vazquez_eli Elizabeth Vázquez

El bosque del Wendigo ha sido perturbado por un grupo de amigos que solo querían pasar un fin de semana fuera de lo cotidiano. ¡Jamás deben de molestarlo en su bosque! O de lo contrario pagaran con sus vidas. ¿Quién será el sobreviviente a la sed de sangre del Wendigo?, o peor aun; ¿Quién será el asesino del bosque?


Gizem/Gerilim Sadece 18 yaş üstü için.

#HalloweenelBosquedelWendigo #laguaridadelwendigo
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La cabeza del Wendigo.

Era un día terrible de octubre y las hojas caían sin piedad alguna como si ella nos mostrará su melancolía después de su muerte. Pero, como todo, a algunos parecía afectarles y a otros no tanto a pesar de la cercanía y confianza que le tenían.

—Los cementerios no me sientan bien. —dijo Natalia a Janet quienes habían llegado casi al mismo tiempo con una actitud seria y melancólica. Janet siempre observadora no fue la excepción. Mostró un grado de misterio y desconfianza hacia todos como era su costumbre.

—A mí tampoco. —contestó Janet con voz baja. Recogió su cabello en una coleta—. Es una lástima lo sucedido. —agregó.

—A mí me sigue pareciendo muy sensible el asunto. —dijo Eli con las lágrimas a punto de salir metiéndose a su conversación. Abotonó su abrigo; siempre había sido friolenta pese a que vivió casi toda su vida en clima frío y seco. Los pies se le estaban congelando, el piso estaba húmedo y el aire helado no ayudaba mucho a Eli.

Esperaron a los demás, pero la mente distraída de Janet estaba más lejos de las múltiples palabras o consejos de aliento que cada uno de sus amigos le decía para hacerla sentir mejor. No obstante, algo que le seguía pareciendo extraño a Janet era el singular apego que Isabel, Luca y Fred que tenían últimamente; o peor aún, la manera más extraña del fallecimiento de sus dos amigos, Martín y Rowena. Ambos, encontrados dentro del bosque tras el cementerio. Esa era la exacta razón por la cual Janet mantenía una sutil investigación. Ella se alejó de nosotras dirigiéndose lentamente hacia la parte trasera del cementerio. Cualquiera diría que estaría loca por su forma de actuar.

—¿Qué le sucede? —preguntó Andrés a Nat y Eli. Ella no parecía tener indicios de tristeza por la pérdida, más bien era como un enojo o una duda insaciable.

—Está así desde que llegó. No sé qué le sucede. —respondió Nat—. Debe estarla pasando mal. En una semana hemos perdido a dos de nosotros.

—Y de manera dudosa…—dijo Andrés sin terminar de decir lo que quería expresar abiertamente y con la mirada perdida en Janet. Se tomó un momento para pensar, metió las manos en los bolsillos del pantalón y permaneció inmóvil ante la figura de la mujer, analizando sus facciones y cada minuciosa acción o gesto que hacía—. Iré a verla. —dijo de inmediato y fue hacia ella con intención de ayudarla

—¡Hey, Jan! —alzó la voz Andrés para llamar su atención—. ¿Estás bien? —preguntó tocando su hombro para mostrarle su confianza y apoyo absoluto como lo hacía con cada uno de los demás.

—Claro, estoy bien. —contestó revoloteando su cabello.

—A todos nos ha afectado un poco la noticia. Yo aún no me lo termino de creer. De repente ya dos de nosotros no están. —volteó la mirada hacia la tumba de Rowena.

—Lo sé. Es inimaginable. —Janet se cruzó de brazos y pensó por un momento la situación. —La muerte es algo que nos toma por sorpresa e incluso creer que Martín y Rowena murieron es como vivir en sueño interminable. —Janet no podía sacarse de la mente tal hecho relevante—. Lo que me parece extraño, es la forma en la que murieron. No creo que se hayan suicidado como lo dicen los forenses.

Andrés no emitió palabra alguna ante las palabras de Janet.

