gabloved_ ᵀᴴα

Kim TaeHyung alucina con follarse al sexy pelirrosa que abordó su auto. ⬆️Taehyung Top ⬇️Jimin Bottom Advertencias: ⚠️Smut ⚠️Lenguaje Explícito ⚠️Pareja Homosexual


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#adulto #chicoxchico #vmin #smut #kimtaehyung #parkjimin #jimin #taehyung #minv #btsfanfic
Короткий рассказ
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Tráfico

En la concurrida ciudad de Nueva York, el auto casi desechable de Kim TaeHyung se abre paso, (o eso intenta) por el tráfico de la Av. Lexington. Cruza miradas con los conductores que corren su misma suerte, tan estresados como él y se encoge de hombros. ¿Cómo decirlo? Ya era parte de su rutina diaria a entradas horas en la noche. No le toma importancia.

—Llevamos más de diez minutos aquí y no avanzamos ni un centímetro.

Ah, lo olvidaba.

Espía a través del retrovisor la presencia de aquel pelirrosa de labios pomposos. Su traje caramelo, resalta la palidez de sus mejillas coloradas por la impaciencia. Sonríe de medio lado, es muy atractivo.

Permanece en silencio, dejando que desfogue su frustración.

Una de las ventajas al ser taxista era esta. Cada cierto tiempo un ser así de maravilloso abordaba su viejo auto. El semáforo cambia y los 30 segundos que tiene para arrancar se convierten en 20, apenas si consigue avanzar hasta la mitad de la otra cuadra, pero es un progreso. Resopla, jugando con sus uñas sobre el timón al ritmo de la música combinada con el pitar de las bocinas.

"Y ese fue Paul Anka con Put Your Head On My Shoulder, son las seis con cuarenta y dos minutos."

—¿Podría cambiar de estación al menos? —Pregunta su pasajero, irritado. Vuelve a observarlo por el retrovisor, en una mirada seria y solo obedece en silencio. Cambia de estación sin quitar la mirada del tal "JiMin", como decía en sus datos de Uber.

—¡Ahí! —Vocifera, cuando escucha algo de su agrado. La voz suave y profunda de Doja Cat lo adormece, perdido por los bajos retumbantes del trap que daba el ritmo de la canción. Al parecer no es el único, JiMin ahora tenía los ojos cerrados y sus labios cantaban en voz baja a coro con la mujer. Se veía muy sensual de esa forma. Sus facciones eran encantadoras, era suavemente sensual. Sin esfuerzos podría personificar a un algodón.

Y él tenía muchas ganas de comer algo dulce.

Suspira desechando esos pensamientos, dejando su mirada lejos del pasajero. Enfoca su vista en los mostradores de las tiendas. Un traje extravagante capta su atención, de pliegues anchos en la parte inferior y el maniquí luce una bonita boina en la cabeza. La pose es elegante, resalta su figura masculina suavizada por la delgadez que lo caracteriza.

Un inminente sueño le invade, provocando que se frote los ojos. Parpadea mirando nuevamente la vitrina, pero algo es diferente. Ya no es más la figura estática del maniquí blanco de pie sobre el mostrador. Es JiMin, su pasajero. Está bailando despacio, sus manos acarician sus muslos, suben a sus caderas y acarician el vidrio, llamándole.

"¿Yo?" Susurra anonadado, señalando su pecho.

Se frota los ojos, incrédulo. Voltea a observar si se trata de un sueño, pero JiMin ya no está en el asiento posterior. Ese momento de distracción bastó para que el atuendo extravagante desapareciera de su cuerpo y ahora en remplazo un traje de correas y mallas negras se ciñan al cuerpo del hombre. Luce majestuosamente lascivo.

Ya no pudo quitar su mirada de la vitrina, todo era demasiado caliente. JiMin era sexy con tan solo existir, pero bailando de esa manera el efecto era destructor.

Los beats de la canción parecían martillar sus oídos, intensificando la sensación excitante acumulándose en sus pantalones. Vuelve a pestañear, pues no asimila que esta situación tan bizarra sea real.

Casi sufre un ataque cuando vuelve a parpadear. Ahora no se encuentra más en el auto, tiene a JiMin restregando sus nalgas contra su entrepierna, muy, muy despierta.

