javier-gomez1621984350 Javier Gomez

Yulsira, ultima de los iowa, una gran guerra se avecina, y no veo mas que tristeza en ti , ármate de valor, alza tu espada, levanta tu escudo, y enfréntate colérica antes los Valkhinir, no es tiempo de llorar, no es tiempo de correr, ¡Es tiempo de luchar¡ "El mundo esta cambiando Yulsira, y tu también".


Fantastik Karanlık Fantezi Sadece 18 yaş üstü için. © J.C.Gomez

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YILSARK LAS TIERRAS DEL INVIERNO INFINITOO

Desde el raso cielo cae la nieve sagrada, desde las montañas del silencio, descienden los hermanos odiados, su grueso pelaje absorbe el frio maldito dejado atrás ya hace bastos milenios. Enfrían su sangre hasta volverla gélida, pálida, pura y blanca al igual que el manto que cubre el yermo paisaje de Yilsark. Mantienen el último de los calores en sus alientos, y lo comparten con sus descendientes, para mantener dichosos la esperanza de la vida, mientras aúllan orgullosos ante el yermo paisaje de Yilsark.


Un paramo muerto, un fuego fatuo que arrastra su éter

antes de consumirse por las llamas de la cólera


Una señal en el cielo que marca el curso de los astros

Un cuervo de sombras, un ciervo de fuego, un oso de roble, un lobo sin
manada..


Sangre que pinta un lienzo blanco en el terreno de lo sagrado

Una Virgen desflorada por demonios en depravación

Una bestia emergiendo del cuerpo de la esperanza...


Ojos Azules que me revelan un caos uniforme


Ojos Azules que pronuncian mi nombre




Este es mi nombre, esta es mi verdad, estas es mi historia... ¡¡Basztraz Ni
Ezvo¡¡



II


El día a pesar de sus nubes grises y vientos gélidos, los sagrados lingotes del sol bendecían al clan de la joven Yulsira. Mientras vestía entre telas de seda y abrigos de piel, sus oídos prestaban atención al ruido de afuera, escuchaba a los animales siendo correteados por sus pastores, los comerciantes elevando su voz para llamar la atención a nuevos compradores y los más jóvenes entrenando sus cuerpos con la espada y el escudo, nada le hacia mas feliz a Yulsira que sentir que la vida corría por su aldea.


—¿Debo de ir? —


—Sabes que si… no puedes abstenerte ante la voluntad que tus ojos desean revelar, además es importante para nuestro pueblo, a mí y a tu padre nos aliviana mas nuestras cargas como lideres de este clan.


—Es por ese único motivo que lo hago, si no, no tendría razones para explorar dentro de mi Ayavanar


—Tu Ayavanar es lo que debe de motivarte hacerlo, es lo que más late en tu interior


—Aun así, porque es tan importante lo que mis visiones tienen que decir, si nunca me dicen nada


—Mi querida, algún día tendrás que ver la cruenta verdad, y deberás de prepararte para los duros caminos que esta tiene para ti, quieras o no, la sangre que corre en tus venas, tiene un gran peso en tu tan incierto destino y de manera justa, nosotros cargamos con las cadenas que lo sostienen.


—No se si creerte esta vez madre


—¿Por qué lo dices?


—No creo que sea tan importante


—Mi pequeña… naciste bendecida por la mas grata de las inteligencias, tu sabes la importancia que tienes en este mundo, el simple hecho de que puedas ver lo que los dioses también, significa mucho. Así que basta de cuestiones, y apresura el paso, que la gran Madre te espera. Tu padre te llevara en el caballo de tu hermano.


—Esta bien, tus deseos son ordenes mi madre—


—Anda hija, pero antes que partas sendero, debes de saber que tu papa te llevara, pero no te traerá, desde ahora vendrás a pie.


Entonces con la bendición de su madre, Yulsira monto en el caballo de su hermano acompañado por su padre, este la subió a su lomo mientras ella rezaba sus plegarias alabadas a los dioses del Gran Árbol celestial como era de costumbre. Otras tierras lo conocían como Ayandrel, pero aquel nombre no era tan usado por su gente, ni si quiera lo pronunciaban por mero gusto, para algunos era impuro y pagano pronunciarlo de esa manera. Y de trote en trote un padre y su hija se alejaban de su aldea, para que de vuelta trajeran consigo aquello que mantenían a las mentes débiles fuertes, y a los corazones desdichados un motivo para que sigan latiendo


“Tha Nameri”

Esperanza


Sin saber Atenom los veía desde lejos, como si observara para tallar en su memoria de hombre los pasos que dejaba su caballo en la nieve. No evitaba sentir algo de rencor, pero sin pertenecer a la imagen de su padre, mas bien para la Joven Yulsira, la cual la seguía viendo como una pequeña y simple niña.

III


—¿Te han dicho ya algo tus espíritus, padre?


—¡Si ¡Me han dicho que dejaras de ser tan preguntona y un poco más
obediente!


—¿Enserio te dijeron eso?


—No, la verdad estaba vacilando un poco, pero si te conocieran más a p
profundidad apuesto que dirían eso


—Vamos padre no juegues conmigo así, en serio quiero saber que te dicen, así como yo estoy obligado a revelarles las profecías que se encuentran ocultas entre mis visiones ¿No crees que es un poco cruel no revelarme por lo menos una frase de los espíritus que consulta a mi querido padre?


—La vida tal como es, ya es cruel mi pequeña, y a veces existen secretos que son mejor que se queden en olvidados en el silencio, no toda verdad es necesaria, a veces es mejor aguardarla, aun que mas tarde que nunca se sabrá, es cuestión de equilibrio mi pequeño pajarito.


—Entonces no todos los secretos deben de ser revelados, es a lo que te refieres


—Así es, algunos duelen mas que cuando se hablan, ya lo entenderás pajarito cuando crezcas


—Pues me gustaría crecer más rápido


—Cuidado con lo que pides, puede volverse realidad


—Parece que ya llegamos ¿Es aquí verdad?


—Si Yulsira, que los dioses te bendigan, que hagan de tu voluntad un bien mayor.


—Y a ti en tu Ayavanar padre


—Antes de que se me olvide, te advirtió madre sobre tu regreso


—Si, no te preocupes padre, yo también quería decirte algo, puedes llamar a un gorrión con tu silbido, necesito enviar un mensaje


—¿Y para quien es el mensaje si su alteza me permite saber?


—¿Es un secreto, no todos deben ser revelados, lo recuerdas?


—Como tu digas niña astuta, cuídate hija te estaremos esperando


—Te lo prometo, Adiós padre te veré luego.


Y Yulsira corrió rumbo arriba hacia la colina, donde la gran madre, la gran bruja de su clan la esperaba fumando hojas secas y rezando para aliviar la crueldad del frio, frio que nunca cesa en Yilsark.


LAS CRONICAS DE YULSIRA "RADIO NOVELA" | Pódcast en Spotify

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8
Sonraki bölümü okuyun PROFECIAS DE MUERTE Y ESPERANZA

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