—También creo lo mismo, pero no estamos ni en el momento ni el lugar para hablar de ello. —susurró acercándose a ella—. Tengo que irme. Luego hablamos con más calma. —prosiguió a decir e irse sin prisa dejando sola a Janet. La mirada de Andrés podía revelar un par de intuiciones que ella tenía sobre la situación, como si pudiera leer su mente con tan solo mirarla.

Janet caminó sin dirección alguna, pareciendo un cuerpo sin alma o un zombi pero sin tener apetito de cerebros. Hasta que se topó con Luca e Isa. Ellos mostraron una actitud algo indiferente hacia ella. Era una clara señal de que algo ocultaban ellos dos. Luca de inmediato se escabulló entre la gente sin hablar con nadie. Aquella reunión formal después del entierro no era la mejor manera de convivir con personas tristes intentando quedar bien ante la gente, no obstante con los que quedaban del pequeño grupo de amigos, se les era imposible permanecer todos unidos tratando de olvidar el trago amargo que les había dado la vida. Cada quien atendía sus necesidades emocionales a cómo podían.

—¿Es muy raro, no crees? —preguntó Janet a Isa ya en un momento a solas. Isa jugaba sutilmente con sus nudillos y Jan prestaba atención a cada movimiento de ella.

—¿El qué? —cuestionó la chica.

—Lo de Martin y Rowena.

—¿Extraño en qué sentido?

—Ambos los encontraron en el bosque. A Martin lo encontraron el domingo pasado, y Rowena antier apareció muerta en domingo… de la misma manera fue encontrada en el mismo lugar. —hizo una seña con sus manos mostrado el bosque.

—Quizá solo sea coincidencia. Aunque hay rumores sobre ese bosque. Es muy traicionero, por lo que cuentan. —dijo Isa volteando la mirada en dirección del bosque—. Como sea, yo creo que es coincidencia. —agitó su cabeza negando el hecho de que podría haber un “asesino”.

—No estoy tan segura de ello. Aquella ocasión que vinimos a pasar la noche, todos salimos con vida. Si fuera alguna fuerza “misteriosa del bosque” nadie estaría con vida. —aseguró Janet.

—Pero de ser así, nosotros no tenemos la fuerza para acabar con cualquier maldición… en caso de que sea eso, claro. —Janet cada vez más se convencía de que de Isa quizá sería la principal culpable junto con Luca y Fred. Jan no respondió a Isa. Su mirada se perdió nuevamente en la expresión de seguridad y desinterés de Isabel.

—Isa, ven por favor. Necesito consultarte algo. —Fred se acercó a ellas con intención de llevarse a Isa a otro lugar. Ella se despidió de Janet y fue con Fred a donde sea que la necesitaban.

Janet estaba en un misterio sin salida. Eso era lo que ella quería creer; que era más bien un terrible misterio y no una simple coincidencia.

Después del entierro, al pasar los días; ella en un momento de ansiedad comenzó a escribir su sentir.


JANET


16 de octubre del presente año. Rowena falleció el 11 de octubre, mientras que Martin el 4 del mismo mes. Ambos cadáveres encontrados en el bosque cerca del cementerio. Sus cuerpos mostraban heridas profundas en sus muñecas y marcas en el cuello. Me pregunto, ¿Quién será la siguiente víctima?

Al parecer no soy la única que piensa locuras respecto a este asunto, todos nos manteníamos alerta a cualquier movimiento por parte de ellos tres quienes eran los principales sospechosos de la muerte de Rowena y Martin.

Andrés prometió hablar conmigo después sobre este asunto, es con quien mantengo más comunicación con este caso y hoy era el día de reunirnos. Yo llegué antes al lugar citado donde tuve que esperarlo un largo pero muy corto tiempo; 15 minutos.

Jugué con mis dedos mientras esperaba. No estaba de humor para revisar el teléfono y para colmo lo deje en casa. Pese a todo, no tuve tiempo para aburrirme, pues el misterio del “asesino del bosque” estaba inconcluso.

