Imagino Hikayeyi takip edin

En mi imaginación ocurren imposibles, me deleito imaginando encontrar alguien que me ame. Que me ame bien. Imagino que encontré el hombre que me hace volar a la luna y me sumerge a lo más profundo del océano con tan solo una mirada.

Imagino que finalmente me voy a dormir sintiéndome amado y, al otro día, me despierto con la certeza de que él me sigue amando, porque conoció mis dramas, mis inseguridades, mis demonios y aún así decidió quedarse, ¿por qué? Porque fue el único con la capacidad de amar mis defectos, se quedó con los bueno de mí y, en lugar de reprochar lo malo, me ayudó a mejorar.

Imagino que bailamos bajo la lluvia, tú y yo rodeados de miles de gotas que son testigo de la llama que incendia cada centímetro de nuestro ser. Una llama que no se apaga ante la tormenta más nefasta, no se disipa ante la noche más extensa y nunca deja de brillar ante la oscuridad más perturbadora.

Abro los ojos y entro en un estado que se hace más resistente con el pasar de los segundos. Realidad, le dicen. En la realidad la mayor parte de lo imaginable se vuelve un imposible y vaya que me encantan los imposibles.

En el amor perdí todas las batallas, por consiguiente, resulté el perdedor en esta guerra, una guerra que para mi desgracia no acaba. Porque pierdo una batalla, queda destrozado hasta lo que no hace parte de mí y una vez el tiempo hace lo suyo, mi corazón vuelve a ponerse firme en otra batalla.

Mi corazón es muy terco, tanto así que no importa cuántas veces resulte lastimado guarda la esperanza que ganará al menos una vez. Y con ganar una vez, tan sola una vez en medio de miles de derrotas es suficiente porque no quiere dejar de latir sin antes saber qué se siente ser amado.

Imagino que mi corazón por fin se sintió amado y dejó de latir con una felicidad indescriptible, pues logró su propósito: amar y ser amado. Pero sólo imagino.