Siempre había pensado que mi vida iba a ser pacifica de alguna manera, aunque eso implicara que debía olvidar ciertos sucesos de mi niñez que aunque no muy traumatizantes habían sido suficientes para desconfiar de muchas personas, eso claramente me había traído muchos problemas a lo largo de mi adolescencia y parte de mi adultez.
La vida que siempre trate de convencerme que debía llevar era aquella que no era muy problemática, siempre pacifica y hasta había evitado pensar en el matrimonio ya que no quería un divorcio prematuro, pero muy el fondo imaginé una vida diferente, mas interesante aunque tuviera que vender mi alma, pero no podía hacerlo, tenia una familia por la cual velar y llegar a ser responsable.
Así que una vez que salí del colegio fui de inmediato a la universidad, cabe decir que no es como la pintan en las películas, era mas bien monótona, y yo me encargaba de que fuera así, no tenia un trabajo estable y vivía junto a mis padres, así que no tenia que preocuparme por la economía, pero aunque vivía este vida que por voluntad propia había escogido me sentía vacía, sola y con mucho frio, mi corazón se envejecía con el paso del tiempo mi tristeza se hacia cada vez mas grande.
El sol ese lunes era increíblemente brillante y molesto hasta cierto punto, maldije muy en el fondo el hecho de no haber traído una sombrilla, traté de caminar con rapidez pero de repente sentí como alguien pasaba por mi lado estrellando mi hombro y haciendo que este doliera, iba a reclamarle pero pronto noté un dolor punzante en mi estomago, oh... ¿Qué era?, miré hacia atrás y el sujeto se había echado a correr, volví mi cabeza para darme cuenta de que todo se había vuelto silencioso, un frio recorrió mi espina dorsal y la gente a empezó a rodearme, nadie decía nada, pero entonces, ¿por que todos me miraban? Empecé a sentir que mi área abdominal estaba empapada seguida de algo caliente y sin dar muchas vueltas mire hacia esta, la camisa blanca que había escogido para ese día estaba llena de un color carmesí, escurría sangre, sabia que no debía haber escogido esa fea camisa, ahora se veía horrible y lamentable, al ver toda esa sangre supe de inmediato que esto había sido todo, una vida corta pero casi satisfactoria, aburrida pero necesaria, en ese instante recordaba que me habían dicho que al momento de morir los recuerdos pasaban delante de los ojos, pero yo no veía nada, el dolor creció y la gente empezó a verse mas asustada, las lagrimas empezaron a caer, me iba a ir de este mundo tan sola como había llegado, si... así había sido mi vida.
Mis rodillas no fueron capaces de tolerar aquel dolor y se doblaron, yo solo sentía que todo estaba en cámara lenta y que mis movimientos eran involuntarios, pero antes de caer completamente al suelo alguien me sostuvo en el aire, su aroma me dio la vaga idea de que era un hombre, "¡ah! pensé que moriría sola", y ese fue el único pensamiento que tuve antes de caer inconsciente y hundirme en el profundo mar negro que me ahogaba.
Okuduğunuz için teşekkürler!
Ziyaretçilerimize Reklamlar göstererek Inkspired’ı ücretsiz tutabiliriz. Lütfen AdBlocker’ı beyaz listeye ekleyerek veya devre dışı bırakarak bizi destekleyin.
Bunu yaptıktan sonra, Inkspired’i normal şekilde kullanmaya devam etmek için lütfen web sitesini yeniden yükleyin..