Llegó casi sin aire. Tomó asiento y después de recuperarse por completo, habló.

—¿Sabes qué día es hoy? —preguntó Andrés y después bebió un sorbo al agua helada que pidió cuando llegó, traía la garganta seca de tanto correr.

—Sí. Es viernes 16. —respondí aunque no supe que más decir ante esa pregunta. A decir verdad, no tenía muchas ganas de hablar. Solo quería llegar a final de esto y joder a quien se había atrevido a hacer tal cosa aberrante.

—Son malas noticias, Jan. —dijo Andrés con el peor tono de voz. Ese tono que nadie quiere escuchar jamás.

—A Elizabeth la encontraron esta mañana en el bosque y traía las muñecas cortadas y el cuello marcado. Ese bosque, debe de estar maldito. No le encuentro otra explicación.

—¿Crees en esas patrañas? —alce la voz negando el hecho de que alguien de nosotros hubiera pasado por una tortura así—. ¡Fueron Luca, Isa y Fred!

—Jan, no tienes pruebas de eso. Olvídalo. —intentó calmarme, pues comenzaba a alterarme sin remedio.

—Estoy segura de eso. Hace unos días tu también sospechabas de ellos y ¿ahora ya no?

—Lo lamento Janet, pero es absurdo culpar a uno o más de los nuestros. —dijo Andrés dejándome sola con todas mis dudas sin resolver.

—No hace falta que digas más cosas. Ya sé tus respuestas. Si solo has venido a burlarte de mí, te juro que no dejaré pasar esto por alto.

Salí de ahí lo más rápido que pude sin tener un rumbo fijo de nuevo, no obstante, algo dentro de mí sabía dónde buscar las respuestas. Maté tiempo esperando a que anocheciera y conduje al cementerio, adentrándome en el bosque donde todos iban a morir. Quizá yo sea la siguiente, o tal vez sea Andrés por no creerme. Ese era mi principal pensamiento lleno de furia.

Pasaron dos días de calma dudosa hasta que una mañana Isabel llegó con una mala noticia a mi casa. Al momento de verla estaba pálida, más de lo normal. No sabía cómo decirme la mala noticia.

—¡Isa! —me alarme al verla de pie frente a mí. Traía una expresión con mucho que desear.

—Andrés… —solo pudo pronunciar su nombre al pie de mi puerta. Ya sabía que eso pasaría. Yo vi a Luca cortarle las venas con una soga repleta con cuchillas pequeñas. Los gritos agobiantes de Andrés se podían escuchar a varios metros de ahí, pero no había nada a kilómetros. Recordé todo esto de nuevo mientras que Isa agitaba mi cuerpo para que reaccionara—. ¡¿Estas bien?! —preguntó preocupada.

Asentí con la cabeza, pero aunque quiera decirle lo que vi, no podría hacerlo. Ella es también mi principal sospechosa. Había una mancha roja en el hombro de su blusa; como si fuera sangre. Al ver esto no pude evitar enfrentarla.

—Isa. ¿Quién más sigue en tu lista? ¿A quién matarás después? —pregunté. Su expresión de confusión no ayudaba para nada—. ¿Acaso sigo yo?

—¿De qué me estás hablando? —Su actuación para hacerse la tonta en casos como este es de cierta manera perfecta.

—¡Claro, debo de ser yo! Yo sé la verdad. Ustedes tres nos han estado asesinando en ese horrible bosque. ¿Acaso creíste que no me daría cuenta?

—Amiga, debes calmarte por favor. —Sujetó mis brazos con fuerza. Entramos a la casa y mi desconfianza crecía severamente. Me sentó en el sofá y me sirvió un té para tranquilizarme—. Sé que esto es muy duro para ti, pero es imposible que culpes a quien sea por esto. —Me acercó la taza caliente—. Creo que igual y el bosque está maldito.

—¡No puede ser así! —grité y aventé la taza de té. Sacó un suspiro pesado y me miró misericordiosamente.

