Jungkook detiene el automóvil en la orilla de una carretera vacía, estacionando su Mercedes negro frente a un paisaje nocturno con vista a la gran ciudad desde su posición en la montaña, la cual no le interesa en este momento. Recogió a su novio del aeropuerto luego de estar de gira un mes en Japón y ambos se han reunido nuevamente, yendo de camino a casa. Él debería concentrarse en la carretera, pero no puede reunir la fuerza para continuar manejando cuando finalmente Taehyung está a su lado.
Han sido semanas difíciles sin él, despertando solo en su habitación, cocinando solo para él, yendo solo al trabajo y volviendo solo.
Y lo ha extrañado tanto.
Desde el lado del copiloto, Taehyung lo observa con detenimiento, notando la forma en que aprieta el volante con sus dedos hasta tornarlos blancos. Las mejillas se vislumbran rosas, al igual que su cuello y frente. Jungkook termina apoyando su frente en el volante a la vez que respira, y por un momento su imagen le hace sentirse preocupado.
—¿Bebé? —Guía una mano hasta su brazo, acariciando suavemente—. ¿Estás bien?
Jungkook tiembla. ¿Cómo lo explica? ¿Cómo explica a su novio que estas reacciones las está causando él y su presencia? ¿Cómo puede decirle que está tan necesitado al punto de doler?
No sólo sexualmente, se encuentra hambriento por besos, por caricias, por contacto luego de un maldito mes sin él. Recuerda con exactitud el día en que partieron hacia el aeropuerto y se despidieron, como regresando a casa se sintió tan vacío, pero se contuvo a mencionar algo a Taehyung para no hacerle regresar de su gira o preocuparle.
Fue valiente al mostrarse bien, pero ya no se siente bien, se siente... necesitado.
Parece no necesitar mencionar su condición cuando ladea su cabeza y observa a su novio, sus pupilas dilatadas y claro rubor hablando por él. Taehyung entiende con lentitud a medida que lo ve, sin desviarse. Como lame sus labios, mirando los propios, como pasa saliva por su garganta, como tiembla en débiles estremecimientos.
Es rápido en descifrarlo y responder, instalando nuevamente la atmósfera espesa que han intentado retener desde que se encontraron en el aeropuerto y juntaron sus labios, creando un espectáculo con público presente.
Antes de mencionar alguna palabra sobre el tema, Jeon sale de su lugar y toma asiento en su regazo, siendo recibido por unas grandes y cálidas manos rodeando su cintura. Jadea en el momento en que quedan abrazados, hundiendo su nariz en el cuello de Taehyung, captando su olor.
—Tae... —murmura, brotando su cálido aliento en esa piel tostada que desea llevar a sus labios.
Siente como el agarre de su cintura se estrecha, como Taehyung lo moviliza en su regazo hasta sentarse directamente en su entrepierna, como gruñe en gusto. Casi involuntariamente sacude sus caderas y aquella protuberancia se ancla en la hendidura de sus nalgas por sobre el pantalón, y gime. Pequeño, caliente y contenido, como si no quisiera llevarlo mucho más allá por miedo a perderse.
—Q-Quiero concentrarme y manejar pero... —Separa un poco la cabeza de su cuello y le mira, su cara es un poema para Taehyung—. No puedo, joder, no te he visto en un mes y-
Inmediatamente Taehyung lo calla con sus labios, un beso que termina por perderlo y derretirlo ahí mismo. Extrañó tanto su textura, suaves y dulces contra los propios, moviéndose expertamente por su boca. Chupa y muerde con hambre, es rudo algunos segundos y luego suave los siguientes. Su novio se separa demasiado rápido para su gusto.
—Lo sé bebé, yo también. —Acaricia la mejilla rosa frente a él y lame su mentón, hundiéndose de nuevo en su boca. Succiona su lengua con ambos labios y se retira, mordiendo su belfo—. Ve a los asientos de atrás.
Al terminar aquella frase, su gran palma impacta en una de sus nalgas hacia arriba, dándole ánimos para movilizarse hasta los asientos de pasajeros. Sabe que podrían ir a un motel o directamente hasta su propio apartamento, pero la necesidad de ambos es tanta que Jungkook duda en manejar sin llegar a estrellarse a este punto. Están en un lugar desolado con kilómetros de extensión desértica. No hay peligro de ser cachados.
Y si lo hay, que se jodan, porque ellos estarían ocupados jodiéndose entre sí.
