mymemoriesdied_ Vodka ♡

"Voy a convertirme en un viajero, ¿Esperarías por mí?". ・❀ Oneshot. ・❀ Couple: KookV. ・❀ Romance. ・❀ Historia original/ No copies, no adaptes. VODKA.


Hayran Kurgu Tüm halka açık.

#Bestfriendstolovers #romance #inkspiredstory #taekook #kookv #angst #boyslove
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Still here.

—Hyung.

Casi de inmediato, porque luchaba por contenerse, una sonrisa se dibujó en el rostro de aquel castaño que yacía "enfocado" en lo que tenía en frente. La vista quizá no era la más espectacular, pero sí era hermosa, no cabía duda de que desde esa ventana podía obtener tomas bastante buenas para el recuerdo.

Un suspiro se oyó detrás de él, seguido de pasos bastantes suaves. Pronto sintió una presión contra su cadera, y él ni se inmutó, aunque por dentro estaba bastante complacido con la cercanía de esa persona.

—Oye, ¿se puede saber cuántas veces tendré que decirte que no tomes mis cosas sin mi previo permiso?

—Esta será la última vez. Lo prometo —aseguró Taehyung, con su visión clavada en el lente de la cámara. El bajo sonido lleno de reproche que su amigo soltó, le hizo rodar los ojos, más sin embargo su sonrisa seguía allí—. Espero que puedas dejarme usar tu computadora para imprimir estas fotos.

Jungkook sólo suspiró, apoyándose más contra él con sus brazos cruzados, buscando con la mirada la cosa que tenía atrapada la atención de Taehyung. La vista sólo era un par de árboles y arbustos, junto con los edificios que rodeaban el barrio. El cielo podía apreciarse bastante bien, pero no era suficiente.

Taehyung contempló el reloj en su muñeca, y sonrió.

—Allí viene —susurró, sosteniendo con fuerzas la cámara cuando aquel vigoroso sonido estremeció el suelo debajo de ellos. Jungkook cubrió sus oídos con cierto fastidio, pero sin perder su enfoque en el castaño, quién no tardó en disparar la cámara cuando el gigante avión se divisó muy por encima de la copa de los árboles.

Su corazón latía con prisa, incapaz de reprimir la emoción que su rostro debía estar mostrando. Una tan... posiblemente lamentable, que todavía no conseguía palabras para describirla. Se llevó la mano a su pecho, sin decir nada una vez que todo volvió a estar en silencio.

—No es la gran cosa, lo sabes, ¿verdad? —musitó Jungkook, mirándole más de cerca. Él se estremeció un poco—, es sólo malgastar el rollo. Otro lugar estaría mejor, quizá la playa.—sugirió.

El mayor guardó silencio, tomando unas cuantas fotos más hasta finalmente enderezarse, y soltando un poco de aire, mirar con suaves ojos al obstinado pelinegro.

—Me gusta —dijo.

La neutra expresión de Jungkook no cambió, simplemente inclinó un poco más su cabeza a un costado—. ¿Y por qué?

Taehyung se relamió los labios, porque lo que estaba a punto de decir sería algo así como la punta de un inmenso iceberg.

O al menos así lo sentía él.

—Porque el recuerdo se vuelve cada vez mejor.

Y sí que lo hacía. Casi podía saborearlo.

Aunque no supiera tan dulce como desearía.

El pelinegro frunció sus frondosas y perfectas cejas con extrañeza, su oscuro cabello balanceándose hasta rozar el piercing que tenía en esa zona, totalmente atractivo. El castaño ya había anticipado una reacción como esa, por lo que rió, y eso frustró más al contrario.

—No estoy entendiendo nada, sabes —espetó Jungkook, como el amigo del grupo que no capta el sentido de un chiste, mientras que los demás no paran de reírse.

—No es necesario que lo hagas, Jungkook-ssi. Ya les di un significado especial a estas fotos, así que ahora poseen bastante valor para mí —Se limitó a decir—. Espera, esa es una buena cara —señaló este mientras levantaba la cámara una vez más y tomaba una fotografía de Jungkook, congelando para siempre su rostro teñido de desconcierto—, te daré una copia.

—Estás muy extraño el día de hoy.

Taehyung esbozó una efímera sonrisa y bajó su rostro, apreciando la imagen en la pantalla y frotando esta con sus dedos.

—Estoy normal...

Que Taehyung le mintiera tan descaradamente en la cara, a él, su mejor amigo, le transmitía mucha intranquilidad. La expresión en su rostro con la que llegó a tocar su puerta esa tarde, junto con aquella sonrisa tan tranquila con la que le dijo que debía decirle algo importante, le causó asombro porque jamás lo miró poner una cara como esa.

Tan plástica.

—¿Tiene que ver con lo que necesitas decirme? —El azabache no tardó en ir al punto, viéndole caminar hacia su cama donde tomó asiento, colocando sus manos a cada extremo de su cuerpo y elevar el rostro, mirando hacia el techo.

Jungkook se acercó a su lado, hundiendo el colchón con su peso y cruzando sus piernas—. ¿Es algo malo?

—Creo que sí —replicó en un suspiro, sin cambiar su posición.

—Crees —repitió Jungkook.

—Voy a irme de Corea el próximo mes.

Aquellas palabras no se profundizaron en la mente de Jungkook, tan sólo lo atravesaron como una brisa hasta segundos después que no oyó a Taehyung reír y decir lo que realmente ocurría.

Fue entonces que una desagradable sensación azotó la boca de su estómago, y tuvo que pasar saliva.

—Espera, ¿qué?

—Como lo oyes. Voy a irme —Taehyung lo miró y le brindó una suave sonrisa —Conseguí un intercambio en una prestigiosa universidad de Música en London, por lo que...

