kooksberrie ୨ ୧

Ser esposo de un empresario era difícil, principalmente porque Taehyung casi nunca estaba en casa, y Jungkook vivía extrañándolo, aunque él tenía su propio empleo con el cual distraerse. Pero cuando llegaron sus vacaciones y Taehyung seguía trabajando tan duro como siempre, Jungkook se aburría estando solo, no le gustaba. Es por eso que una noche se atreve a hacer algo diferente para sorprender a su esposo cuando llegue a casa. 𖧧 boypussy + boytits jk 𖧧 contenido sexual explícito 𖧧 no copias, ni adaptaciones © jeonberrie


Фанфикшн 18+.

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Короткий рассказ
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♥︎

Jungkook estaba experimentando un sentimiento característico, algo que no sentía hace mucho tiempo. Se sentía aburrido.


Estaba aburrido y cansado de no hacer nada durante todo el día más que estar acostado viendo series y películas.


No era un estilo de vida que concuerde mucho con lo que era su rutina hace una semana atrás, ya que en ese entonces aún iba a trabajar. Pero desde que le dieron dos semanas de vacaciones de verano, no sabe en qué invertir su tiempo, pues ya hizo muchas cosas que siempre quiso hacer y que no pudo antes por falta de tiempo.


Su punto más alto de diversión durante el día era cuando veía a su esposo, quien estaba en casa sólo por la mañana y la noche, debido a que se la pasaba trabajando todo el día.


Y Jungkook lo que más hacía era extrañarlo. Más de lo normal, porque en su vida cotidiana se distraía con su empleo sin pensar en nada más, hasta que llegaba a casa y sólo unos momentos después Taehyung llegaba también. Cenaban juntos, se duchaban y charlaban hasta irse a dormir porque al otro día se repetía la rutina.


A Jungkook le gustaba esa vida, aunque lo único que cambiaría era el tiempo que pasaba con su marido. No negaba que le gustaría estar con él todo el día, todos los días de la semana. Sin embargo, era una fantasía que estaba muy lejos de la realidad, así que simplemente debía conformarse con verlo pocas horas al día y aprovechar al máximo los fines de semana.


Ahora, acostado en la gran cama de dos plazas que compartía con su esposo, se puso a pensar en qué podía hacer para matar el tiempo y acabar con el aburrimiento.


Aunque sabía que no podía hacer mucho, ya que era por la tarde y el cielo iba tiñiéndose de rosa y naranja para dar paso a la noche. Sin dudas, algo que lo ponía contento eran los atardeceres, porque esto significaba que faltaba muy poco para que Taehyung vuelva a casa.


Se levantó finalmente de la cama con ese pensamiento en mente, yendo a darse una larga ducha. En ese momento de relajación fue cuando su mente comenzó a torturarlo un poquito, debido a que esta decidió que era buena idea rememorar las últimas veces que Taehyung y él tuvieron sexo.


Recordó las grandes manos del rubio sosteniendo sus muslos, manteniéndolos abiertos para él. Los besos húmedos creando caminos invisibles por toda la piel de su cuello, de sus pechos, las mordidas y lamidas en estos. Cómo Taehyung se deleitaba cuando entraba en él, gimiéndolo ronco al oído y susurrándole palabras que hacían a Jungkook gimotear, morderse los labios, mover las caderas para acelerar las embestidas.


Oh.


De sólo pensarlo, un calor se instaló debajo de su vientre, y sintió la necesidad de volver a sentir aquellas sensaciones que sólo las manos de su esposo podían provocarle.


Jungkook decidió que era una muy buena idea preparar algo para hacer que su esposo se sienta satisfecho cuando llegue a casa, algo para hacerlo sentir satisfecho y complacido.


Su mente se iluminó con un pensamiento, una idea maravillosa que ya estaba ansiando concretar.


Se duchó lo más rápido que pudo, asegurándose de dejar su cuerpo oliendo al paraíso. Después salió del baño, y buscó en su armario sus prendas más bonitas y provocativas. De repente se sentía emocionado por lo que iba a hacer, muy seguro de que a Taehyung iba a encantarle, porque lo conocía demasiado bien.


𓆩♡𓆪


Taehyung suspiró una vez que el ascensor se detuvo, dejándolo en el piso de su departamento.


Estaba contento, porque a diferencia de otros días, hoy llegó a casa relativamente temprano, lo que significaba pasar más tiempo con Jungkook. Además, era viernes, y en su mente ya estaba planeando todo lo que quería hacer el fin de semana con su esposo.