Jungkook es el primero en pasarse y tomar asiento a la espera de su novio, quién parece rebuscar en sus bolsillos por algo. Al verificar el sobre de condón lo guarda de nuevo y gira, llegando hasta su necesitado castaño con labios de ángel. El menor lo voltea y se encuentran en la misma posición de antes, solo que Jungkook ha sido rápido en quitarse la camisa y dejar relucir su precioso torso bien formado.
Taehyung comienza a pasear sus palmas por toda su piel pálida y firme, queriendo recordar junto a sus yemas dactilares la hermosa sensación. No se contiene a tomar un pezón rosa en sus falanges y hacer círculos con su pulgar sobre la aureola, para finalmente con el índice golpearlo hacia arriba, dejándolo erecto. Jungkook frunce el ceño y muerde su labio inferior, acallando el sonido de su garganta. Extrañaba tanto su tacto sobre su pecho.
—Amo que hagas eso —confiesa en una respiración, rodeándolo con sus brazos. Empieza a mover su trasero sobre la entrepierna de Taehyung.
El chico guía sus ojos pardos hacia la mirada extasiada de su novio mientras sonríe, bajando hasta conectar sus labios en un pezón.
—Lo sé.
Comienza a chupar, soltándolo y lamiendo en círculos sobre su sensible carne. Jungkook suelta un gemido que calienta las extrañas de Taehyung, sintiéndolo removerse en su regazo a las caricias. Lo azota con su mano izquierda, su boca mordiendo el ensalivado pecho y tirando suave, dejando pequeños besos después. Jungkook ama los besos en cualquier parte de su cuerpo, ama sus propios labios paseando por su piel y dejando un rastro cosquilleante de saliva y calor. Y por supuesto, lo ama a él.
Se moviliza hasta el otro y hace lo mismo, chupa, muerde y mima el pezón de su novio hasta volverlo carmín. Jungkook siente ambos tan sensibles que duelen, pero no quiere que se detenga.
—Tae... —Respira entrecortado, mirando los labios fucsias chupar los alrededores de su pecho en fuertes chupetes. Su lengua volvió a enredarse con un pezón—. ¡Ah! Y-Ya...
Taehyung desobedece, sin darle tregua al pequeño montículo que baila en sus labios al momento de darles besos. Jungkook se retuerce y contra todos sus deseos se aleja, retrocediendo. Sus brazos tiemblan al mantener el equilibrio, respirando, ido. Esta vez Taehyung se acerca a su boca mientras mira su hermoso rostro sonrojado, sonriendo.
—No te recuerdo tan sensible... ¿Haz jugado con ellos mientras no estaba, bebé?
Su voz ronca envía un escalofrío a la espalda sudorosa de Jungkook. Asiente, sin tratar de negarlo. Taehyung desabrocha el cinturón contrario mientras va directo a su cuello para dejar una gran mordida allí, besando después. Pasa sus labios por la marca.
—Mh, tan necesitado.
Cuando aquel bonito miembro es liberado, Taehyung se toma su tiempo para mirarlo, apreciandolo. Jungkook tiene una polla bonita, con glande rosa, falo en un tono pálido y nacarado con venas marcadas, y su saco del mismo color. Está mojado por tanto tiempo de espera, las gotas cristalinas bajan por su extensa longitud hasta llegar a la base, donde afirma sus dedos para darle un apretón. Jungkook deja liberar un jadeo, la hermosa mano de Taehyung y su polla hacen una hermosa combinación.
—¿Te he dicho que tu pene es posiblemente el más hermoso que he visto en mi vida? —Sonríe, escuchando como Jungkook libera una risa mientras asiente.
—Lo dijiste cuando lo hicimos por primera vez en la casa de tu mamá. —Sus mejillas rosas se estiran por su sonrisa, mirando a su novio con diversión y coquetería.
Taehyung bufó.
—Siempre en un mal lugar...
El castaño ríe de nuevo y vuelve a besarlo, su diversión siendo consumida por el calor y la lujuria. Se mueve para sacar los pantalones de sus piernas, quedando completamente desnudo. Cuando ya no hay ningún obstáculo entre ellos vuelve a los muslos de Taehyung, hurgando sus dedos en la entrepierna de su novio para tomar su miembro, sacándolo del pantalón. Une el propio con el contrario mientras sus bocas se consumen, jadeando y gimiendo, el líquido pre seminal hace mucho más fácil el vaivén, más delicioso. Apretándose contra él, Taehyung se despega de su boca y murmura ronco.