El castaño quedó perplejo con la rapidez en la que su amigo se puso de pie y lo tomó de los hombros, agitandolo con sus ojos llenos de un brillo que él sólo veía cuando este estaba tomando fotografías.

—¡Tú, loco! ¡Hubieras empezado por ahí! —Jungkook tiró de él y lo abrazó con fuerza, mientras que Taehyung se sentía en otro plano dimensional, sus mejillas sonrojándose y sus movimientos y respiración volviéndose torpe. Dios mío—. Dios mío, eso es increíble. Estoy muy feliz, Hyung, sabía que conseguirías ir a cualquier lado que te propusieras.

El pecho de Taehyung fue invadido por una inmensa y abrumadora calidez, su cuerpo se relajó y se dio el gusto de responder el abrazo adecuadamente.

Porque era como si las inseguridades se deslizaran con facilidad de su cuerpo, cuando Jungkook lo sostenía así. Pero aquellos brazos también eran un arma de doble filo, llevándolo a cuestionarse sobre qué era lo mejor para sí mismo, y lo que él realmente deseaba.

Se removió y miró a Jungkook a los ojos, anhelando que estos le diera las respuestas que él creía necesitar. El pequeño empujón para ordenar todas las ideas en su mente de una sola vez.

Estuvo tan atrapado en esos orbes y los innombrables sentimientos, que se extendían por todo su cuerpo como grandes alas, que no prestó atención cuando su propia mano viajó a la mejilla del azabache, prestando una caricia bastante dulce.

¿Lo peor del caso? Aquellos ojos jamás mentían, ni siquiera a él.

No. Mejor dicho, mucho menos a él.

Jungkook pasó saliva con disimulo, su antigua expresión cargada de emoción había sido reemplazada por una más tranquila, rozando los bordes del descontento, pero no menos hermosa que antes, según Taehyung.

—¿Cuándo dices que te vas? —Su voz no parecía preparada para esa interrogante.

—El próximo mes. Sólo debo tramitar varios documentos.

—Uhm. Tus padres deben estar felices —Esbozó una tenue sonrisa.

Taehyung frotó su pulgar sobre la blanquecina piel, su mirada descendiendo—. Puedes asegurarlo.

—¿Y tú? ¿Lo estás? —Inquirió, con la seguridad de que con ello conseguiría aquellos ojos devuelta a los suyos, sin embargo cuando la respuesta fue lo contrario, supo que las cosas eran más complicadas de lo aparente.

Liberó un suspiro, teniendo el nombre del otro en la lengua cuando se oyeron pisadas provenientes de las escaleras. En un parpadeo, la distancia entre ellos creció como una fría marea, y la burbuja fue reventada cuando la puerta de la habitación se abrió.

—Chicos, preparé galletas —Ambos se voltearon a ver a la madre de Jungkook, hermosa y elegante, casi como una segunda madre para el castaño—, bajen y coman con nosotros, también hay té.

Taehyung se puso de pie y se acercó a la sonriente señora—. Eso suena bastante bien. Sus galletas son mis favoritas.

Ella palmeó su hombro, halagada—. Ay cariño, ya le pasé mi reseta a tu madre, no te preocupes.

El azabache los miró conversar y reír mientras bajaban juntos, él siguiendolos por detrás con sus manos metidas en los bolsillos de sus pantalones de estar en casa, y en completo silencio. Si todavía le faltaba terminar de procesar la noticia que Taehyung le dio, ese momento en que sus ojos se trabaron juntos, como muriendo por decirse miles de cosas que parecían querer desbordarse repentinamente, tendría su mente bastante ocupada lo que restaba de ese día.

Luego de ese atropello que recibió en su habitación, el resto pasó bastante rápido y con una naturalidad que tuvo a Jungkook capturado. Taehyung le dio la noticia a sus padres, su madre derramó un par de lágrimas más sin embargo los dos lo recibieron en sus brazos con mucho afecto, él se quedó sentado en el sillón, alegando que ya lo sabía y que también estaba feliz por él.

La charla que mantuvieron mientras merendaban fue por lejos una de más memorables para él, llena de risas, historias sobre ellos dos pequeños, entre otras cosas, no obstante, lo que hizo esa ocasión mucho más inolvidable para el azabache, fue que los ojos de Taehyung no volvieron a mirar en su dirección.

Ni siquiera cuando estuvieron parados en la puerta, su cámara todavía colgando del pecho de aquel terco chico.

—Nos vemos —le oyó decir cuando le daba la espalda y avanzaba por la acera.

—Sí...

Aguardó hasta verle tomar el bus hacia su casa, no porque él necesitase protección o supervisión, sino porque había algo tan nostálgico en el caminar de Taehyung, que Jungkook no se sintió capaz de privarse de grabar aquello en su memoria.

Entonces, cuando cerró la puerta detrás suyo, lo entendió. Comprendió el significado de aquellas palabras con las que Taehyung se desahogó horas atrás.

Caminó de regresó al sofá y se acostó por completo, flexionando su brazo sobre su rostro.

—¿Jungkook? —Era su madre, que seguía en la sala junto a su padre—. ¿Sucede algo?

—Siento que voy a llorar —musitó sólo para sus oídos.

—¿Uhm?

Mordió su labio inferior con fuerza, y lo siguiente que hizo fue recomponerse y sonreír como si nada.

—Decía, ¿qué regalo podemos prepararle antes de que se vaya?

[•••]

Iba ingresando más temprano de lo normal a una de sus clases cuando vio a Taehyung, estaba conversando con el profesor de música. Sintió que no debía interrumpir, así que lo más lógico era salir y esperar buscarlo en otro momento, pero sus pies se negaban a moverse.