—Llamaré a Nat. Estarás mejor con ella. —Tomó su celular y realizó una llamada de menos de dos minutos. Parecía preocupada—. Ella vendrá de inmediato. Espérala por favor. —salió de mi casa, aunque en el fondo sé que no quería dejarme. Nuevamente me quede sola, tratando de procesar todo lo que estaba pasando.

Martin, Rowena, Eli y ahora Andrés.

Estoy frustrada, casi al borde de enloquecer. ¡Por dios, ¿qué está sucediendo?!

Tal vez sea lo que Isa dice y sea una maldición del bosque, aunque me aterra pensar en que sea algo sobrenatural y algo que no tiene remedio ni fin, pero aquella vez…


Hace un mes, todos estábamos de acuerdo con acampar en el bosque tras el cementerio, aunque Eli no estaba segura de ello; no tanto por los fantasmas o lo sobrenatural, sino por los insectos y demás animales del bosque. Le aterraba encontrarse con una serpiente, pero yo la convencí de que nada pasaría si iría yo. Eli no estaba del todo segura, aun así, acepto acompañarnos. Todos parecíamos estar felices, ¿Qué podría pasar? Era solo una noche.

Las noches eran cada vez más frías, y así estábamos nosotros en medio de lo desconocido tratando despejar nuestra mente de lo cotidiano. El alcohol se hizo presente en la reunión, Luca llevo sus cigarrillos y se alejó de nosotros para poder fumarse uno sin molestar a nadie, pues a las chicas no nos parecía el detestable olor de los cigarrillos. La fogata era digna de nosotros las estrellas estaban claras y visibles esa noche. Todo parecía ir bastante bien.

Como lo pensé. No hay señal en este bosque. dijo Eli mirando su teléfono.

Aquí no hay señal de nada. Incluso los alienígenas no se atreverían a venir aquí. se burló Martin. Todos reímos de ese comentario y muchos más. La noche se nos fue plácidamente.

Unos durmieron temprano y otros estábamos despiertos a las casi 3:30 de la madrugada observando al fuego consumirse. A mí, el sueño estaba matándome, así que solo podía mantener mi oído alerta a cualquier amenaza.

Pero, con todos nosotros juntos en la oscuridad de la nada, sentí la presencia de alguien que no conocía. Eli, Rowena, Martín y Andrés estaban dormidos. Isabel, Natalia, German, Luca, Fred y yo permanecíamos medio despiertos hablando barbaridades incompresibles de borrachos y desvelados. Todas nuestras almas eran presencias inofensivas, nadie haría daño a nadie. Pero esa mirada misteriosa penetraba en cada uno de nosotros sin saber de dónde provenía ese miedo nefasto. Un escalofrió vino junto con la extinción por completo de la fogata. Mi nariz estaba totalmente helada, una señal de que debía intentar dormir aun con una mirada acechante que anunciaba muertes.

No obstante, me pregunto ¿Cómo pudimos haber sido tan idiotas y creer que ese bosque estaba solo? Ya no somos unos adolescentes para estar tentando al destino con estas cosas.

—Podremos venir otro día. Fue estupenda la noche. —dijo Luca recogiendo su cosas del suelo. Unos apenas estaban despertando mientras que Fred prendía fuego para el desayuno.

—Pues, sobreviví una noche al exterior, así que jalo para la siguiente. —dijo Eli entusiasmada.

—Sí, claro. Mientras dormías maté dos serpientes que estaban cerca. —bromee para asustarla un poco. De repente, retorció su cuerpo como si un escalofrió atravesara su cuerpo al imaginar dichos reptiles merodeando cerca de ella.

—Olvídenlo. No vengo para la próxima. —aseguró de inmediato. Todos reímos con su decisión extremista.

—German no está. ¿Habrá ido por leña para la fogata? —Preguntó Isa.

—Salió temprano. Dijo que iría a buscar algo. —respondió Fred—. Podemos irnos sin él. Dijo que quizá podría tardar.

Tomamos el almuerzo pero Germán no llegó nunca a nuestro encuentro. Salimos del bosque y al día siguiente él nos llamó diciendo que estaba bien.

