Daba igual las veces que se quemase, lo que bebiese o las drogas que utilizase. Al final, la única forma de soportar el dolor era provocándoselo a los que habían ido a parar a su reino maldito, el Infierno.

Hoseok es un arcángel que fue expulsado del cielo por proteger a su  amada Dong Ae, una Arcángel protectora; cuando el Supremo descubrió su amor. En las alturas, la única regla es no tener sentimientos de amor mutuo entre los ángeles. El Supremo castigó a Hoseok, cortandole las alas y expulsando al infierno como castigador, pero con una oportunidad de recuperar a su amada, que cuando se encontraran de nuevo, el pediria 3 deseos a ella y si se los cumplía su memoria regresaría y estaría juntos.

—¿Qué eres? —Si te digo mi nombre te alejarás... —No lo haré, estoy contigo. —Me dejaras caer, correrás y olvidarás el amor que siento por ti, mientras te preguntas como es que besaste a un ser como yo —Te acepto, a ti y a tú pasado. —Soy el ángel caído, el que humanos como ustedes temen y repugnan —apago mi cigarro mientras muestro los dos cuernos que adornan mi rostro —Me enamoré de...un mounstro.Dejaste que cayera en pecado. —Me enamoré...—susurro mientras veo como sueltas mi mano

Ángel caído. Caballero de la oscuridad. Rey de las tinieblas. ¿Quién diría que su rebeldía nació del amor que se le negó? El amo de los demonios no es más que un adolescente con el corazón roto...