también resultaba excitante. Y Taehyung no recordaba haberlo tenido así de enojado antes.

Jungkook aprovechó la oportunidad para profundizar el beso, y Taehyung volvió a gemir sin poder evitarlo, correspondiendo con las mismas ganas mientras sus brazos se cerraban alrededor del cuello de Jungkook. Solo necesitaba un momento para saborear ese instante, todavía estaba enojado y Jungkook era un idiota caliente, ¡y qué caliente!; joder, había extrañado ese tipo de besos, esa semana había sido como estar atrapado en medio de un huracán de emociones y ambos habían sobrevivido a pesar de que en algún punto se habían sentido aterrados porque la calma nunca regresara y no pudieran volver a estar entre los brazos del otro.

Estar besándose así después de todo, era simplemente maravilloso. Todas las emociones y sensaciones se sentían maravillosamente magnificadas.

Mmh, ¿qué estás haciendo? —logró formular Taehyung abriendo los ojos cuando Jungkook se separó de su boca para continuar los besos en dirección a su cuello.

—Callándote. —Jungkook respondió con descaro y dejó de besar al otro para mirarle con una sonrisa—. Lo dije antes, ¿no? Somos buenos amándonos sin palabras, pero apenas usamos la boca para otra cosa que no sea chupar o lamer, lo arruinamos.

Taehyung soltó una carcajada sacudiendo la cabeza con incredulidad.

—Eres un bobo... No me gusta que resolvamos nuestros problemas con sexo, sabes eso.

—Ya todo está resuelto, mi amor, el único problema aquí es que no te callas.

Y las nuevas palabras de Taehyung quedaron atoradas en su garganta al sentir la boca de Jungkook chocando de nuevo contra la suya, esta vez con un beso tan rápido y profundo que Taehyung sintió el cosquilleo en su vientre esparciéndose por su cuerpo hasta deshacer la obstinación en su cabeza, y entonces empezó a responder a su propio enojo de la misma forma: correspondiendo el beso pero terminándolo repentinamente con sus dientes cerrándose con fuerza en el labio inferior de Jungkook hasta escuchar una queja.

Se estaba excitando, pero seguía enojado y Jungkook tendría que lidiar con eso así como él estaba lidiando con la brusquedad de Jungkook.

—¿Sabes? —Jungkook habló con la respiración acelerada, relamiéndose los labios—, si me haces sangrar el labio, el piercing que tanto amas tendrá que irse.

Taehyung resopló sosteniendo la mirada enojada de Jungkook con las cejas abajo, esos grandes ojos de Bambi enmarcados por la molestia dándole a Jungkook un aspecto más como un depredador que una presa. Taehyung jamás se cansaría de relacionarlo así, pero en esos instantes se negaba a mostrar algo del deseo que estaba calentando su cuerpo tan rápidamente por lo sexy que estaba resultando verse su novio enojado a pesar de la opacidad de luz.

Y entonces volvieron a juntar sus labios en un parpadeo, gemidos ahogados vibrando en sus gargantas al mismo tiempo.

Taehyung pensaba que una de las mejores cosas que Jungkook había decidido hacerse en el cuerpo, era esa maldita perforación del labio inferior con ese delgado aro de plata brillando alrededor de la preciosa carne rosada. Encima de que Jungkook tenía los labios más besables que Taehyung había conocido jamás, la genética había decidido darle un precioso lunar debajo que no causaba más que provocación, y ahora con ese piercing abrazándose al labio inferior, mirar la rosada boca de Jungkook era simplemente ilegal por lo mucho que te invitaba a ser devorada. Taehyung creía que Jungkook era como un demonio y su boca resultaba su mayor provocación atrayéndote al delicioso calor del infierno.

Taehyung podría reírse de satisfacción al recordar que nadie más en el mundo tenía tanta suerte como él y solo él podría saborear los mejores encantos de Jeon Jungkook. Jungkook era como un demonio, y nadie dijo nunca que Taehyung fuera como un ángel; solo eran dos almas ardientes disfrutando de la perdición entre sus brazos porque solo ellos se pertenecían el uno al otro.

Y dichos demonios empezaron a forcejear con la ropa como si también estuviesen enojados con estas. La casa no solo estaba a oscuras, sino que tampoco habían activado los aires acondicionados y el calor rápidamente estaba apoderándose de sus cuerpos causando que la ropa se volviera un nuevo receptor de la ira compartida y maldita sea, rasgar las ropas tan fácil como lo hacían los amantes cachondos en televisión, no era fácil, por lo que luego de sentirse ridículos tirando, solo se centraron en sacar las prendas sin separarse del beso en el mínimo espacio de tiempo.

Jungkook levantó en el aire a un Taehyung muy desnudo con la espalda todavía apoyada en la pared y casi se ríe de la queja del mayor, quien rápidamente aseguró las manos entrelazadas detrás de su cuello. Para Jungkook, no era nada levantar a Taehyung así aun cuando ambos tenían la misma altura y el castaño pesaba, así que no habían quejas de su parte; sin embargo, a Taehyung nunca le había gustado del todo tener sexo contra la pared, él no tenía problemas cuando era de espaldas o cuando Jungkook era quien recibía todo de él; pero así, cara a cara, a Taehyung no le gustaba porque lastimaba su espalda y él no era de los que sentían placer a través de esos dolores.

Y Jungkook se encontró disfrutando silenciosamente ese conocimiento, sosteniendo las piernas de Taehyung encima de sus brazos mientras apoyaba sus manos en la pared. Quería doblegar las emociones de Taehyung y que se rindiera o pidiera más, que mostrara alguna debilidad entre el enojo que le tenía tirando duro del pobre cabello de Jungkook mientras aún se besaban entre mordidas con fuerza y la nueva sensación tan rica de sus erecciones también besándose hasta ponerse completamente duras.

Pero Taehyung estaba siendo un hueso duro de roer, y en su lucha de poder sonrió con maldad cuando tiró del cabello de Jungkook con particular fuerza hasta hacerle separar del beso con un gemido de queja. Kim deseaba tanto poder apreciar con la luz encendida lo sexy que se veía Jungkook cuando se enojaba, pero en lugar de abrir la boca para expresar algo de lo que quería, la usó para escupir en su mano y seguidamente envolver ambas erecciones, conformándose con la vista de la mirada contraria entre la opacidad de la oscuridad.

Jungkook gimió de nuevo ante la nueva sensación magnificada contra su polla y soltó una maldición porque Taehyung pronto soltó ambas erecciones para solo centrarse en la suya con especial rapidez, un sonido resbaladizo llenando todo el silencio de la casa por encima de sus respiraciones aceleradas. Jungkook no podía usar sus manos porque les estaba sosteniendo a ambos con ellas y se negaba a perder, así que soltando otra maldición entre gemidos de placer, aguantó el tirón de Taehyung en su cabello y decidió atacar el punto más débil de éste: la piel de su bonito y varonil cuello.