M-mierda...

Y se vuelve a frotar.

Sigue meneando sus nalgas y las acaricia de nuevo contra su polla. El bulto en su pantalón claro contrasta entre el negro de las mallas del redondo trasero de Park JiMin.

Se anima a tomarlo de las caderas, para frotarlo con más insistencia, mientras muerde sus labios. Jadea ronco cuando el mayor se inclina lo suficiente para mostrar todo su trasero y golpear la zona con fuerza al retroceder, arrancando jadeos y gruñidos guturales de sus labios. Voltea moviéndose de esa forma tan hechizante, acariciando los muslos de TaeHyung antes de subir y dejar una lamida larga a su entrepierna desde la base hasta arriba, succionando con sus bonitos labios sobre la tela, presionando para darle más placer.

El azabache solo lo toma de los cabellos embistiendo contra su boca, ansioso por joderla hasta que derrame saliva por sus comisuras, pero deja que siga bailando para él.

Te dejaría la boca llena de semen ahora mismo.

Lo estoy deseando, demasiado.

Se acerca a sus labios, gimiendo su nombre en un tono alto adrede, antes de exponer su lengua y lamer el labio inferior del más alto. Su lengua empuja lo suficiente para abrir la boca del menor e introducirla por completo, empezando un beso hambriento y vulgar. Jadean entre el beso, demostrando la desesperación que existe por hacerse uno.

Las manos de Kim se arrastran por sus piernas fibrosas, incitando a qué se siente sobre su regazo. JiMin gime alto cuando vuelve a sentir el apretón de esa polla grande entre sus nalgas, meneándose entre el beso para estimularla. Se siente deliciosa punzando su entrada aún con la ropa estorbando sus roces. La quiere montar hasta el desquicio. La desea tanto.

El taxista afirma su mano sobre la fina cintura del mayor, acariciando sus curvas, respirando fuerte su aroma a frambuesas. Ambos mantienen los ojos cerrados, buscando incrementar las sensaciones que el roce de cuerpos les produce. Parece arte de magia o una conexión astral cuando eligen el mismo momento para abrir los ojos, observándose fijamente.

Te mueves muy bien, Park. Tienes un culo tan gordo, mi polla se pierde entre esas nalgas. —Susurra ronco a su oído, acompañado de los gemidos suaves y agudos de Jimin cuando lo embiste rudo para que sienta lo duro que se encuentra por él.

El más alto emite un gruñido de decepción que provoca risas en el pelirrosa, al quitarse de encima. Toma el borde de la silla, girando su cuerpo hacia la izquierda donde un telón rojo guarda tras sus fibras un caño de pole dance. JiMin camina hasta el sitio, presionando el botón que cierra las cortinas a las espaldas del hombre, pues la calle detrás con tantas personas transitando lo distraía.

Inicia acariciando el metal mientras gira en torno al caño meneando su cuerpo sensualmente. Desde su asiento, TaeHyung podía apreciar mejor cada detalle de la anatomía ajena, adoptando formas que resaltan la composición natural de su cuerpo. Es hipnotizante, sensual, excitante, todos los adjetivos que provocan libido pertenecen a Park sin lugar a debate.

JiMin deja caer su cuerpo en el suelo, abierto de piernas, el moreno relame sus labios y se acomoda mejor entusiasmado con el espectáculo. La destreza corporal del hombre es arrolladora. Los giros continúan, acompañados de lamidas sobre el caño y caricias por todo su cuerpo. Es increíble como permanece tranquilo observando aquella danza sin tomarlo del cuello y estamparlo contra la pared. Se siente orgulloso de si mismo por apreciar el arte que significaba el pole dance.

El showman trepa la vara y se enrosca, dejando cada parte de su cuerpo lucirse en figuras imposibles que le hacen agua la boca.

Es tan flexible.

Las luces bajan, al igual que sus caderas en ondulantes meneos. Golpea las rodillas, menea el culo, mordiendo sus carnosos labios. La mirada felina de Park JiMin permanece fija, inerte a cualquiera de sus movimientos, no importa cuán agresivos sean.

