elissechase Elisse Chase

Cuando era niña solía mirar el cielo nocturno esperaba a que pasara una estrella fugaz para pedir un deseo, ese era un sueño que mantenía desde mi infancia, hasta ahora no he presenciado una.


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#258 #239 #enfermedad-terminal
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Capítulo 1

Music Ambience: Sorrow - Sleeping At Last

Cuando era niña solía mirar el cielo nocturno esperaba a que pasara una estrella fugaz para pedir un deseo, ese era un sueño que mantenía desde mi infancia, hasta ahora no he presenciado una. Mi hermano siempre las capta, cada vez que ve una, me avisa para verlas, pero, aun así, me las pierdo.

- ¿Cariño? ¿Hija? – Me hallé tan distraída que mi mamá se encontraba enfrente de mí.

- ¿Ocurre algo? – dije preocupada.

- Debemos ir al hospital, mi pequeña – ella sonríe leve.

- ¿Dónde está James? – Pregunto.

- Tu hermano acompaño a tu padre a hacer unos trámites – al escuchar eso la mire.

- Mamá, ya mencioné que no quiero ver más doctores, siempre es la misma respuesta – dije triste.

- Hija, entiendo que esto es difícil, pero tu padre y yo queremos lo mejor para ti, de hecho, James apoyo – suspiro cansada.

- No quiero ser una molestia – mi madre voltea a verme.

- Pero que dices… tu eres lo mejor que nos ha pasado – sonrió con las lágrimas corriendo por mis mejillas.

- Gracias Mamá – la abrazo con fuerza.

En ese momento por la puerta principal entra mi queridísimo mellizo James, me levanto y al mismo tiempo me limpio mis lágrimas restantes con las mangas de mi suéter, le regalo una sonrisa como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

- ¡Enana! - Grita con alegría.

- ¡Oso pardo ¡- le abrazo con entusiasmo.

- Hay, pero que apodos albergan ustedes dos – expresa mi mamá.

- ¿Qué tiene? A Rosalie le gusta – dice James con una sonrisa burlona.

Mi madre le pega con un periódico y yo lanzo una carcajada, mi hermano se queja, pero después me voltea ver con su mirada seria, eso no es bueno, inicia a acecharme como un conejito para hacerme cosquillas.

- ¡NO! ¡PIEDAD ¡- dije entre risas.

- A ya vez, dejas que le peguen a tu pobre hermano – no quería reírme, pero esta situación era chistosa.

- Porque… Me la debías – mi hermano abre la boca para decir algo, pero hace un ademan como si se hubiera ofendido.

- ESTO NO SE QUEDA ASÍ, ROSALIE JONES – me empecé a reír.

James siempre encontraba la manera de hacerme reir, de animarme. Cuando se fue Emily, él ha sido mi apoyo emocional y mi mejor amigo en estos tiempos difíciles.

Desde que me detectaron una anomalía en el corazón, toda se ha ido por la borda.

Pero ha estado en las consultas o análisis que seguido me hacen, en mis noches más frías, en mis mañanas más grises, siempre está ahí.

Mis padres también han estado desvelándose y gastando dinero para poder pagar medicamentos, consultas médicas a diferentes doctores y los estudios típicos.

- ¿James? – mientras me siento como mariposa en el sofá.

- ¿Sí? – le miro.

- Gracias por todo hermano – dije melancólica.

- No tienes por qué agradecer sabes que siempre estaré para ti hermana – me abraza, y entierro mi cara en su cuello, sus brazos eran como mi refugio, deja un besito en mi frente.

- No quiero ir – suspiro con fatiga.

- Es el último doctor al que vas a ver, es una promesa – asiento.

Al llegar al hospital, camino con tranquilidad a lado de mi hermano y mi madre, veríamos al último médico que podría decirnos algo diferente que los anteriores, la recepcionista nos mira con vergüenza.

-Venimos con Gareth Antoine – dice mi madre.

- Temo decirle que el Doctor cancelo la cita y que no los recibirá– a mi mamá se le sale el alma al oír eso.

- Pero he esperado mucho para ver a este doctor, tengo una hija que está en un momento crítico – dice desesperada.

- Mamá, tranquila, mejor vamos – mi hermano trata de calmarla.

- ¡No! ¡Exijo ver al doctor ¡- mi madre se queda ahí viendo a la recepcionista, sabía que no se movería hasta conseguir algo!

En eso interrumpe una voz de mujer, su apariencia era de cabello largo, de un castaño rubio, tenía unos ojos color verde y su piel era como la nieve, llevaba una bata y alrededor de su cuello estaba su estetoscopio, le sonreía a mi madre con amabilidad.

-Yo atenderé a su hija, Kathy pasa todos los expedientes de la chica que tenía Gareth a mi oficina – ordena.

- ¿Disculpa? ¿Quién es usted? – mi madre pregunta curiosa .

- Oh, donde están mis modales, un gusto soy la doctora Julia Cambar me especializo en casos como tumores cerebrales, leucemia, cáncer de pulmón, también llevo especialidad en cardiología – mi mama se alivia.

- Usted es un milagro del cielo – la doctora sonríe.