Taehyung cerró los ojos con fuerza cuando sintió una mordida especialmente fuerte a un costado de su cuello, seguido de la calidez deliciosa de una lengua anticipando la sensación de unos labios suaves contra su piel, y jodeeeer, Taehyung realmente amaba ese maldito piercing del labio que se sentía frío y volvía el contacto extremadamente rico contra la piel sensible de su cuello entre el calor absurdo de los besos que estaba recibiendo. El cuerpo de Jungkook en sí era una ricura en momentos así, los piercings de las orejas también se sentían fríos contra su piel y tintineaban entre los gemidos de ambos, y ni hablar del poder visual de esos tatuajes a lo largo de su brazo derecho que cada vez se extendían ocupando más piel.

Maldición, Taehyung quería que encendieran las luces.

—Eres de lo peor —logró suspirar aceptando su derrota en hacer que Jungkook le bajara de allí, su mano perdiendo velocidad para solo quedarse acariciando sus erecciones juntas—. Sabes... que no puedes dejarme marcas de chupetones allí. Mmh, y mi espalda, Dios... No podrás follarme si seguimos aquí. Bájame.

Jungkook solo rio contra su piel, mordiendo con más fuerza hasta escuchar un gemido mientras dejaba otro bonito chupetón sonrojado.

—Me importa una mierda, bebé —murmuró levantando la vista lentamente, acariciando con la punta de su lengua la piel caliente de Taehyung hasta esos carnosos labios—. Eres mío y haré lo que quiera contigo hoy.

Taehyung resopló con una sonrisa, fingiendo que no estaba sintiendo esa sensación bonita en su pecho ante la pura complacencia.

—Me voy a vengar de ti Jeon Jungkook, y tu piel es tan sensible que ni el maquillaje cubriría los chupetones que llegue a dejarte.

Mmmh, es tan caliente cuando me amenazas así. —Jungkook sonrió, burlándose—. Es una pena que siempre podamos recurrir a un encubrimiento.

—¿Qué? —Taehyung se rio sin entender, pero su diversión rápidamente se esfumó mientras era cargado en el aire lejos de la pared. Se sintió confundido, y no pudo pensar ni dos segundos en ello cuando su espalda volvió a aterrizar con fuerza contra otra superficie dura. Maldijo en voz alta ante el dolor—. ¡Oh, Dios mío, estás mal de la cabeza!

Jungkook se rio con ganas mientras se alejaba del cuerpo de Taehyung encima del piano cerrado y se dirigía con rapidez al baño más cercano en busca del lubricante. Taehyung estaba alucinado y se encontró riendo con incredulidad entre la situación tan absurda, su cuerpo ni siquiera entraba por completo en el espacio del pobre piano blanco brillante y se disculpó mentalmente con ese trozo de madera por las ocurrencias que tenía su novio, joder, amaba a tanto a ese pedazo de idiota.

—¿No te da miedo que se quiebre o algo así? —Fue lo primero que soltó un segundo después en el que apareció Jungkook con el lubricante en una mano mientras se acariciaba la polla con la otra.

—No sé... —respondió Jungkook con lentitud, mordiéndose el labio ante la vista de su novio todo desnudo y caliente solo para él. Había echado tanto de menos esto y había entrado en pánico con la idea de una posibilidad en la que no podría volver a tenerlo; y ahora estaban allí a punto de follar y volviendo a tenerse entre los brazos del otro, y estaba dispuesto a disfrutarlo. Tanto. Cómo deseaba que las putas luces estuvieran encendidas, pero lo que más deseaba era tener a Taehyung deshaciéndose debajo suyo—. Solo puedo pensar en ti, en follarte.

Y Taehyung no pudo decir algo ante eso porque en cuestión de nada, Jungkook estaba entre sus piernas abiertas, exigiendo su rendición en un nuevo beso salvaje que rápidamente nubló su cabeza. Taehyung se quedó jadeando con la boca abierta y los ojos cerrados mientras Jungkook continuó bajando los besos por todo su cuerpo. Sus manos terminaron sosteniendo el borde de la madera detrás de su cabeza cuando la ardiente boca de Jungkook llegó hasta su entrepierna, volviéndole loco.

Taehyung no sabía qué hacer, en ese instante ya ni siquiera se acordaba por qué estaba enojado con Jungkook, solo sabía que se suponía que lo estaba y no debería demostrar cuánto estaba disfrutando de las atenciones contrarias. Demonios, todo también estaba resultando ser una mezcla extraña no sólo de emociones, sino también de sensaciones, y era que aunque estaba disfrutando de una buena mamada mientras Jungkook le preparaba con los dedos, sus piernas dobladas en el aire estaban doliendo como el infierno y ni hablar de su espalda baja contra la superficie dura del pobre piano.

—Jungkook... —gimió con demasiada necesidad cuando sintió el primer rico roce en su próstata—. Dios, Ggukie... No sigas, no sigas...

Pero Jungkook dejó de chupar la polla de Taehyung para sonreír con la maldad brillando en su mirada porque ese momento era justo lo que estaba esperando. Entonces volvió a bajar la cabeza en esa longitud erguida esperándole y sus dedos empezaron a follar a Taehyung con más fuerza y rapidez, causando que Taehyung empezara a gemir con la boca abierta como un tonto.

Y Kim Taehyung soltaba los gemidos más ricos del puto mundo porque era un barítono con la voz grave y suave al hablar, sus gemidos eran como el terciopelo similar a algunas notas de su canto, como miel espesa, como el canto de una sirena que sólo conducían al encanto y la perdición.

Jungkook gimió perdido chupando a Taehyung durante todo el orgasmo, disfrutando de todos sus sentidos siendo deleitados por su hombre, sus oídos felices de los «ah, ah, ah..., no, ah..., Ggukie, no aah...» hasta el quiebre del subidón de ese buen orgasmo.

Enderezó su espalda con una sonrisa complacida, pensando una vez más lo mucho que querría encender las luces para ver bien el desastre que había vuelto a Taehyung, pero no tenía tiempo para eso cuando se encontraban rivalizando una vez más.

—Eres un idiota —se quejó Taehyung tirando de los aros de una oreja de Jungkook mientras éste entraba su polla lentamente en él.

—Auch, eso duele —admitió Jungkook entre risas con la cabeza hacia a un lado.

—Cállate, hmm... Sabes que odio correrme sin estar follando la primera vez, ¡y lo hiciste a propósito!

—Lo hice.

—¡Eres un-

—Shhh. —Jungkook cayó al contrario empezando a embestir con fuerza dentro de Taehyung, sosteniendo ambas piernas en sus hombros—. Haré... que te corras más veces, mi amor, que... ruegues por ello.

