zegabii Zegabii

Tras los incidentes de la primera parte, Raven se encuentra pobre, débil y abandonado por su clan. Entran en escena los Lost Boys, una pandilla de inadaptados con más agallas que cerebro. Le ofrecen algo similar: unirse a ellos, tener una nueva familia. Todo lo que Raven quiere es recuperar su vida anterior, pero ¿Debería? Siempre ha sido un peón: de empleos sin futuro cuando era humano; de su Clan, ahora que es vampiro. Raven tiene que elegir: Adaptarse otra vez y sacar el mejor partido a su nueva situación o, buscar su propio camino. Decisiones, decisiones…


Экшн Всех возростов.

#vampiros #humor-negro #acción
26
16.6k ПРОСМОТРОВ
Завершено
reading time
AA Поделиться

I.-Aquí tienes un puñado de nada, ¡Sujétalo bien!

― ¿Georgi?

No lo podía creer: es Mikhail el que tengo enfrente; Mikhail, el del club de mala muerte, Mikhail, el casanova que me metió en esto, Mikhail el muerto.

― ¿Mik? ¿Estás vivo?

Mik no contestó nada al principio, pero un momento antes era su rostro inexpresivo, en el otro me estaba abrazando, con una fuerza que yo sabía que no era humana.

― ¡Es la pregunta que me estoy haciendo, bribón!― escucho desde el otro lado del abrazo― ¡Pensé que te habían liquidado…!

― ¡Hombre! Yo pensé lo mismo...

Al final Mik aflojó su tenaza, pero siguió aferrándome de los hombros, mirándome de arriba abajo:

― Mírate: ahora eres uno de los chicos "cool"― Exclama con orgullo.

Todos hemos pasado por algo parecido: el abuelo o el tío: "Cuanto has crecido" Bien: Esta era la versión de Mikhail.

― ¡No, Mírate tú: mas que diferente!

Esto lo dije, de forma muy sincera. Mikhail había cambiado, porque ahora era un Strigoii; dejó atrás su ropa ridícula de colores chillones, por ropa decente; algo gastada, si, pero al menos el "aura de misterio" que siempre quiso, ahora es auténtica. Le sentaba bien, no solo por el aspecto, sino la mirada; la de alguien que ha visto el mundo. Parece que al viejo Mikjail le cayó bien el cambio.

― Ya lo ves, Georgi… ― repuso Mik ― Me uní al Club de las Sanguijuelas.

― ¿Qué te pasó en aquel bar? Después de lo que pasó, ya no supe más de tí.

Mik encendió un cigarro de dudosa procedencia, con una gracia que nunca tuvo, pero que a mí me pareció genuina:

― ¿Sabes qué? Este sol me está matando… ― dijo― ¿por qué no vamos a un lugar oscuro donde podamos platicar?

― ¿Qué? ¿Ahora fumas?

―Cuando cambias, el cáncer deja de ser un problema, ya deberías saberlo, Georgi.

Muy bien, imagino que se lo estarán preguntando: ¿Cómo me topé a Mikhail en primer lugar? Saliendo a la calle, así nada más. Llevaba dos semanas en el departamento de Moloch, curado por completo del cuerpo, pero no de la mente: estaba volviéndome loco, encerrado en esa cárcel Yuppie, sin nada que hacer, excepto rumiar mi propia amargura una y otra vez.

Desde la vez en que Alkonost vino a llamarme "Craven" y a decirme lo jodido que estaba, no he vuelto a tener noticias de ella. Ni de Grendel ni lo que sea que tal vez llevo en las venas.

Para ser sinceros, estaba harto; harto de la ropa enorme de Moloch, de su comida saludable (ni una sola gota de alcohol en la casa), pero más que nada, harto de ser el peón de todo mundo. Tal parece que cada persona que conozco solo llega para abrir puertas por la que entra un montón de mierda; luego se van, sin darme algo a que aferrarme. Sí, eso incluye a Mikhail. Así que hoy tomé esos aires de rebeldía y me lancé a la calle sin saber muy bien el porqué y sin medir las consecuencias.

