isabel-surmay1621875258 Ysabel Canelón

Vanessa es una provinciana que llega a la gran capital de su país a los diecisiete años con una maleta cargada de sueños, disciplinada y ambiciosa logra escalar profesionalmente, a sus veintisiete conoce a Ricardo, un empresario maduro y divorciado con quien desea casarse y formar una familia, pero gracias a una inesperada jugada del destino se involucra con un joven atractivo y divertido, que le muestra nuevas aristas de la vida y es ahí cuando su vida planeada y organizada se escapa de sus manos.


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FABIOLA Y SU AMIGO


Fabiola tocaba la bocina de su auto insistentemente, con la intensión de apresurar a Vanessa.

Vanessa rápidamente secó sus lágrimas, retocó su maquillaje con el fin de evitar que su amiga notara su tristeza, ensayó una sonrisa frente al espejo, y finalmente salió corriendo de su apartamento, le fastidiaba el escándalo que Fabiola había iniciado en el estacionamiento, que podría terminar por molestar a sus vecinos. A pesar de haber enviado a su celular un mensaje asegurándole que bajaría en unos minutos, Fabiola no daba tregua a su mano que afincaba insistentemente al centro del volante.

Desde un séptimo piso Vanessa abordó el ascensor para bajar a la planta baja del edificio.

Fabiola divisó a su amiga cruzando la salida al estacionamiento. ¡Al fin! Exclamó y decidió entonces ocupar sus manos que ahora estaban libres en tomar su maquillaje y quitar el brillo de su rostro, que se tornaba sudoroso a causa la larga espera de diez minutos.

Vanessa aliviada de que el ruido hubiese terminado, disminuyó un poco el paso, pero su camino fue interrumpido por una vecina que se interpuso para comentarle sobre el último percance que se había suscitado con la recolección de la basura del edificio.

_ ¡Vanesa apresúrate! _, gritó Fabiola, Vanessa optó por despedirse de su vecina antes de que su amiga comenzara un nuevo escándalo, y corrió a abordar el vehículo.

_ ¿Qué te pasa?, ¿Cuál es tu apuro?, ¡aún faltan muchas horas para la media noche!, le reclamó Vanessa a su amiga

_ ¡Si, para la media noche si!, pero perderemos nuestra cita en el salón de belleza, ¿acaso lo habías olvidado?, preguntó mientras ponían en marcha el auto

_ No, claro que no, llegaremos a tiempo

Los planes de las jóvenes amigas era ir al salón de belleza, y luego pasar por sus vestidos en la tintorería, los que usarían esa noche en la fiesta de fin de año 2017 a la que fueron invitadas.

Terminaría por fin un año difícil para el país y especialmente para esta ciudad.

A eso de las tres de la tarde habían logrado ya culminar con las tareas planteadas, pero el hambre las hizo desviarse hacia un restaurante muy popular en la ciudad, se sintieron con suerte de ver el lugar muy despejado de clientes, lo cual no era usual allí, y se sorprendieron al observar cómo en apenas unos minutos, el restaurante se llenó sin quedar mesas disponibles. Conversaban mientras esperaban su orden.

Un par de jóvenes, entraron al lugar, Fabiola a la distancia los saludó con su mano, antes de que los chicos llegaran a la mesa Vanessa le manifestó a su amiga su desacuerdo de que los invitara a sentarse con ellas, pero luego de que se levantó y abrazó muy efusivamente a uno de ellos los invitó a ocupar las dos sillas vacías, Vanessa la odió en silencio por ello. Fabiola presentó a su amigo Víctor, y este a su compañero Raúl, quien no fue indiferente para Vanessa, más disimuló muy bien el interés que despertó en ella lo bien agraciado de este joven, que terminó sentado a su lado. El mesonero les trajo la carta.

_ ¿Qué quieres comer?, le preguntó Raúl a Víctor quien ahora hablaba al oído a Fabiola y ella sonreía plácidamente,

_Cualquier cosa, respondió

Vanessa decidió interrumpir a la acaramelada parejita

_Fabi, me puedes acompañar al baño por favor_, pero por la poca atención que le prestó, Vanessa le insistió mientras la tomaba con firmeza del brazo y casi obligándola la llevó consigo. Una vez en el baño le reclamó su atrevimiento de invitar a esos chicos, a pesar de que ella le había manifestado su desaprobación al respecto.

_Por favor Vanesa, no empieces con tus regaños, por buena educación era indiscutible que tenía que ofrecerles los únicos lugares disponibles, además Víctor es mi amigo

_ ¿Amigo?, ¿Dónde lo conociste?, jamás lo había visto

_ Es una historia aburridísima, dijo con sarcasmo mientras dibujaba una sonrisa traviesa en sus labios, otro día te la cuento

_ No, ni te molestes…además me preocupa que alguien le vaya con el chisme a Ricardo que me vieron comiendo en compañía de otro hombre

_ ¡Hay por favor Vanessa!, a ese novio tuyo ni le interesa lo que haces, está muy ocupado en asuntos más importantes que tú

Vanessa la miro con reproche

_ ¿Qué?, ¿acaso estoy equivocada?, ¿dime porque no está aquí contigo? ¿Y dónde demonios se meterá esta noche?