—Lubricante.
—Bolsillo. —Es todo lo que acota a la pequeña conversación para después volver a sus labios, besándolo con hambre.
Sabe que no necesita más información, Taehyung y él podrían llegar a mantener una conversación simplemente mirándose entre sí y terminarían entendiéndose. Su novio busca entre el bolsillo de sus pantalones y da con un sobre de lubricante, el cual rasga con torpeza pues Jungkook lo tiene temblando con su masturbación mutua. Riega el contenido en sus manos y eleva las caderas de su chico, tanteando su trasero para insertar su falange.
Jungkook suelta un ruidito a la intromisión. Arde por un segundo, hasta que con el pasar de los segundos su anillo va aflojando, sin menos resistencia. Taehyung no ha dejado su boca en ningún momento y planea gastar ambos labios antes de separarse.
—Otro. —Suelta en un gemido, inhalando—. Otro Tae...
Su necesidad le hace querer acelerar el proceso, y obedientemente el rubio inserta otro falange. El dolor le importa poco cuando su novio pasa a mimar su cuello y su otra mano masturba su goteante pene. Gime un última vez antes de decidir que es suficiente, pidiendo que saque sus dedos. Con una inhalación temblorosa Taehyung vierte lo último del lubricante en su miembro erecto y lo alinea en su entrada.
El castaño sabe que tienen un condón que el rubio sacó de la guantera del automóvil y metió en su bolsillo, pero cuando Taehyung lo saca él niega, no lo quiere. Desea sentir piel con piel, ha pasado tanto tiempo que lloraría solo por la idea de separarse en este momento.
Bajó sus caderas e insertó el glande, conteniendo la respiración a medida que entraba lentamente. La irrupción fue dulce y dolorosa producto de una preparación apresurada, pero no le importa, él lo toma todo dentro de sí hasta que los testículos apretados de su novio tocan sus nalgas. Cierra sus ojos y respira tembloroso, acostumbrándose a que su interior se engrose y se estire para tomarlo de forma apropiada, se siente tan lleno, tan correcto.
No hay tiempo para descansar, su cuerpo le pide moverse y él se lo concede, empezando a montarlo con lentos movimientos, hasta que encuentra el ritmo que le gusta y comienza a saltar, golpeando directamente su próstata. Se aferra a los hombros de Taehyung mientras se folla a sí mismo, o mejor dicho, como su interior se folla al pene dentro de sí. Dios, como extrañaba esto.
—Jungkook... —El ceño de Taehyung se mantiene apretado, observando su longitud desaparecer entre los muslos gruesos y firmes de Jeon en cada salto. Aprieta su cintura con la respiración desnivelada—. Joder.
Pasa sus manos por las nalgas del castaño, anclando sus dedos ahí y persiguiendo sus movimientos al levantar sus caderas. Sincronizan sus encuentros, chasqueando sus pieles cuando Taehyung baja sus propios pantalones hasta sus rodillas, empezando a mojar el asiento debajo de ellos de pre-semen y lubricante. Jungkook está embelesado por la imagen de Taehyung frente a él, tan precioso mientras frunce sus cejas, atrapa su regordete labio inferior entre sus dientes y recuesta su cabeza hacia atrás, exponiendo su sonrojado cuello. Sus propios dientes fueron hasta las clavículas del chico y mordieron ahí, marcando tanto como fuera posible.
—Oh joder Tae. —Un azote se estrelló en su nalga izquierda y gimió agudo, creando círculos con sus caderas—. Te e-extrañé tanto... ¡Ah! mgh...
Taehyung ama la faceta necesitada de Jungkook, ama que le confiese cuanto lo extraña, ama que maldiga a su nombre y lo llené de apodos lindos que retuercen sus entrañas en calor.
Taehyung simplemente lo ama.
Volvió a impactar sus labios y se aferró a su cintura, girándolo hasta impactar la espalda de su novio contra el asiento. Se deshizo de toda la ropa restante con rapidez, volviendo a tomar posición entre sus piernas.
Con una mano y agradeciendo la elástica contextura física de Jungkook, tomó una de sus piernas por su rodilla interna y la ancló a su hombro, abriéndolo en un mejor ángulo en lo que se sostenía de una palma al lado su rostro angelical. Jungkook se sostuvo de la manija interior mientras lo recibía de nuevo dentro de él, caliente y necesitado.