Afortunadamente, su presencia no era lo suficientemente fuerte como para ser notado ahí de pie como un completo imbecil.

El castaño abrazaba su violín contra su pecho, parecía emocionado sobre lo que sea que le estuviera diciendo al profesor Seojoon. "Por favor", alcanzó a escuchar, y luego de un asentimiento del mayor, Taehyung ya estaba sacando su violín y preparándose para tocarlo.

Tuvo cuidado de no hacer ruido al caminar, y tomar asiento para admirar desde la distancia. Se recostó del escritorio con sus brazos cruzados, y de inmediato cerró sus ojos cuando la melodía llegó hasta sus oídos, afilada y tan dulcemente impecable, que casi podía saborearse todo el esfuerzo y practica que Taehyung debió dedicarle. Se contuvo de no mirar la expresión del chico, porque conocía que eso sería demasiado para sí mismo y todo contra lo que estaba luchando, así que sólo esperó a que la pieza terminara.

Por su mente, se paseó el bonito recuerdo de hace un año, aquella vez que Taehyung se presentó ante un público para su clase. Casi se sentía igual, ya que ese día Jungkook tenía un importante exámen y no le prometió que fuese capaz de llegar a tiempo, sin embargo lo hizo, se esforzó y terminó mucho antes que los demás, y corrió por toda la institución hasta la sala en donde él estaría. Llegó preciso cuando había empezado a tocar, y Jungkook recuerda con bastante claridad cómo todo su cuerpo reaccionó cuando lo vió bajo aquellos reflectores. Aquel sitio sin dudas fue hecho para él, brillante e imponente, hermoso. Recordaba verlo derramar lágrimas cuando la última cuerda resonó, y los aplausos del público llenaron la sala. Jungkook no recordaba haber aplaudido, y comenzaba a arrepentirse, pero aquello había sido tanto para él, que sólo pudo llevar sus manos hacia su pecho.

Él no se lo podía llevar, ¿o sí? Era su mejor amigo. Era imposible.

O eso creyó antes de que los ojos de Taehyung lo encontraran entre las personas, y sonriera con alivio mientras se limpiaba las lágrimas. Después de eso no hubo retorno.

Su corazón fue tomado más allá de lo que él creía permitido o incluso correcto, pero con Taehyung, nada podía definirse de esa forma. Nada.

Él lo merecía, así que no puso mayor fuerza y le permitió tomar todo lo que quisiera sin él siquiera saberlo.

Unos aplausos le hicieron brincar en su lugar, ni siquiera se dió cuenta de cuándo terminó de tocar. Levantó el rostro y lo miró, Taehyung sonreía con tranquilidad, parecía bastante orgulloso y eso le arrebató una sonrisa al pelinegro.

"Sí, ese es mi chico", moría por decir en voz alta.

Taehyung recogió sus cosas e intercambió un par de palabras más con el profesor, y como si el reloj comenzara a avanzar, el salón comenzó a llenarse de los demás estudiantes.

Eso era una muestra clara de la intensidad de los sentimientos que tenía por su mejor amigo, porque sólo con él el tiempo transcurría como sólo un momento, y a la vez una eternidad.

Cuando se percató, la clase ya había iniciado y él seguía pensando en tantas cosas, reflexionando, cuestionando.

¿Qué debía hacer?

¿Cómo podías decirle a una persona que va a irse, que estás enamorado de esta sin sentirse malditamente injusto?

[•••]

Era fácil decir, que algo estaba atormentando a Jungkook.

Una de las principales cosas que Taehyung se preguntó, fue si se debía a la visita repentina que le hizo cuatro días después de la última vez que estuvo allí. El pelinegro yacía acostado en su cama, con sus brazos y piernas cruzadas mirando hacia el techo.

El castaño se mantuvo sentado en su escritorio, meciéndose en la silla y tarareando una canción que quería aprenderse.

De hecho, ya estaba por hacerlo, y Jungkook seguía sin moverse ni un centímetro.

Otra cosa que pensó, era que quizá estaba enojado porque no habían podido verse esos días; él se encontraba atareado con los trámites y no disponía de tiempo, sin embargo no lo creía capaz de enojarse por algo así.

Cansado de la situación, decidió levantarse y ponerse a su lado, copiando exactamente su posición. Cuando ya estuvo, preguntó:—¿En qué tanto piensas?

La respuesta tardó en llegar, pero lo hizo con brío—. En que vas a irte.

Inhaló, y exhaló, controlando sus emociones—. ¿Vas a extrañarme?

Eso fue lo que necesitó el pelinegro para ponerse de costado y mirarle.

—¿Es broma? Tú qué crees.

Rió, poniéndose de costado también, cuidando no quedar tan cercas.

—Anímate, siempre podrás irme a visitar, y yo siempre podré venir.

—No estoy muy seguro de que eso sea "siempre", estamos hablando de otro continente, después de todo —señaló, su ceño fruncido.

Taehyung golpeteó sus dedos contra el mentón del más joven, sonriendo al verlo escapar de su toque—. Bueno, de vez en cuando. Además, podemos hacer videollamadas, ver películas online y jugar videojuegos también. No suena tan mal así, ¿huh?

Jungkook sólo suspiró, regresando a su posición inicial, esta vez luciendo más abatido.

—Jungkook-ssi~ —Taehyung enganchó una de sus piernas a la cadera del pelinegro, sacudiendolo—. ¿Qué pasa? ¿No te sientes listo para no verme?

Otro suspiro, esta vez más intenso y tembloroso. Lo vió cubrir sus ojos con su antebrazo y su corazón dio un vuelco doloroso, todo su cuerpo trastabillando ahora.