Es brusco cuando sujeta las correas que se adhieren a su figura y las retira, dejando solamente la malla y el hilo dental que cubre lo poco que deja a la imaginación.

Eres tan bueno.

No termina la frase y el pelirrosa nuevamente está en el suelo quebrando su cadera, con el rostro totalmente pegado a las baldosas. Puede ver cada músculo de sus piernas y glúteos tensos, al igual que el bulto de su polla ya erecta por lo excitado que se encuentra también. Menea sus caderas provocando que sus nalgas reboten de arriba hacia abajo, hacia los lados y él las sigue con la mirada como si fuera controlado por ellas. Extiende las manos deseando tocarlo, pero se contiene frotando su rostro con las manos mientras chilla de frustración. La pelvis de JiMin cae al suelo y vuelve a subir incrementando el rebote de sus nalgas, Kim está perdido.

T-tú, podrías... ¿Quitarte la malla?

La risa de JiMin lo avergüenza, encendiendo sus mejillas. Se incorpora volviendo a montar el caño y trepa sobre él hasta la parte superior. Da una vuelta, quedando de cabeza y sus piernas se extienden formando una V, permanece unos momentos allí, para después descender hasta caer de pie, de forma elegante.

Camina casi modelando hacia su asiento, sujetando su barbilla cuando llega y respira sobre sus labios. Kim se acerca desesperado por besarlo, pero JiMin retrocede.

Si quieres que me quite la malla y la tanga primero debes quitarme el top. No tan rápido, tigre. —Da la vuelta mientras señala con sus dedos los botones de la prenda, indicando que los separe del ojal. A manos temblorosas, obedece, consiguiendo retirarlas en segundos para deleite del más bajo.

Buen chico. —Susurra, posicionándose tras él. Lame el lóbulo de su oreja, besa su cuello mientras sus manos acarician su pecho y descienden hasta su polla aún resguardada bajo la tela de su pantalón.

TaeHyung lloriquea por liberarse, pidiendo a gritos mentales que baje la bragueta.

—Por favor...

El pelirrosa se compadece de su espectador y no pierde tiempo, ya estaba deshaciéndose de su correa, bajando el cierre de los pantalones hasta meter su mano dentro de los mismos y sujetarle la polla como si fuera a irse a algún lado. Sintiendo la humedad del presemen que el trigueño expulsó instantáneamente. Su ego se infla, sabiendo que el único que ocasionó aquello era él. —¿Todo esto es por mí? ¿Te gustaría que me lo llevara con la lengua?

La pregunta parecía un insulto. TaeHyung intenta voltear y jalarlo hasta su regazo nuevamente, pero se detiene cuando la mano del mayor sube y baja sobre su hinchado falo aliviando en parte su necesitado ser.

La pequeña mano de JiMin no alcanza para cubrir toda la extensión, mas es lo suficientemente fuerte y regordeta para funcionar como un buen estimulador. Sabe lo que hace, pues cada caricia es electrizante. Recorre las venas con la yema de sus dedos y masajea sus bolas y estimula el orificio brillante en la cima del falo, encantado con las súplicas del azabache por la mamada que le prometió.

—No entiendo TaeHyung, ¿qué quieres primero; ¿qué me quite la ropa o te chupe la polla?

Lo que tú quieras, pero ya no soporto más.

JiMin besa su mejilla y regresa a su pequeño escenario, dejando a TaeHyung con la polla erecta fuera de sus pantalones, no entiende que sucede hasta que vuelve a inclinarse y una de sus manos sujeta el elástico de su malla y tanga jalándolas hacia abajo, revelando su entrada. Las prendas inician un recorrido tortuoso hasta terminar en sus pies. Atónito, abre los labios, caliente como el infierno. Es una reacción casi animal, que termina por satisfacer los deseos de penetrar a JiMin con su mano.

El pelirrosa inicia otra ronda de twerking, siendo más agresivo esta vez, produciendo en sus glúteos vibrar. Lame sus dedos y los lleva hasta el centro de su trasero para acariciar justo allí. Kim respira pesado, batiendo con más fuerza la mano sobre su polla, viendo cómo JiMin expandía su orificio para él.

—¿No quieres algo más grueso allí dentro?