Todo parecía extraño desde esa noche.

Pero eso es algo que ellos no comprenden. Isa, Luca, Fred. Pasamos una noche estupenda entre risas y alcohol, por fin nos conoceríamos después de tanto, pero ellos nos llevaron al lugar donde sería nuestro último grito de vida.


Tenía años sin poder llorar por nada, y ahora estoy llorando por mi propia vida. Quizá pude haberlos salvado, quizá pude…haber prevenido que ellos murieran

El rechinido de la puerta me alertó lentamente. Mire a Natalia entrar corriendo a verme. Se asustó al verme empapada en lágrimas y con la mirada perdida.

—Jan, ¿Qué sucede? —sujetó mi rostro para limpiarlo—. Isa me pidió que viviera.

—¡Esa asesina merece morir! —grité. Natalia brincó del susto que le di.

—No digas eso, Jan. Ella se preocupa por ti, además es incapaz de hacerle daño a alguien.

—¿Me tomas por loca? —reí irónicamente—. ¡Sé lo que vi! ¡Sé de lo que son capaces ellos tres!

—Estas muy alterada. Trata de descansar por favor. —Yo seguía gritando y Nat aguantaba toda clase de insultos y maltratos físicos de mi parte. No estaba en mi mejor momento y hasta ahora estoy casi segura de que nadie puede estar más loca que yo. Ella se quedó todo el resto del día conmigo; pero al despertar, la noticia de la muerte de Isa me llenó aún más de dudas.

¡No puede ser!

¡Juro que yo no la asesine! Santo dios, ¿Qué estoy diciendo? ¿Yo soy la asesina? ¡No, no lo soy! ¡Estoy perdiendo la cabeza!

Mi mente estaba jugando conmigo. Y esto es detestable.

Natalia me cuido amablemente hasta que llegó la noche y nuevamente mi curiosidad pudo más que mi quietud. El lugar estaba repleto de cinta amarilla para que nadie pasara. Nosotros fuimos los últimos en salir vivos de ahí esa noche según rumores; pero después comenzaron las masacres de cada uno de nosotros. No puedo seguir con este martirio interno. Algo está mal, algo está mal conmigo. ¿Qué coños está pasando?

Estacioné el auto fuera del cementerio, corrí hacia el bosque y rompí esas cintas amarillas de “No pasar”

Encendí la lámpara y caminé sin hacer tanto ruido. Después de unos cuantos minutos observando el lugar, noté que alguien venía tras de mí. Mi corazón latió fuertemente; estoy segura de que es Luca que quiere acabar conmigo. Pero, esta vez estoy preparada. Traigo una navaja y una pala por si hace falta enterrar evidencia.

—¡¿Qué quieres Luca?! —grité. Mis labios temblaban de frío y de nervios; pero nadie contestó. Saque la navaja y mire a mí alrededor. Nadie me seguía, tal vez fue un animal. Son cerca de las 3:00. Retome mi objetivo de buscar algo para acabar con esta pesadilla.

—Tienes que dejar de venir a este lugar. Te altera cada vez más. —una voz se acercaba por mis espaldas—. Ahora eres una de las principales sospechosas de las muertes.

Voltee la mirada. La voz de Natalia me atrapó en un profundo miedo inexistente.

—¿Qué dices? —cuestioné de inmediato.

—Jan. Tú eres la única que ha venido aquí y ha salido viva en los días en que fueron asesinados los demás. Y, eres la única que está culpando a tres de nosotros… bueno, ahora son dos porque Isa ya está muerta ¿Qué carajos pasa. Jan? —Parecía molesta y confundida, aunque su actitud pacifista hacían darle mi confianza absoluta.

—Escucha. Sé que ellos han estado detrás de todo esto. Te lo juro

—No jures nada, Janet. Estas casi al borde de la locura. No sabes lo que dices. —dijo Nat dulcemente.

—¡Estoy segura de que ellos quieren acabar con nosotros! ¡CREEME! —grité desesperada.

