<<Tant de bo les puntades de peu que de vegades em clava no siguin la profecia dels cops que clavarà quan surti de mi i creixi prou per donar guerra.>> Un cop vaig obrir-li la cella a un noi amb un projectil especialment ben dirigit. La sang rajava i rajava. Em vaig disculpar, vaig ajudar-lo a parar l'hemorràgia i a trucar la seva mare. Però amb prou feines podia contenir el somriure que em tibava els llavis. pots llegir el conte Amarga resignació sencer al meu perfil:)

Abans: bona primavera Ara: bona sequera

<<Els seus ulls queden enfosquits per la llum argentada que brolla del seu front, i el fantasma d'unes ales d'acolorides plomes emmarca la seva atractiva figura. Massa atractiva. Els seus ulls, del color del foc, cremen. Són de foc. I no només els ulls: sota el glamur de la seva pell sorrenca dansen flames. Tot ell és una foguera sense fum. -No sabia que les dones d'aigua rentessin la roba en bugaderies autoservei. -No em diguis dona d'aigua, djinn.>> Llegeix el conte complet al meu perfil

Un año u medio después de bajar las escaleras de un parque en coche, Pablo volvió a protagonizar un escena que algunos podrían considerar escandalosa. Esta es reciente...

A principios de los 2000, los móviles eran nuevos, grandes cacharros llenos de botones protuberantes y diminutas pantallas. Un dia, Pablo fué al lavabo, y de algún modo misterioso, se le cayó el móvil en la bañera. ¡Buena ducha se dió el móvil! El agua estaba fría, y el pobre, que era sensible, se resfrió. Quando Pablo intentó encenderlo, el móvil no reaccionó: pantalla en blanco.

Estrelas que apenas brilham. Pontinhos que são outros corações. Céu escuro, porém sem cor. Não é engraçado? O chamam jardim, mas não tem plantas. Não tem vida. É só areia. Não tem vida exceto a minha. Estou sozinha aqui, na minha estrela, no meu coração. Apenas um grão de areia entre as estrelas. Isso aqui é só um jeito de me preparar pro exame do Celpe-Bras. Me perdoem pelos erros, galera.

Seamos más generosos con los ❤️ y los comentarios en la plataforma. El escritor ha dedicado horas a ese texto delicioso que hemos devorado en minutos. Un pequeño gesto conforme te gusta es una gran recompensa para el artista. Y si no consideras que merezca un ❤️, siempre puedes dejar una crítica constructiva. Buen día 🌈

Ya bien entrado en su octava década en este extravagante mundo, Pablo llevó a su mujer, tan tozuda como él, a renovarse el carnet de identidad. Llegaron sin eventualidad alguna hasta en frente de la Policía Nacional. Y ahí apareció la eventualidad. Ya puedes leer la anécdota final de mi antología Pablo el Bala, protagonizada por mi abuelo

-Yo no iría a ninguna parte contigo, Pablo. Que siempre se mueren los otros y tu eres el único que sale vivo -le dijo una vez uno de sus yernos a un Pablo ya casi calvo y abuelo de cuatro nietos. Lo decía en serio. Ya puedes leer una nueva anécdota de Pablo el Bala

No podia passar tantes hores sense fum. Li demanaria una cigarreta a la Saaba, que també havia començat a fumar al cap de pocs mesos de treballar. Ella havia estat qui li havia ofert les primeres cigarretes. Ella que recitava les maldats del tabac com un profeta. I bet aquí un gat, bet aquí un gos, que el conte ja s'ha fos

Al cap de quatre mesos i setze dies de començar a treballar, la Juani, la infermera, li va oferir una cigarreta. No recordava perquè havia acceptat, però, mira'm ara... Estrès dels collons.

Patiria per estar donant un mal exemple als fills, però tenia tan poc temps per veure'ls que dubtava que recordessin clarament quina cara feia. Havia començat a fumar en començar a treballar. Al cap de quatre mesos i setze dies, la realitat de la feina s'havia menjat definitivament els seus somnis de metgessa salvadora.

Va encendre la cigarreta i va fer-hi una llarga calada. Era l'última del parquet. La d'hores que encara li quedaven fins al final del torn... Va contenir una rialleta. Ella, que havia superat els anys d'adolescència fent tres caladetes a l'any, perquè ja sabia que volia ser metgessa i practicava recitant a les amigues les maldats del tabac com un profeta. I mira'm ara... -va pensar observant com el fum ascendia.

-Yo no iría a ninguna parte contigo, Pablo. Que siempre se mueren los otros i tu eres el único que sale vivo -le dijo una vez uno de sus yernos a un Pablo ya casi calvo y abuelo de cuatro nietos. Lo decía en serio. Ya puedes leer una nueva anécdota de Pablo el Bala

"-Yo no iría a ninguna parte contigo, Pablo. Que siempre se mueren los otros i tu eres el único que sale vivo -le dijo una vez uno de sus yernos a un Pablo ya casi calvo y abuelo de cuatro nietos. Y lo decía muy en serio." Lee mi antología de anécdotas reales protagonizadas por mi abuelo, a quien de niño llamaban el Bala por ser el más rápido de pensamiento... Y el más rápido en liarla parda.

Le llevaría un tiempo hasta que la visión de un niño no le hiciera preguntarse, ¿cómo podría haber sido el suyo? ¿Cómo habría sido su cara? Paró en la esquina para limpiarse las lágrimas a punto de derramarse. Un abuelo pasó y lo miró raro. Llevaría tiempo para que esas emociones se diluyeran lo suficiente en las lágrimas como para dejar de necesitarlas. Bajó las manos y miró al abuelo a los ojos. Fin

Había puesto la semilla de una nueva vida, pero esta se había marchitado nada más germinar. No era más que un garbancillo, había dicho el médico -no sabía cuál era su especialidad exacta- para consolarlos. Para que le restaran importancia. Unos días después él se había dado cuenta de que no podía quitarle importancia. Era un garbancillo, pero era su garbancillo.

Clac. La puerta se cerró tras él. El frío de noviembre le mordió. Un padre con un niño rubito cuál querubín cogido de la mano lo esquivó. Se colocó mejor la bufanda, con la esperanza -inútil- de que lo protegiera de otro tipo de frío, uno que le nació en el corazón y reptó hasta la garganta. Él podría haber sido ese padre con ese niño. Podría haber sido. Pero ya no lo sería.