—¿Tanto? —contestó tardíamente a las palabras que soltó el castaño, embistiendo únicamente de una forma en que daba contra su próstata para jugar con él—. ¿Qué tanto me extrañaste? ¿Hm?
Jungkook curvó su espalda y dejó la manija del asiento para tomar los brazos de Taehyung y anclarse ahí, removiéndose al maltrato en su interior. Los gemidos debían escucharse aún fuera del auto.
Mordiéndose el labio por la imagen Taehyung modulo sus embestidas, besando su mentón hasta llegar a sus labios.
—¿Qué tanto bebé? —Y una vez más no le dio oportunidad alguna de hablar, comiendo su boca. Tragó todos y cada uno de sus gemidos necesitados, agudos, dulces. Jungkook era tan delicioso en todos sus sentidos.
—M-Much- —La mano contraria envolvió su pene y empezó a masturbarlo. Dejó de intentar—. ¡Tae!
Su agarre es fuerte y resbaladizo por toda su extensión, girando su muñeca para lograr mayor sensibilidad. Refriega el mojado glande con su pulgar en círculos, sintiendo las paredes de Jungkook apretarse en respuesta.
Jadea en lo que suelta el agarre en su pierna y termina recostando su propia espalda por la extensión del asiento, dejando a Jungkook encima de él nuevamente. No lo deja saltar sin embargo, coloca la planta de sus pies para un impulso y empieza a impactar contra la entrada que lo envuelve, chocando sus apretados testículos contra ella. Es sucio y obsceno, cualquiera que los escuchase oiría el sonido de un verdadero sexo duro y necesitado. Jungkook no tiene motivos para contenerse a gritar por él, a bajar su posición y besarlo, a satisfacerse de a ratos con una mano alrededor de su preciosa y larga polla. Un maldito mes de abstinencia, mierda.
—Tan bueno... —Inhaló entrecortado, sus muslos temblorosos sosteniéndose de los impactos que recibía—. ¡Ah! ¡Tae!
Terminó con su frente en el esternón de Taehyung, dejando que lo folle a su antojo. Un mes no había generado diferencia en las habilidades sexuales de su novio, seguía volviéndolo un río de placer agónico y delirante cuando se insertaba profundo, movía sus caderas y juntaban sus labios. Jungkook no podía creer que pasó tanto tiempo sin él.
Pronto sintió la mano de Taehyung sustituir la propia y masturbarlo junto con embistes más enérgicos, sus enrojecidas orejas captaban los viscosos choques de piel y joder, no sabía por qué esa mierda lo puso más caliente. Taehyung gruñía de placer en su oído y él solo se aferraba a su cuello, dejándose joder en todos los malditos sentidos existentes, escalando la cúspide.
Dos, tres, cuatro duros azotes en sus nalgas en lo que se movía le entregaron ánimos para continuar montando su gran miembro lleno de lujuria. Ambos se encontraban sudados, los vidrios empañándose debido al jodido calor que creaban al imponer un sexo tan movido. Jungkook llevó sus mechones hacia atrás y extendió sus muslos frente a él, dándole una vista tan ardiente a Taehyung mientras lo embestía que por poco se tambalea.
Ah, él también podía jugar.
Con una mano tomando su miembro desatendido terminó por romperlo, viéndolo gritar, encontrándose con la mano que lo bombeaba y con la polla que follaba su trasero continuamente, hasta que ambos sentidos quedaron saciados. Se corrió con fuerza, lagrimeando de placer y dejando escapar sollozo tras sollozo, mojando sus rosadas mejillas tras el disfrute puro, las hileras de semen terminaron esparcidas por el estómago de Taehyung.
Taehyung se retiró de su interior y lo dejó recomponer su aliento, dejando su propio miembro endurecido a un lado. Si Jungkook llegaba a llorar en un orgasmo su cuerpo inmediatamente necesitaría mimos y calor, las emociones del castaño se volvían un fino cristal que debía tratar con cuidado. Lo atrajo de la coronilla y besó su sien, moviendo sus manos por su húmeda espalda para calmarlo.
—Precioso. —Movilizó su flequillo sudado y dejó un beso en sus párpados mojados, sonriendo—. Te amo bebé.
Ambos orbes marrones se miraron entre sí mientras el castaño solloza, encantados con la belleza del otro, admirándose. Taehyung es el primero en cerrar sus ojos y besar sus suaves y tersos labios, enredando sus dedos en las hebras castañas para mantenerlo más cerca, bebiendo su dulzor y lágrimas salinas.
