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Xiomara De La Claridad


-No te amaré, lo entiendes, no lo haré, me niego a hacerlo. -¿Por qué...? -No te amaré porque una vez que comience a hacerlo no me detendré jamás. -Eso está bien... -¡No!, no lo está. ¡¡No entiendes nada!! Cuando te entregué mi corazón será para siempre tuyo. Dentro de 100 años, cuando todo y todos haya cambiado, porque lo hará, así funciona el mundo; y yo siga siendo la misma, eternamente igual, que sucederá, es posible que me dejes, pero aún así yo te amaré, cuando te cases con otra y tengas cientos de hijos yo te seguiré amando. Aunque me olvides. Aunque no hallas pronunciado mi nombre ni una sola vez en años, mi amor seguirá igual. Incluso cuando yo esté muriendo y mi corazón empiece a fallar, lo único que me sostendrá será el amor que te tenga. Cuando muera lo único que sobrevivirá al tiempo será mi amor por ti, porque eso es lo único que yo sería, solo sería amor por tí. Por eso me niego a amarte, me niego a convertirme en ese ser extraño que no reconocería. -Entonces seré yo quien te ame. -No sabés lo que dices... -Yo te amaré, aunque pasen 100 años, aunque nunca cambies y permanezcas igual que el día que te conocí, aunque me abandones, aunque me desprecies, aunque nunca me ames, aunque mi corazón deje de latir y me suma en el sueño eterno. Yo te amaré aún si tú te niegas a amaré. Yo tengo suficiente amor por los dos. Lo único que te pido y te pediré siempre es que me dejes permanecer a tu lado...


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#Cuento #princesa #lobo #magia
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okuma zamanı
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Cacería de lobos

Era un día de caza, en mi familia se realizaban todos los años al comienzo del verano y a finales de otoño cuando las aves migratorias se disponen a partir. Yo siempre odié la caza como deporte, según mi padre porque era una niña mimada que no comprendía nada de la vida, según mis dos hermanos mayores porque era una cobarde y no tenía valor de matar. Yo solamente no soporto tomar una vida sin motivo, si algún animal hubiera atacado, no tendría problema para darle muerte, pero matar por el placer de matar es algo que no me gusta hacer. La caza no era más que una escusa para que mi familia y algunos nobles que eran invitados, cometieran asesinato en masa, una vez terminada las festividades los campos estaban bañados en ríos de sangre y cadáveres.


Ése verano había comenzado como todos los anteriores desde que tenía edad para dejar claro mis ideas. Yo negando me a participar, mis hermanos burlándose hasta que perdía la paciencia y los atacaba, luego mi padre interviniendo, separándolos de la refriega, regañando a sus dos hijos mayores y ordenando al soldado más cercano que me golpeara hasta que entrará sentido en mi cabeza. Por desgracia para mí la sangre que corría por mis venas era la misma de madre. Mientras que a hermano mayor, Ronald, mi madre lo transmitió el don de controlar los elementos y mi padre sus habilidades de la lucha con espadas; o mi hermano, Aroll, el segundo en nacer, le fue heredado por parte paterna la fuerza bruta de un berserker y por el materno el don de la magia espiritual; a mí me tocó la inteligencia que le consiguió la corona a mí padre del reino y la inmortalidad producto de la sangre de los antiguos dragones que corre por las venas de los miembros de mi familia materna. Lo cual se traduce en que soy una boca grande con una gran resistencia a las golpizas, con el bono extra de que una vez terminado de machacar me sólo necesitabas esperar un par de horas antes de que estuviera en condiciones de recibir de nuevo golpes.


Ronald y Aroll se lo habían pasado de lo lindo cuando éramos niños intentando matarme cuando nuestros padres nos dejaban solos. Al principio Ronald probó sus poderes elementales en mí, fui quemada, ahogada, sepultada en la tierra mientras aún respiraba, o decapitada por una ráfaga de viento, todo inútil, mi cuerpo no se afecta por el fuego, no necesito respirar por lo que no me pueden ahogar, se sobre entiende que tampoco me afecta que me entierren viva, y lo de perder la cabeza aunque doloroso tampoco me mata. Pueden preguntárselo a mí hermano Aroll que luego de una perreta despedazó mi cuerpo con su fuerza sobrenatural en pedazos muy pequeños, desgraciadamente para ambos no morí, fuí consciente todo el tiempo mientas los pequeños fragmentos volvían a unirse y aunque el dolor me hacía rezar para poder morir no se me concedió el milagro y sobreviví a lo sucedido sin una sola cicatriz, por no concederme piedad no tuve ni el respiró de la inconsciencia.


Creo que la vez que estuve más cerca de morir fue cuando experimentaron con las pocesiones demoníacas, en teoría un cuerpo puede ser poseído por un demonio si es lo suficientemente fuerte para resistir su poder. Lo que ninguno de los dos sabía era que no solo era lo suficiente resistente para albergar en mí un demonio, sino que además no puede controlar mi mente, por lo que mientras fuí poseída creí que moriría producto a la lucha que se desataba dentro por el control de mi persona entre él demonio y yo. Pero por desgracia mi madre entró en el granero donde se había realizado la ceremonia de posesión, me libero del demonio, regañó a mis hermanos por realizar algo tan peligroso para su seguridad, y luego abandonaron los tres el granero dejando mi cuerpo destrozado por la magia sobre el suelo de este hasta que pude levantarme y caminar por mis propios medios hasta mis aposentos.