_ Esta con su madre, e hijas

_ ¡Y con su ex no lo olvides!

_ Eso no lo puedes asegurar

_ Si que eres ingenua Vanessa,

_ ¿Pero acaso lo viste con ella?

_ No, ni hace falta, Vanessa lo que está a la vista no necesita anteojos, el año pasado fue igual, la navidad y año nuevo estuviste sin él porque estaba con su familia, Vanessa se mostró angustiada, relájate amiga, pásala bien y si tu novio cree que le estas poniendo los cuernos será mejor a ver si espabila y se decide de una vez, ¿hasta cuando vas a esperar por él?

Vanessa fingió hasta ese momento encontrarse muy animada, pero en realidad trataba de disfrazar la tristeza que embargaba su corazón por la indiferencia de su novio Ricardo en esa la última semana. Incluso esa mañana habían discutido fuertemente por teléfono, cuando Ricardo le confirmó que no sólo no pasarían esa noche juntos, sino que al día siguiente él se iría de viaje con sus hijas, y regresaría la semana siguiente. Ella había preferido ocultar su malestar a Fabiola para evitar una de sus cantaletas con el acostumbrado “yo te lo dije”, y además evitar ofenderla, pues su amiga podría interpretar que ella habría preferido pasar esa noche de fin de año con Ricardo y eso acarrearía otra discusión interminable.

_ ¡Está bien!, sólo te pido que por favor terminemos nuestra comida y nos vamos a mi apartamento para prepararnos para la fiesta de esta noche, y por ningún motivo vayas a invitar a esos chicos a ir con nosotras, Fabiola se mostró de acuerdo y regresaron a la mesa.

Fabiola y su amigo continuaron con los secretos al oído, y las sonrisitas, Vanessa quería disimular su incomodidad, pero poco lo lograba, revisaba su teléfono celular con insistencia, tal vez con la esperanza de conseguir un mensaje no visto de Ricardo, de pronto Fabiola y su amigo se levantaron,

_Vane, voy un momento con Víctor, a mi auto, él quiere revisar lo de la falla en el motor que te comenté, guiñó el ojo “es mentira, no me comentaste nada de eso” pensó, pero calló al respecto más sin embargó se mostró en desacuerdo

_ ¿Ahora? Déjalo para después de la comida.

_Sera rápido en unos minutos estaremos aquí de nuevo, Vanessa intentó persuadirla una vez más, pero Fabiola no quiso escucharla.

No había pasado ni un minuto cuando Vanessa sospechó que su amiga la había abandonado, llegó la comida y con la excusa de avisarle, salió al estacionamiento del restaurante en su búsqueda, pero sólo confirmó su sospecha, su auto ya no estaba.

Tomó su celular y la llamó con insistencia, sin tener respuesta, albergando la esperanza de que Fabiola volvería, y armándose de valor regresó a la mesa donde esperaba su nuevo acompañante desconocido.

Decidió cambiar de silla para no continuar sentada al lado de Raúl, aunque lo hizo en silencio él notó su molestia

_ ¿Se fueron verdad?, le preguntó, ella le confirmó con una expresión en su rostro y él se dio una carcajada, Vanessa no pudo evitar observarlo mientras él reía, su risa seductora y muy dulce a la vez lo hacía lucir aún más encantador y eso la hizo sentirse nerviosa.

_No es gracioso, le reclamó ella, enseguida Raúl cesó de reír y se disculpó

_ No te preocupes Vanessa de seguro fueron a darle una vuelta al vehículo para detectar la falla, los mecánicos acostumbran hacer eso

_ ¡No sabía que él es mecánico!

_ Si, lo es, y uno muy bueno, se supone que revisaría mi camioneta luego de salir de aquí, estuve en su taller, pero se quejó que por motivo del arduo trabajo no había tenido tiempo de comer nada, por eso vinimos hasta aquí, pero por lo visto tu amiga se me adelantó, dijo luego de una sonrisa. Vanessa se mantenía con el ceño fruncido. _ Pero por favor comienza tu comida o se te va enfriar

_Esto no era lo que tenía planeado, se quejó Vanessa, no esperaba terminar almorzando con un desconocido

_Bueno, yo tampoco lo planee así, como te he contado, pero si quieres puedo irme a otra mesa, no quiero incomodarte

_ ¡No hay mesas disponibles!, le contestó ella

_ Puedo esperar por una,

Finalmente, Vanessa reflexionó entendió que estaba siendo antipática y se disculpó por su mal humor, le pidió que se quedara, pues no le agradaba la idea de comer sola, pero en realidad no soportaba la idea de sentirse nuevamente abandonada, primero por su novio, luego su amiga, ahora hasta un recién llegado lo haría, “acaso soy yo tan insoportable” pensó

_Tampoco quiero comer solo_, le dijo él, e insistió que se adelantara, porque él esperaría su orden. Unos segundos después Vanessa volvió a quejarse

_No puedo comer si tú estás mirándome todo el tiempo

_Bueno tú te sentaste frente a mí, si miro a los lados terminare con un torticolis en mi cuello_, este comentario la hizo sonreír, _Que bueno, pensé que no sabias reír, le dijo él, ella volvió a ponerse seria