—Está bien. Te creo. —sus palabras retumbaron como alerta en mi cabeza. Sentí un peligro, pero ¿Por qué? Me miró fijamente sin emoción alguna—. Luca los ha estado torturando, yo los terminaba de matar. —sonrió como si fuera algo de que enorgullecerse—. ¿Estas conforme con esta respuesta? —preguntó.

Quede sin habla. No me esperaba tal cosa. ¡¿Cómo pudo ser posible?!

—Te preguntaras quien sigue por asesinar. —Caminó hacia mí lentamente hasta acorralarme. Tope con el cuerpo de alguien tras de mí. Voltee la mirada sin dudarlo. Era Luca, quien ya me tenía con las manos sujetadas sin sentir cuando lo hizo. Las pequeñas cuchillas hacían lo suyo y me cortaron más rápido por mi intento de querer salir viva de ahí.

—¿Segura que a ella? —preguntó Luca apretando más la soga de mis manos.

—Claro. —aseguró con las manos en la cintura.

—No estoy seguro de esto. Ella no es la que deberíamos matar hoy. —dijo Luca, Natalia sonrió como si el matarme hubiese sido su plan desde un principio. Pero, aun con todo esto, no logro entender ¿Qué pasó en realidad? ¿Cuándo fue que esto se convirtió en una pesadilla?

—Debí matarla desde un principio. Ha sido una piedra en mi zapato todo este tiempo. —dijo a Luca; había enojo en su voz pero no entiendo la razón. De inmediato sacó unos guantes de cuero del bolsillo de su abrigo, se los colocó en sus manos sin quitarme la mirada que me mostraba el infierno en vida. Se acercó más a mí y con furia apretó mi cuello. Ahora, el dolor de mis muñecas pasaba desapercibido, estaba perdiendo la conciencia a tal magnitud que mis gritos eran lo suficientemente silenciosos para que nadie pudiera venir a salvarme.

Estoy sola. Quizá, después de todo si estaba loca.

Poco a poco, iba perdiendo la vida. Caí al suelo llevándome como último recuerdo el rostro de Natalia manchado de mi sangre.


NATALIA.


Menudo problema me acabo de quitar. Bien dijo Germán que ella era a la que debíamos tener cuidado. De no haber sido porque estaba loca seguro que no hubiésemos continuado con el plan.

—Sabias perfectamente que a ella no era la que teníamos que asesinar. —reclamó Luca.

—¿Y qué querías que hiciera? Ya estaba aquí. —respondí a Luca. Ahora el problema cae en que, habrá dos asesinados hoy. Tanto trabajo esta semana no fue bueno.

—Tienes razón, ella era tan persistente.

—Dentro de su terrible locura había un alto grado de certeza de que alguien de nosotros estaba asesinandolos. Te dije que fueras más sutil, te logro ver unas cuantas noches torturando a los demás.

—De todas maneras íbamos a acabar con ella.

—Estas en lo cierto. —aseguré. Me quité los guantes que ahora estaban manchados con la sangre de Jan y los escondí al igual que los demás pares de guantes en el mismo lugar detrás de la corza de árbol podrido. Ese árbol viejo me ha servido para esconder los guantes y muchas más cosas—. Asegúrate de que nada se quede en este lugar, Luca. Hay que procurar dejar todo como estaba. EL cuerpo lo podemos dejar ahí. Seguirán investigando y nosotros seremos libres y con vida.

“Libres y con vida” pero ahora sin compañeros buenos… excelentes compañeros.

—Claro, dejare todo limpio. —respondió Luca.

—Oye, Luca. ¿Qué pasó con Fred?

—Ya hice mi parte. Lo deje más muerto que vivo.

—Acabemos con esto. Quiero irme ya.

Revise antes de irnos el abrigo del Janet, extraje de los bolsillos las llaves del auto. Pero al detenerme a observar por última vez el rostro de mi amiga, recordé las muertes de los demás. No fue fácil, lo sé. Matar a muchos en tan poco tiempo no es nada fácil. Pero, matar a alguien más para sobrevivir sí que es un acto muy humano, creo yo.