Se han de preguntar ha estás alturas, porque recibía un trato semejante de parte de mis familiares. He de explicar que se consideró tabú durante muchos años en el reino de Darkisland tener más de dos hijos . Pero mis padres decidieron que al ser reyes, semejantes creencias de la plebe estaba muy por debajo de ellos. Pero sorpresa, sorpresa, en lugar de tener un tercer heredero fornido y poderoso como sus dos primeros vástagos, del vientre de mi madre salí yo. Cometiendo dos pecados imperdonables al venir a este mundo, el primero que no tenía ningún poder útil, pues tiras una piedra y aparecen cinco seres inmortales que además tienen alguna habilidad para el combate. Pero el segundo fue el que de verdad cabreo a mis progenitores, mirase por donde se mirase no tengo pene, que horror, que se suponía que hicieran los dos todo poderosos reyes de Darkisland con un vástago carente de poder y que para colmo de los males era mujer, que no serviría para nada más que traer descendencia inútil como ella a este mundo, manchando el buen nombre de la familia. La solución ideal habría sido matarme, pero una vez más les complique la vida porque eso sí se han dado cuenta no es posible, por lo que no les quedó más remedio que mantenerme en la familia pues tampoco era posible abandonarme al tener sangre real en mis venas. Ése es el orígen del desprecio familiar al que soy sometida. Yo soy una gran imperfección a la vista de todos que no pueden arreglar. La deshonra y la desgracia de una monarquía que solo ha dado cabida en su seno a los seres más poderosos.


Perdonen que haya divagando de esa manera, estoy segura que no les interesa conocer las penurias de mi vida. En fin, como les iba narrando, luego de recibir mi paliza diaria, que al menos está vez fue impartida por un soldado que no disfruta de las vejaciones a las que son sometidos otros, una vez terminado su trabajo de golpearme hasta que no pudiera sostenerme de pie, no se ensañó conmigo y me dejó estar para que me recuperará. No se cuanto tiempo estuve en el suelo del recibidor del castillo, horas o minutos, no importa, una vez terminado el proceso de cura de mi cuerpo caminé hasta la caballerizas, sin demostrar ningún signo de debilidad, eso solo me traería problemas aún mayores, hace ya muchos años que aprendí que no existen la misericordia o compasión entre las emociones que maneja mi familia. Una vez llegué al portón de los establos, me esperaba un criado que llevaba de la mano a mí yegua "Luz" , un hermoso ejemplar negro como el ala de un cuervo con la punta de las patas blancas, como si llevará medias de seda en sus cuatro extremidades, le puse ese nombre al ser ella mi único rayo en la noche eterna que era mi vida. Mientras montaba a Luz el criado nunca me miró directamente, puede que sea la paria familiar pero seguía siendo alguien de sangre real y no estaba permitido por ley que la plebe como se refería la nobleza a el pueblo mirara directamente a la familia real, bajo pena de perder ambos ojos por semejante osadía.


Monté mi caballo y salí del palacio al galope. Solamente era feliz a lomos de Luz. Para aquellos que nunca han montado a caballo solo puedo comparar la experiencia con la más absoluta y pura libertad. Mientras cabalgaba no existía mi familia solo éramos Luz y yo. Nunca comprenderé que motivó a mi padre a regalarme un caballo. Bueno eso es técnicamente mentira, se porque me lo regaló, en el momento que me entregaron a Luz yo debo de haber tenido unos 7 años aproximadamente y ella ya era todo un caballo en plena juventud,y con un carácter de los mil infiernos, según oí comentar a un mozo de cuadras una noche, su anterior dueño era cruel con sus animales y por extensión con todos, incluida su esposa y sus hijos. Por lo que creo, y debo aclarar que ésto es solo mi suposición, que más que un regalo fue una manera muy sutil, todo sea dicho, de tortura, con la fama de salvaje e indómito que tenía el animal lo más probable es que me pateara o mordiera. Debo admitir que hasta yo misma lo pensé en su momento, yo toda pequeña y delgada y ella todo grande e imponente. Otra en mi lugar hubiera huido, pero pónganse en mi lugar, era el primer regalo que me hacían en mí vida, y tampoco tenía la opción de escapar eso solo me traería problemas aún mayores, por tanto, saque valentía de donde pudiera y me acerque al caballo.Ese fue el momento decisivo cuando me robó el corazón, cuando miré a sus ojos solo ví dolor, dolor más allá de las palabras, y soledad, de la de verdad, la que se siente aunque estés rodeada de otras personas, ese instante en el tiempo puede no haber sido eterno pero fue cuando ambas comprendimos que su dolor era el mío y que ninguna de las dos estaría sola de nuevo porque nos tendríamos la una a la otra, y que mejor manera de sellar una amistad que con un regalo, en este caso una manzana. Entonces se preguntarán porque si me hacía feliz me dejaron concervarla, la respuesta aún no soy capaz de encontrarla.


Pero ya he hablado suficiente, hoy no es el día de las palabras, hoy es el día rojo. El día de la caza. Hoy nos convertimos en cazadores y dejamos de ser presas. Hoy es la caza del lobo. Y yo tengo que participar aunque no quiera.

13 Mart 2021 06:37 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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