Ambos chicos caminaban por las calles, eran cerca de las dos de la madrugada y ambos iban arreglados de manera poco usual para aquellas fechas.
El más alto de los dos llevaba una camisa de seda roja, abierta hasta medio pecho dejando ver parte de sus trabajados pectorales, llevaba también una chamarra de cuero negra, en su cuello descansaba una gargantilla negra con un colguije en forma de pentagrama, sus piernas estaban cubiertas por unos jeans lo suficientemente ajustados como para dejar poco a la imaginación, su cabello escarlata estaba algo alborotado pero de todas formas seguía luciendo bien, sobre este estaba usando un par de cuernos rojos que completaban su "disfraz".
—Sigo sin entender porque vamos a esa fiesta.
El de menor estatura llevaba una camisa negra abotonada hasta el cuello, sobre ella unos tirantes blancos y un moño del mismo color, llevaba jeans de mezclilla negros algo rotos, su rostro y sus brazos estaban completamente pintados a modo de hacerle parecer un esqueleto, su cabello gris le daba el toque final a su atuendo y le hacía lucir asombroso.
—¿Sabes que otra cosa no entiendo? No entiendo porqué yo debo ir pintado y sentir que me pica por todos lados, tú te ves caliente como el infierno en tu estúpido disfraz barato y yo soy el único incómodo aquí.
—¿Quién dice que tu no te ves caliente? — el de cabello plateado le miró alzando una ceja —Lo haces, te ves jodidamente caliente, Yoonie. Agradezco que la pintura que usaste sea indeleble ¿Con qué dices que se borra?
—Únicamente sale con jabón y si tallo increíblemente fuerte.
Una risita se escapó de labios del pelirrojo y luego suspiró de tan solo imaginar a su novio gimiendo mientras seguía usando su bendito disfraz, podía sonar un poco retorcido pero al le gustaba así que bastaba con eso.
La calle por la que caminaban estaba increíblemente desierta, todos los locales se encontraban cerrados y lo único que proporcionaba algo de luz era la infinidad de carteles de neón de los negocios que estaban fuera de servicio a esas horas.
YoonGi encontraba bastante emocionante el paisaje y, aunque no lo demostrara a simple vista, realmente estaba disfrutando de aquél pequeño paseo nocturno.
—Recuerdame por qué estamos yendo.
—Bueno... El anfitrión es mi amigo y no quería fallarle, siempre termino rechazando sus invitaciones.
YoonGi jugó y negó con la cabeza, de todas las cosas que pudo hacer ese fin de semana jamás pensó en ir a una fiesta satánica, definitivamente no estaba seguro de que asistir a ella fuera completamente seguro pero nada en la vida lo era así que la pareja simplemente decidió arriesgarse.
—¿Por qué los disfraces?
—No lo sé, Yoonie. Él quería que fuera de ese modo.
YoonGi no habló más durante el resto del trayecto y esperó hasta llegar al bar en el que los habían citado.
HoSeok se detuvo unos segundos a media calle se tomó el cinturón y movió su pantalón un par de veces, YoonGi lo miró extrañado.
—Este pantalón está haciendo estragos, si seguimos caminando por mucho tiempo más llegaré con una erección.
El platinado frunció el ceño y tomó la mano de HoSeok para luego empujarle hacia una de las cortinas de un negocio de ropa, su espalda chocando contra el frío metal produjo un sonido estruendoso pero nadie transitaba por ahí a esas horas así que YoonGi no se preocupó.
—Yo soy el único que puede provocarte erecciones, Jung HoSeok — el menor soltó una risita y llevó sus manos hacia la cintura del más bajo, su rostro bajó levemente hasta toparse con el de YoonGi, sin pensarlo mucho atrapó sus labios en un hambriento beso.
—Dile eso a mis pantalones, amor.
YoonGi sonrió con malicia y se colocó en cunclillas a modo de que la entrepierna de HoSeok quedara frente a su rostro.
—Las erecciones son mi trabajo, busquen el propio.
HoSeok soltó un jadeo cuando YoonGi se atrevió a besarle por sobre la ropa y luego se levantó como si nada de eso hubiese pasado, ambos soltaron una risita y siguieron caminando tomados de las manos.
