milujema Rocío Z

Taehyung aprendió entre la oscuridad que la luz existía, y ese era Jungkook. Un amor que pasó las adversidades. Un amor que nació de las sombras del otro. A pesar de todo, se amaban, era lo único que importaba, aunque tuvieran que luchar por ello.


Hayran Kurgu Gruplar/Şarkıcılar Tüm halka açık.

#amor #boyxboy #fanfic #blackswan #kookv #taekook #oneshot
Kısa Hikaye
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Tamamlandı
okuma zamanı
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Eternal



Como siempre, los dolores llegan, las palabras se clavan en lo profundo de tu ser, la oscuridad acecha, pero dentro de esto, siempre hay una luz, y Taehyung lo sabía, lo supo cuando vio a Jungkook dentro de esa oscuridad tomar su mano, y sacarlo de ahí. Y fue suficiente para él, porque Jungkook brillaba más que nada, brillaba porque era un ángel, y él temía quitarle su pureza y hundirlo en la oscuridad con él.


Lo supo, cuando se acercó a él con una sonrisa. Lo supo cuando lo acogió y le brindó amor, el cual regresó con la misma intensidad. Supo que era su todo, sin embargo, él estaba roto por dentro, la oscuridad lo abrazaba y hundía con él. Debió alejarse. Debió detenerlo.


Sus alas, sus hermosas alas blancas que alguna vez lo enorgullecieron tanto se fueron oscureciendo poco a poco. Era cuestión de tiempo para que fuera expulsado del cielo, era cuestión de tiempo de no ver nunca más a Jungkook. Taehyung intentó decirle que se alejara, intentó advertirle, pero él no cedió, y lo acompañó hasta que llegó el día.


Había cometido un error, y pagaría por ello.


Sus alas se oscurecieron completamente, transformándolas de negro, y fue expulsado del cielo. No pudo despedirse de él, no pudo decirle cuanto lo amaba. No pudo hacer nada. Arriesgó todo, por un simple fruto prohibido, por ambición y avaricia.


Al caer a la tierra, Taehyung olvidó completamente su vida en el cielo, quien fue, y sobre todo a quién amó. Olvidó a Jungkook. Ese fue su castigo.


Vivió una vida mundana por años, siendo inmortal, sintiendo que algo le faltaba. Las veces que intentó llenar ese vacío no funcionaron. Se sumergió cada vez más en la tristeza. Y Jungkook moría de agonía por perder a su amor, sin saber que este aún estaba con vida, pero sin acordarse de él.


Un día, Jungkook desobedeció a la autoridad suprema, y bajó de los cielos para buscar a Taehyung luego de enterarse que este aún vivía. Lo buscó, por todos lados, desgarró su garganta gritando su nombre, pero este no apareció. Su corazón ardía, él moriría si no encontraba a su otra mitad.


Taehyung como todos los días, desde que había sido expulsado, se sentaba en la rama de un viejo árbol que seguramente tenía más de 200 años. Desde ahí veía el cielo, y sentía nostalgia, porque en su subconsciente amaba a alguien con todas sus fuerzas y lo extrañaba.


Extendió sus alas, negras como la noche, el viento las acarició al igual que las hebras de su cabello castaño, sintió como la naturaleza lo consolaba de su pérdida. La pérdida de su gran amor y su pureza.


En medio de su desolación, logró ver una pequeña luz que resplandecía en algún punto de la ciudad que llamó su atención. Era tan cegadora que nubló sus ojos por un momento cuando se acercó. Esta provenía de un chico que temblaba bajo un cerezo, su tez pálida llamó su atención, y en cuanto este alzó su mirada, sintió un pinchazo en su corazón.


—¡Taehyung! —gritó este, abalanzándose hacia él y arrullándolo en un abrazo que transmitía alivio y dolor.


Taehyung no sabía qué hacer, este lo abrazaba con tanta vehemencia, su olor era tan familiar que hacía lo posible por recordarlo.