No importa la distancia, parecen nunca estar lo suficientemente juntos.
Al separarse Jeon deja escapar un suspiro, sus temblores regulándose hasta que puede pensar con claridad. Sólo recién nota que Taehyung sigue duro y mojado contra su vientre. Por supuesto, no piensa dejar ese asunto sin arreglar.
Deja un último beso en sus labios y desciende por su cuerpo, barriendo su lengua en la piel morena, sudada y suave de su novio. Marca todo lo que puede su amplio pecho y continúa su camino, sin detenerse hasta que se encuentra al frente del responsable de su lujuria. Taehyung adula su pene con que es lindo, pero él elogia a su novio con que tiene uno verdaderamente sexy.
Es grande, largo y con un ancho perfecto, su textura es dura contra su piel y suave contra sus labios. Relame los mencionados y extiende su boca, empezando a ingresar esa extensión palpitante y salina, tragando hasta que lo siente tocar su garganta. Se retira en una fuerte succión y procede a lamer desde su saco hasta la punta, tragando su sabor. Ama cuando Taehyung toma sus cabellos y le anima a seguir, guiándolo suavemente en el recorrido de su sexo. Vuelve a ingresarlo y gime, porque adora la sensación de sentirse asfixiado con la polla de su novio, adora enterrar ese músculo en su boca y lagrimear, retirarlo, pasear sus labios por cada zona sensible de su cabeza y tragarlo de nuevo. Sus manos se mantienen en la base, algunas veces mimando sus testículos en busca de más estimulación. Él podría pasar una vida tragando y chupando este músculo sin cansarse.
Taehyung se encuentra jadeando por el ritmo del sexo oral que le entrega su pareja. Sabe que debe dolerle la mandíbula, pero él no deja rastros de que sea así, se haya sumido en su tarea de chuparlo y saborearlo como lo hace ahora.
Jungkook se retira un momento para bombearlo con sus manos mientras deja sus labios entreabiertos en el glande, su pequeño orificio ha empezado a expulsar líquido pre seminal y él lo traga, cerrando sus labios para después cepillar con su lengua. La punta hinchada de Taehyung solo le hace morderse el labio mientras lo ve, a veces no cree que una polla así le pertenezca.
Respira entrecortado y vuelve a tragarla hasta el fondo, subiendo hasta la mitad y volviendo a bajar, acelerando el ritmo hasta que su garganta protesta. Taehyung está cerca por sus pesadas respiraciones, y él se niega a darle un orgasmo solo con sus manos. ¿Para que mierda se da un sexo oral si se usan las manos?
No, un sexo así debía darse únicamente con su boca, con sus labios y lengua enrollándose en este, con sus mejillas ahuecando el músculo para succionar con mucha más fuerza, con la cavidad de su garganta para restregar el glande y apretarlo al momento de tragar.
Para eso existía, y Jungkook le hacía honor al nombre mientras dejaba sus manos quietas en la ingle de Taehyung, continuaba subiendo y bajando su cabeza, apreciando como las caderas de su novio buscaban impactarlo.
Mantuvo una respiración irregular en su nariz para no ahogarse en las embestidas, y solo cuando empezó a sentir el cálido semen manchar la profundidad de su garganta se retiró, dejando la extensión de su lengua lista para empezar a degustar la venida de Taehyung.
Su mentón y labios rojizos quedaron manchados del néctar blanquecino y tibio que salió disparado en secuelas irregulares. Tragó su sabor, relamiendo cuando el líquido caliente impactaba en sus sensibilizados labios como una caricia casi tímida. Amaba tanto esa sensación.
Tragó en busca de quedar impecable, incluso bombeando un poco más la sensible cabeza rojiza del pene para asegurarse de que lo expulsó todo. Al finalizar, repartió un par de besos en toda la longitud sensibilizada y gimió pleno, disfrutando como Taehyung acariciaba sus cabellos castaños suavemente al terminar el orgasmo.
Pero joder, ahora él mismo está caliente.
Taehyung observa como Jungkook libera pequeños gemidos mientras se masturba a sí mismo aún con el rostro en su ingle, y en ese momento decide erguirse. Capta la boca del castaño y lo besa, tomando sus mejillas con una mano para apretar esa piel tan suave, sus labios se abultan en coacción.
—De rodillas y manos frente a mí, amor.