Sí, tomé algunas precauciones, como por ejemplo, mantener los ojos abiertos; por supuesto, no era tanto buscar enemigos ocultos, como esperar -muy a mi pesar- que Alkonost saliera de algún lugar, gritando: "¡Craven, idiota! ¡Te dije que no tomes riesgos!" No sucedió, por supuesto, porque esta es la parte dolorosa, la parte donde Alkonost sigue con su vida.

¿Y a qué me llevó toda esa rebeldía? No fue a buscar a Grendel o infiltrarme en la SOTR, fue algo todavía más estúpido: volver a mi departamento. La poca ropa que tenía ya estaba raída y el resto, siendo de Moloch, me quedaba horrible. Así que, ¿Qué mejor que ir a mi casa, tomar mi ropa y algunas cosas personales? Si voy a continuar en este infierno al menos voy a hacerlo con cierta dignidad, ¿No?

Ya deben conocer esa sensación, esa combinación de “que se joda el mundo” y “no va a pasar nada de todas formas” que te lleva a cometer todos los errores importantes de tu vida. Y por supuesto, toooodo fue bien… Por supuesto que no.

En realidad al principio si lo fue: Mi departamento se encuentra en un barrio de mala muerte, así que nadie se sorprendió de ver a un tipo sospechoso caminando como pingüino, en ropa deportiva extra grande, al departamento del tipo raro, que solo trabaja de noche.

Entré y abrí el refrigerador, toda la comida podrida se fue a la basura; tomé la mejor ropa que encontré y la meto hecho bulto en otra bolsa negra. Todo en menos de quince minutos, lo aclaro porque, a pesar de la locura que estaba haciendo, traté de evitar el peligro lo más posible. También porque topé casi de frente con un Consigliere Addeto, un limpiador especializado en deshacerse de la basura que le molesta a la orden. Por cierto, si no notaron, la “basura” soy yo.

No me vio, estaría muerto si así fuera. No solo un Consigliere Adetto es mejor que yo en combate, sino que a segundos de ver el primero, veo otro. Quien sabe desde cuando estaría ahí: así de buenos son.

Además, ni siquiera me traje una pistola(nacido para sobrevivir, ¿Eh?), así que lo único que pude hacer fue escabullirme directo hasta la calle.

En realidad no estuvo tan grave; de hecho, escaparme fue bastante fácil. Ellos buscaban a Raven Tradonico, vestido (si se me permite la humildad) como un vampiro respetable, no el vagabundo en trapos extra-grande.

Lo importante no fue el riesgo, sino la clase de mierda en la que estoy metido: no solo están las mentiras de Alkonost, el Clan me busca de forma activa; y yo sé mejor que nadie, que cuando te persigue los Tradonico, no van a detenerse con nada. Ya puedo despedirme de aclarar el malentendido en la SOTR.

Al final me alejé de mi apartamento para siempre. Esa es la historia antes de toparme a Mik; y no quiero reducir mi culpa, pero fue un golpe de suerte, porque aunque débil, Mikhail me ofrecía una forma de avanzar, hacia una dirección, cualquiera. Dios… Cualquier camino es mejor que en el lodazal en el que estoy atascado.

El “lugar oscuro para platicar” al que se refería Mik era un bar a cuatro cuadras de distancia de donde me lo topé. Y cuando escuché “Lugar oscuro” pensé lo lógico: un sitio alejado del sol, adecuado para bajar la guardia y descansar los ojos.

Este bar es una auténtica cueva. Para llegar a él, tienes que tomar unas escaleras que bajan al menos dos metros a desnivel de la calle, ahí te encuentras con la claustrofobia hecha establecimiento: ninguna ventana a la vista, todo lo que hay son bombillas de veinte watts, que no sirven para una mierda.

Ahora bien, eran las cuatro de la tarde y el bar se supone, debería estar cerrado; son las reglas de la ciudad, prevenir delitos o controlar el vicio, no lo sé… El punto es que no lo estaba y Mik lo sabía muy bien. Claro, que los bares, durante el día, son menos animados, y la luz del día-aún indirecta- deja ver con claridad, los horrores de un negocio donde no se prioriza la limpieza. Rastros blanquecinos de vómito, charcos en el piso y borrachos dormidos, reposando el alcohol, al menos tres de ellos. Ninguno se inmutó, nadie levantó la cabeza cuando entramos; No eran vampiros, solo estaban ahogados de borrachos.