A unos cuantos metros, Fred estaba tendido en el suelo con sangre empapando las hojas. Respiraba a duras penas y no podía ni siquiera mover una mano. Abrió los ojos al escucharnos llegar y de inmediato recobró algo de fuerza de voluntad para articular palabras y hablar.

—Quien diría que en realidad eras tú la que asesinaste a todos ellos. Natalia, ¿Cuántos sucios trucos tienes por mostrarme? —escupió sangre.

—No muchos. Pronto morirás, mi preciado amigo. —la navaja de Janet me sirvió para acabar con la vida de alguien más. Luca me observó con los brazos cruzados. Hice una expresión extraña al momento de cortar el cuello de Fred. Era mi primera vez cortando cuellos con una navaja de diez centímetros mientras que él seguía moviéndose para alargar más su final.

—Natalia, está amaneciendo. Tenemos que irnos. —Germán estaba acercándose trayendo en sus manos la cabeza del wendigo.

—Por lo menos nadie más morirá por causa de este ser. —mostró la cabeza de la criatura.

—¿Quién más quieres que muera? Solo quedamos nosotros tres. —expresó Luca con actitud indiferente.

—Hace unos días tú dijiste que no querías matar a nadie y después de tres semanas acabaste con casi todos. —se burló Germán.

—Es la última vez que vengo a este bosque. —dije y me levanté del suelo. Termine de cortarle el cuello a Fred y camine a la salida. Luca y German me siguieron. Abrí el auto de Janet y Luca condujo hasta perdernos nuevamente en la nada. Un nuevo rumbo, una nueva vida, libertad y sobre todo estar lejos de ese bosque maldito.

Un bosque que me trae recuerdos nefastos que seguirán vivos por el resto de mi vida.


Aquella noche, al apagarse la fogata, todos se quedaron dormidos, menos Germán, Luca y yo. Ese horrible ser se mete con tu mente. Pide que supliques por tu vida, alejarte de ese bosque maldito, pero ninguno tenía el valor para salir huyendo y dejar a los demás a su suerte.

Jamás me imaginé que el wendigo nos tomaría a los tres para saciar su sed de sangre; mucho menos, me imaginé que aquella noche nuestras vidas cambiarían para siempre.

—HUMANOS—parecía decir entre jadeos de aire—. MATAR HUMANOS. —fueron sus órdenes. Sabíamos perfectamente que pasaría si no hacíamos lo que quería. Sus vidas para salvar la nuestra.

Nos miramos mutuamente. Ellos escuchaban lo mismo que yo. Y fue así como entre el miedo de sobrevivir y el miedo de matar se apoderaban de nuestras mentes.

Uno a uno iban cayendo. Uno a uno, la victoria del wendigo nos remarcaba en nuestros días y noches de insomnio y culpa.


—Luca, ¿Qué es eso que suena? —preguntó Germán poniendo atención a ese piteo interno del auto.

—No lo sé. —Luca dudó de su respuesta. Observó el tablero hasta que en cuestión de segundo ya era demasiado tarde.

El auto estalló en pedazos e igual nuestros cuerpos. No hubo tiempo ni siquiera para gritar. El cuerpo de Germán estaba partido en más de 4 pedazos, y el de Luca solo vi rodar su cabeza por el aire. Y yo, no siento las piernas.

Con mi última conciencia, me doy cuenta de que nadie está preparado para morir, y que cualquiera está preparado para matar.

¿Una bomba en el auto?

Déjame decirte una cosa, Janet: tú fuiste la que mataste a más de nosotros.