Sabía lo que estaba pasando, era algo que habia previsto aunque no tan pronto.

Y eso no querría decir que estaba preparado.

—Jungkook —Lo llamó con suave voz mientras lo abrazaba.

—¿Por qué estás tan tranquilo? No estás ayudando, Hyung —murmuró.

—Lo siento, sólo bromeaba —Lo estrujó fuerte entre sus brazos, tal y como sentía su pecho—. Aunque no sea el fin del mundo, también voy a extrañarte muchísimo, a ti y a esta ciudad, pero no me iré para siempre.

—Lo sé... Es sólo como dices; no me acostumbro a la idea de todo el cambio, pero con el tiempo terminaré haciéndolo —aseguró, dando una profunda respiración y finalmente correspondiendo el abrazo—. Un mes pasa en un abrir y cerrar de ojos.

—Es así —miró las fotografías y posters pegados en las oscuras paredes—. Es complicado.

Jungkook guardó silencio por varios minutos, hasta que finalmente tomó asiento en la cama. Sus enrojecidos ojos hicieron el intento de ver al castaño que todavía estaba acostado a su lado, pero la vergüenza terminó impidiendoselo.

—Lo siento, ya estoy mejor —dijo esa pequeña mentira.

—No pasa nada —Y Taehyung creyó que pretender creerla sería lo mejor—. ¿No quieres salir un rato? Sería bueno buscar una distracción. Jimin me habló sobre una fiesta hoy, podríamos ir.

Jungkook se colocó de pie y fue hasta su armario—. Olvídate de eso, podemos tener nuestra propia fiesta acá —Sacó dos botellas de Jack Daniel's y le sonrió, Taehyung sintió un poco de alivio—. Llama a Jimin y dile que no podremos ir. No pienso compartirte con nadie.

El castaño mordisqueó su labio inferior, cubriendo su rostro con su mano cuando una risa brotó de su garganta y Jungkook se disponía a ir a la cocina a buscar vasos—. No será necesario, nunca le confirmé que iríamos.

El sonido de las manecillas del reloj de la habitación del azabache, era lo único que resonaba entre sus voces y la suave música de fondo. Decidieron ponerse de pie frente a la ventana, viendo la tarde volverse noche entre risas y empujones. El licor se sentió como miel en su sangre, y cuando la última botella se vació al igual que sus vasos, no les quedó de otra que beber de la penetrante mirada del otro.

Jungkook ya había dejado toda vergüenza atrás con el primer trago que tuvo, por lo que sus palabras salieron con naturalidad, reconfortado a Taehyung—. Discúlpame. Siento que a veces puedo actuar como un niño, y no sé en qué tipo de situación debo estarte poniendo con ello —Frotó sus ojos, espantando el cansancio—. Ni siquiera sé cómo debes sentirte con todo esto y sólo he estado pensando en mis propios sentimientos. Debo organizarme; lo que menos quiero es abrumarte.

—Para nada —Taehyung sacudía suavemente su cabeza, sonriéndole con suavidad—, yo lo entiendo. Al igual que yo, debes tener muchas cosas en la cabeza.

Demasiadas.

Jungkook miró hacia afuera, el cielo nocturno lucía solitario sin ninguna estrella a la vista. Pensó en las palabras de Taehyung, y ciertamente no era el fin del mundo, trataría de organizar sus pensamientos y emociones, o de otra forma se volvería un lío.

El castaño se mantuvo mirándolo, repitiéndose a sí mismo como una mantra que, por ningún motivo debía mostrarle a Jungkook su debilidad, no debía flaquear ni dudar de nada. Esa vez en que le dio la noticia casi lo hizo, y estuvo pensando en que quizá por eso el pelinegro estaba como estaba.

Él lo conocía muy bien. Siempre le ha dicho a Taehyung que sus ojos jamás mienten.

—Hyung —Instintivamente retrocedió, teniendo haber dado un paso en falso inconscientemente. Claro, se tambaleó a causa del alcohol y se sostuvo del brazo de Jungkook, bajando su cabeza—, cuando me miras de esa manera, ¿qué es lo que debería hacer?

Apretó sus labios, todo su cuerpo vibrando cuando lo tuvo mucho más cerca. Quiso apartarlo, pero llevar su mano hacia su pecho fue el peor error que pudo cometer, se congeló, y se mintió a sí mismo al igual que Jungkook, al decir que aquella botella de Jack Daniel's era la causante de que aquel corazón latiera con prisa.

—Yo-

—Ignoralo —La delicada sonrisa en el rostro de Jungkook casi le hizo gimotear. Su cuerpo se unió al de él, y sintió su respiración en su oreja—, olvida lo que acabo de decir.

—Estoy borracho —atinó a decir, como si esa fuese la excusa perfecta.

—Sí. Yo también lo estoy, y muero de hambre —dejó salir una ronca risa antes de separarse y mirarlo—. Bajemos a cenar, creo que oí a mamá gritar hace rato.

Cuando fueron hasta el comedor y notaron el silencio alrededor y toda la oscuridad, se rieron porque Jungkook había creído terriblemente mal. Eran pasadas las 11:00 PM, y claro que sus padres debían acostarse temprano para al otro día ir a trabajar. No era como si ellos no tuvieran clases al día siguiente también, pero era seguro que no entrarían a la primera hora.

La cena de ambos estaba guardada en el frigorífico, la calentaron y se sentaron a comer agradeciendo lo consentidores que los padres de Jungkook eran, porque, ¿quién de preocuparía por la comida de dos alcohólicos universitarios? Ciertamente Jungkook corría con suerte. Y Taehyung también, para qué mentir. La vida parecía bella.