Siempre tiene tantas cosas que quiere hacer junto a Jungkook, pero su poco tiempo libre se los impide. Aunque le alegraba saber que iban a aprovechar muy bien los siguientes dos días.


Caminó por el amplio pasillo, deteniéndose en la puerta de su departamento. Insertó la llave en la cerradura y destrabó la puerta, entrando para luego cerrar detrás suyo.


—¡Amor, estoy en casa! —alzó la voz, mientras se despojaba de su saco negro y lo colgaba en el perchero, para luego quitarse los zapatos.


Le pareció extraño no oír pasos corriendo a saludarlo, y en lugar de eso escuchó música. Música lenta, seductora.


Sólo unos segundos después, unos pasos suaves se escucharon, cada vez más claros, y en su campo de visión apareció su esposo.


Pero no estaba igual que siempre. Estaba vestido de una manera bastante peculiar, que dejo a Taehyung completamente fascinado: el castaño llevaba unos shorts negros muy cortos, acompañados por un top negro demasiado transparente, que dejaba ver que debajo de la prenda un provocativo sostén igualmente negro apresaba deliciosamente los grandes pechos de Jungkook. Por último, notó sus labios más rojos y gruesos de lo normal, y también un casi imperceptible delineado adornando sus párpados, el cual hacía que sus grandes ojos se vean más dulces que de costumbre. Se veía celestial.


—Wow —fue todo lo que Taehyung pudo articular, haciéndosele imposible despegar la vista del cuerpo ajeno.


—Hola, hyungie. Bienvenido a casa —le habló Jungkook dulcemente, y se acercó a besar su mejilla.


El mayor colocó las manos en la cintura de Jungkook al instante, pegando sus cuerpos y dejando sus rostros muy cerca del otro. Esto hizo que Jeon deslice sus manos por el pecho de Taehyung.


—Nunca había recibido una bienvenida tan agradable —dijo, con una media sonrisa y visiblemente complacido. —Te ves fascinante, mi amor.


Jungkook sonrió tímido, ruborizándose. Aunque hacía su máximo esfuerzo para aguantarse la vergüenza y comportarse seductor, se sentía demasiado expuesto. Jamás había hecho algo como esto, y ni siquiera había llegado la mejor parte aún.


—Gracias, cariño —agradeció, y colocó las manos alrededor del cuello de Kim. —Pero esto es sólo el comienzo —le susurró.


Después juntó sus bocas en un beso que fue tomando forma rápidamente, hasta convertirse en uno húmedo y necesitado. Jungkook gimió suave cuando Taehyung lo besó con la boca abierta, afianzando el agarre en sus caderas y con sus manos desplazándose sutilmente hacia la parte baja del menor. Y justo cuando amagó a acariciar por debajo de su ropa, Jungkook lo detuvo.


—Ah-ah —negó, quitando las manos ajenas de allí. —Tendrás que esperar para eso, hyung.


—Pero... —protestó Kim, haciendo pucheros.


Jungkook calló sus quejas con otro beso, y esta vez guió al contrario hacia el sofá, sin dejar de besarlo. Lo empujó de su pecho para sentarlo allí, y se subió a su regazo, intercambiando lujuriosos besos que les arrancaban gemidos a ambos. La música que seguía sonando de fondo acompañaba perfectamente el ardiente ambiente que habían creado en pocos minutos.


El menor cortó el beso otra vez, y Taehyung soltó un quejido porque quería seguir besándolo más. Los besos de Jungkook eran tan adictivos, que podría besarlo sin parar durante décadas y más.


—Bien, Taehyungie. Hay una regla que debes seguir, —explicó, sintiendo el agarre de su esposo en sus caderas. —y es que no puedes tocarme hasta que yo te lo permita.


Kim levantó una ceja, mostrando una sonrisa divertida al imaginarse por dónde iba el asunto. Acarició los muslos de Jeon, con el labio inferior entre los dientes.


—Puedo soportarlo —quizás mintió un poco. Apretó el culo de Jungkook, y lo nalgueó, sonriendo satisfecho cuando el menor chilló. —Adelante, bebé. Muéstrame lo que tienes.


Y dicho eso, colocó los brazos en el respaldo del sofá, clavando sus ojos ansiosos en Jungkook. Este mordió sus propios labios devolviéndole la sonrisa, y se levantó del regazo ajeno para pararse en medio de la gran sala de estar, justo enfrente de Taehyung.