De separar sus nalgas, el pelirrosa pasa a lanzarse una nalgada y masajear su trasero.
Harto de solo ver, TaeHyung se levanta de su silla dejando caer sus pantalones y los lanza de una patada lejos de su cuerpo. A grandes zancadas llega hasta el bailarín y lo toma del cuello antes lanzando una nalgada que deja su enorme mano marcada en rojo sobre el gordo trasero de Park JiMin.

Ya fue suficiente. —El gemido de JiMin indica que está igual de perdido que él, lo aprieta contra su cuerpo, rosando su polla entre sus nalgas, fingiendo follárselo salvajemente. Aquello es suficiente para provocarle un remezón que inunda su cuerpo de sensaciones por los golpeteos en aquella zona sensible. Ni siquiera están follando, pero es insoportable la sensación de placer.

No sabe cómo, ni cuando, pero de una maniobra rápida ahora está echado sobre TaeHyung de espaldas. Con fuerza es jalado de la cintura dejando su trasero frente a él. Llega la primera lamida a su entrada y comprende de que se trata en ese instante. El pene hinchado y venoso de Kim se presenta ante su cara, luciendo tan apetitoso que lo engulle de un bocado antes insultando a Kim por cómo está comiendo de su culo. TaeHyung separa sus nalgas, y repasa su lengua con ímpetu, impidiendo que pueda seguir con la mamada. Voltea a observarlo con los ojos llorosos para incitarlo a seguir, pues lo hacía tan bien que sentía correrse. Al no poder devolver el favor con sus labios, usa su mano.

Eso es, gime por mi JiMin. Hazme saber lo mucho que te gusta esto.

Fóllame, maldita sea.

TaeHyung obedece, relame sus labios y vuelve a besarle el culo mientras lo masturba, tomando prestado su propio presemen para mojar donde iba a profanar. Los dedos largos de TaeHyung ya sumaban 3 en su entrada, tocando directamente a ese punto que ponía sus ojos en blanco por el placer.

Recibiendo mis dedos tan bien, Jiminnie...Te abres para mí tan fácil, ¿tanto necesitas que te llenen el culo?

Si dejaras de tratarme con delicadeza lo averiguarías, chófer de cuarta.

Kim ríe ronco, JiMin es tan descarado. Lo quita de encima para tomarlo en brazos y llevarlo hasta el vidrio desde donde minutos atrás, lo había visto reemplazar al maniquí que había en la tienda. Se deshace de las cortinas jalándolas con furia, intimidando a su acompañante. A continuación lo toma del cabello y estampa en la fría ventana, acomodando su cuerpo para tener mejor control de él cuando iniciaran las embestidas.

Quiebra la cadera. —Ordena a voz grave apretando sus nalgas con ambas manos. JiMin deja escapar un suspiro ahogado, levantando más su cadera para el menor.

Una mano de Kim ahora sujeta su cabeza nuevamente, enredando sus dedos en su cabello, con la palma extendida. Es casi hormonal la forma que ambos respiran agitados por la anticipación al sexo que tanto desean. El primer roce tentando su entrada lo estremece. JiMin susurra un "ah" moribundo desesperado por observar lo que ocurre allí abajo, sin embargo, prefiere rendirse ante la dominancia del más alto.

Tu cuerpo es tan hermoso. —Halaga, acariciando su espalda. Permite que su dedo pulgar dibuje una línea recta en el centro de esta, deseando fervientemente besar por donde toca. La posición no se lo permite lastimosamente.

Pónmela ya, imbécil.

De una estocada, el pelirrosa recibe en su interior lo que tanto deseaba. Un grito ahogado lo sume en una mezcla de dolor y deseo pues, aunque ya estuviera dilatado, lo repentino de aquella penetración expande sus paredes de forma súbita, provocando un tirón. El grosor del que aquel moreno de ojos ónix es dueño, tampoco ayuda. El gruñido que oye detrás lo regresa a la realidad. Ha empezado a moverse, maravillado por la forma en que su polla es absorbida, apretada y adornada por ese culo abundante. Desde su punto de vista, JiMin lucía como un maniquí o alguna especie de escultura perfecta, cada detalle de su cuerpo era digno de pertenecer a la exposición más ostentosa del mundo.