—I-idiota. —Taehyung gimió sintiendo su cuerpo flojo como gelatina después de ese primer orgasmo, Jungkook podría seguir haciendo lo que quisiera con él hasta que su polla volviera a ponerse completamente dura indicando que su cuerpo estaría recargado al cien de nuevo para también hacerle sufrir a Jungkook como devolución—. Lo único que se está corriendo ahora mismo es el piano, oh... Dios, lo vamos a romper hmm...

Jungkook entonces se detuvo, palmeando la polla sonrojada de Taehyung ya casi completamente dura, causando un gemido alto seguido de una mirada llena de enojo.

—Date la vuelta —murmuró distraído acariciando con su mano la erección de Taehyung hasta la corrida caliente sobre el estómago plano. Ya no solo estaban sudando, sino que estaban sucios y pegajosos y joder, era tan delicioso follar con su novio Kim Taehyung, por muy presumido que pudiera parecer ese pensamiento dentro de su cabeza.

Volvió a palmear la polla de Taehyung, ganándose un nuevo siseo y la satisfacción de verla completamente dura ahora.

Taehyung se mordió la lengua con una sonrisa mientras movía su cuerpo dolorido fuera del piano para apoyar sus manos en la madera y sus piernas abiertas en el banco acolchado del piano, y supo que esa posición era mucho peor que la anterior cuando Jungkook volvió a entrar en él y su cabeza terminó pegada a la madera del piano, sus manos sosteniéndose al borde evitando tocar accidentalmente alguna otra tecla, y el banco donde apoyaba sus rodillas apunto de doblarse y caerse.

—Mierda, Jungkook...

—Oh, Tae. —Jungkook suspiró enamorado aferrándose al culo de Taehyung como si su vida dependiera de ello, incluso en la opacidad de luz podía ver la marca de sus manos en esa piel dorada y el brillo de su polla entrando y saliendo. Los sonidos sucios estaban embotando su cabeza, sus gemidos involuntarios cada vez eran más alto y era consciente como sus ojos rodaban hacia atrás anunciando el inicio de un orgasmo increíble.

Un orgasmo que abruptamente fue interrumpido por un sonriente Taehyung que alejó a Jungkook de su culo justo a tiempo.

—Oh —soltó con fingida inocencia y los ojos abiertos de más, su torso apoyándose más en el piano mientras movía sus caderas con provocación—. ¿Arruiné tu preciado orgasmo, bebé?

Jungkook se pasó la mano por su pelo sudado, soltando un suspiro y mirando con pena a su polla furiosamente erguida esperando su preciado orgasmo que le fue arrebatado. Si los penes tuvieran caras, seguro que la de ambos en esos momentos sería la misma de enojo observando a Taehyung.

—Has caído muy bajo, Hyung.

Taehyung soltó una carcajada moviendo su trasero una vez más para que Jungkook volviera entrar en él de una buena vez.

—Cállate y escucha —suspiró sintiéndose lleno de nuevo, apretando apropósito hasta escuchar un gemido de Jungkook—. E-es tu culpa que ya me haya corrido una vez y ahora tendrás que hacerte cargo de ello.

—Con gusto mmmh...

—Entonces no puedes correrte hasta que me devuelvas mi buen orgasmo con tu polla.

—Oh, Dios.

—¿Qué? ¿Crees que ni siquiera podrías aguantar un poco más?

Jungkook resopló palmeando el trasero de Taehyung con fuerza.

—Entonces cierra la boca y enséñame lo que tienes.

Mmm cero respeto con tu hyung. —Taehyung sonrió mordiéndose el labio, pero se sostuvo de la madera y empezó a mover sus caderas hacia atrás empezando a follarse a sí mismo en la polla de su novio.

—M-mierda. —Jungkook dejó su mano tatuada en el inicio del culo de Taehyung y echó la cabeza hacia atrás con placer, dando todo de sí mismo para no moverse y encontrarse con las embestidas contrarias. Estaba a nada de sucumbir al orgasmo y ciertamente no tenía ni puta idea de qué debía hacer para evitar correrse si Taehyung seguía moviéndose así de maravilloso y se detenía justamente para mover sus caderas de un lado a otro y apretar.

—Eres un d-demonio.

Taehyung sonrió al escuchar eso, pero no supo qué responder al sentir la polla de Jungkook en su punto dulce de nuevo. Su cabello húmedo tapaba toda su vista y sus manos empezaban a resbalar en la madera, pero se encontró no pudiendo detenerse de seguir sintiendo ese rico placer.

Y sintiendo su orgasmo formándose, decidió burlarse un poco más de Jungkook echando la cabeza hacia atrás y encontrándose con la mirada oscura del otro por sobre su hombro. Mas ni siquiera fue realmente consciente de lo que logró formular, lo único que supo después era que Jungkook se estaba riendo y de repente sintió un nuevo peso en su espalda que terminó volcando el banco donde sus rodillas apoyaban la mayor parte de su peso. El sonido estridente de las teclas del piano golpeó sus oídos en el momento que su cuerpo resbalaba y caía junto al de Jungkook en la alfombra.

Abrazados desordenadamente y momentáneamente aturdidos, empezaron a reírse sin poder evitarlo. Habían estado ese tiempo mirándose con las cejas abajo y los ojos entrecerrados con enojo, pero ahora los ojitos de ambos eran medias lunas brillantes mientras se reían con incredulidad mirándose el uno al otro, tratando de recordar la razón por la que habían llegado a esa situación cuando sólo el amor que sentían por el otro era lo único que llenaba sus corazones en esos instantes.

Taehyung terminó encima de Jungkook, besándole la boca hasta reemplazar las sonrisas con renovado placer. Esta vez sus besos eran menos feroces y más sensuales, y ambos gemían en la boca del otro mientras sus cuerpos calientes se acariciaban entre la suavidad del sudor brillando como miel en sus pieles. Ambos habían quedado con ganas y a punto de correrse, por lo que no perdieron el tiempo en volver al coito mientras Taehyung sostenía las manos de Jungkook por sobre su cabeza en la alfombra, entrelazando sus dedos; ya no estaba enojado, pero quería seguir teniendo el control de sus nuevos orgasmos.

Cuando por fin alcanzaron esa cima que habían anhelado tanto, Jungkook sintió su cuerpo levantándose de la alfombra mientras se estremecía hacía arriba dejándose ir dentro de Taehyung. Sonrió con placer y amor mientras Taehyung también se corría con la frente pegada a la suya y los ojos cerrados bebiéndose los gemidos silenciosos del otro.

Después de eso, estuvieron un buen rato abrazados allí en la alfombra, solo disfrutando de su intimidad entre besos suaves en el rostro y caricias que no pretendían nada más sobre sus cuerpos todavía calientes.

—Estoy tan enamorado de ti —susurró Taehyung con los ojos cerrados, disfrutando de un beso de Jungkook en el inicio de su nariz—. Vayamos a la ducha o vas a hacer que me ponga a llorar con tantos mimos.