Sintió la música sonando desde el parlante cercano y se volteó, inciando un movimiento de caderas que casi lleva a Kim a un estado de locura, y eso que apenas iba empezando. Experimentó un tirón en la entrepierna sólo con ver a Jungkook comenzar a bailarle de manera sensual y tocar su cuerpo, burlándose de él.


Movía su cuerpo como un experto, y es que lo era. El castaño era un aficionado de la danza, por lo que en su vida siempre dejó un espacio para practicarla. Desde hace muchos años que tomaba clases, convirtiéndose en quien es ahora. Un profesional que sabe perfectamente cómo bailar para hacer delirar a Taehyung.


Jungkook continuó contoneando sus anchas caderas, moviéndose por la sala y ofreciéndole a su esposo el espéctaculo de su vida. Metió las manos debajo de su top, apretando sus exquisitos pechos y haciendo al mayor jadear. Dirigió sus dedos hasta su espalda, donde desabrochó con una lentitud tortuosa su brasier y se lo quitó en cámara lenta, dejando visibles sus tetas.


Taehyung apoyó la cabeza en el respaldo del sofá, de repente haciéndosele insoportable el calor que sentía. Desabrochó su cinturón y sus pantalones, sintiendo algo de libertad para el gran bulto en su entrepierna.


Observó cómo, lentamente, Jungkook fue acercándosele, hasta quedar casi rozando sus rodillas. Se puso de espaldas, y meneó su culo frente al rubio. Los dedos de este realmente ardían por no poder acariciar, tocar, marcar. Se mordió los labios, resistiéndose todo lo que su cordura le permitiera.


Jeon volvió a ponerse de frente, viendo cómo los ojos de Taehyung no podían enfocarse en otra cosa que no sean los grandes senos resaltando por sobre cualquier otro aspecto de su cuerpo.


El menor notó aquello, y decidió que era buena idea levantarse el top hasta dejar al completo descubierto sus tetas. Disfrutó demasiado la manera en la que Taehyung casi se retuerce en su lugar, gimiendo ronco y formando puños con las manos para no romper la regla que se le impuso al principio.


Jungkook le sonrió, divertido con la situación.


Envolvió sus senos con las manos, a la vez que mordía su labio inferior y observaba a Kim con la lujuria desbordando de sus ojos. Esa acción desató tantos pensamientos sobre cosas que le gustaría hacerle a Jungkook en ese preciso momento.


Todo en él empeoró cuando el castañito deslizó la mano por su propio abdomen, hasta chocar con la tela de jean de sus shorts, los cuales le tomó dos segundos en desabrochar. Se dio vuelta una vez más, y se deshizo de su prenda inferior de la manera más lenta y sexy existente. Se agachó mientras lo hacía, dándole al mayor una vista perfecta de su trasero siendo descubierto. Arrojó la prenda al suelo.


Taehyung sintió su miembro incluso más duro al ver la tanga negra de encaje que llevaba Jungkook, quien enganchó los dedos en los bordes de las bragas, amagando a bajarlas, pero no lo hizo. En cambio, se acercó más a su esposo, y colocó las manos en las rodillas ajenas.


Lentamente, se arrodilló encima del rubio, sin hacer contacto entre sus pieles aún.


Kim comenzaba a admirar su propio autocontrol. Es decir, todavía no creía tener a su esposo semi-desnudo encima suyo, mirándolo de una forma tan seductora, y que siga resistiéndose a tocarlo para no fallar a lo que Jungkook le pidió.


—Estás muy tenso, amor —le habló Jungkook, casi en un cautivador susurro.


—Tengo los motivos suficientes para estarlo —contesta, recorriendo todo el cuerpo de Jungkook con la mirada.


El castaño soltó una risa, y se dejó caer en el regazo ajeno. Pudo sentirse mojado cuando sintió debajo suyo un bulto muy duro. Frotó morbosamente su húmedo coño, aún cubierto con la fina tela de sus bragas, contra la entrepierna ajena. Gimoteó suave en el oído de Kim, y rodeó el cuello de este con los brazos. También pegó sus senos contra el pecho de Taehyung, acercándose hasta el punto en el que sus alientos se mezclaban.


—Ya puedes tocar, hyung —murmuró, haciendo que los belfos de ambos se rocen cuando habló.