Lavaron sus platos y subieron de regreso a la habitación del pelinegro. Se quitaron la parte superior de la ropa y Taehyung evitó mirara por mucho tiempo aquel torso y brazos llenos de tinta. Se metieron a la cama de forma desastrosas, riéndose de la nada.

—Quiero tener sexo.

Taehyung se carcajeó. Sentía sus mejillas arder, igual que el resto de su cuerpo—. Duérmete.

Y ese día terminó de esa forma, el siguiente iniciando con ambos chicos enrredados juntos debajo de las sábanas, roncando y suspirando suavemente, deseando no despertar, ya que el una fuerte migraña no sería el único golpe que recibirían al recuperar la consciencia.

[•••]

Los siguientes días fueron bastante engañosos. Aunque el asunto pareció ser zanjado, cuando habían miradas que se cruzaban, o sonrisas que eran dedicadas a alguien en específico, el ambiente repentinamente se teñía de un opaco azul grisáceo. No había incomodidad, pero la tristeza que Jungkook tendía a manifestar en ocasiones cuando estaban juntos, le abrumaba. Taehyung buscó maneras de reducir la pena que su amigo debía estar padeciendo, pero se volvía inútil cualquier esfuerzo cuando terminaba por contagiarse de la triste atmósfera, por lo que sus escasos ánimos acababan desintegrandose.

¿Pero qué podía esperar de esa situación? Fue un completo ingenuo al creer que una despedida de color de rosas siquiera existía.

—Hey.

Unos ojos que lucían agotados le miraron cuando la puerta se abrió frente a él, aquella sonrisa recibiéndolo de inmediato se sintió demasiado dolorosa.

Ya era suficiente.

—Creí que no vendrías. Pasa, mis padres no están.

Taehyung miró aquella espalda alejarse unos cuantos centímetros hasta detenerse, y darse la vuelta a mirarlo. Él permaneció de pie, sosteniendo su mochila en su hombro sin dejar de sonreír.

—¿Hyung?

Quedaban dos semanas para su vuelo. Ya se había mentalizado de todo el cambio que su vida daría, la mayoría de sus cosas ya estaban arregladas, y sus papeles estarían listos a más tardar al siguiente día por la mañana.

Ya no había vuelta atrás, sin embargo, todavía quedaba algo por hacer.

Tomó la cámara que reposaba contra su pecho, y el pelinegro suspiró con cierta diversión.

—Jungkook-ah, vayamos a la playa.

Tomaron prestada la camioneta de su padre y condujeron durante 15 minutos hacia la playa más cercana. El clima estaba perfecto, el sol se colaba entre las hojas de los árboles, y la brisa era cálida, ver el mar juntos les resultó bastante terapéutico, y aunque ninguno pretendía meterse al agua, sentian satisfacción de estar allí.

—Es extraño no ver mucha gente cerca —comentó Taehyung, dejando su mochila en el suelo con cuidado.

—Quizá el mar sólo nos estaba esperando a nosotros —musitó el pelinegro. A Taehyung le gustó como sonó eso, mucho, pero no comentó nada.

Jungkook se quitó los tenis, subió los ruedos de sus jeans y corrió como un niño hacia la orilla, permitiendo que el residuo de las olas golpearan sus pies. A lo lejos reconoció el sonido de su cámara siendo disparada, y se giró con una gran sonrisa.

—¿Para el recuerdo? —Interrogó, elevando su voz.

Taehyung asintió, su castaño cabello siendo acariciado por el viento lo hacía lucir casi irreal, como una mera ilusión.

—Sí. Esta la llevaré conmigo.

Rió—. No te escuché. ¡Habla más fuerte!

No estaban tan lejos el uno del otro, pero Jungkook sintió la amarga ansiedad instalarse en su estómago. Contra todo su instinto, permaneció de pie allí, mirándole tomar más fotografías hasta que se agachó y sacó su violín de su mochila.

Taehyung caminó hasta estar más cerca de él—. ¡Quiero mostrarte la última pieza en la que he estado trabajando!

El corazón de Jungkook se estrujó, conteniendo el inconmensurable afecto que lo estaba haciendo latir en ese momento, una vez vio a la persona que amaba cerrar sus ojos y tomar aquella postura tan hermosa, haciendo de los rayos del sol sus propios reflectores.

Tal y como se imaginó, era la misma melodía que escuchó ese día en el salón de clases, con la única diferencia que captó al instante, de que en esta ocasión el ritmo era más lento, dándole una sensación de tristeza que nubló sus ojos por cortos segundos.

A su mente sólo pudo venir aquel trozo de una de sus canciones favoritas.

"Querido dios, la única cosa que te pido, es que lo abraces cuando yo no esté cerca".

Santo dios. Lo iba a extrañar muchísimo.

Cuando la melodía empezó a acercarse a su fin, él también lo hizo. Redujo la distancia y aplaudió un buen rato, y seguidó llevó sus adoloridas manos a aquel rostro que era recorrido por las lágrimas.

"Por fin",pensó Jungkook con alivio. Se había estado preguntando hasta cuándo Taehyung se escondería tras aquellas sonrisas.

—Estuvo magnífico —Susurró con una sonrisa.

Taehyung dejó caer sus brazos y lo miró con sus ojos todavía llenos de lágrimas—. Tenía que serlo.

—¿Estuviste conteniendote hasta este momento?

—Sí —dejó su instrumento a un lado y de limpió—, de otra forma no habría podido organizar mis cosas, pero ya está todo listo.

—Vas a irte.

El castaño se aferró a sus manos, sin separar sus miradas ni un sólo segundo—. Voy a convertirme en un viajero, ¿Esperarías por mí?