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Les había costado algo de trabajo encontrar el bendito bar, la cosa era que estaba demasiado escondido en una calle ya de por si escondida, habían tardado cerca de quince minutos pero al final habían encontrado el lugar.
Entraron luego de entregar la invitación con el hombre que custodiaba la entrada, dentro todo era oscuro y con un montón de luces de neón, había decenas de personas bailando al ritmo de la música que sonaba, muchas otras estaban drogándose en las esquinas, unas cuantas más se encontraban en pareja mientras realizaban actos que claramente no deberían realizarse pero que no lograron incomodar a la pareja; del techo colgaban unas jaulas enormes en las cuales bailaban chicas completamente desnudas y sobre la pista también había bailarinas.
Justo cuando ellos llegaron parecía que el anfitrión estaba por dar unas palabras ya que algunas personas comenzaban a acercarse a la pista, las mujeres que antes se encontraban ahí se largaron para dar paso al hombre de la fiesta.
Ni HoSeok ni YoonGi pusieron atención a lo que el chico decía, realmente no entendían la sarta de palabrerías que salían de sus labios así que ambos decidieron que lo mejor sería ignorarlo y simplemente aplaudir cuñado fuera necesario.
—... Y recuerden que esta noche, todo lo que se hace, se hace en honor a nuestro señor.
—Vaya, no siento la diferencia con una misa — murmuró YoonGi causando que HoSeok soltará una risita — Pienso que deberíamos ir por una bebida, en nombre de satanás.
—YoonGi, no hables así, puedes terminar poseído — bromeó el pelirrojo y su novio simplemente rodó los ojos —Anda, vamos por algo de beber.
Se acercaron a la barra y pidieron un par de cervezas, no querían nada demasiado fuerte esa noche pues no sabían que tan salvaje podría ponerse aquella fiesta, querían divertirse pero igual querían salir vivos de ahí.
Estuvieron bailando y bebiendo un buen rato, conversaban con la gente que se les acercaba y trataban de disfrutar del concepto de la fiesta.
Conforme las botellas de cerveza se juntaban sobre la mesa, YoonGi sentía que un extraño cosquilleo se apoderaba de su cuerpo, era una sensación parecida a la que sentía cuando comía alguno de esos dulces efervescentes excepto que esta vez las pequeñas burbujas se extendían por cada rincón de su anatomía.
—Siento gracioso, Hobi.
El menor miró extrañado a su novio, él simplemente le había acariciado la mejilla y YoonGi se había retorcido mientras reía.
—¿Tomaste algo más aparte de las cervezas? — preguntó tomándole del mentón, miró fijamente sus ojos y notó que su pupila estaba completamente expandida, jamás lo había visto de esa manera y se asustó un poco —¿Comiste algo?
—Quiero comer algo ahora — la voz de YoonGi había salido casi como un ronroneo y HoSeok sintió su entrepierna punzar, era como una reacción involuntaria que tenía cuando su novio usaba aquella voz. Usualmente YoonGi no era una persona que rogara por sexo, en casa le gustaba llevar las cosas con calma y por eso mismo a HoSeok le sorprendía aquella actitud.
—Espera... — gruñó cuando los labios del mayor comenzaron a pasearse por su cuello —Te das cuenta de que tener sexo en una fiesta como esta puede ser realmente peligroso ¿Verdad?
A pesar de sus palabras HoSeok no parecía renuente a lo que YoonGi quería hacer, el más bajo ya estaba sobre su regazo besando su cuello y él no se oponía, al contrario, sus manos habían viajado inmediatamente a su cintura.
—Vamos, Hobi.— YoonGi movió su cadera lentamente creando fricción entre sus miembros, el menor soltó un jadeo y aferró su agarre, el de cabello plateado sonrió traviesamente al conseguir la reacción deseada y luego volvió a succionar la piel de su novio.
—Mierda, Yoon. Realmente me vuelves loco.