Apenas la oración terminó de escapar de sus labios, ya tenía unas fuertes manos en las caderas y una boca sobre la suya.


Taehyung lo besó tan necesitadamente, y él le devolvió el beso de la misma forma, porque ambos se sentían de la misma manera. Sus lenguas chocaban con la otra, creando chasquidos obscenos que sólo aportaban más calentura a la situación.


Mientras el mayor no paraba de besarlo, podía sentir manos por todo su cuerpo. Por su cintura, su espalda baja, sus tetas, sus muslos. Y aquellas manos no hacían más que robarle suspiros y gemidos ahogados.


Cuando se separaron agitados, un fino hilo de saliva aún conectaba sus bocas.


—Precioso... —le dijo, con su voz ronca haciendo que Jungkook se sienta más mojado.


Los labios de Taehyung se mudaron hacia el cuello de Jungkook, besando húmeda y desesperadamente la zona. Desplazó sus manos por debajo del top que aún llevaba el menor, apretando suave los pechos contrarios. Volvió a besar la boca de su esposo, sintiendo a este suspirar cuando Kim levantó la prenda que traía arriba para sacársela.


Taehyung gruñó al observar el cuerpo casi completamente desnudo del castaño. Pensó en que, a pesar de que adoraba cómo se veía Jungkook con la ropa que tenía puesta antes, se veía mucho mejor sin nada.


Los dedos de Jeon juguetearon con los botones de la camisa blanca impropia, y, a un ritmo demasiado lento para el gusto del mayor, fue deshaciéndolos uno por uno, acompañando sus acciones con un suave balanceo de caderas sobre la erección de Taehyung, torturándolo.


Suspiró cuando Kim agarró sus caderas y lo pegó a él, facilitándole al menor el proceso de quitarle la camisa. Luego de terminar eso, dejó la prenda a un lado y se concentró en corresponder el candente beso que inició el contrario.


Este último agarró al castaño de los muslos, y se puso de pie con él en brazos, notando una sonrisa satisfecha por parte de Jungkook, quien se encargó de besar todo el rostro de Taehyung mientras él se dirigía hasta la habitación.


Una vez dentro, colocó a Jungkook en medio de la cama matrimonial, y continuó besándolo con desespero, ambos respirando pesadamente con suspiros abandonando sus gargantas.


—Mh... —gimió el menor en el momento en que ardientes besos empezaron a esparcirse por la piel de su cuello y senos.


Acarició los cabellos rubios de Taehyung, notando cómo éste removía sus pantalones y los dejaba caer al piso sin abandonar la tarea de besar la piel ajena, bajando cada vez más hasta que las caricias con sus labios llegaron al vientre de Jungkook.


El castaño gimoteó sorprendido cuando Taehyung sujetó los bordes de sus bragas con sus dedos y tiró de la prenda hacia arriba, logrando que se presione contra su vulva. Enganchó una parte de la tanga entre sus labios vaginales, sintiendo las falanges de Kim tocarlos y empaparlos con sus propios fluidos.


—¡Ah~! —soltó un delicioso gemido al sentir la lengua de Taehyung lamiendo sobre la única prenda que tenía, pasándola sobre sus labios descubiertos y moviendo la braga para crear una fricción contra su coño.


Jungkook movió las caderas casi inconscientemente ante la estimulación, que a pesar de ser simple estaba haciéndole ver estrellas a través de los párpados. Gimió cuando, en un rápido movimiento, el rubio bajó sus bragas y dejó al descubierto su muy mojada intimidad.


Abrió las piernas, invitando al otro a acercarse. Su cabeza fue echada hacia atrás en el momento en que Taehyung besó, chupó y mordió sus muslos, inevitablemente llevando una de sus propias manos a su clítoris para estimularlo en círculos.


El mayor de a poco fue acercándose más al lampiño coño de su esposo, hasta que no resistió más y lamió toda la zona, jadeando ronco al probar la exquisitez que era Jungkook, quien casi se atraganta con el aire y soltaba gimoteos cada vez más ricos y agudos.


—Hm... delicioso —dijo Taehyung, satisfecho.


Las grandes manos sosteniendo sus muslos le impedían a Jungkook cerrarlos por reflejo cada vez que Kim jugueteaba con su clítoris. Llevó dos de sus dedos a su boca para chuparlos, mientras mantenía los ojos cerrados y con su mano libre acariciaba sus pechos, estimulando sus pezones y gozando de la boca de Taehyung comiéndolo.