Jungkook sonrió sorbiendo la nariz porque Taehyung no era el único a punto de ponerse a llorar debido al desastre enorme por el que tuvieron que pasar para llegar a esta nueva calma llena de felicidad.

—Yo también te amo con locura —empezó a decir Jungkook, sentándose con Taehyung encima suyo antes de ponerse de pie fácilmente con las piernas de Taehyung cruzadas alrededor de sus caderas y sus brazos alrededor de su cuello—. Gracias por quererme así de tanto.

Taehyung sonrió dándole un besito a Jungkook en el cuello.

—¿Qué? ¿Por qué me agradeces? Yo soy el afortunado aquí. —Taehyung se alejó un poco para conectar miradas y Jungkook se rio de la expresión seria que tenía—. Mira nada más cómo estás cargándome sin ningún esfuerzo, ¡y soy más alto que tú!

Jungkook se rio a carcajadas, dejando de caminar.

—Un centímetro no hace diferencia alguna.

—¡Son dos!

—Tú eres el alto y yo soy el fuerte, entonces. —Jungkook no dejaba de reírse dejando un beso en la boca de Taehyung, retomando su camino al baño.

—También soy el más grande —soltó Taehyung cuando sus pies tocaron las baldosas de la ducha, una sonrisa divertida tirando de sus labios que provocó una nueva risa en Jungkook, quien se mordió el labio bajando la mirada lentamente por el precioso cuerpo del castaño.

—¿Ah, sí? Tal vez deberías refrescarme la memoria...


📷


El sol se había ocultado hacía un buen rato y las cortinas de la pared de vidrio al lado de la cama de ambos estaban corridas, dejando que la vista de los árboles del patio trasero moviéndose lentamente en la oscuridad, transmitiera esa sensación de paz complementando su felicidad. Las luces de la habitación estaban encendidas y el aire frío olía a sexo y cigarrillos. A Taehyung le dolía todo el cuerpo y no recordaba la última vez en la que Jungkook y él habían follado tanto; quizá fue aquel día en el que lo hicieron por primera vez, o aquel otro día en el que regresaron de su ruptura después de un tiempo muy largo separados; no tenía idea, Taehyung solo sabía que se sentía demasiado feliz como esas veces.

Lo mejor del sexo homosexual era que, a diferencia de lo que la ficción te hacía creer, en casi todas las relaciones no habían roles definidos y algunas veces como estas podrían pasarse horas teniendo sexo porque siempre podían cambiar entre ellos en vez de esperar a que uno solo sufriera con continuas penetraciones. Así que no era que Taehyung no iba a poder caminar al día siguiente, pero seguro que tanto él como Jungkook estarían conteniendo algunas muecas en los momentos de tomar asiento frente a cualquier persona.

Taehyung se rio pensando en ello y besó los lunares de chocochips en la mejilla de Jungkook, antes de acomodarse mejor en la espalda del menor y aplastar su propia mejilla en el inicio del hombro tatuado, siguiendo con sus dedos el resto de los tatuajes que cubrían el brazo de Jungkook. La piel de Jungkook era mucho más clara que la suya y sus brazos tenían unos músculos tan bonitos. Dios, Taehyung no estaba pensando en hacer el amor de nuevo, pero no podía dejar de admirar y amar el cuerpo de Jungkook en situaciones así; simplemente lo amaba hasta todo.

Le dio un nuevo beso en la piel del hombro y abrió la boca para hablar, aún con los dedos de su mano pasando suavemente por los tatuajes más bonitos del puto mundo.

—De repente... —habló en voz baja, detenidamente—. Me ha llegado a la cabeza el recuerdo... de nuestro primer beso, ¿te acuerdas?

Jungkook inmediatamente sonrió, aún con los ojos cerrados y completamente relajado y feliz.

—Dios, estaba tan cachondo ese día.

Taehyung soltó una carcajada ante el tono de Busan con el que Jungkook había hablado.

—Lo sé, también yo. —Taehyung suspiró—. Y también estaba asustado, como... Creo que nunca estuve más asustado que esa vez porque no solo le temía a lo que estábamos haciendo, sino a mis propios sentimientos descubriendo mi sexualidad.

Jungkook murmuró de acuerdo, pero no dijo nada sabiendo que el castaño no había terminado de decir lo que quería.

—Y vivimos con mucho miedo después de eso, todavía existe el miedo ahora, pero... Realmente mi único miedo ahora es perderte, ¿sabes? Soy más feliz de lo que alguna vez pensé que sería, tenemos más libertad de la que alguna vez pensé que tendríamos; pero aún así, me asusta la idea de no estar contigo. Admito que lo que más quería de pasar las vacaciones contigo, era para no estar lejos de ti.

Jungkook ahora tenía los ojos abiertos, e intentó rodar en la cama para mirar a Taehyung a los ojos, pero éste se quejó negándose a que lo hiciera.

—Si nos miramos ahora, voy a llorar —susurró Taehyung sonriendo, luego suspiró—. Lo que quiero decir es que haré ese viaje con mis padres y hermanos, solo con ellos; no me importa que tú y yo físicamente estemos separados por unos meses, podemos tener esas citas que dices en el extranjero.

—¿D-de verdad? —Jungkook tartamudeó como un estúpido, sintiendo un revoltijo entre el cariño y el arrepentimiento.

—Sí, y si las cosas salen bien hasta podríamos salir más adelante así parecido como yo quería que lo hiciéramos.

—Tae...

—Son esos lugares muy bonitos que la gente suele alquilar para eventos especiales como bodas o sesiones de fotos muy importantes, no cualquiera puede pagar sitios así, y nosotros hemos trabajado hasta para comprar sitios así. —Taehyung se rio—. Si quieres, algún día podríamos organizar una salida, sin algo tan extremo como el peso de nuestras familias allí; admito que me pasé un poco...

—Joder, te amo con todo lo que soy —soltó Jungkook con vehemencia, haciendo sonreír a Taehyung—. Y perdóname por ser tan-

—Si dices algo despectivo hacia a ti —Taehyung le interrumpió de golpe—, te juro, Jeon Jungkook, que voy a morderte la nuca como si fueras un omega y yo tu alfa.

—¿Q-qué? —Jungkook casi se ahogó con su propia saliva en un ataque repentino de risa que fue acompañado por la propia risa de Taehyung. Luego hubo un silencio cómodo entre los dos.

—Vayamos al concierto de Harry Styles en Los Ángeles.

Hasta que Jungkook decidió decir eso.

Taehyung se irguió lentamente para ver la seriedad con la que Jungkook estaba hablando.

—¿H-habrá un concierto? —Taehyung no había tenido tiempo para investigar el lugar a donde iban en la nueva agenda laboral que tenían en el extranjero, así que esta invitación le tomó con la guardia baja y el corazón en la garganta porque él más que nadie amaba las canciones del último álbum de ese hombre y sería un completo deleite ir a uno de sus conciertos y poder escucharlas y disfrutarlas en vivo.