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La espalda de HoSeok impactó con fuerza en la puerta de uno de los cubículos del baño, no queriendo quedarse atrás en aquella pequeña lucha por el control tomó el cuello de la camisa de YoonGi y con fuerza lo atrajo hacia él, siguieron besándose con rudeza mientras el más bajo trataba de romper los botones de la camisa de HoSeok.
—Sigue bajando — le ordenó el menor cuando empezó a dejar unas cuantas lamidas sobre su pecho, YoonGi miró hacia arriba cuando estuvo cerca de su cintura y sonrió ampliamente.
—¿Esto es mío? Adoro los regalos, Hobi — HoSeok ahogó un gemido cuando la mano de YoonGi se paseó descaradamente sobre su aún cubierta erección, su piel se erizaba cada que uno de los roncos suspiros del pelirrojo —Dame lo que es mío ahora.
HoSeok gruñó con desesperación antes hacerse un poco hacia atrás, desabrochó con fiereza su cinturón y lo mantuvo en sus manos para después bajar sus pantalones solo lo necesario.
Los ojos de YoonGi brillaron cuando la punta del miembro de HoSeok golpeó suavemente sus labios, se mordió el labio inferior antes de dar una lamida por toda la extensión, HoSeok suspiró y cerró los ojos con fuerza; no pasó mucho tiempo antes de que YoonGi comenzará a meter el miembro en su boca, únicamente estaba llegando hasta un poco menos de la mitad pero era para hacer que HoSeok le rogara, en momentos como aquellos le gustaba tener algo de control sobre él.
—¿Puedes tomarlo por completo o debo buscar a alguien más?
YoonGi enterró sus uñas en los muslos de HoSeok haciéndole soltar un quejido de dolor, el menor reaccionó tirando de su cabello.
—No juegues conmigo.
—Tú no juegues conmigo — murmuró mirando su erección, YoonGi rodó los ojos y sonrió, siguió en su labor de lamer y succionar, esta vez tomó el miembro completo e hizo que HoSeok gruñera de puro placer.
En ningún momento YoonGi se detuvo, succionaba con vehemencia y gemía bastante excitado por la situación en la que estaban, la verdad es que estaba esperando por las palabras de HoSeok, al mayor le encantaba cuando su novio le hablaba durante el sexo, aquello le excitaba de sobre manera.
—Hazlo así, Yoon... Mierda — HoSeok enterró su mano en los cabellos plateados de YoonGi, le tomó con rudeza y sin pudor alguno comenzó a follar su boca, esta se sentía tan caliente y húmeda que con cada estocada que daba sentía más placer. En esos momentos HoSeok no controlaba las palabras que salían de su boca, simplemente dejaba que su excitación hablara —Estás hambriento ¿No? Anda, debes comértelo todo.
YoonGi metió todo el miembro de su novio en su boca hasta que la punta tocó su garganta, movió su lengua para acariciarlo suavemente y HoSeok volvió a gruñir.
—YoonGi voy a...— intentó tirar del cabello del mayor para apartarlo un poco pero este no se movió ni un centímetro, simplemente lo sacó parcialmente de su boca manteniendo la punta sobre su lengua, HoSeok había entendido aquello así que llevó una sus manos a su propio miembro para masturbarse un poco, finalmente terminó corriéndose sobre la lengua de YoonGi y este sonrió mientras tragaba sin dificultad —Mierda...
El de cabello plateado se levantó sin despegar la mirada de HoSeok y le tomó por el cuello para besarle profundamente, el menor le tomó fuertemente de la cadera y le empujó hacia atrás haciéndole recargarse sobre los lavabos, YoomGi soltó un gemido cuando el miembro aún erecto del pelirrojo se rozó contra su pierna.
HoSeok comenzó a mover sus manos por el torso del mayor y fue bajando lentamente hasta llegar a su trasero el cual apretó y acarició como se le vino en gana provocándole a YoonGi un montón de suspiros, luego tomó sus manos con suavidad y las llevó por detrás de su espalda, colocó su propio cinturón alrededor de ellas y se aseguro que este estuviera lo suficientemente apretado.