Llegó su orden, ella río nuevamente al ver que llegaban dos platos más, _ Somos ahora un par de tontos con cuatro platos de comida, él también rio y agregó

_Bueno hoy comeremos mucho, demos gracias por eso

Comenzaron su almuerzo, en medio de la música y bullicio del lugar, pero entre ellos se instaló un silencio total, aunque Vanessa podía percatarme como de vez en cuando él alzaba sus ojos hacia ella

Luego de unos minutos que no dejaban de ser incómodamente eternos para ella, él rompió el silencio

_Si nos quedamos tan callados no resolveremos el problema de ser desconocidos, ella no respondió a eso, ¿Vives cerca de aquí?, continuó preguntando él

_No, de hecho, vivo lejos de aquí, al otro lado de la ciudad y espero que Fabiola regrese pronto para que me lleve a casa

_ ¿Y dónde trabajas?

_ En el banco regional, y quiero aprovechar para aclararte que no apruebo el comportamiento de mi amiga, ella y yo somos muy distintas, porque además yo estoy comprometida

_ ¿Comprometida?

_ Si, tengo novio

_ Bueno no me sorprende, es casi imposible que una mujer tan bella como tú se encuentre libre de compromiso

Vanessa ignoró el elogio y continuó con su comida

El silencio regresó entre ellos

“Es mejor así”, pensó Vanessa, que sepa de una vez que entre nosotros no sucederá nada.

Aunque también sentía algo de vergüenza, recordó a sus amigas acusándola de santurrona, “la que siempre quería dejar en claro que era incapaz de portarse mal”, eran las palabras que le repetían una y otra vez para molestarla, en realidad ella se mostraba en desacuerdo cuando Fabiola hacia cosas como la de ahora, irse con un chico y dejarla sola, no era la primera vez, pero su querida amiga al parecer no aprendería jamás.

_No te preocupes Vanessa, apenas las vi me di cuenta que ambas son como el agua y el aceite, continuó diciendo él _Descuida parezco idiota, pero créeme de vez en cuando me esfuerzo un poco por no pasarme de listo.

_ ¡No pareces idiota!, dijo mientras reía por el comentario

_Te lo agradezco, dijo inclinando su cabeza con un gesto reverencial, me siento aliviado de no parecerlo

Definitivamente este tipo le había caído bien, fue atento para decir las palabras exactas que le agradaban a ella.

Vanessa se sintió en confianza de contarle a Raúl que esperaba que Fabiola regresara pronto, pues llevaba en su auto el vestido que ella usaría esa noche para la fiesta de fin de año. Raúl se mostró solidario en su preocupación.

Terminaron de comer y esperaron otro rato la posible llegada de sus amigos, Vanessa intentó una vez más comunicarse con Fabiola sin conseguir respuesta, él desde su móvil intentaba hablar con Víctor, pero igual sin lograrlo

_Definitivamente nuestros amigos no quieren ser molestados, tendrás que escoger otro vestido de tu guardarropa si no quieres hacer esperar a tu novio_ dijo él, ella guardó silencio ante el comentario

De pronto el teléfono de Raúl sonó, Vanessa no pudo evitar estar atenta, tal vez se trataba de Víctor pensó,

_ Disculpa, voy a atender esta llamada de mi hermana, dijo él, Vanessa desvió de nuevo su atención en su teléfono móvil con la intención de darle un poco de privacidad a Raúl, mientras ella insistía con sus llamadas a Fabiola

(Hola Raúl, quería pedirte que no faltes esta noche a la reunión familiar, es importante que estes allí) dijo su hermana al otro lado del teléfono,

_Si, no hay problema, ¿dónde van a estar?

(En casa de mamá, mi papá tiene una sorpresa especial para ella, pero porfa no vayas a decir nada para no arruinarla)

_Está bien, ¿y de que se trata?,

(No te puedo decir, pero estoy segura que esta vez nuestros padres si se van a reconciliar)

_Me gustaría creer eso…, sonrió entre dientes

(No seas tan incrédulo Raúl, ya lo veras, por favor no faltes)

_Está bien haré lo posible

Finalizada su conversación, Vanessa llamó su atención diciendo

_Bueno es obvio que nuestros amigos no vendrán, y tendremos que pagar por esta comida, pensemos entonces que haremos con ella

Raúl dirigió su mirada a las afueras del restaurante donde a través del cristal se podían observar a unos mendigos, y acordaron que al salir entregarían a ellos la comida.

12 Haziran 2021 22:06 1 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Sonraki bölümü okuyun

Yorum yap

İleti!
Ysabel Canelón Ysabel Canelón
Hola, esta historia llegó a mi mente hace algunos años pero sólo hasta ahora me atreví a escribirla, no soy profesional en esta área y no es un hobby, simplemente me considero una soñadora. Agradezco que tomes unos minutos para leer este primer capitulo y me gustaría tu opinión.
August 11, 2021, 22:39
~

Okumaktan zevk alıyor musun?

Hey! Hala var 2 bu hikayede kalan bölümler.
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