Sería un completo deleite ir a uno de esos conciertos con Jungkook, oh Dios.

—Ggukie...

—No sé si lo sabes, pero mientras me ahogaba en «Falling»descubrí que los conciertos de ese artista no son solo eso, dicen que es un espacio seguro para sentirse libres, aceptados y felices con lo que realmente somos; con nuestra sexualidad. Cuando leí eso solo pude pensar en lo mucho que me gustaría llevarte a un lugar así y verte feliz cantando las canciones que te gustan y rodeados de muchas personas que también son como nosotros.

Los cantantes no solían ir a los conciertos de otros cantantes, en el caso de Jungkook y Taehyung, se debía a la falta de tiempo y oportunidades de asistir al concierto de alguno de los artistas que les gustaban. Así que realmente esta era una oportunidad casi única de aprovechar algo del tiempo libre que tendrían en Los Ángeles, para asistir a un lugar que claramente sería memorable para los dos en muchos sentidos.

Jungkook siempre había luchado contra sus propias inseguridades para ser una mejor persona para Taehyung, y esta vez también lo decía en serio al decir que quería mejorar y empezar a romper esa barrera de sus citas limitadas, poco a poco.

En el pasado, el intento de una cita rodeados de personas comunes, les había causado muchos problemas y mucho dolor. Pero finalmente Jungkook comprendió que en el presente las cosas eran muy diferentes y estaba dispuesto a arriesgarse una vez más para ser felices lejos del encierro de cuatro paredes.

Taehyung terminó sonriendo al borde de las lágrimas, dándole un abrazo a Jungkook y repetidos besos en la mejilla y en su boca mientras entre te amos, le decía que sí, que definitivamente deberían disfrutar de esa experiencia.

Y así fue como, unos días más tarde, después de tanto tiempo de no volver al extranjero, entre el ajetreo de sus apretadas agendas laborales, una noche de descanso en la que nadie sabía nada de Bangtan, cuatro de los siete chicos se encontraron en uno de los conciertos de Harry Styles, dispuestos a pasarla en grande.

Hoseok, Jimin, Jungkook y Taehyung estaban sentados al lado del otro, con los nervios a flor de piel porque en realidad no había pasado ni un minuto desde que llegaron allí, y de la nada podían notar varias cámaras de los fanáticos allí presentes, apuntándoles; después de todo, se trataban de BTS, la banda surcoreana más popular de todos los tiempos y el centro de atención en Los Ángeles después de no haberlos tenido fuera de Corea en mucho tiempo.

—Mierda, les dije que se cubrieran más porque sabía que algo como esto iba a pasar —soltó Jungkook entonces, muy respetuosamente a sus tres hyungs.

Su novio le devolvió la mirada con una sonrisa, el tapabocas abajo porque estaba bebiendo un delicioso cóctel de un vaso de plástico y Jungkook tuvo un tic en el ojo porque Taehyung era el que más estaba vestido como Kim Taehyung con su suave cabello castaño alrededor de sus ojos y una vestimenta de lo más casual. Jungkook estaba indignado porque él mismo se había asegurado de ponerse una sudadera con capucha, una gorra negra bajo la capucha, y un tapabocas negro completando la imagen de un perfecto desconocido que seguramente ni las ARMYs en ese lugar podrían reconocerlo si estuviera solo.

Pero no estaba solo y él ciertamente estaba rodeado de desconsiderados.

Jimin y Hoseok al menos habían tenido la consideración de ponerse un gorro y lentes oscuros, pero bueno, Jungkook sabía que habían ocasiones en las que a su novio simplemente le chupaba un huevo todo.

Y lo amaba por eso, joder.

Lo cierto era que Taehyung estaba tan feliz allí, que no le importaba nada. Esa quizá era la cita más extraña que alguien podría tener porque para empezar, no era como si pudiera besarse con su novio mientras estuvieran allí, pero sólo con tenerlo al lado suyo y poder divertirse juntos, era suficiente; mejor aún con la presencia de sus dos amigos también divirtiéndose con ellos. Por otro lado, también habían algunos guardaespaldas y traductores del staff de su compañía allí con ellos.

El concierto había empezado en un abrir y cerrar de ojos y Taehyung simplemente no pudo volver a tomar asiento porque cada canción era mejor que la anterior, su favorita. Los cuatro estuvieron un buen rato riéndose entre ellos y cantando a todo pulmón algunas canciones.

Taehyung cantaba a todo pulmón todas.

Estaban en primera fila del segundo piso y delante de ellos había una pequeña mesa llena de algunas botellas diferentes de alcohol que se servían en vasos de plástico; a Taehyung no le importaba compartir su vaso con el de Jungkook o ligar el contenido de su vaso con el del otro hasta mirarse sonriendo como tontos por la mezcla de sabores compartida solo entre los dos. Ellos estuvieron así toda la noche, compartiendo miradas que decían más que las palabras, sonrisas, y acciones centradas en los detalles que reflejaban el cariño que se tenían.

Los cuatro bailaron y disfrutaron el concierto mirando todo el espectáculo de ese artista, ignorando por completo las cámaras de los fanáticos que todavía les apuntaban de vez en cuando, aunque a veces saludaban y se reían agradecidos al encontrar alguna ARMY divirtiéndose allí también. Esa noche trataron de sentirse solo como cuatro hombres comunes en sus veinte siendo felices en un concierto.

Y entonces empezó a sonar «Falling» y Jungkook solo pudo pensar en que el significado de esa melodía era suya. Se sintió como un auténtico fan empezando a cantarla con pasión y una enorme sonrisa bajo su tapabocas. Había llorado escuchándola por primera vez, pero esa canción le había ayudado a encontrar una catarsis y ahora solo podía sentirse feliz cada vez que la escuchaba.

El escenario se había oscurecido para ambientar las vibras de la canción con las linternas de los celulares de todos los espectadores, pero Jungkook ni siquiera tuvo mente para sacar el suyo propio. Sus hyungs sí habían sacado sus teléfonos y Hoseok aprovechó para grabar un pequeño video de los cuatro y poder enseñárselo a ARMY.

Taehyung era consciente de lo que esa canción significaba para Jungkook, así que entre la voz del cantante vibrando en todo el concierto y la emoción palpable en esa canción tan preciosa con su Jungkook al lado, terminó de lanzar sus miedos a un lado y se dejó llevar pasando uno de sus brazos por los hombros de Jungkook mientras saludaba con la mirada a la cámara de Hobi, mas no se esperó que Jungkook inmediatamente sostuviese su mano como si hubiera estado necesitándolo. Y a partir de ahí solo fueron ellos dos y esa preciosa canción flotando en el aire.