Mik, tomó una botella de vodka del mostrador sin pedirle permiso a nadie y siguió hacia el área de las mesas.

― ¿Qué? ―dijo a modo de justificación―ya me conocen y no les voy a dar oportunidad de escupir en mi botella.

Nos sentamos en una mesa, yo con más cuidado; tratando de plantar la menor área de mi trasero en la silla asquerosa; Mikhail se sentó con total confianza y me sirvió del vodka en la misma tapa de la botella, estilo vagabundo. Viendo el lugar yo tampoco me hubiera atrevido a pedir vasos.

―Se ve que eres un regular de aquí― mencioné, en un torpe intento de romper el hielo.

No importó; Mik mordió el anzuelo, porque Mik quería morder el anzuelo.

―No es donde llevo a las nenas, claro, ― dijo ― pero sí donde se puede hablar en privado.

Me giré: Los dos tipos dormidos a dos mesas; también dos meseros más allá fingen que limpian el lugar, todos con la mirada muerta, vagando como almas en pena de mesa en mesa.

―Ah, si ellos… ya han oído de todo, ―Mik no les prestó importancia― No tienen tiempo de molestar a dos locos que se creen vampiros.

― ¿Entonces qué ha sido de ti?

―Ya ves, me convertí en lo que ves.― Mike señaló en un gesto teatral ― Nunca tuve la oportunidad de disculparme contigo. Aunque, viendo que sigues vivo, no sé si aún lo quieres

―Naaah. Yo también pude haberle dicho que no a… ¿Corbin? ―repuse― Yo tengo buena parte de la culpa.

―Pobre Corbin… mi ex no dejaba de hablar de ella.

― ¿Tu ex?

― ¡Ah, sí! Debí empezar por eso. ¡Una historia muy loca!

―Dispara…

―Verás… es la chica que me convirtió, ¿sabes?, la interrumpieron unos hijos de puta, me imagino que ya has oído de ellos.

― Algo así...― Murmuré. Si me mostré incómodo, Mik no lo notó.

― El punto es que vinieron cuando me estaba… cuando ella se alimentaba, así que no tuvo otra que cargar conmigo.

―... Un almuerzo para después.

― ¿Te imaginas, Georgi? Como en los restaurantes donde te permiten llevarte las sobras en un empaque de aluminio.

― ¿Y entonces?

― Para cuando volvimos a quedar a solas, ya me había convertido del todo ―dijo Mik― Una cosa llevó a la otra y terminamos juntos.

―Qué romántico…

― No duró demasiado. Fue mi culpa, yo lo admito.

― Dicen que los amores nacidos en extrañas circunstancias no están hechos para durar…

― Y que lo digas, compañero… ¿Se te ocurre una circunstancia más bizarra?

―¿Y como terminó?

― Nada grande, solo la acumulación de cosas pequeñas— repuso Mik con un suspiro― Tanto buscar el amor, y resultó que no estaba listo para eso, compañero.

― ¿y luego?

― Nos separamos, pero fue en buenos términos, ¿sabes?, no lo que esperarías de una chica gótica.

―Así que ese fue tu camino para volverte un Strigoii…

Todo este tiempo, Mik estuvo relajado y en control, sentado como príncipe en su trono de cerveza Borsodi, pero solo tuve que decir eso, para que la palabra "Strigoii" le diera un shock eléctrico en las pelotas.

― ¿"Strigoii"? Solo hay un grupo que… ¿Eres un jodido Tradonico?

―Ya no lo soy―Repuse con amargura.

Mikhail se relajó un poco, imagino que esperaba un equipo de asalto SOTR irrumpiendo en el bar.

―Solo un consejo: Yo que tú, no usaría mucho esa palabra por aquí. ―Susurró―si hay gente muy sensible por aquí, y los Tradonico son menos que bienvenidos.

― Ya, ya.…

― En lo personal, no me molesta que me digan "Strigoii", pero no todos son tan cool como yo…

―Ok.