Kim adoraba los sonidos morbosos que se creaban cada vez que succionaba suavemente el clítoris ajeno, cada vez que besaba la zona, que lamía, que insertaba apenas la lengua en la entrada de Jungkook. Pero por sobre todo, le encantaba escuchar los melodiosos gemidos de su esposo siendo complacido.


Dejó de estimular con su boca aquél lugar, y plantó un rastro de besos por el cuerpo del castaño hasta que llegó a sus labios nuevamente, los cuales juntó con los suyos y le hizo probar a Jungkook su propio sabor, notando cómo éste se derretía en sus brazos.


—Mh, hyung... q-quiero tu polla, aquí~ —habló desesperado, mientras se apretaba los senos, moviéndolos suavemente, y le indicaba al mayor que era allí exactamente donde quería su miembro.


Taehyung se mordió los labios, fuertemente extasiado con el deseo de Jeon. Volvió a besarlo, guiando al contrario a sentarse en su regazo, mientras él se movía hasta quedar en el borde de la cama, con las plantas de los pies en el suelo.


—De rodillas, bonito —ordenó, y Jungkook obedeció al instante, encantándole la dominancia con la que su esposo lo trataba.


Se arrodilló en el suave piso de alfombra, observando con sus ojitos grandes a Taehyung. No tardó nada en dirigir las manos hacia los bóxers del rubio, y los bajó lentamente, descubriendo la gruesa polla erecta de la que resaltaban venas y caían pequeñas gotas de líquido pre-seminal.


A Jungkook se le hizo agua la boca.


Tomó el miembro entre manos, y lo masturbó un poco antes de aprovechar para darle una lamida y luego pasarlo por sus pechos, redondeando sus pezones con él y sintiéndose a sí mismo mojarse más al escuchar los jadeos ajenos.


Se elevó un poco con ayuda de sus rodillas para atrapar el pene de Taehyung entre sus dos grandes tetas, sintiéndolo cálido en su piel y mojando esta misma. Inició un vaivén de arriba hacia abajo, sosteniendo sus senos para ejercer presión en el miembro de Kim, quien mantenía la cabeza hacia atrás y gemía roncamente cada vez que Jungkook subía y bajaba.


—Ah, sí, cariño... me masturbas tan bien con tus enormes tetas. Te encanta sentir cómo follo tus pechos, ¿hm? —susurró Kim, acompañando los movimientos de Jungkook con las caderas.


El castaño asintió de inmediato, gimiendo en el proceso. Dejó caer sus párpados cuando el mayor lo tomó del cabello para luego penetrar entre sus tetas, y gimió al sentir el glande golpear contra sus labios en una de esas embestidas.


De repente, Taehyung detuvo sus movimientos, agitado, y Jungkook aprovechó para engullir su polla, logrando arrancarle un ronco gemido al rubio. Se la sacó de la boca y volvió a metérsela hasta donde pudo, para repetir el proceso una última vez.


Después, se subió otra vez al regazo de su esposo e inició un nuevo beso fogoso. Se dejó arrastrar por Taehyung hacia el centro de la cama nuevamente, dejándolo de espaldas con el mayor entre sus piernas.


Sin abandonar sus labios, dirigió tres dedos hacia el coño de Jeon, y acarició todo por fuera antes de presionarlos en su entrada. Jungkook se aferró a sus hombros, cortando el beso para gemir en cuanto los dedos ingresaron en su apretada intimidad. Abrió las piernas todo lo que pudo, haciendo la cabeza a un lado para recibir los besos que Kim depositaba en su cuello.


Taehyung embistió una primera vez con sus largos dedos, haciendo que todo en el cuerpo de Jungkook tiemble.


—Oh, Taehyung... —gimoteó, ansiando más. Un gemido combinado con un suspiro escapó de sus labios cuando sintió una mordida en uno de sus pezones, y luego lamidas en los pechos.


El mayor se pasó los próximos cinco minutos dilatando al contrario, curvando sus dedos para alcanzar ese punto que hacía a Jungkook desvariar y desear muchísimo más. Jeon se quejó en voz alta al sentir que Taehyung retiró sus dedos, odiando la sensación de vacío.


Pero esta fue desvanecida una vez que el rubio colocó la punta de su polla en su intimidad, frotándola por su clítoris y por entre sus labios para empaparla con el lubricante natural de Jungkook.


