Короткий рассказ
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Chocolate para dos

Megan recogió la mesa cuatro, donde habían tomado varios cafés y bollos. La superficie estaba totalmente mostosa y llena de migas. Suspiró. Este turno no le gustaba nada. Prefería el de mañana, que no había tanto jaleo.

La puerta del bar se abrió y dejó pasar el aire helado de la calle. Sus brazos desnudos -incluso en invierno, el uniforme llevaba manga corta- y el resto de su cuerpo en general tembló de frío. Le decía la cocinera que era porque le faltaban un par de pucheros en ese cuerpo magro, pero ella se sentía bien.

Durante seis meses había estado trabajando en el Bar Montecito, un bar pequeño en el estado de Montana. ¿Cómo había llegado allí? Por culpa de su padre, por supuesto. Si la empresa no hubiera quebrado, él no habría buscado otro lugar y no hubieran acabado allí, en Missoula, lejos de todos sus amigos. Al menos la ciudad era bonita y tenía muchos jardines, pero Megan se sentía tremendamente sola.

Se planteaba entrar en la universidad, pero mientras su padre no tuviera un sueldo decente, tampoco tenían los medios para pagarla, así que este primer año, lo pasaría trabajando a las órdenes de Marcos Toledo, un hijo de españoles afincados allí hace más de veinte años. Y al que le encantaba todo lo que fuera sabor español, como el chocolate.

Se volvió hacia la puerta que todavía estaba abierta para abroncar al que no la cerraba. Y entonces, le vio. El tipo llevaba unos vaqueros desgastados y una cazadora negra de cuero y unas buenas botas. Pero lo mejor era su cara. Su pelo castaño caía descuidado sobre su frente y sus ojos verdes le hacían parecer el protagonista de una película de James Dean, de esas que veía con su padre cuando era pequeña y que le hizo enamorarse de ese tipo de hombres. Y hoy tenía un ejemplar delante.

Se quedó con la boca abierta mientras el tipo seguía sosteniendo la puerta para que entrase el aire frío, y a continuación una linda mujer que miró con cierto desdén el lugar.

—Te aseguro que aquí tienen el mejor chocolate de la ciudad —le decía él mientras, por fin, cerraba la puerta.

—El chocolate engorda mucho. Yo tomaré agua —miró el local pasando por alto a Megan, como si no existiera, y se sentó en la mesa que acababa de limpiar ella.

Megan reaccionó por fin y se fue hacia la barra. La pareja debía de tener alrededor de los treinta y en su opinión, no pegaban nada. Ella iba muy arreglada, y él era un “malote”. Justo como le gustaban a ella. Aunque tuviera apenas veinte años.

Se acercó a ellos con la libreta y esperó pacientemente. Ellos le ignoraron, aunque les dio los buenos días. Se iba a ir ya cuando él decidió mirarla, de forma más apreciativa de lo que Megan podía suponer.

—Hola, Megan —dijo leyendo el cartel con su nombre— queremos dos chocolates con una ración de tarta de fresas.

—Pero Declan, yo no quiero engordar… —comenzó a protestar la mujer.

—¿Qué traigo entonces? —preguntó Megan sin apartar la vista de los ojos del tal Declan.

—Lo que te he pedido, guapa.

Megan se giró y como la mujer no decía nada, se fue hacia la barra.

—Marcos, hazme dos chocolates, por favor.

Partió dos porciones de tarta de fresa y las adornó con un par de rosas de nata. Si ella no quería engordar, no había llegado al mejor sitio.

Llevó todo a la mesa mientras les observaba. Ella parecía muy callada y distante, mientras él sonreía y hablaba. Parecían estar en dos conversaciones distintas. Megan se había aficionado a las novelas románticas desde que la madre de Marcos le prestó un par de libros y reconocía al espécimen como un «empotrador», de los que podrían cogerte encima de cualquier mesa y hacerte soñar con las estrellas. Se sonrojó pensando en ello y casi se tropieza al llevarles el chocolate. Él la miró divertido y adivinando sus pensamientos se humedeció los labios. Ella todavía se turbó más y dejándolo todo en la mesa, se volvió hacia la cocina sofocada.

Marcos la miró preocupado. Desde que Megan trabajaba para él, sentía un enorme afecto por esta chica seria y trabajadora, y aunque tuviera diez años más que ella, se había enamorado. Claro que él no era como ese chico que la había hecho sonrojar. Más bien era del tipo normal, quizá con el que apetece acurrucarte en el sofá, con un bol de palomitas y una película. Una chica tan guapa nunca se fijaría en él.

Tras tomarse el chocolate, la pareja se marchó no sin que antes el tal Declan le echase una mirada perturbadora.

Llegaron las cinco y Megan salió del trabajo, cansada y con ganas de darse una buena ducha. Nada más salir de la puerta trasera, se encontró de bruces con un deportivo rojo. Una hermosa mujer bajó del coche.

—Hola, Megan. Creo que te has fijado en mi marido.

La mujer la miraba sin pizca de emoción.

—Oh, yo, bueno, me he fijado, pero nada más —Megan se sonrojó.

—Quería advertirte. Es muy mujeriego y le encantan las jovencitas inocentes como tú. Pero nunca se queda con ellas. Siempre vuelve conmigo y además, tenemos tres hijos. Así que, por tu bien, olvídate.

Megan se quedó parada, sin saber qué decir o hacer. Tampoco es que quisiera entrometerse en una relación, ¡y encima con niños!

—No te preocupes, Megan es mi novia y si ha mirado a tu marido, ha sido casualidad —Marcos había salido en el justo momento y le pasó el brazo por la cintura.

—Me alegro, porque para sufrir todas, no vale la pena, te lo aseguro.

La mujer se subió al deportivo y se fue. Megan se volvió a Marcos y entonces lo miró detenidamente. Vio su cabello rizado, moreno, sus largas pestañas que hacían sombra a sus ojos también oscuros y sus labios delineados, siempre sonriendo. Inclinó la cabeza y le dio un beso en la mejilla, entonces él se quedó sin habla.

—Sabes, Marcos, creo que me gustará ser tu novia.

25 октября 2022 г. 0:00 2 Отчет Добавить Подписаться
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Об авторе

Anne Aband Escritora de fantasía y romántica, y de ambas combinadas. Ganadora de varios premios literarios, he escrito más de 50 novelas, que puedes encontrar en Amazon.

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Katherine Caballero Katherine Caballero
Hola, un gusto saludarle! Espero que pronto pueda actualizar esta historia. Gracias!

  • Anne Aband Anne Aband
    Hola, Katherine, en principio esta historia es así, un relato corto! February 27, 2023, 17:36
~