PRÓLOGO
Estaba por iniciar mi último año escolar, mi vida era tranquila y sin problemas, mi vida era casi perfecta… hasta que mamá llego un dia y soltó que nos mudábamos al otro lado del planeta, donde no habia contacto con el mundo, no habia electricidad, menos acceso a internet, para conseguir agua tenías que caminar tres horas y pasar por un bosque donde habitaban animales salvajes, viviríamos en una pequeña choza arriba en las montañas donde el viento chiflaba a ritmo de tribus ancestrales.
Vale, estoy exagerando, en realidad, solo nos mudaríamos a la ciudad, a unas cuantas (8) horas de donde vivíamos, pero ¿se imaginan como me cayó esa noticia?
Como mamá al parecer lo tenía todo resuelto, solo quedaba una pregunta en el aire...
—¿Cuándo nos vamos? —Quise saber, el golpe fuerte ya lo habia dado, ¿qué más podía pasar?
—En una semana —sonrió con nerviosismo, mientras tomaba comida lentamente de mi plato para llevarselo a su boca.
Alv…ésta mujer me acaba de dar un tiro directo a la cabeza.
Me quedé muda un par de minutos, aún no asimilaba si era real o estaba dentro de una novela mexicana.
—Hay una gran oportunidad en el Hospital Angels y se requiere ocupar la vacante de inmediato —explicó con tranquilidad —es algo que he esperado por años, cariño —dio un suave apretón en mi mano, dejando salir un suspiro afligido —creo que ya es hora de mirar hacia adelante.
Es verdad, mamá es paramédico y desde que papá murió, ella ha buscado salir de aquí, este pueblo es muy pequeño y no hay crecimiento profesional para ella, por otro lado, es difícil llegar a casa y no encontrar a papá, sé que lo extraña, que llora por las noches, sé que se ahoga en frustración y desesperación, lo sé porque yo siento mismo.
La miré con ternura y asentí —¿La aventura nos aguarda?— sonreímos y ella me enredo es sus brazos, guardamos un silencio melancólico, la decisión que acabábamos de tomar no era nada fácil.
Me miró por unos segundos y entrecerró los ojos —pero por favor, Frida Reyes deja de ignorar a la gente, tienes un mundo que disfrutar y ya es hora que conozcas a un príncipe azul.
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