Jungkook nunca podría describir toda la euforia que estaba sintiendo en esos momentos, se sentía tan feliz al lado de sus amigos y la persona que amaba, que realmente no estaba pensando cuando sostuvo la mano cálida de Taehyung entre la suya, su cuerpo instintivamente se había aferrado a ese otro que amaba con cada poro; lo único que Jungkook era consciente, era que no quería que sus cuerpos se alejaran mientras cantaba el punto más alto de esa canción junto a Taehyung, sus cuerpos casi abrazados moviéndose juntos mientras disfrutaban la música con sonrisas enormes reflejando toda la felicidad que sentían cuando se divertían juntos.

Brindaron chocando sus vasos por una verdad que solo ellos conocían, y el resto de la noche no fue más que el complemento de un momento inolvidable.

La gente vería con entrañabilidad grabaciones de ellos cantando«Falling»con tanta pasión agarrados de la mano; pero nadie nunca sabría realmente todo lo ocurrido detrás de esa pasión mostrada.

Taehyung terminó quitándose la chaqueta en algún momento de la noche y siguió divirtiéndose sin pensar en nada más que en su felicidad compartida, Jungkook también bailaba, pero ninguno de los tres podía igualar la energía de Taehyung saliendo a borbotones. Bebieron más hasta sentirse medio borrachos, saludaron a otros artistas extranjeros que se acercaron a sus asientos para hablar un rato con ellos y tomarse fotos, y en ese instante, tristemente Taehyung y Jungkook quedaron alejados del otro con sus amigos en el medio y esas personas amigables a su alrededor.

Y si Jungkook no le quitaba la mirada a Taehyung alejado de él, nadie sabría nunca que era por puro anhelo y la necesidad de sentirse completo presenciando la felicidad del otro.

El concierto tuvo muchos discursos que ninguno de los chicos realmente lograba entender del todo y tampoco pedían mano a su staff traductor, pero hubo dos cosas que realmente llamaron las atenciones de Jungkook y Taehyung silenciosamente esa noche.

Cuando Harry Styles corrió por el escenario con la bandera del pride por sobre su cabeza, en un símbolo de orgullo; Jungkook y Taehyung compartieron una mirada significativa acompañada de una sonrisa que solo ellos entendieron.

Y varios minutos atrás, cuando Styles exclamó con vehemencia y honestidad:

«¡La libertad es tuya, y puedes hacer con ella lo que quieras!»


📷


Taehyung sonrió feliz y borracho con la mejilla apoyada en el hombro de Jungkook mientras el staff conducía el auto al hotel donde se hospedaban todos. Jimin y Hoseok estaban sentados al lado de ellos y no dejaban de hablar de lo increíble que había resultado todo el concierto a pesar de que tuvieron que irse antes de que acabara por completo para evitar aglomeraciones.

—¿Te divertiste? —le susurró Jungkook al oído, casi siendo aliento que voz.

Taehyung se rio feliz cerrando los ojos mientras asentía con la cabeza y cruzaba su brazo con el de Jungkook.

—Gracias por hoy, fue perfecto.

—Aunque todavía no acaba.

—No. —Taehyung se rio abriendo los ojos para mirar a Jungkook peligrosamente cerca de su rostro, importándole muy poco dónde estaban. Entonces siguió susurrando—. Hace falta nuestro beso para que sea una cita completa, y no recuerdo haberme sentido tan orgulloso y feliz de lo que soy como hoy, así que-

—No podemos follar, tenemos que bailar estos días. —Jungkook le interrumpió en su mismo tono de voz casi inaudible, una sonrisa tirando de sus labios.

—¡Y luego yo soy el único que piensa en eso!

—¿En qué? —Jimin y Hoseok se giraron intrigados ante esa exclamación de Taehyung.

Taehyung se aclaró la garganta volviendo a recostarse en el hombro de Jungkook y cerrando los ojos con una sonrisa.

—Nada. Pero cambiando de tema, sabían, chicos, que hay muchas formas de tener sexo sin necesidad de las penet-


📷


Lo cierto fue que la asistencia a ese concierto significó el inicio de una libertad que Taehyung y Jungkook no sabían que podían llegar a disfrutar tanto.

Tal y como Jungkook había prometido, empezaron a trabajar en ese aspecto de su relación paso a paso. Después del concierto, se aventuraron a más citas privadas sin miedo y momentos a solas que disfrutaron al máximo. Una vez, Jungkook reservó todo un restaurante solo para los dos, donde ni siquiera habían quedado cocineros y los dos tuvieron que lidiar con ello tratando de preparar algo digno de una cita en Estados Unidos; hubo muchas risas esa noche y disfrutaron no solo de una comida deliciosa, sino de conversaciones privadas sin necesidad de susurros y se deleitaron tomándose fotos hasta en el bonito espejo del baño de hombres.

Un par de fotos que serían subidas mucho más tarde en la cuenta personal de Jungkook en Instagram.

Y también serían eliminadas muchísimo más tarde, tristemente. Aunque por nada grave, graciosa y afortunadamente.

Y sacudirse el miedo por su pasado empezó a volverse evidente incluso en su interacción cotidiana; sin darse cuenta sus cuerpos parecían acercarse como imanes, las miradas compartidas eran más intensas y ya no temían demostrar frente a nadie alguna acción cariñosa el uno al otro. Sin necesidad de conocerlos, podías notar el aprecio mutuo que se tenían y el amor contenido en el ambiente. Se podría decir y suponer muchas cosas sobre ellos, pero algo que no tenía lugar a dudas era lo mucho que se querían esos dos a diferencia de cualquier otra relación, fueran lo que fuesen.

Taehyung y Jungkook simplemente estaban siendo felices, y estaban viviendo el mejor momento de su relación.

Cuando llegaron las vacaciones, separarse no fue para nada desgarrador como creyeron en un principio. Taehyung se había quedado en Estados Unidos mientras Jungkook tomaba un vuelo directo a Busan para compartir junto a su familia.

Taehyung tenía planes junto a su propia familia en el extranjero, e inesperadamente, terminó uniéndose a Hoseok y la familia de éste y juntos se divirtieron de forma colosal pasando varios días de sus vacaciones juntos en Hawái.

Taehyung y Jungkook se hablaban todos los días por videollamadas y así no extrañaron demasiado estar lejos del otro durante todo ese tiempo. Tres meses realmente se estaban pasando rápido, pero Jungkook no podía creer que Taehyung de verdad creyera que él iba a esperar a que se acabaran las vacaciones para verse, no señor. De hecho, algo más que también había resultado de aquel concierto que literalmente les alegró la vida, era que Jungkook ahora se sentía más libre para ser libre, incluso estando en Corea. Y ya que no pudo darle a Taehyung aquella compañía que había querido para vacacionar juntos en Hawái, él mismo decidió mover sus contactos para encontrar un lugar privado en Corea como aquellos terrenos solitarios donde BigHit grababa In the Soop, y así compensarle con algo similar pero al mismo tiempo diferente.

