¨Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento...¨
Elegía a Ramón Sijé – Miguel Hernández
—Luca ha muerto.
¿Cómo?
¿Luca?; ¿tu Luca?
¿Tu primo?
¿Ese que hace diez segundos estaba vivo? Al menos en tu mente...
Eso es imposible.
Si hace apenas un mes te escribió para venir en verano a visitarte. ¿Eso es que no vendrá?; ¿cómo no va a venir? Si te lo prometió... Vais a ir a la playa, saldréis de fiesta a celebrar tus dieciocho, buscarás en internet lugares interesantes que visitar. ¡Será genial!
¿Y qué pasa con lo que le dijo a su hija?; ¿no va a llevarla al zoo?; ¿cómo podría hacer eso? Él nunca la decepcionaría... Está vivo. Es obvio. Solo es una cruel y perturbadora broma.
No es verdad.
Estas cosas no pasan.
No a ti.
No a tu familia.
¿Cómo va a morir alguien de tus seres queridos? ¡Si además era joven! La gente joven no muere.
¿Y ahora, qué?
¿Quién preparará el banquete de tu boda? Si algún dia te casas... ¡No! No te vas a casar. Ahora ya no. ¿Cómo podrías celebrar un día feliz sin él? Eso es imposible. Ahora debes estar triste. Deprímete. Sí. Eso es lo que debes hacer si de verdad le querías. Porque le querías.
¿Qué les dirás mañana a tus amigas cuando te pregunten que tal estás? Nadie quiere escuchar lamentos, seguro que esperarán un ¨todo bien¨. ¿Cómo vas a llorar delante de ellas por un primo?; ¿a quién le importan los primos? Si fuera tu hermano, tu amigo... pero no lo era. ¿O sí?
¿Tienes derecho a estar triste? Si a ti no se te ha muerto.
¿Por qué no estás llorando?
¡Deja de mirar ese televisor y echa las lágrimas! Es lo que debes hacer ante la noticia, la gente normal lo hace. Hoy y mañana estará justificado, después de eso debes serenarte, seguir adelante y ser jodidamente feliz para no molestar a nadie con tu dolor.
¿Y si le olvidas?; ¿y si olvidas vuestros recuerdos juntos?
¿Eso es posible? Quién sabe...nunca se te había muerto nadie importante hasta ahora. ¿De verdad crees que podrás enterrar en tu memoria el día de su boda? Cuando a todo el mundo le dió dos besos menos a ti, su abrazo...solo por haber sido su confidente un día antes, por escuchar sus temores y ayudar en lo posible con los preparativos. Gracias a eso fuiste la única que sabía exactamente qué desearle. Eso le conmovió. No la cagues con el primer baile.
Ojalá existiera una máquina del tiempo. Ojalá pudieras retroceder un día. Un solo día. Elaborar una disertación de mil hojas si fuera necesario argumentando el porqué debía empezar a cuidarse, porqué debía ir al médico. Suplicar que te escuchara. Crear una lista de todo lo que se perdería si...
No vas a poder despedirte.
No irás al funeral. Lo sabes. Aún no lo han dicho pero lo sabes. Nadie da días libres por la muerte de un primo, además los viajes en estas fechas son tan caros...¿Cómo podrás decirle adiós? ¿Cómo demostrarle que fue, es, importante para ti? ¿Escribirle una carta tal vez? ¿Llamar a sus hermanos y apoyarles como puedas? Nunca estarás en paz si no le dices adiós.
¿Eso es una lágrima? Quizá deberías ir a tu habitación antes del gran diluvio...
¿Qué decir? ¿Qué no decir? ¿Cómo actuar? ¿Cómo no actuar? ¿Por qué es tan difícil? Di algo. Despídete. Han pasado seis años y medio. Es el momento.
Adiós Luca, te quiero y te echo de menos.
Okuduğunuz için teşekkürler!
Quiero ser llorando el hortelano
Una historia bien escrita, bien narrada, con una trama desgarradora y una autora con dotes maravillosos para conmover con cada oración. Esta historia se lee muy rápido pero no se olvida con facilidad. ¡Felicidades!
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