Realmente no sé cómo comenzar, así que me presentaré. Mi nombre es Katya Amairany Enríquez Poot y comúnmente me llaman Katya. No puedo dar más detalles acerca de mi vida, sin embargo, cuento sobre por qué escribo historias.
Esta obsesión, termino siendo mi salvación pues existe un momento donde las personas no solemos confiar en nadie, a mí me pasó. A pesar de que intenté, no me pude resistir a esos pensamientos obscenos de la vida, resultándome con un autoestima baja. ¿Puedo entrar en mi cabeza?
Llega una tarde, el viento fluía, los carros pasaban y yo me concentraba en adaptarme a mi triste realidad. Padezco epilepsia (estoy controlada actualmente), tomo medicamentos para controlarlo, empero, eso me hace cuestionarme si soy digna de ser tratada como ser humano promedio porque me comenzaron a hacer bullying en la escuela donde estudiaba.
No recuerdo mucho de cómo fue sobrevivir ahí, pero, al menos sé que gracias a eso mis ideas de que nadie me amaba, empezaron. Entonces, encerrada en mi cuarto, lidiando con lo malo de mi cabeza, así como lo que tenía, me fui creando mundos donde era muy importante para todo el mundo, lo cual hizo que me fuese olvidando de cómo era la realidad: no todos somos tan especiales.
Quería creer una mentira, quería pensarme como relevante. No fue hasta que me cambié de escuela que vi sí era especial, mas no del modo en que los demás me hacían sentir en mi antiguo colegio. Años pasaron para que me enredase con la lectura, resultaba ser que los libros en mi casa se volvieron mi entretenimiento puesto que no podía ver tanta televisión como quisiese.
A los once años descubrí que amaba leer como pasatiempo. Los primeros libros que leí (además de los académicos) eran de Julio Verne, los cuales, siguen sobre mi ropero que es donde colecciono mis libros. Todo esto tiene que ver con mi proceso creativo ya que son mis referencias, las fuentes de imaginación conocidas como libros, pero, eso no es lo único que me ayuda.
Pensaba que mis padres me odiaban por el modo en que me trataban después de haber superado la epilepsia, así fue que, me sumí en leer hasta que me cansara, creyendo que en mis sueños iría a mi mundo ideal. Ahora bien, eso fue primario; al llegar a la secundaria todo se avivó cuando cometí ciertos errores (como el ser humano que soy) y me dieron regaños severos como si no pudiese tomar el camino de mi propia vida. ¿Me dolió? Claramente.
Comencé con poesía para sacar mi dolor además de redactar cuentos. Por la misma temporalidad me percaté de que mis cuentos duraban más de dos hojas por lo que me propuse escribir libros. Redactar ese tipo de fuentes de información e imaginación fue lo que me hizo iluminarme; hasta la actualidad sigo escribiendo libros, poemas y una que otra frase que me motive para cambiar mi perspectiva, es así como esa actividad me confeccionó como otra persona.
Sigo usándolo como terapia porque no encuentro algo mejor que hacer. Bailar es bueno para mí, sin embargo, no es siempre. Escuchar música es lo que alterno con la escritura y, para aumentar el éxito (continuidad de la historia) planeo los escenarios mientras me ducho y así el apoyo sigue. Con los sueños se abarcan las sinopsis de las historias pues desde que tengo memoria veo que ellos son tan extraños que me dispuse a darles un fin a modo de libros.
Hasta el momento, es lo único que contaré. Para más detalle, actualizaré este escrito. Espero que se me sigan ocurriendo más temáticas de esto. "Obvio que sí", espero decirme sabiendo los niveles enormes que dominan mi creatividad, además de los raros sueños que se me pasan todas las noches.
Una muestra de cómo me siento será un fragmento de un poema de mi autoría que aprecio tanto y no soy capaz de publicarlo en ningún sitio debido a esa batalla con mis demonios interno Lo decidí llamar Aturdida porque es más fácil así identificar cuán lastimada me he sentido:
Había estado cayendo
En pasiones líricas
Un sonido de llanto
No podía ayudarlos
Anhelo seguir comentando, ahora me despido con un amor propio elevado. Ojalá que tú que me estás leyendo te la sigas pasando genial en este día presente. Mi posdata sería que nunca me imaginé estar publicando todo lo que escribía, ah, y como muestra de si mi terapia funciona, la verdad sí, a pesar de tener algunos actos frustrados (libros que no terminé) que, además, los fusioné para la creación de libros que sí logré terminar pues estuve bastante inspirada.
Okuduğunuz için teşekkürler!
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