—Oh dios, al fin te encuentro. No sabes cuánto te busqué y extrañé —comentó el chico llorando quedito, acariciando su mejilla. El cabello azabache junto a su vez pálida, y sus grandes los ojos negros, lo examinaron, esperando algo. No podía recordar donde había visto esos ojos, hasta que algo hizo clic en él.


Recuerdos de él y Jungkook amándose, él tentado por la ambición, el siendo consumido por las sombras, él siendo desterrado.


Jungkook.


Lo tomó entre sus brazos, miró sus hermosos ojos, deleitándose con el amor que estos profesaban. Acarició sus mejillas, teñidas de un leve sonrojo provocadas por la intensidad con que lo miraba. Acercó su rostro, y unió sus labios, acariciando lentamente, transmitiendo cuanto lo amaba, cuánto le había hecho falta. Jungkook rodeo su cuello con sus brazos y lo atrajo más hacia sí mismo. Era el reencuentro de dos almas que habían sido separadas cruelmente por la avaricia del otro. Siendo castigados y condenados a vivir con dolor.


El momento en que ambas almas volvieron a unirse, las alas de Jungkook, blancas, se comenzaron a oscurecer. Ninguno de los dos se dio cuenta hasta después de un rato, preocupados más de darse el amor que se les había quitado por tanto tiempo. Cuando Taehyung se dio cuenta, se alejó rápidamente, aterrorizado por lo que acababa de hacer.


—Aléjate de mí —espetó, temblando—. Voy a hacerte daño si no te alejas —dio varios pasos atrás.


Jungkook lo observó con dolor, pero, aun así, se acercó hacia él con decisión. Lo tomo de las manos con fuerza, lo miro a los ojos y le dijo: ⎯Tranquilo, no me duele. No me importa sumergirme en las sombras por ti. Te amo, nada más me hace daño que alejarme de ti. Por favor, no me alejes.


—¡No voy a permitirlo! ¡No voy a arrastrarte a esta oscuridad conmigo! Si te acercas a mí, será el fin para ti, tu pureza se irá, será reemplazada por oscuridad, y yo no me perdonaré el haberte hecho esto.


Jungkook llevó su mano a sus alas, que llevaban ya medianamente negras.


—Tus alas… tus hermosas alas —sollozó Taehyung, con la culpa carcomiéndole por haber corrompido al amor de su vida. Jungkook lo abrazó.


—Tae... mírame. Por favor mírame —exigió, acariciando sus manos. Este obedeció—. Todo estará bien. No importa el que mis alas ahora sean de este color. Sólo importa el amor que nos tenemos, y el que estemos juntos.


—Pero...


Jungkook lo besó, haciendo que se guardara silencio. Ambos se arrodillaron en el suelo, sin separarse, hasta que Jungkook sintió un dolor en su sien.


Finalmente había sido desterrado, al igual que el castaño. Sus alas eran negras y la pureza se había extinguido para siempre, aunque a ojos de Taehyung aún estaba. Porque Jungkook era pureza. Y entendió que sólo podía estar a su lado. Que sólo podía alcanzar a entrar en una epifanía, con él.


No querían volar, querían permanecer juntos, en la sombra, porque se amaban, y sólo estarían completos y felices, juntos, sin importar cómo. Ahora ambos, era cisnes negros.

24 Nisan 2021 00:21 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Son

Yazarla tanışın

Rocío Z ¡Bienvenid@ a mi perfil! Mi nombre es Rocío. Soy una escritora principiante que relata historias tanto de categorías fanfic como juveniles con nuevos personajes. Soy chilena y fan de BTS (al igual que de más grupos) y por lo tanto, verán algunos fanfic sobre ellos por aquí 👀 NO se acepta plagio, NO se acepta adaptación, sean ORIGINALES, BUSQUEN SUS PROPIAS IDEAS, si alguien encuentra cualquier plagio, avisenme los antes posible. Finalmente espero que les guste mis historias tanto como yo adore escribirlas. ¡También estoy en wattpad como "Milujema" por si quieren pasarse por allá! 😉 Disfruten ♡

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