Éste arqueó la espalda, gimoteando exquisitamente cuando Taehyung se impulsó hacia adelante, llenándolo lentamente con su gran miembro, hasta que sus testículos chocaron con la piel del castañito.


—¡Ah, hyungie~! —sollozó, completamente extasiado. Cerró los ojos, mordisqueando sus propios labios y pronto sintiendo los dedos de su marido adentrándose en su boca. Los chupó, mientras observaba a Taehyung con sus ojos entrecerrados y las pupilas dilatadas.


Con la primer embestida, Jungkook se derritió y lo expresó de manera verbal gimiendo agudo. También utilizo sus brazos para rodear el cuello de Taehyung, y rasguñar su espalda cada vez que lo penetraba, aún manteniendo un ritmo lento, pero con la polla de Kim llegado tan profundo, justo como sabía que a Jungkook le gustaba.


El rubio afianzó el agarre en las caderas de Jungkook, y de a poco las penetraciones eran más rápidas, más acertadas. Y el menor notó esto, porque cada embestida le robaba gimoteos, le hacía cosquillear su parte baja y lo hacía casi babear. Alzó las caderas, permitiendo que el ritmo de las estocadas sea más veloz.


—¡Mh, Taehyungie! A-ahg, ¡hm, m-más duro!


Taehyung mostró una sonrisa satisfecha al ser testigo de cómo Jungkook se volvía más débil con cada segundo que pasaba, y no estaba seguro de poder aguantar mucho más si continuaba observando las grandes tetas de Jeon rebotar con cada penetración.


Tomó estas con las manos, apretándolas y haciendo al castañito rodar sus ojos para atrás.


—¡C-cerca, hyungie~! —gimoteó sin aliento y en un hilo de voz.


Al escuchar aquello, Kim empezó a frotar el clítoris del menor con sus largos dedos, y no tardó en escuchar los gemidos de Jungkook deshaciéndose mientras acababa sobre la polla de Taehyung, dejándola empapada con sus fluidos.


—Ah, tan bonito —gruñó Taehyung, e hizo temblar al contrario cuando las embestidas alcanzaron su punto máximo, y su polla entraba y salía del coño de Jungkook demasiado rápido, hasta que el semen salió de su miembro.


Frunció el ceño cuando se corrió, gimiendo deliciosamente grave y llenando a Jeon con su esencia, quien lloriqueaba debido a la sensación de ser sobreestimulado.


Se dejó caer a un costado de Jungkook, ambos sintiéndose exhaustos.


El menor enredó las piernas en la cintura ajena, y utilizó sus dedos para peinar el cabello rubio de Taehyung, sintiendo besos suaves en su hombro. Luego de unos minutos en la misma posición, el mayor levantó la cabeza para observar a su esposo a los ojos. Se veía satisfecho.


Le sonrió, viendo cómo el contrario le devolvía el gesto y lo acercaba a él para besarlo suave y gentilmente. Los chasquidos que producían sus lenguas y labios juntos, además de los suspiros, eran lo que llenaba el silencio de la habitación.


Se separaron, dándose un besito casto para sellar los labios ajenos.


—Te amo mucho, muchísimo —le dijo Jungkook, sonriente y frotando su nariz contra la mejilla del rubio, quien rio suave.


—¿Eso significa que estás satisfecho? —preguntó con un deje juguetón, alzando una mano para colocar uno de los mechones de pelo de Jungkook detrás de su oreja.


—Muy. Como siempre —lo abrazó con fuerza.


—Hm... yo igual. En especial por eso que hiciste en la sala. Te luciste —dice, conociendo cuánto amaba su esposo que lo elogien. —Me encantaría ver cosas así más seguido.


Jeon se ríe tímidamente, con un bello rubor extendiéndose por sus mejillas y nariz.


—Tengo muchas ideas de ese estilo en mente —habla con tono sugerente, y Taehyung alza una ceja.


—Estoy ansioso por ver todas entonces —expresa Kim, logrando que su esposo sólo se sonroje más, y eso provocó que llene todo el rostro de Jungkook de amorosos besos, el sonido de la risa del castaño sintiéndose como una caricia para su corazón.

25 апреля 2022 г. 22:38 1 Отчет Добавить Подписаться
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Об авторе

୨ ୧ koopussy & koottom zone <3 wattpad — kooksberrie

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Nico Nico
Que hot y tierno al mismo tiempo 🛐🤧 son espositos que se aman ✨
~

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