Separándose al mismo tiempo en que jadea, Jeon coloca ambas manos en el asiento y se da la vuelta, reluciendo su entrada con rastros de lubricante y pre semen gotear hasta su saco. Es casi imposible para él mantener su peso con sus manos, por lo que termina curvando su espalda y reposando el rostro en sus brazos. Taehyung admira su posición mientras sonríe, acercando su boca a un glúteo maltratado por sus manos y lo besa. Jungkook se remueve.
—Olvidé que no solo tu polla es preciosa —murmura en su piel, viendo sus piernas temblar—. Tienes un trasero hermoso también.
Ambas manos se pasean por la carne, separando ambos glúteos para guiarse a su objetivo. Jungkook tiembla de pies a cabeza cuando siente los labios de Taehyung dejar un beso en su entrada, una, y otra, y otra vez hasta que se encuentra con sus ojos nublados en placer y su espalda totalmente encorvada, cada vello de su piel erizado a la sensación. Taehyung continúa besando, lento, calmado, suave, simplemente lo besa y todo en él se contrae, sacudiendo sus caderas de un lado a otro, contrayéndose y volviéndose a aflojar.
—¡Ah! ¡Tae! —Los besos se hacen más suaves, apenas rozando. No es suficiente—. Más...
—¿Más? —murmura en su entrada, viéndola palpitante y enrojecida—. ¿Más qué, bonito?
El apodo le hizo gemir de una manera casi vergonzosa.
—Quiero...mgh. —Se restregó contra los labios de Taehyung antes de que lograra separarse—. No solo tus labios...
—Entonces dime. —La oración vino acompañada de una nalgada, volvió a removerse frente a él—. ¿Qué quieres?
Toda la sangre en su cabeza se fue a sus mejillas al rogar:
—Tu lengua, por favor.
Dicho y hecho, Taehyung extendió el músculo mojado de su boca y lo paseó de abajo hacia arriba, lamiendo con burla y teniendo en consecuencia un grito en su novio. Repitió la acción hasta que decidió aventurarse mucho más, insertando su lengua en el flojo anillo de músculos, para luego chupar y soltar de nuevo. Jungkook solo podía ocupar su boca para soltar sonidos que animaban a Taehyung para comerlo mejor.
Insertó su lengua un par de veces más y chupó con vehemencia, repitiendo y repitiendo al punto en que Jungkook lloraba de placer, se removía y gritaba. Perseguía su entrada a donde fuese que se moviera, dándole todo el estímulo que merecía. Volvió a succionar y soltar, paseando su lengua dentro hasta que las piernas se van deslizando por el asiento, ya sin fuerzas. Taehyung le toma las caderas para mantenerlo en su lugar y continúa, hechizado por la manera en que Jungkook lloriquea agudo.
Es suficiente para colocarlo duro de nuevo.
Con renuencia a quitar los labios de su entrada, Taehyung dejó un recorrido de besos desde allí hasta su coxis, siguiendo la hendidura de su espalda baja, la columna, el centro de sus omóplatos y por último su nuca. Besó allí al momento de alinear su miembro en su pareja y adentrarse, apreciando lo bien que pareció dilatarse por un sexo oral. Un par de embistes suaves para terminar de acomodarse y tomó sus caderas, empezando a follarlo nuevamente.
Jungkook se mordió el labio y ladeó su cabeza, dejando su mejilla contra su brazo en lo que le recibía. No sabía por qué mierda aquella posición siempre lo colocaba tan caliente, como si su propio cuerpo desease ser follado en cuatro por su novio cada vez que tienen sexo. Taehyung lo embiste rudo, enrojeciendo sus nalgas por el impacto de la piel, y él se entrega más fácilmente por ese hecho. Todos los golpes en su interior raspan su próstata y pronto su polla deja colgar hilos de semen hasta los asientos. No le importa mancharlos, siquiera puede pensar por la manera tan fuerte en que Taehyung se adentra en él y vuelve a salir. Es tan bueno.
—Maldita sea... —Sus dientes jalaron el lóbulo de la oreja del castaño, chupando y mordiendo, ganándose gemidos agudos de su novio—. Kookie...
Un gemido lastimero abandona sus labios al apodo y Taehyung responde con embestidas más fuertes, al punto en que siente que roban su respiración. Sus sien húmeda mancha sus cabellos y los hace pegarse a la piel, todo su rostro cubierto del líquido mientras se muestra sonrojado. Debe verse precioso, y Taehyung desea ver esa vista.