Le giró y le hizo doblarse un poco sobre el azulejo del lavabo, luego comenzó a bajar sus pantalones con lentitud, sus manos se pasearon por la blanquecina piel del mayor, comenzó dejando pequeños besos por sus muslos.
YoonGi se mordía el labio intentando acallar los suspiros que salían de su garganta, sin embargo no pudo esconder el agudo gemido que se escapó de sus labios cuando HoSeok separó sus mejillas y pasó su lengua por su entrada.
Conforme pasaba el tiempo HoSeok iba adentrándose más y más en el rosado anillo de músculos de YoonGi, el mayor estaba hecho un desastre, su cabello plateado estaba alborotado y de sus labios escapaban un montón de agudos gemidos que le era imposible contener, con la poca movilidad que tenía en sus manos tomó el cabello de HoSeok y le hizo pegarse aún más.
YoonGi necesitaba algo de atención en su miembro pues este punzaba dolorosamente contra los fríos azulejos.
—Hazlo de una vez, Hobi. Está doliendo como la mierda y no pienso frotarme contra el lavabo.
Jung soltó una risita y finalmente abandonó el trasero de YoonGi, dejó un par de besos sobre los hombros del mayor y luego tomó su cuello por delante aplicando algo de presión mientras que con su otra mano tomaba su propia erección alineándola con la entrada de YoonGi, no preguntó ni trató de ir suave, simplemente entró de una estocada robándole un grito al de cabellos plateados.
Comenzó a penetrarlo con un vaivén que volvía loco al mayor, podía sentir su respiración agitada golpeando la parte trasera de su cuello, podía escuchar el obsceno ruido de sus pieles chocando, se sentía en el cielo cuando HoSeok ejercía cada vez más presión con su mano, robándole el aire y haciéndole jadear para poder respirar mientras gemía desesperadamente el nombre de quien estaba entregándole tanto placer.
HoSeok soltó una risita de pronto haciendo que YoonGi le mirara a través del espejo.
—Estamos teniendo sexo en nombre de satanás.— YoonGi rodó los ojos y volvió a concentrarse en lo que estaban, HoSeok pareció tomarle importancia de pronto al espejo pues había estado tan perdido mirando como su polla entraba y salía del culo de YoonGi que ni siquiera se había percatado de él —Abre los ojos, Yoonie.
YoonGi obedeció al instante y miró su rostro en el espejo, se sorprendió en primera instancia al ver que su maquillaje no estaba corrido, luego pudo notar como sus ojos brillaban de lujuria, su boca estaba entreabierta y ver a HoSeok penetrándole desde atrás mientras mordía sus labios lo hacía todo más caliente.
—Mirate, te ves más hermoso aún cuando estoy follándote, Yoonie.
Sólo una estocada más bastó para que HoSeok encontrará el punto de YoonGi, ese que le hacía ver estrellas y le hacía sentir que estaba tocando el cielo con la punta de sus dedos, los paganos de afuera podían irse a la mierda pues HoSeok le hacía creer a YoonGi en todos y cada uno de los dioses existentes.
—¡Joder, si!
HoSeok seguía abusando de ese dulce lugar mientras gruñía y se se aferraba con fuerza al cuello del más bajo e incluso se atrevió a enterrar sus uñas un poco, YoonGi se mordió el labio haciéndolo sangrar profusamente y sintió después de unos segundos al menor correrse en su interior.
El pelirrojo salió de él y le giró bruscamente para atrapar sus labios ensangrentados, lo besó de manera obscena, su lengua entró hasta lo profundo de su boca y sus dientes mordieron el ya maltratado labio inferior, las gotas de sangre se resbalaron por el cuello de HoSeok y algunas fueron a parar al suelo, justamente sobre el pentagrama en el que estaban parados y del cual no se habían percatado en todo ese tiempo.
Las palabras de HoSeok podrían haber parecido una simple broma, pero de hecho esa noche ellos habían tenido sexo en nombre de satanás e incluso habían ofrecido sus cuerpos como huéspedes a demonios que no habían sido invocados por ellos.
Al final ambos se volverían paganos, creyendo que la existencia del otro era la única cosa que debían adorar.
Tal vez ellos siempre fueron paganos.
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