Kısa Hikaye
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Devam etmekte
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Un pasado, una historia.

Éramos tan pequeños que no sabíamos qué queríamos, ¿el amor? No entendíamos de qué se trataba o cómo había que reaccionar ante él, pero lo que sí sabíamos era que lo que sentíamos nunca lo podríamos cambiar o terminar.

Pasamos por muchos años de confusión. De niños nos veíamos por lo menos 5 días a la semana, después del colegio o los fines de semana que nos juntábamos a ver películas en casa de algún amigo. Jamás pasó nada, pero sí pasaba algo.

Siempre eran jueguitos acá, jueguitos allá, entre broma y broma uno sabe que se enamora. Eso sucedió, como siempre. Entre "me gustas" y "me gustas", mensajes y mensajes terminamos con el corazón a medias.

Llegamos a la adolescencia, en donde uno aprende tantas cosas y pasa los mejores momentos, donde todo parece pasar tan rápido que el tiempo nos alcanza y en un abrir y cerrar de ojos ya nos olvidamos lo feliz que somos.

Él continuó su junta con sus amigos futboleros, yo continué dedicándome al vóley, cada quien por caminos diferentes. Mis padres no lo aceptaban por las influencias que tenía, pero para mí no era como ellos lo planteaban, y no sé si nunca lo quise ver así o qué, pero jamás me pasó nada de lo que ellos decían, yo confiaba ciegamente en él que hasta me daba miedo ese punto de nuestra relación.

Mi madre cada vez lo rechazaba más diciéndome que no era como yo creía, a mí no me importaba porque literalmente yo sí lo quería. Dejé de lado sus comentarios y empecé a tomar en serio mi decisión de aceptarlo después de tantos rechazos al "¿querés ser mi novia?" de su parte y la de muchos más.

Tenía algo que me gustaba, mis amigos decían que debía buscarme alguien mejor, ¿alguien mejor cómo? A mí me encantaba estar con él, me encantaba cómo me miraba, me tocaba, me hacía sentir tan querida que no sé, había perdido la cabeza que por eso seguramente dicen que el amor es ciego.

Lastimosamente teníamos el mismo pensamiento, pensábamos tan igual que eso nos separaba, así como nos unía nos corría del mismo camino. Sabíamos que pase lo que pase, yo volvería a sus brazos y él a los míos, porque así fue siempre. Pase quien tenga que pasar que ese lugar ya estaba asegurado... pero pasó algo.

Conocí a otra persona, pero no sólo yo, sino que él, mientras yo no estaba con nadie ya había pasado por más de 2 relaciones, ¿qué diferencia haría yo? Que sabíamos que si yo aceptaba salir con otra persona en serio que no fuera él, es que la cosa iba en serio.

Esta nueva persona tuvo un trato diferente conmigo. Me atrapó su manera de ser y tratarme, era como... no sé, tenía una personalidad que él no, me daba la atención que él no, el cariño, el roce, todo era tan diferente... me gustaba. Entonces opté por probar más. Lo que más me había atrapado era la confianza con la que manejaba mi cuerpo en la cama, era otro toque, otro control. Sin embargo, él lo hacía con amor, cariño, pero este con lujuria y deseo. Y ahí estuvo mi duda... pero tuve que decidir por mí... Sabía que a él no lo aceptarían en la casa, así que decidí probar algo nuevo, le dije que sí.

Al tiempo se enteró, se quiso matar, me mandó mensajes y me llamó, que por qué él, que qué tenía él que él no... pero no supe responder, yo todavía lo quería.

A pesar de estar con otro le seguí respondiendo los mensajes, le seguía los juegos pero nunca pasó más de la última vez... él quería más, pero no era tan fácil para mí. Durante la cuarentena sufrí, pero él también. Evadí reunirnos en muchísimas ocasiones que tuvimos la oportunidad, porque sabía que me haría sentir tan culpable como miserable. Lo quería, lo deseaba, pero tenía que mantenerme en mi perfil de responsable... no quería perder al que estaba junto a mí, con quien había ya tenido una cierta conexión.

Una madrugada me llega un mensaje, "qué haces?". Charlamos un momento hasta que tiró el "te extraño"... quedé leyendo el mensaje por varios minutos sin saber qué responder. "Yo igual" dije sin más, sin sentir culpa, porque era mi realidad. "Qué lástima que estés casada" dijo. "Supongo que sí, pero bueno", y es que a mí me gustaba estar en otra relación que no fuera él. "¿Por qué nunca quisiste estar conmigo? Te pedí más de cincuenta veces". "Jamás me diste la atención que nos merecíamos". "Y él qué". "Es diferente". "Lo conociste de la noche a la mañana y estás re enganchada", a él lo conocía desde los 12 años... "Y sí pero es diferente, no sé, no podés comparar nuestra relación con la mía con él". "Está bien, si vos empezás de nuevo, entonces yo quiero hacerlo también. Tengo que borrar lo que me hace daño, y vos me lastimaste mucho". Jamás recuerdo haberle hecho algo que él ya no me lo hubiera hecho, y ahí se fue nuestra relación de seis años, en un bloqueo de whatsapp por algo estúpido. Yo no lo bloquearía de ahí, sino que de Instagram, admiren mi inmadurez, pero porque él seguía respondiéndome las historias que subía, ¿entonces qué papi?

Nos dejamos de hablar varios meses, tres para ser exactos (varios, jaja). "Seguís enojada conmigo?" y yo "kheeee", no respondí el mensaje por horas, hasta que decidí. "Yo no estoy enojada, me molestó tu actitud de bloquearme por una estupidez, y lo sabes". "Si te compro chocolates, ¿me perdonás?", lean nomás lo que dijo el caradura. Si bien me vendo a mil por chocolates, pero amigo... "Dejemos las cosas así como están, sabes que los chocolates no lo valen".

Tal vez fue algo dramático, pero pónganse a pensar. Salíamos al boliche y nos encontrábamos (ambos solteros pero nunca solos), él con su grupete y yo con el mío. Me decía "Qué linda tu amiga". Un comentario que en serio no era necesario, yo sabía que mi amiga era muy provocativa con ese booty, pero justamente vos tenés que venir a recordármelo? "Haceme gancho con tu amiga" por mi mejor amiga, ¿en serio? La verdad no sé si lo hacía para darme celos o si de verdad se pasaba nuestra relación pro el *rto. Yo jamás le dije nada sobre sus amigos ni nuca le mencioné algo fuera de lugar a no ser que él me preguntara, no iba más allá del "me gunto con un amigo" o "tengo una cita".

Al fin y al cabo el destino tal vez querrá otro final para nosotros, pero sé que en algún momento nos reencontraremos.

Después de todo 8 meses con mi novio es mucho para tener el corazón dividido en dos, eh? Quiero mucho al chico que tengo ahora, pero nadie cambiará ni pasará por encima del amor que le tengo a él, es algo que no se puede simplemente pasar de sí y decir "ya fue, ni cabida", porque literalmente éramos amantes y el día siguiente completos desconocidos por dos meses.

El Covid-19 tiene la culpa de todo.

17 Eylül 2020 05:23 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Devam edecek...

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