Creía poder soñar
cuando observaba el cielo,
las estrellas brillaban
y hacían olvidar que existían
los malos tiempos.
Pero a veces
humo y ceniza cubrían el firmamento
y sepultaban aquellos destellos,
esa esperanza disfrazada
en lejanos luceros.
Las aves cantaban.
Entre escombros flores nacían.
Cuerpos grises, ojos sin vida.
Los rayos del sol aún resplandecían.
¿Dónde esconderse cuando balas te persiguen?
Pues si al amor ya alcanzaron
de nada sirve esta pantomima.
Cubre tus ojos,
no veas la sangre que se escurre por las alcantarillas.
Olvidé si niño o adulto eres,
porque tu cuerpo es pequeño
mas tus ojos no son más…
que un tormento.
¿Nadie te explicó que se debe a un corazón sincero?
El corazón
lleno de miedos y sufrimiento.
El corazón
lleno de amor y sueños.
Te prometo
que llegará el día
en que los malos por fin pierdan,
que los héroes limpien el cielo
y puedas ver por fin las estrellas.
Camila L. Levrino
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