01 Kasım 2020 02:28 17 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Son

Yazarla tanışın

Elizabeth Vázquez Escribo historias de vez en cuando. Me hago llamar artista novata. Poetisa sin sentido de versos. Diseñadora y a veces maestra de Moda. Tengo un gato que es mi hijo, amo el café, a veces duermo y otras no. En mi PC tengo historias que quizá jamás terminaré y por lo tanto, jamás nadie las leerá. Instagram:@bohemia.loca_

Yorum yap

İleti!
Giles Le Coste Giles Le Coste
Gran historia. Te invito a seguir mis historias :)
April 09, 2021, 10:52
Martin Girona_ Martin Girona_
Una genialidad de historia! Tiene un estilo muy dinámico, acompañado de giros de trama interesantes y bien distribuidos, que hace que te enganches y no puedas parar hasta saber qué está pasando. La utilización de diferentes narradores funciona a la perfección para ir develando el misterio de a poco y a través de diversos puntos de vista. ¡Felicitaciones!
November 25, 2020, 15:49

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    ¡Muchas gracias por la lectura y tú comentario! Es un gusto que haya sido de tu agrado.😯🙂 Fue complicado escribirlo pero el resultado fue fantástico. December 01, 2020, 15:43
Andrés Oscura Andrés Oscura
Vaya historia que te has sacado, Eli! Me impresionó bastante y ha sido todo un gusto ver cómo te las arreglaste con las consignas que puse jejeje (lo siento por los líos mentales que te cuasé). La historia te ha quedado muy bien, tiene ese toque paranoico que siempre es divertido leer al hablar de grupos de amigos y bosques malditos. Grandes toques con el manejo de las narradoras y también de los recuerdos. Felicidades por lograr el reto. P.D. Ese frase de nunca estar listo para morir pero sí para matar... WOW Un saludote inmenso y disculpa que te lea hasta ahora. Estoy orgulloso de ti n.n
November 19, 2020, 01:37

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    Omaitgat!! Me caigo de la silla con tu comentario (literalmente, jaja) Estuvo medio fumado el asunto pero me alegra que te haya gustado. Uf, creo me tocó el más complicado. Gracias por leerme, sensei. 😌🤭 November 19, 2020, 02:36
Roxanne Lafaurie Roxanne Lafaurie
Santa virgen de Chiquinquirá 😱 que final tan épico, volaron por doquier!! Eres genial, mi lindis
November 04, 2020, 05:10

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    ¡Omg! Muchas gracias. Me alegro que hayas podido disfrutar esta historia. 🤭😯 November 04, 2020, 06:42
Fred Trespalacios Fred Trespalacios
No esperaba ese final 😂😂😂 y me complace al ser tu primera historia que leo... Me has dejado con la boca abierta con esa genialidad!!!
November 03, 2020, 06:55

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    Ow, muchas gracias. Me da gusto que te haya gustado, jjaja. Un final un poco extraño diría yo. 🤭👀 November 04, 2020, 06:41
German Martinez German Martinez
Una historia impactante, te felicito, Eli, de verdad me gustó bastante y quedé como muerto al acabar de leerla. Un abrazo.
November 02, 2020, 09:56

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    Ow, muchas gracias. Jaja, literal todos acabaron muertos ahi. 🤭Jaja November 04, 2020, 06:35
N.V. Scuderi N.V. Scuderi
Rayos, esa Natalia sí que era jodida 🤣 ¡Me encantó este relato de Halloween, Eli! Misterio, suspenso y traiciones hasta el último segundo, ¡aplausos! 😎
November 01, 2020, 18:32

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    ¡Quién diría que acabaría así! Jaja. Gracias y me alegro que les vaya gustado. November 04, 2020, 06:34
Rowena Draugr Rowena Draugr
Eli esto es demasiado bueno!!! Me ha encantado de principio a fin incluidas todas las vueltas y reveses. De mis favoritos sin duda!!😍
November 01, 2020, 16:15

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    Ow,muchas gracias. Me alegro de que te guste. Estuvo algo chido escribirlo. No tenía planeado tanta confusión. Ja November 04, 2020, 06:33
Jancev Jancev
¡Demonios Eli! ¡Has elevado las conspiraciones a otro nivel! ¡Y ese final! Me ha gustado mucho🎃🎃🎃
November 01, 2020, 03:33

  • Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
    Jaja, me pase de inspiración con Jan. No creí qje acabaría así. Ja November 04, 2020, 06:32
~