Es por esto que adentra una mano entre el pecho de Jungkook y el asiento para erguirle, girando su rostro en lo que continúa sus embistes.
Los orbes marrones y brillantes del castaño captan su mirada parda, gimiendo por el agarre de la otra mano de Taehyung en su garganta, extendiendo sus dedos hasta su mentón. Sus propias manos buscan un apoyo al movimiento y la izquierda viaja a la ventana empañada del automóvil para sostenerse, mientras la contraria se aferra a las caderas de su novio, rodeando sus dedos para tocar sus firmes glúteos.
No desvían sus miradas, se hayan tan enfrascados en sus orbes eclipsantes, lánguidos y coquetos que Jungkook teme venirse de esa forma. Taehyung admira todo su bonito rostro como si fuera la primera vez, hasta que guía sus ojos a los labios de su chico. Sólo allí dejan de mirarse para proceder un besuqueo suave, dejando hilos de saliva y mordeduras fuertes.
—Tu belleza es un peligro Kook —suelta en una risa ronca, yendo hasta su mejilla y dejando un suave beso, alejado de la brutalidad de sus caderas—. Eres... demasiado hermoso.
—Me d-das dem- ¡Ah! demasiado crédito... —Logra articular en los belfos fucsias que tragan todo de sí. Inhala— .Tú- mgh... Tú eres el i-dol... —Sonríe en cuanto Taehyung lo hace, quién va hasta su oreja y muerde ese lugar.
—Si lo fueras, destruirías toda la industria con tu presencia. —Sorbió la saliva de su mentón, apreciando los gemidos melódicos de Jungkook cuando gira sus caderas—. Eres d-demasiado hermoso para ellos...
Terminando su conversación, Taehyung toma asiento y deja a Jungkook en su regazo, viéndolo separar sus piernas para tener un impulso con sus pies y saltar. Deja que lo tome en lo que chupa su espalda y acaricia esas sonrojadas nalgas hasta apretarlas, el cabello castaño de Jungkook hasta su nuca comienza a ondearse frente a él y se da su tiempo para deleitarse con la imagen.
Guía sus dedos al pecho de Jungkook y pellizca ambos pezones, dejándolos erectos en pocos segundos. Jungkook continúa empalando su entrada con vigor, sintiéndose menos expuesto al estar de espaldas, sin que pueda ver seguramente lo obsceno de su vista. Llega más profundo, se retuerce a los pellizcos de su pecho y se arquea, apoyando su cabeza en el hombro contrario. La boca del rubio hurga en su cuello para besarlo, morderlo y lamer su sudor en succiones. Ya no hay una sola zona de su cuello que se muestre sin marcas, Taehyung es decidido a marcarlo nuevamente y lo deja hacerlo porque ama portar las marcas de sus labios.
¿Hay una sola cosa que no ame de él?
—E-Estoy cerca... —confiesa a medida que golpea la cabeza de la polla en su interior contra su próstata. Está a nada de llorar—. T-Tae...
En un momento de calor puro, el rubio toma ambas piernas de su novio y las eleva, dejando las rodillas internas enganchadas en su brazo izquierdo para exponerlo. Jungkook gime con ganas cuando la mano libre de su novio se mete entre sus piernas por la parte delantera y toma su pene para masturbarlo. Taehyung no tarda en chocar contra su entrada en un fuerte embiste, retomando el control nuevamente.
Jungkook se siente tan malditamente expuesto mientras observa la ciudad frente a ellos en el asiento del medio, inmóvil y a total merced de su pareja en lo que una gruesa polla se desliza por su trasero. Se deja hacer, perdiendo la visión de a ratos porque Taehyung está siendo todo menos suave, su propio pene está tan hinchado, mojado, y su próstata tan abusada que ya no tiene aliento ni palabras para describir lo que siente.
—Voy a venir...— La áspera y ronca voz de Taehyung murmura en su oído, removiendo su cuerpo en una sacudida—. ¿Lo quieres dentro?
Sólo asiente efusivo para responder, porque su boca no deja escapar otro ruido que no sean gritos y lloriqueos. Taehyung masturba más rápido la extensión de Jungkook en sus manos en lo que sus embestidas son más irregulares, el nudo en su interior está a punto de estallar y cree que está comenzando a perder la visión ante la calentura.