Y si más tarde alguien se preguntaba de dónde salía aquella foto subida a Twitter para el cumpleaños de Taehyung donde ambos parecían estar disfrazados de un matrimonio coreano, nadie nunca sabría que se trató de un juego familiar entre los Jeon y los Kim que resultó en /eso/ por la derrota colosal de Taehyung y Jungkook como equipo. Fueron días inolvidables y divertidos en una enorme casa vacacional disfrutando de un viaje privado donde los novios hasta terminaron visitando a una vidente para saber sus fortunas, y resultaba que, incluso sin revelarle a la vidente que eran pareja, en sus auras estaba plasmado el que sus almas se complementaban.

Taehyung sintió como un Dejá vù cuando llegó a la casa de sus padres porque su mamá había requerido su presencia, y la encontró en la cocina riendo junto a Jungkook, un Jungkook que se suponía estaba en Busan mientras Taehyung cumplía la culminación de su cuarentena al recién llegar de sus vacaciones en el extranjero a Seoul. La señora Kim se había reído saliendo de la cocina mientras su hijo se abrazaba tan desesperadamente a Jungkook como si no se hubiesen visto en décadas.

Jóvenes enamorados, típico.

Y esa noche, Taehyung y Jungkook habían decidido dormir en la casa en Itaewon, deteniéndose un rato en el piano para reírse recordando el desastre que hicieron la última vez que estuvieron allí. Se sentaron tocando diferentes melodías desafinadas distraídamente, mientras no paraban de hablar.

—¿Sabes? Tenías razón con eso de que en realidad no significaría la gran cosa viajar con alguno de los hyungs, a diferencia de si se tratara de nosotros los de la Maknae line. —Taehyung comentó, riéndose—. Cuando compartí fotos de mi viaje en Hawái con Hobi hyung, habían pocos comentarios de ese tipo, pero me topé con algo que me causó mucha gracia porque no tenía nada qué hacer en esos días de cuarentena, así que busqué y bueno-

—Respira. —Le interrumpió Jungkook conteniendo una sonrisa al ver el nerviosismo de Taehyung, ¿por qué de repente estaba tan nervioso?

Taehyung suspiró con las mejillas rojas y una sonrisa que no quería borrarse de su rostro. Entonces sacó su celular y empezó a buscar algo en él mientras hablaba.

—Había ARMYs dedicándome en broma una canción llamada«Hawái»de un cantante extranjero —explicó con controlada calma—. Así que la busqué y resultó ser una canción en español.

—Oh. Spanish. Hola, te amo. —Jungkook saboreó las palabras que sabía en ese idioma y Taehyung soltó una carcajada empujándole juguetonamente.

—En fin, que busqué la letra en coreano y me reí mucho porque hablaba de una ruptura y bla bla. —Taehyung tomó aire pasándole su celular a Jungkook que ponía en la pantalla un video sin iniciar de YouTube. Dicho video no tenía muchas visitas y ponía en el título que era la traducción de español a coreano de una canción llamada «Tú» de Maye.

—Entonces este video me saltó justo después en la reproducción automática —continuó diciendo Taehyung, esta vez con más parsimonia, incluso parecía tímido entre lo nervioso que estaba—. Y-y yo solo pude pensar en ti... todas las veces que lo volví a ver, Ggukie. Pensé en dedicártelo, pero joder que está en un idioma que no conocemos nada y me sentí un poco tonto porque es como muy random y-...

Y Taehyung se silenció cuando Jungkook rápidamente empezó a reproducir el video con el volumen al máximo y una concentración que puso todavía más rojo a Taehyung.

La voz de la cantante en el video era suave y relajante, y la letra de la canción se trataba del amor incondicional y la felicidad en las pequeñas cosas junto a esa persona especial para sí mismo; era una letra muy bonita, por lo que Taehyung se asustó cuando empezó a ver un temblor en los labios de Jungkook y la mano pasando rápidamente por debajo de esos ojos tan bonitos que parecían tristes.

—¿J-jungkookie? —Taehyung tartamudeó cómo un estúpido porque Jungkook había vuelto a repetir el video sin decir nada y ahora parecía peor que antes. Oh joder, ¿y si la traducción estaba equivocada y Jungkook acababa de entender otra cosa porque...?

Pero Taehyung no pudo seguir con el hilo de sus pensamientos alocados producto de un creciente pánico, ya que Jungkook de repente dejó el celular aún sonando sobre el piano, para abrazar de golpe a Taehyung, casi causando que se cayeran ambos del banco.

Y Jungkook se encontró llorando sobre su hombro.

Taehyung sintió sus propias lágrimas picarle en los ojos y correspondió al abrazo con la misma fuerza, entendiendo entonces por qué Jungkook se había puesto así. De hecho, la razón por la que había pensando en Jungkook con esa canción era porque justamente no hablaba solo de estar enamorado de alguien, sino de sentirse completo con la existencia de alguien; y eso era lo que significaba Jungkook para él.

—También... —Jungkook suspiró en un susurro—. También v-voy a dedicarte esa canción de vuelta, Tae... Porque yo también te amo así.

Taehyung sonrió sintiendo tanto amor en su pecho y cerró los ojos con satisfacción sintiendo realmente lo mucho que habían cambiado desde que emprendieron ese viaje hacía años llamado noviazgo. Y ahora estaban allí entre los brazos del otro, sintiéndose felices y más libres que nunca.


"Y tú me das todo lo demás"

"Yo quiero estar donde tú estás"

"Amor eres tú... "

"Ninguno como tú".

"Ya no me hace falta nada más, si lo más difícil de encontrar, lo encontré contigo... "

"Y con nadie más".


📷








[♡] Si has llegado hasta aquí, espero que hayas disfrutado de mis palabras creando esta bonita historia, quise hacer algo más profundo detrás de ese momentazo Taekook en el concierto de Harry y lo juntitos y felices que lo hemos visto desde entonces. Y wow, nunca había escrito un shot tan largo. En fin, gracias por leerme, siempre les comparto mis tonterías con mucho amor ☹💜
Me encantaría saber lo que piensas, nos leemos algún otro día con otro shot. Purple u!!

FALLING es un extra de mi historia titulada «Never Not». Si quieres saber lo ocurrido detrás de este One Shot, deberías leerla... Gracias por leerme ♥


None 36 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
231
Son

Yazarla tanışın

miu ♡ Me gusta escribir y por primera vez he decidido hacerlo sobre las personas que más amo: Jungkook y Taehyung. ¡Bienvenidx a este pedacito de mi mente y gracias por dejar amor y palabras bonitas en él!