Jungkook frunció el ceño, uniendo todavía más sus cuerpos porque lo necesitaba. Temblaba por ello—. Taehyung-ah, ¿Qué significa eso? Yo esperaría por ti el tiempo que fuese necesario.

Y esas palabras terminaron por impulsar al castaño, y lo que este no sabía, es que Jungkook ya lo estaba esperando. Ocurrió en sincronía, justo cuando el cielo decidió empezar a teñirse de un brillante naranja sobre el mar, sus rostros de inclinaron y se miraron por un último instante para finalmente -finalmente- sellar sus labios en lo que de sintió una hermosa eternidad.

Toda preocupación de Jungkook dejó de existir desde entonces, por eso cuando se separaron para cerciorarse de que lo que ocurrió era la real y no un sueño, añadió:—, pero... asegúrate de no tardar demasiado, o me encargaré de ir hacia ti.

Taehyung asintió con una reluciente sonrisa, idéntica a aquella que tuvo cuando encontró a Jungkook un año atrás entre la multitud.

El castaño se apartó un poco, y tomó la cámara que colgaba en su pecho, la regresó a su respectivo dueño y luego se quitó los zapatos para correr hacia la orilla.

El atardecer se cernió sobre ellos como un cálido manto, y la fotografía que Jungkook tomó en ese momento, se volvió sin duda su favorita.

El viaje de regreso a casa se sintió espectacular, sus manos entrelazadas y besos que eran robados cada cierto tiempo, sin duda lo volvieron irresistiblemente romántico. Más allá de la melancolía que todavía podía seguir presente entre ellos, decidieron enfocarse en lo que finalmente habían permitido florecer. Iban a apostar todo a eso.

Jungkook ni siquiera encendió la luz de su habitación, fue hasta su escritorio y dejó allí su cámara, viendo las cortinas de su ventana mecerse por la brisa nocturna. No tuvo la oportunidad de darse la vuelta cuando sintió aquellos brazos detrás suyo, envolviéndolo, haciendo su sangre derretirse como miel y cada centímetro de su piel erizarse.

Se sintió como un presentimiento, uno bastante bueno de hecho, pero no quiso apresurarse a los hechos.

—¿Hyung?

—Temprano dijiste... que tus padres no estaban.

Pasó saliva. Una tenue luz de la farola de la calle se colaba por su ventana, permitiéndole algo de visión.

—Eso dije —corroboró luego unos segundos, conteniendo el aire en sus pulmones—, y no creo que regresen esta noche.

El castaño guardó silenció, y al cabo de un momento ya se había separado de Jungkook. Cuando este giró a verlo, la camiseta de Taehyung ya estaba en el suelo, su perfecto torso descubierto en todo su esplendor.

Claramente no era la primera vez que lo miraba al descubierto, pero sí la primera en que no se contenía, y lo miraba con deleite, haciéndole saber también a él, que en su mirada había algo mucho más que simple afecto.

Y eso para Taehyung estuvo más que bien. Más que perfecto.

Porque él también lo deseaba.

Jungkook no se hizo de rogar y procedió a quitarse la camiseta también, pero con un poco más de prisa. Quizá debió sentirse avergonzado por eso, pero las ansias y aquellos ojos que devoraban cada pedazo de piel descubierta, no le permitieron reparar en semejante sentimiento tan estúpido.

Se aproximó a él y pasó su brazo por su cintura. Dio una suave caricia y unió sus frentes, trémulas manos se paseandose por su pecho hasta bajar a su abdomen, y sus oídos siendo llenados por el sonido de la hebilla de su cinturón.

Se desprendieron del resto de la ropa en silencio, viajando hasta la cama entre suaves y dulces besos, junto con caricias que iban directo a sus almas.

Los ojos de Taehyung brillaron hermosamente esa noche, al igual que las estrellas que se asomaban por la ventana. Se sostuvieron del otro como si no quisieran dejarse ir nunca, sacudiéndose en sincronía hasta que se encontraron pronunciando las mismas palabras una y otra vez contra sus bocas.

Ese día fue el inicio de todo, pero se sintió más como una continuación dictada por un guión alterno, que se mantuvo guardado y lleno de polvo, esperando finalmente ser explorado.

Sin duda, ambos llegarían juntos al final de esta historia.

Al final de ese largo, largo viaje.

[•••]

El rostro de Taehyung cuando atestiguó la fiesta sorpresa que él y sus padres prepararon, por poco rompe un pedazo del corazón de Jungkook.

Fue algo sencillo y bastante privado, con sólo ellos y los padres de ambos, aún así bastante significativo para todos. Sirvió para tomarse el tiempo de conversar del pasado y las visiones del futuro. Su madre estaba en un estado bastante sentimental, y si no fuera por la presencia de su padre, está hubiese estado derramando lágrimas durante toda la reunión.

—Ten —Jungkook le tendió una pequeña bolsa de regalo una vez lo llamó a la cocina.

El castaño sonrió de emoción, agitando sus manos—. Qué podrá ser~~

Se cercioró de no estar a la vista de nadie, y plantó un beso en la mejilla del más joven antes de tomar el regalo y abrirlo.

Era un CD. Tenía escrito "Still here" con la caligrafía de Jungkook.

—Después de escuchar la melodía que compusiste, no pude dejar de pensar en ella —frotaba su cuello. Sus mejillas un poco coloradas por aquel inocente beso—, así que... estuve jugando un poco con el piano del salón de música y-

—¡Jungkook-ah! —Taehyung se había abalanzó a abrazarlo con fuerza, su corazón martillando tan fuerte que hizo crecer el sonrojo del pelinegro—. ¿Cómo es que eres tan increíble? Deberías dedicarte a la música también.

—No digas eso. Ni siquiera lo has escuchado, como para asegurar que suene bien —espetó con timidez.

