Evano's Hikayeyi takip edin

El sonido de la música aturde mis oídos, el olor a sudor, cigarro y colonia combinado con las punzadas en mis pies están a punto de desmayarme pero tengo que aguantar, la noche apenas comienza. --Te, llévaselo a Raisa.-- Me pide Madame, una mujer afroamericana de 1.85, con más curvas que una carretera y uñas tan largas como mi meñique, tenía un extraño encanto y una tristeza siempre fija en sus ojos cada que me dirigía la palabra; aún no soy digna de saber su nombre, tomo de la barra el shot color lila y lo pongo en la bandeja, tenía prohibido llevar cosas en las manos. Esquivo las mesas con hombres borrachos que me quieran tocar, el vestido es absurdamente justo y corto, los tacones demasiado altos y tengo demasiada hambre como para hacer preguntas, llego al cuarto de cambios y entro sin tocar, las chicas se cubren pero al darse cuenta que soy yo se relajan.--Entra Te, no sabíamos que eras tú.-- dice alguna voz, cierro la puerta detrás de mí y todo el ruido queda afuera, gracias a Dios por las paredes insonorizadas, me dirijo a Raisa --Madame te manda esto.-- digo ofreciéndole el shot, el cuarto que antes estaba lleno de risas cambia totalmente, ahora cierta tensión gobierna y no tengo ni la menor de idea de cual será la razón. --Lo siento-- me disculpo sin saber muy bien la razón --No, no pidas disculpas, sólo... Una nunca se acostumbra ¿Sabes?-- dice la chica de ojos azules, me coloco la bandeja bajo el brazo y pienso en lo que está pasando. --Raisa... ¿Llegaron al precio? Es lo que el shot significa ¿No es así?-- pregunto con sumo cuidado. Las chicas se tensan y Raisa me mira con pena --¿Cuántos años tienes Te?-- me pregunta mientras pone su mano en mi mejilla --20-- digo extrañada --Yo tengo 25 y soy la más joven después de ti, mira a tu alrededor, todas ya nos quedamos aquí, pero tú, tú tienes que salir ¿Si?, No importa lo que te digan, no cambies el trabajo de mesera, no aceptes que lleguen al precio, haz bailes, pero no aceptes el precio, porque una vez que lo haces...-- hace una pausa para tomar el shot de un trago-- Ya no te quedan fuerzas para salir.-- Toda mi piel se pone china mientras veo a Raisa salir, me apresuró detrás de ella y veo al hombre con el que subirá al "piso de las puertas negras", un hombre nada atractivo, joven, trajeado y con una mirada que no auguraba nada bueno, toma a Raisa de la cintura y camina con ella hacia las escaleras, al pasar por su mesa es aclamado por los hombres que lo acompañaban, me dieron náuseas sólo de pensar en Raisa. Entre el grupo de hombres pude notar cierto patrón en su apariencia, algo subidos de peso y con el cabello teñido de negro tratando de ocultar su edad, excepto uno, al estar de espaldas se podía apreciar su cabello sal y pimienta, incluso bajo el traje gris que llevaba se delataba que iba al gimnasio, no pude ver su rostro pero me llamó la atención que a diferencia de sus compañeros, no mostraba euforia, simplemente se mantuvo en su asiento dando un sorbo a su trago.

Evano's era el club de caballeros más famoso de toda la ciudad, tanto por los rumores de que las chicas que trabajaban ahí no eran simples mortales, si no diosas; al igual por la temática de puertas que era manejada, bastante simple y bastante divertida para los clientes, veías a una chica y decidías a qué puerta la querías llevar, si a una puerta transparente, ubicadas en el primer piso en la que consiste en cubículos donde la chica presenta un baile para tu goze personal más no sé puede tocar; a una puerta roja ubicadas en el segundo piso son cuartos donde la chica presenta un striptease y se pueden tocar más no pueden pedir más que eso; o si llegas al precio por la chica, la puedes llevar a una puerta negra, donde la chica prácticamente te pertenece toda la noche y no hay restricciones. Es bien sabido que no cualquiera entra a Evano's, era lugar donde desde los más altos funcionarios del gobierno hasta los líderes de las más grandes mafias iban a cerrar tratos, algunas veces entre los dos bandos, a mis ojos todos se veían igual, con demasiado dinero y demasiados tragos encima, definitivamente nada bueno podía salir de aquella combinación, ningún secreto salía de las paredes de Evano's, "Ningún hombre está más dispuesto a negociar para demostrar su alcance de poder, que cuando tiene a una hermosa joven sentada en las piernas, ese es el mejor momento para retarlo" era el lema de Madame. Definitivamente los mejores tratos se cerraban en Evano's.