Yorum yap

İleti!
LP Lorena Pizarro
He estado leyendo los Os de never not y cada uno de ellos me han atrapado, desde tristeza a la alegría. Me tienen encntaada. Gracias autora
November 23, 2023, 09:13
jkand thv jkand thv
ame esta historia, la redacción fue increíble simplemente la amé🫶
August 10, 2023, 01:46
Livy Aguilar Livy Aguilar
Me encanto
April 18, 2023, 14:22
geral >ᴗ< geral >ᴗ<
escribes tan pero tan bonito que no hay otra definición para describir esto que no sea "arte". realmente eres una gran escritora!! jamás dudes de ello ^^ ♡
February 23, 2023, 04:18
PR Perla Rubí
Esto me recordó a lo que ponen ahora por ahí, su relación es privada pero no secreta, siento que ya lo les importa tanto esconderla, como lo de Jungkook llegando de Qatar e irse con Tae al hotel, si siento que es así, los amo, y siento que son más libres que antes 💜.
December 02, 2022, 05:10
t th-jk
No tengo palabras, para explicar lo bien que escribes y como transmites los sentimientos puros. Y si bien eso que escribiste puede o no ser real, o tal vez semejante a la realidad, me sentí como si yo hubiera vivido con ellos todo eso.
November 17, 2022, 03:40
Me Dicen Len Me Dicen Len
Ameeeeeeee 💜💜💜
November 10, 2022, 05:22
Fd Fernanda de
Simplemente wow, todo fue espectacular
November 03, 2022, 18:57
ANDREA DOMINGUEZ ANDREA DOMINGUEZ
Realmente me encantó 👏 👏 👏 👏 Una historia bellísima. Te felicito y gracias por compartirla 😄
October 17, 2022, 02:05
Nikki CCS Nikki CCS
Realmente este OS esta bien hilvanado que cadí te puedes creer una historia así y ese es el fin de quienes crean historias hacer que quienes leemos nos conectemos con su creación al punto de sentirnos parte de la obra, te felicito porque haces que me lo crea. Sigue adelante que tienes mucho para ofrecer.
October 09, 2022, 03:17

  • miu ♡ miu ♡
    Amo que te haya gustado así, gracias 🥺💜 October 09, 2022, 03:51
l lolo
me gusto mucho ojalá sigas escribiendo canon 😍🫶🏼
September 03, 2022, 23:29

  • miu ♡ miu ♡
    lo haré 🤧💜 October 09, 2022, 04:03
CAROOO solis CAROOO solis
WOOOWW Q BONITO, nunca crei q trataria de todo esto
August 31, 2022, 04:15
Kooktae Bebés Kooktae Bebés
En verdad eres una genia ,está es la mejor historia que he leído simplemente me transmitió tanto y me encanta la forma en que narras ,la trama me encanta y ni hablar de el taekook que son preciosos, gracias por escribir está obra de arte <3
July 20, 2022, 18:22

  • miu ♡ miu ♡
    Gracias de vuelta por esas palabras tan bonita, amo que te haya gustado 🥺💜💜💜 October 09, 2022, 04:02
vanie tk vanie tk
Dios, que historia más linda ❤️‍🩹
July 18, 2022, 19:51
Luz Mir> Luz Mir>
Eres la reina de reinas, la mejor escritora que haya visto antes, Never Not es mi historia favorita en el mundo y ahora estoy llorando con esta, te amo, te admiro y te respeto por el talento y el amor que le tienes a Tae y Jk, gracias por hacerme feliz y sonará algo absurdo y espero no te molestes pero siempre he pensado que tus historias no están tan alejadas de la realidad jeje 😅 eres la mejor escritora de esta app, de todas las demás y del mundo entero.
July 09, 2022, 20:16

  • miu ♡ miu ♡
    Omg qué comentario tan bonito, no puedo creer que hasta ahora lo leo, muchas gracias 😭💜💜💜💜💜💜 y sabes? mi pequeño secreto es que yo también pienso que si el taekook es real, tendría que ser tipo así como lo escribo jajsajs es como un desahogo porque los amo y amo tanto su vinculo October 09, 2022, 04:00
PR Perla Rubí
De verdad disfruto mucho de leer tus historias, he leído otros one shots como este (fics que se parecen mucho a la realidad, aunque sabemos que no deja de ser ficción) y de verdad que he leído mucho muy buenos, pero el universo que tu creaste es increíble, me encanto muchos detalles que pusiste, como lo de que son versátiles, sinceramente a mi me encanta el kooktae y no leo taekook, pero yo también creo que en caso de que fueran una pareja real si seria así, y ese comentario sobre la inocencia lo ame, porque realmente la gente siempre lo toma como su solo fuera referente al sexo y no. Bueno, realmente me encantó, gracias por eo os y espero leerte en otro ♡.
July 05, 2022, 16:27

  • miu ♡ miu ♡
    Definitivamente habrá otro!! Muchas gracias por dejarme un comentario tan bonito, por eso es que me animo a escribir más y siento que vale la pena. Amo mucho que te haya gustado tanto mis escritos 😭💜 July 06, 2022, 04:41
HP Hector Ponce
Hermosa historia de verdad que si, muy bien escrita muy bien narrada facil de leer y de comprender te felicito
July 04, 2022, 20:31
k kimalmar
Me facino la forma queexpresastes los sentimientos de esos dos seres hermosos los amo son mis niños adorados jamás me gustaría que sufrieran por la descrminacion si ellos son felices que lo sean dios bendiga.gracias por compartir.
July 04, 2022, 18:52

  • miu ♡ miu ♡
    Me hace muy feliz leer que te gustó tanto, gracias 🥺 July 06, 2022, 04:35
Kathe Aliaga Kathe Aliaga
Me encanto, la manera en que describen el sentimiento y de como se pudieron sentir libres en el concierto de Harry, disfrutando de su amor, la manera en que poco a poco crecieron juntos, aprendiendo a llevar y mantener su amor entre ellos a pesar de todas las dificultades, y es cierto los hemos visto mas cercanos desde el concierto de Harry, y también que Jk haya cantado Falling en un live.Me encanto ☆
July 04, 2022, 04:07

  • miu ♡ miu ♡
    Amo mucho leer eso 🥺💜 July 06, 2022, 01:34
Dani Hee Dani Hee
realmente no soy de comentar en cada obra que leo, pero, he quedado demasiado encantada con esta historia en especial porque he logrado percibir cada sentimiento plasmado en las palabras que se han utilizado, en cada narración, en cada frase... está entre mis OS favoritos, me leí "Never Not" y puedo decir que es de mis fics leídos más emotivos y perfectos que pueden existir. te agradezco a ti, personita por escribir historias llenas de mucho talento, mucho amor, mucha perfección y sólo queda decir que ojalá sigas creciendo hasta que todos reconozcan la persona talentosa que eres. ¡¡graciass!! <3
June 24, 2022, 03:59

  • miu ♡ miu ♡
    Sin palabras, qué comentario tan bonito, muchas gracias; qué hayas disfrutado tanto de mis escritos significa mucho para mí y me recuerda por qué amo escribir 🤧💜 June 27, 2022, 23:15
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