—Te he escuchado tocar antes, lo sabes, así como también sabes que tienes muchísimo talento —Se separó para mirarle con reclamo—. No vuelvas a dudar de tus cualidades. Tocas muy bien, y cantas hermoso también —Lentamente se inclinó, besándolo ahora en los labios—, eres perfecto.

—Me vuelves loco —soltó con frustración, colando una de sus manos por la camiseta de Taehyung. Dejó caer su cabeza sobre el hombro de este y suspiró—. Tú ganas.

Taehyung tarareó felizmente, apretándolo entre sus brazos antes de separarse, y regresar con los demás para presumir su regalo favorito.

Cuando menos lo supieron, el día llegó. Se sintió muy distinto a lo que esperaron en un principio; en el aire se respiraba bastante armonía, y sobretodo muchísimas expectativas y metas que empezaban a trazar para el nuevo futuro que les aguardaba.

El sol brillaba, el cielo era azul y las nubes hermosamente blancas, y aún así las lágrimas no tardaron en aparecer cuando anunciaron que el vuelo de Taehyung había llegado y pronto tendría que abordar.

La despedida en el aeropuerto tuvo que ser breve; un abrazo y un agrio adiós, prometiéndose hacer videollamada tan pronto Tae llegara y descansara de su viaje. Se sintió como una puñalada, verlo marcharse y rodar sus maletas entre el bullicio del lugar y las personas, pero a pesar de sangrar, Jungkook le deseó lo mejor con todo su corazón para su viaje.

Condujo con su familia de regreso a su casa, subiendo las escaleras en una carrera hasta llegar a su ventana y abrirla de par en par. La brisa se sintió un poco reconfortante contra su rostro, las nuevas fotografías pegadas en su pared agitándose como las hojas afuera. Miró la hora en su teléfono, mostraba las 12:58, esperó y esperó, tomó su cámara y con una sonrisa, apuntó su lente hacia el cielo cuando aquel estruendoso sonido sacudió todo el mundo bajo sus pies.

[•••]

"Falla técnica en el sistema de control de vuelo minutos después del despegue. Avión de Asiana Airlines (Corea) con más de 80 pasajeros, se precipita y estrella contra el mar. Confirmados 30 pasajeros fallecidos, entre ellos 5 de la tripulación. Los otros 57 siguen desaparecidos".

—Se perdió contacto con la Aeronave a las 13:15, unos trece minutos después del despegue —Indicaba el ministro de transporte Coreano durante la rueda de prensa—. El avión cambió bruscamente de dirección, por lo que la torre de control buscó comunicarse con los pilotos, pero repentinamente habían desaparecido del radar. Mis condolencias a todos los familiares de las víctimas de este trágico accidente.

"El avión se desplazaba de Seoul al Reino Unido".

"Las autoridades informaron que han instalado un puesto de identificación de cadáveres en un hospital de Seoul, dónde se atenderá a las familias y allegados de las víctimas".

"48 horas después del siniestro. Cifra oficial de fallecidos: 79. Desaparecidos: 8".

"8 meses después del accidente aéreo, siguen 3 cuerpos desaparecidos. Las autoridades informan el cese de la búsqueda".

[•••]

Jungkook estuvo sentado sobre la arena un buen rato, sin importarle que su traje estaba ensuciándose. Tenía aquella fotografía sostenida con su mano, apuntando esta hacia el frente, justo en el mar.

La brisa era fría, demasiado fría. El cielo gris pronosticaba que en cualquier momento podría llover, y aún así decidió ir a ese lugar que regresar a su casa con sus padres.

Estos debían estar preocupados buscándolo, ya que se escabulló de la ceremonia porque sentía que no tenía caso derramar lágrimas a un ataúd vacío, y si debía llorarle a una fotografía de alguien que ya no estaba, sería a esa que sostenía temblorosamente.

Sorbió su nariz, apartando la foto para mirar las tormentosas olas en la orilla.

Observaba a la nada, sintiéndose pintado en esa playa como aquel día en que vio el mar prenderse fuego.

Él no pudo hacer nada, más que mirar y esperar, rezando sin tener el milagro por el que imploró cada maldito día después.

Se preguntaba por qué Dios fue tan cruel con el único deseo que llegó a pedir en su vida, extinguiendo su luz y privandolo de regresar para que su familia pudiera despedirse apropiadamente.

—¿Por qué sigues allá, Taehyung-ah? —Aquella pregunta salió con amargura, raspando su garganta—, ¿Por qué no has regresado?

Su pecho se oprimió, y no pudo evitar que las lágrimas siguieran cayendo al saber que nunca tendría respuesta.

"Voy a convertirme en un viajero, ¿Esperarías por mí?"

—¿Por qué? Ya ha pasado más de un año.

Jamás pasó por su mente que la espera sería así de dolorosa, de haberlo hecho, nunca le habría permitido subir en ese avión aunque estuviera arruinandole un sueño. Estaba seguro de que pudo brindarle muchos más.

Cerró sus ojos, y en su cabeza resonó la melancolía melodía de aquel violín, tan clara como la promesa que él hizo en ese mismo lugar y que finalmente había llegado el momento de cumplir.

Se quitó sus zapatos que ya estaban llenos de arena y piedras, y se colocó de pie. Guardó la fotografía en uno de sus bolsillos y dejó que sus frías manos reposaran allí dentro.

De esa manera se enfrentó al terrorífico y turbulento océano, en su forma más patética y vulnerable, pero sin ningún rastro de duda.

Después de todo ya no tenía nada que perder, y todo lo que él más quería se encontraba allá.