―… ¿Y sabes a quién jode más?, a las chicas. — Mik me sirvió una tapa de su odioso vodka― ¿Sabías que "Strigoii" solo aplica a hombres? El término para las mujeres es "Strigas", así que si pretendes…

― De acuerdo, de acuerdo…—dije― YA entendí. Olvidemos el asunto.

― Bien, ya que estamos asuntos Tradonico, puedes decírmelo. Sabes que soy tu amigo.

Mik me miró raro, como aguantándose la risa.

― ¿De qué hablas?

― Dime Georgi, ¿cuál es tu nombre?

― ¿Perdón?― Repuse―Ya lo sabes: Georgi…

―Tú sabes a lo que me refiero: todos ustedes los Tradonico, tienen un nombre específico…

―No sé qué hablas

―Georgi, no me mientas: somos amigos.

―Raven Tradonico.

― ¿Perdón? No te oí bien.

Por supuesto que el imbécil me escuchó.

― ¡Raven, mi nombre es Raven! No tienes por qué hacerlo más doloroso, hombre…

― ¡Lo sabía!―Mik aplaudió triunfante.―no te ofendas, "Raven". Lo tenía que preguntar.

―Sí, claro… Solo dime Georgi, como siempre.

―Vamos, vamos… tengo unos amigos… Y Vas a encajar muy bien: tenemos a una "Tenebria", un "Kristoph" y un "Mordecai". Un "Raven" nos va a venir de maravilla.

Eso me hizo sentir peor; la misma sensación cuando ves a alguien hacer el ridículo solo que elevada al cuadrado. El "grupo de Mik", sonaba como una horda de ineptos sociales. Siempre hay ese tipo de pandilla en cada escuela; hablo de esos chicos que pasan los recesos en los baños, parloteando basura acerca de Edgar Allan Poe, Nietzche y suicidarse; Ustedes se reían de ellos, yo me reía de ellos… Y ahora parece que me están reclamando en su pandilla, ¿no es genial?

°||°

“Strigoii: Si tienen la idea de que Strigoii significa lo mismo que vampiro, déjenme decirles que están en lo correcto o al menos se acercan mucho. En el clan Tradonico la utilizamos porque nadie quiere que se filtre información con la palabra 'vampiro' en ellos. Esta palabra, tiene una propiedad muy particular: Si alguien escucha que "Dos Vampiros atacan a transeúntes cerca del Hotel Grand Plaza", puede que no se lo crea, pero al menos lo recordará durante algún tiempo, algo que el Clan no quiere. El problema es que esta es una ciudad grande donde este tipo de incidentes se dan por docenas cada noche.”

“Ahora cambien la frase a "Dos Strigoii acosando a transeúntes cerca del Hotel Grand Plaza" y cualquiera pensará que oyó mal o que es una nueva banda de asaltantes, (sobre todo con los problemas recientes con inmigrantes Romaníes). Para la mañana siguiente será un recuerdo lejano, igual que el tipo con el que se tropezó en ese bar o la chica en minifalda que pasó por la acera de enfrente. “

“Algunos Strigoii creen que es un término, ya saben… derogatorio; que es una distinción que usamos los Tradonico para elevarnos a nosotros mismos como superiores. No es el caso. Eso que decía Mik acerca de que 'Strigoii' aplica solo a hombres, yo no lo sabía, lo digo en serio”

“No es mas que un nombre código, algo que salió del departamento de procedimientos para designar vampiros en general. Un 'Strigoii' es cualquier vampiro ajeno al Clan que no representa una amenaza; cuando este Strigoii es hostil al personal Tradonico, pero no activamente atacando, se le llama 'Moroii'. Y si es hostil y atacando activamente entonces lo llamamos bueno, 'hostil'."

"Umpyr y otros nombres código vinieron de donde mismo: vocablos cortos, fáciles de pronunciar en la mayoría de idiomas e inteligibles en las comunicaciones por radio. Pero vamos, ¿cómo les puedes explicar eso a todo el mundo? “

°||°




―...vas a ver, te van a encantar―Mik siguió hablando como si nada, totalmente ajeno a mi angustia ― Son un poco raros, pero buenos chicos

―Suena bien.― le mentí.― Me muero por conocerlos …

No era cierto.