-Yo solo quiero ayudar madame, síganme, por aquí es mi oficina – la seguimos

Al entrar un olor a lavanda y eucalipto entra en mis fosas nasales, su oficina era tan bonita, su pared estaba llena de nubes y estrellas, tenía un librero vintage detrás de su escritorio, todo era muy antiguo, pero hacia ver la oficina en un ambiente armonioso y bonito, tenía un gran sofá color cafecito y una gran ventana con unas cortinas blancas.

-Bien, ¿Cuál es tu nombre pequeña? – me pregunta.

- Soy Rosalie Jones – la mire.

- Cuéntame tu historia – mire a James y a mi mamá.

Era la primera vez que una doctor o doctora no me preguntaba edad, peso, estatura y que es lo que sentía, sino que quería que le contara toda mi historia.

- ¿Mi historia? - dije confusa.

- Así es cariño siempre me gusta saber todo de mis pacientes, lo demás solo serán preguntas que mientras me cuentes tu historia las preguntare si es necesario – ella sonríe.

- Bueno mi nombre es Rosalie Jones, tengo veintitrés años, tengo dos hermanos, mi mellizo James y mi hermana mayor Emily, estudie botánica. Después me especialice en fotografía, me diagnosticaron una anomalía en el corazón a los seis años. Desde ese entonces me he sentido más sola, no he podido realizar mis sueños desde que me entere de esto, mis padres me han dado toda la atención medica necesaria para poder tener una mejor vida, mi hermano se mudó acá con nosotros después de haber rechazado un trabajo en Rusia y cuidarme. – dije.

- ¿Cuál es tu estación favorita?.

Me confundí ante tal pregunta. Mire a mi mama buscando alguna respuesta de si estaba segura si esta mujer era doctora, escucho como se ríe la doctora, no era una risa grosera, sino como juguetona y tratando de ser agradable.

-Amo el otoño – le miro.

- ¿Color favorito? – dice.

-Verde y blanco – digo confusa.

- ¿Tocas algún instrumento? – pregunta, escribiendo algo en una hoja no alcanzo a ver que era.

- El Ukulele, lo toco desde hace mucho – explico.

- ¿Has viajado? – me mira.

- No, no puedo por mi problema de corazón, es lo que han dicho los doctores – explique.

La recepcionista Kathy, ese era su nombre entra con una carpeta, era mi historial médico y todas las observaciones que anotaron los diferentes doctores sobre mi estado actual. La mujer empieza a dar una hojeada para luego sonreír y empezar a hablar.

- Bien, de acuerdo con tu historial médico tienes miocardiopatía dilatada es una enfermedad del músculo del corazón, que, en general, comienza en la cavidad del bombeo principal del corazón (ventrículo izquierdo). El ventrículo se estira y se reduce (dilata), por lo que no puede bombear sangre de la misma manera que lo hace un corazón sano. – explica en pocas palabras.

- El antiguo doctor dijo que solo era una leve anomalía en el corazón y que mejoraría con las terapias – dice mi madre con una voz temblorosa.

- Me temo que diagnosticaron mal a su hija, de acuerdo le haremos un chequeo general – la doctora me da una bata para irme a ponerla.

La doctora empezó a revisarme, me hizo radiografías, análisis de sangre, me hizo cientos de preguntas, de cómo me sentía, dijo que tenía la mayoría de los síntomas de la enfermedad por ejemplo usualmente sentía mucha fatiga, hinchazón en los pies o abdomen, palpitaciones seguidas y falta de aire.

- ¿Alguna vez te has desmayado? – toma mi brazo para proseguir a ponerme el esfingomanómetro, más conocido como tensiómetro. Es para tomar la presión

- En una o dos veces este año – ella asiente y sigue anotando.

- ¿Qué es lo que causo que te desmayaras? -pregunta.

- Estrés – digo sin rodeos.

- Bien, lo siguiente que vamos a hacer es proponerle lo siguiente, mi esposo quien también está especializado como cirujano y yo fundamos una clínica-internado para aquellas personas como tú, así que quería decirte querrías cambiar de ambiente hasta encontrar un buen donador de corazón y hacerte la cirugía - termina de explicar.

La miro impresionada, luego busca la mirada de mi mama, mi hermano toma mi mano y la aprieta como apoyo a esta decisión, no quería hacerlo sola mis padres siempre me han ayudado en este tipo de situaciones difíciles, mi salud.

- ¿Dónde está esa clínica? – pregunta mi madre curiosa.

- Corea del Sur, en Seúl – mi madre abre los ojos como plato.

- Esta muy lejos, aparte todo debe estar caro, no podemos pagar doctora – la doctora nos indica que nos sentemos.

- Su hija recibirá el mejor tratamiento y estará en buenas manos, en la clínica hay enfermeros entrenados para cualquier situación son casi como cuidadores personales para los pacientes, aparte tenemos un plan de educación por si su hija quiere estudiar alguna especialización, en cuanto al dinero, esto considérelo como un milagro y regalo, vi la necesidad y se lo que se siente ser madre – sonríe la doctora.

Mi madre sonríe en grande y se le salen unas cuantas lágrimas, de verdad esto era un milagro después de todo era para salvar mi vida. Desde ese día mi vida cambio completamente, me iría del otro lado del mundo y no solo eso, todo seria nuevo para mí, porque no tendría a mi hermano y a mis padres, pero siendo positiva, sería un gran cambio a mi vida.

01 Haziran 2022 01:26 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Elisse Chase Fan de los libros, una escritora que sueña todo el tiempo

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