Cuando el agua hizo contacto con la punta de sus dedos, por instinto se dió la vuelta y miró una última vez hacia atrás. Esperó algún sentimiento de arrepentimiento, de pena por sus padres, algo, pero mientras más cerca estaba del agua, más en paz se sentía. Lo único que vino a su mente fue Taehyung, tocando espléndidamente su violín.

Definitivamente no soportaría estar mucho tiempo más sobre la asfixiante superficie sin él.

No resistiría un minuto más dejándolo allá solo.

Tomó su cámara y la sacó de su cuello, dejándola lejos del alcance del agua, como una pequeña muestra de la historia que ellos llegaron a vivir allí.

Respiró profundamente, y luego avanzó, avanzó, y avanzó, hasta que aquel vacío mundo dejó de estar sobre sus pies.

FIN.

[•••]

Acá hago mi Comeback con algo sad, pa descargar mi corazón roto por mi ex lol. No es mucho pero es trabajo honesto :c

Dejaré en los comentarios el link de la melodía que supuestamente Taehyung toca acá uwu. Pueden releer las escenas donde suena con ella de fondo~

En fin, prometo actualizar las cosas pendientes pronto :( como siempre mi vida es una shit y me hace querer mandar todo a la mrda jaja :'). Cuídense mucho, tomen awita.

Hasta acá el shot de Vodka. ♡

Pd: En algún momento hago la portada jaja.










26 Temmuz 2021 07:54 29 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
156
Son

Yazarla tanışın

Vodka ♡ ❛✿25. 🎇 Tomate un shot de Vodka ♡ ||Pseudo escritora|| ||Kookv & Atsuhina L0VER|| Acá yace el diminuto porcentaje de mis ganas por continuar escribiendo fics. Bienvenido/a ♡. Twitter: @forelsketxbts (。•̀ᴗ-)✧ Procrastinando en el nombre de la luna🌙.

Yorum yap

İleti!
Bangtan World Bangtan World
VODKA, NO DIJISTE ANGST, NO DIJISTE ANGST QUÉ RS ESTO 😭😭😭😭😭😭😭
March 29, 2023, 02:52
Yell~• Ol Yell~• Ol
Yo creí que sería algo tos feliz y terminé llorando 😭😭😭😭💔💔💔💔💔
December 21, 2022, 05:59
HB Hannia Bonilla
Según yo quería leer para poder sentorme mejor y termine llorando sintiéndome peor👍
November 25, 2022, 13:45
Lucero B. Lucero B.
Tienes el corazón roto y vienes a rompernoslo a nosotros, que linda~~ ;-;
September 24, 2022, 15:28
jjkthx jjkthx
No puedo dejar de llorar dios vodka amo como escribes y este os me dejó pa la caga 😭😭
May 18, 2022, 00:28
Purple Moon Purple Moon
Soy otra más que terminó llorando 😭😭😭😭😭😭
April 21, 2022, 12:11
Zoe Vk Zoe Vk
Que lindo escribes, sigue así 💜💜💜
February 10, 2022, 18:22
Nochu © Nochu ©
No me la esperaba. Como debí suponer, Vodka siempre nos da vuelta el panorama y todas las teorías que uno va creando a medida que pasa la historia, son derribadas con un balde de agua fría. Simplemente genial, espléndido, especial. Que hagas de tu dolor, un mundo lleno de arte, de verdad, te admiro tanto por transportarme a otro universo que, aunque sea triste, me saca por un momento de mi realidad. Gracias, no dejes de escribir, nadie tiene este don que posees, no lo pierdas, no dejes que lo apaguen. Es la magia de escribir, que aunque sean momentos malos o buenos, siempre hay un sentimiento para plasmar y lo haces de maravilla.
December 02, 2021, 15:36
kaammz kaammz
Me dolió mucho, estoy llorando 😭 TQM
November 05, 2021, 06:43
Ariam Ariam
Hermosa historia
November 03, 2021, 02:49
Valen Valen
Hermoso 😿
August 31, 2021, 02:48
Aquí Leyendote Aquí Leyendote
Mi kokorosito 💔
August 07, 2021, 06:15
Elaa D Elaa D
no puede ser...me tienes llorando a mares, joder. Estoy sufriendo bastante Y respecto a tu ex... si sucedió fue por algo, o quizás era necesario, lamento mucho todo
August 01, 2021, 04:15
Elaa D Elaa D
no puede ser...me tienes llorando a mares, joder. Estoy sufriendo bastante Y respecto a tu ex... si sucedió fue por algo, o quizás era necesario, lamento mucho todo
August 01, 2021, 04:14
day . day .
ayuda no 3s justo, yo vine a leer algo lindo y me salen con esto ya no quiero vivir
August 01, 2021, 01:21
♡ ♡ ♡ ♡
esperé pacientemente por tu regreso y me haces sufrir ;( esto fue dolorosamente hermoso
July 28, 2021, 06:00
♡ ♡ ♡ ♡
vodkita no m hagas esto 💔
July 28, 2021, 05:59
Gumimarii ˋωˊ Gumimarii ˋωˊ
Espero que descargandote escribiendo obras de arte te sirva de mucho. A mi parecer lo veo de una forma sana. Recuerda que a veces las cosas pasan por algo. De la vida se van personas que quizas ya no te aportan nada bueno. Pero se supera, se aprende y sigue viviendo. Amate y cuidate!! Me encanto esta bella historia. Llore!!! Desde que Tae subio al avion presenti q algo malo pasaria jajaja gracias !! Ya necesitaba llorar :"v
July 28, 2021, 01:49
Meli Salgado Meli Salgado
Estoy llorando mucho dios 😭
July 27, 2021, 02:39
Samantha Samantha
págame la terapia plis
July 27, 2021, 00:35
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