― ¿Y por qué te saliste de los Tradonico?, digo, si no te importa que lo sepa.

―No me importa decirlo porque yo mismo no lo sé. Me involucré en la cacería de un Umpyr, luego todo se fue a la mierda. ¿Puedo decir "Umpyr"?

―Adelante. Nadie aprecia a un come-carne.

―El problema es que ahora el Clan me busca y no sé por qué.

Y así como así, vomité todo lo que tenía en el pecho desde hace meses; sé lo que están pensando: apenas conozco a Mik, llevo más de un año que no lo veo y estoy cantando como un canario. ¿Qué puedo decir? es el hechizo de encontrar una cara amiga.

También noto otra cosa: mi historia. En mi mente, sonaba muy épico, pero cuando toda la amargura que llevaba salió disparada de mis labios, el mensaje era más parecido al primer día de kindergarten contado por un niño de cinco años.

―Vaya, vaya. Cacería de monstruos, exploración de Guettos Umpyr… Parece que el buen "Raven" ha tenido unos meses muy interesantes.

Pero Mikhail no se rio, ni se espantó. Lo aceptó como algo natural, de la misma forma, que el conocimiento que el compañero de aventuras, que creía muerto, era ahora también un vampiro.

―No me puedo quejar… ― Repuse con embarazo― Necesito encontrar a este Umpyr, se llama Grendel.

―Grendel el Umpyr…

―Si.

Por la forma que me miraba no sé si Mik, me creía o no.

― Creo que puedo ayudarte.

― ¿Ayudarme a qué?

―Ayudarte a saber porque te buscan los Tradonico, ayudarte con tu Umpyr.

― Pues habla.

―Ya no puedo decirte más, lo tengo que negociar con mi grupo primero, pero puedo darte la respuesta esta noche.

―Dame tu número.

―Sin números―Me entregó una tarjeta.―Nos vemos aquí. 9 pm. Vístete de negro, ve armado.

Mik se levantó y dejó algún dinero en la mesa.

―Nos vemos después…"Raven"

Y ahí me dejó Mikhail el casanova, en su bar de mala muerte, solo con su botella de matarratas estonio, su tarjeta sospechosa y con la cuenta.

Miré la tarjeta, El tipo de material era de una calidad que imagino, no es barata; tenía escrito el nombre del lugar, "Piccola Morte" en tinta neón.

No lo que esperaría de un nido Strigoii. Ah, sí, debo dejar de usar esa palabra… al menos hasta que pueda reincorporarme con El Clan; “Vampiros” otra vez, como el Conde Orlok o el Conde Contar (¿Por qué siempre son condes?).

Para ser franco, no sé si voy a ir; Mikhail no es mi amigo, es solo un viejo conocido del pasado, y el responsable de que sea un vampiro; es decir, ya tiene antecedentes de meterme en problemas.

Y el "Piccola Morte" suena como eso: problemas. Eso sin contar que su grupito de perdedores ya me da mala espina y por lo que veo, Mik dejó dinero de menos para la cuenta…

Pero ¿tengo otras opciones? El clan Tradonico me abandonó, al igual que Alkonost; y el poco dinero que me queda, se está acabando. Además, la protección de Alkonost puede irse en cualquier momento, y la SOTR puede irrumpir en el departamento de Moloch de igual forma.

Bien, vamos a hacer esto, todo mi destino en una sola tirada de moneda: Si hoy, a las siete de la tarde, Alkonost no regresa (enamorarse con locura de mí es opcional), voy a ir al Piccola Morte y pateo el avispero. Esto es todo, fin de la línea.

None 0 Отчет Добавить Подписаться
1
Прочтите следующую главу Golpea el hierro cuando aún esta caliente

Прокомментируйте

Отправить!
Нет комментариев. Будьте первым!
~

Вы наслаждаетесь чтением?

У вас все ещё остались 13 главы в этой истории.
Чтобы продолжить, пожалуйста, зарегистрируйтесь или войдите. Бесплатно!

Войти через Facebook Войти через Twitter

или используйте обычную регистрационную форму