Por aquel entonces todavía no había superado a su ex, y tenía unos 9 mm en uno de sus riñones con dolor insoportable, pero si le preguntasen ahora cuál de los dos era tendría que pensarlo... Para acabar diciendo el izquierdo.
No se sabe cómo surgió, pero una amistad lejana y a su vez cercana le propuso el plan, aunque sin saber ni cómo ni quiénes eran acepto, con la ilusión de un crio para ir por primerita vez, por primera vez lo vivirá.
Las circunstancias no fueron las ideales, era el primer mes del año, puro invierno. Ya en navidades había entregado la carta de dimisión y, posteriormente, pero sin llegar a la fecha, viajado con su padre a ver también por primera vez jugar a su equipo favorito, en un viaje frío pero acogedor e inolvidable, pero eso ya es otra historia.
Justo antes del cambio de trabajo y justo dos días antes de la marcada fecha, la cual ya no puede recordar el número, tenía la intervención de los 9 mm, y a su vez la baja por ello, aun así se recuperó como pudo y, en dos días ya se vio inmerso y subido en el autobús que le llevaría a él, junto a unos amigos hasta la gran ciudad.
Sube al autobús y justo antes de partir aparece su amigo con su novia de entonces, al cual confunden en el listado de nombres porque se llamarían igual salvo por dos letras que se añaden al apellido, una e y una z. El viaje es tranquilo, comenta la ilusión del cambio de trabajo y que está recién operado, pero la ilusión no se la quita nadie.
Para el viaje y la primera experiencia se había preparado minuciosamente o al menos con cariño lo que se podría encontrar allí. Al ser novato, lo descargó todo de Internet, todavía no sabía que podía encontrar más detalladamente el evento en otras webs, a su vez miró vídeos y lo que más le gustó lo escribía hasta llegar a aprendérselo. En una de ellas, tendría que enseñarle un video a su primo, ya que por título estaba esa palabra, ese primo con el que había estado muy unido todo el año anterior y que se escaparían de viaje durante el verano, todo una victoria.
Así que, con todo descargado en un mp4, de los malos, fue pasando el viaje de unas 3 horas en bus más otra media en tren.
A penas conoce la ciudad, no sabe moverse por ella, pero esta primera vez, no está solo, se llegan a juntar dos parejas y otra muchacha más, a los cuales después de prepararse en el apartamento dónde se alojarían todos esa noche, menos la chica que ya vive allí, simplemente inician la marcha cuesta arriba, perdiéndose un poco, con algo de frío pero no tanto como en sus casas, acaban encontrando el lugar.
Recuerda que había gente, pero no recuerda hacer cola previa, sí se acuerda de un cartel muy legendario, que le habría gustado ir y a día de hoy se arrepiente bastante de ello, aunque no debió ser el momento ni el destino lo quiso así.
También recuerda dejar las cosas en el guardarropa, y explorar la zona todo nuevo para él, ese día no bebería alcohol, más concretamente ninguna cerveza por mucho que la deseara, la medicación y la reciente operación lo impedían.
Para la ocasión iba con un jersey, pero si no vamos errados, no era propio de la noche ya que no era negro, sino gris. Centrándonos en la indumentaria de la chica, que iba bien guapa de eso está seguro, aunque incapaz de describir lo que llevaba puesto... Salvo por una pulsera, una pulsera de pinchos, una pulsera que quiso ver con más detalle y acabaron por tocarse y cogerse la mano, y es ¡ahí! en ese preciso instante, dónde hubo una especie de conexión, de esas que no se explican, de esas que no se dirían nada, pero que toda esa energía se traspasa de uno al otro y viceversa, y aunque estuviera todo lleno de puntas punzantes, fue suave, tan suave que el instante se soltó rápido, pero para ninguno de los dos pasó desapercibido, pero eso ya es otra historia.
Todos juntos se fueron acercando con miedo a la zona, aunque empezaron desde atrás del todo, pronto se animarían a adentrarse un poco más. Había espacio, más espacio de lo que después descubriría en otras no primeras veces, así que se podían mover por dónde quisieran.
De lejos parecía super animado, empezó todo super épico y lleno de dragones así que era el momento de ver a esos elfos de más cerca y saltar con ellos. Lo más llamativo la alegría que transmitían y el subirse uno de ellos a hombros del otro, ¡imperdible!
Acabó el primer acto, fue breve poco más de media hora, ya entra en calor, jersey fuera, eso sí con ayuda de sus amigos sino iba la camiseta fuera y el despelote sería mayor. Le brillaban los calzoncillos literalmente.
El segundo acto le tenía terribles ganas, al ser más clásico lo disfrutaría más o eso pensaba él, y así fue, se decoró el escenario como si de una fábrica de metal se tratase, metalurgia en su plenitud y, el gran corazón de metal empezó a vibrar.
Se sentía vivo y disfrutaba, ¡ahí! era, todavía no lo sabía porque lo estaba viviendo pero se daría cuenta muy muy pronto.
Salieron, lo dieron todo, el calvo llamaba la atención era el más carismático, el que seguía y daba ritmo a todo, apareció la guerra, se presentó la princesa del amanecer, algún tiburón también se manifestó, el corazón se volvió de metal auténtico con terror, y para acabar las bolas chocaron contra el muro y se cayó el estadio.
Nervios, iba bien todo, felicidad, hubo un flash, pero sin flash y salió movida, salieron todos, salieron borrosos y estaban ¡ahí!
Un poco más y se despista para el inicio del tercer y último acto, habría pantallas de la gente en el aire una de ellas no recuerda apagarse durante casi ningún momento, donde una de las chicas por su tamaño le daría buen uso para verlo todo, al final se abusa del aparato para después no mirarlo más o si algún día se mira recordarlo con nostalgia.
Había una pantalla más, esta para todos, está proyectaría imágenes, letras y logos.
Aquí la voz principal no le acabaría de encajar en su oído, es típico y similar a no reconocer tu propia voz enviando un audio, hubo una división fantasma de inicio donde aparecieron espartanos no venidos de Esparta sino más bien de Suecia donde acabarían siendo paganos, habría también sangre, unión, leones venidos del norte, todo eso sin recordar en que orden, últimas batallas, últimas soluciones, últimas resistencias, brujas en la noche, apareció su primo para la victoria, esta vez parece que en Shiroyama, segunda guerra mundial, para acabar en el infierno y volver.
Entre medio hubo presentaciones, humor, toque clásico y más acústico, interacción, saltos, risas, sorpresas y sobre todo alegría.
Esa alegría y satisfacción que es la que acabaría buscando y encontrando en las demás primeras veces.
Toda primera vez también tiene su fin, y con ello una vuelta a la realidad, una vuelta camino abajo, una despedida, una compra de una cena, recalentada o sin hornear demasiado, con sabor a pizza irreconocible, una vuelta en una cama que no es la tuya ni lo sería nunca más, solo, con muchos sentimientos y pensamientos positivos e ilusión ilusionantes que a día de hoy sigue buscando en todas sus primeras veces.
Y así, se durmió soñando en sí mismo y en algún roce sin sentido.
Han pasado ya más de cinco años...
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