—Lo quiero, lo quiero, lo quiero... —Logra decir cuando Taehyung deshace el agarre en sus piernas y se extiende hacia adelante, dejando los últimos movimientos al castaño. Jungkook se apoya en las rodillas de Taehyung y salta sobre él mientras curva su espalda, apretando su interior, ansiando su corrida, tan necesitado—. Tae, Tae...
Un fuerte encontronazo de las caderas contrarias contra su entrada fue lo último que Jungkook sintió hasta que su interior comenzó a mojarse de un líquido caliente, el cual empezó a filtrarse a medida que se follaba a sí mismo, ahora con una mano en su polla. Tiró de ella un par de veces hasta que la sensación chiclosa contra su esfinter y el golpeteo en su próstata terminaron por hacerlo un lío, regando su mano de su semilla y apretándola de forma dura, suavizando sus estocadas hasta que quedó inmóvil en el regazo de Taehyung. Continuó disfrutando de las secuelas al no soltar su pene, cerrando sus ojos cuando su espalda tocó el pecho de su hermoso rubio y continuó bombeando.
Ambas corridas se filtraron a borbones, y Jungkook solo podía disfrutar y lagrimear ante la sensación en lo que guiaba dos dedos y contorneaba su ano estirado por la polla en su interior, tocando la circunferencia mojada con el índice y el medio. Ha empezado a ablandarse, pero ninguno de los dos quiere retirarla. Jungkook ama sentirse lleno y Taehyung asfixiado, ambos ganaban en esta situación.
Continuaron así, besando sus labios y jugando con sus zonas sensibles hasta que de manera peligrosa empezaron a excitarse otra vez.
—Sigue así y no podrás ir a trabajar mañana. —Taehyung le mira con una sonrisa ladina en lo que se separa de sus maltratados labios.
Aún así Jungkook busca su boca, ignorándolo.
—Kook...
—Me lo debes... —refuta en sus labios, separándose para alzar sus caderas y deslizar el miembro de su novio. Todo el líquido restante comienza a chorrear.
—¿Te lo debo? —Ríe por su actitud encaprichada, besando su cuello.
—Me provocabas en las vídeo llamadas Tae, no creas que no me di cuenta de que nunca usabas camisa ni pantalones al hablar conmigo. —Alza una ceja mojada en su rebate, viendo a Taehyung estirar su lengua hacia un lado, un gesto juguetón que hacía cuando era cachado—. Recompensa a tu novio por eso.
—Aw, ¿tanto así te provocaba?—Besa su mejilla—. Perdón bebé, quise darte material gratuito de pajas, no frustrarte.
Jungkook termina sentándose en su regazo de forma lateral, abrazándolo por los hombros. En contra de su refutación suelta una risa y se pega más a él, suspirando por lo cómodo y satisfecho que se siente. Aún hay un leve cosquilleo recordándole que podría tomar más si quisiera, pero se abstiene a ello. Podrían nunca salir de este lugar si continúan así, y él comienza a sentirse cansado. Quiere llegar a casa, tomar una ducha y volver a subirse encima de su pareja para reanudar el asunto hasta terminar agotados.
Si, ese es su plan de esta noche.
Busca un par de toallas húmedas para limpiarse los muslos internos cubiertos de semen y le pasa unos a su pareja, el cual limpia su abdomen. Cuando no están tan sucios empiezan a vestirse, y Jungkook no pierde la oportunidad para hacerlo por su pareja, besando unos lugares expuestos hasta que se cubren por el material de la tela.
—¿Envolviendo tu regalo nuevamente? —Burla hacia su novio, quién le mira divertido.
—Volveré a desenvolver esto en casa. —Le da un breve apretón a su entrepierna y se alza para besar la comisura de sus labios, riendo contra su boca y despegándose después.
A la mañana siguiente, las palabras de la reportera en la televisión hace que Jungkook se atragante con el café y abra sus ojos en grande, riendo de forma histérica mientras las mejillas de Taehyung se encienden en rojo vivo.
"La noche de ayer a las 8:43 p.m en el distrito Mapo-gu se ha reportado un automóvil Mercedes Benz negro de placa 3001JK estacionado a la orilla de la carretera en propiedades privadas. Cuando un guardia de seguridad se acercó para reclamar al conductor su estadía en el lugar citó de forma textual haber visto: "Dos amantes enredándose en la privacidad de su automóvil." Las autoridades han sido claras en mostrar su repulsión al caso e invitar a la ciudadanía a ser más responsables para evitar incomodidades como estas. En otras noticias, el cantante Kim Taehyung regresó de Japón..."
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