Pronto, marcan un ritmo que ambos disfrutan. No es suave, tampoco demasiado agresivo, pero lo suficiente fuerte para lograr que el vidrio tiemble y JiMin esté al borde del llanto. Sus párpados están juntos y cerrados, a diferencia de su boca, que permanece abierta con la lengua expuesta. Por momentos la recoge dentro de su hogar y la usa para gemir el nombre contrario, recibiendo manotazos en los glúteos e insultos sensuales. Kim se deshace en elogios sucios, por lo bien que toma su polla y lo convierte en un desastre.

No existe más que el golpeteo rítmico de ambos cuerpos acompañado de los gemidos, gruñidos y sollozos de ambos. El aroma a sexo que ahora toma posesión de ese reducido espacio convierte todo en un trance.

La diestra de Kim, firme sobre la cintura del pelirrosa se desliza hasta el glúteo de Park, separandolo para observar mejor como penetra al más bajo. Se complace observando como las venas de su pene están más hinchadas y mojadas por el presemen que el sexy bailarín le ha incitado a expulsar. Entra y sale de ambas mejillas rosadas, ahora rojas con la silueta de sus grandes manos en varios lugares. Casi magullados por las veces que lo azotó.

JiMin pide más, más fuerte y lo complace. El placer que invade su ser se extiende desde su polla hasta su espalda y recorre su cuerpo en desorden hasta que retorna regresa allí. Esos sonidos acuosos que provocan su unión lo sobreestimulan, invitándolo a moverse más rápido, desesperado por empapar ese agujero rosa de semen, desea que chorree formando un lujurioso charco en el suelo. Quiere que JiMin lo recoja todo con sus labios regordetes y masturbarse observando su obsceno rostro agitado por el placer. Placer que el mismo le ocasiona.

Los vidrios ahora lucen nublados. El calor que aquellos cuerpos emanaron formaron una nube que se impregnó en toda la ventana, con ciertas zonas marcadas por las manos de JiMin aferrándose con las pocas fuerzas que le quedan. Las yemas de sus dedos y la palma pequeña que posee hacen contraste con la silueta de la contraria, de dedos grandes y largos dibujados entre la nubosidad que cubre el ventanal. Son vestigios del sexo que ocurre allí y que luego serán borrados, pero ellos nunca olvidarán.

Kim se ha cansado de sujetarse de la ventana, escoge para encanto de su amante el antebrazo rodeando su cuello como agarre, apretando más su cuerpo al suyo. Ahora estaba tan profundo que su próstata es golpeada sin dejar siquiera un pequeño respiro. Es rápido, casi como un martilleo, el aire parece insuficiente, pero no es más que el resultado de estar al borde de la asfixia por ese brazo musculoso apretando su garganta. JiMin se deja llevar, dejando que sus brazos cuelguen disfrutando del abuso a su punto erógeno. Sus gemidos agudos y llanto ya es señal de su clímax, entonces se permite liberar todo sin orgullo, gritando con voz ahogada el nombre ajeno.

TaeHyung sale de él, cortando de súbito su escala al cielo. Ofendido, voltea a verle con el ceño arrugado, dispuesto a protestar. Antes que siquiera diga palabra, ya es tomado de las mejillas con una sola mano y besado salvajemente. Kim explora su cavidad bucal con la lengua de manera tosca, se nota la urgencia con la que desea devorarlo, corresponde igual de feroz colgándose de su cuello. TaeHyung acaricia su espalda y masajea sus nalgas, gimiendo cuando la lengua de JiMin rosa la suya y se enroscan, para luego jalar y succionarla. Hasta parece que simula chupar su polla, pues nota los amagos de sonrisas que el más bajo no puede terminar de formar por sus acciones.

—Esto quiero hacer allí abajo. ¿Me dejas?

—Me estás volviendo loco, Park JiMin.

—Te lo mereces por joderme tan rico.

JiMin lo toma de la mano y lo sienta nuevamente en la silla donde fue espectador del mini show que el pelirrosa montó. Se posiciona de rodillas acariciando sus muslos, listo para engullir ese pedazo de carne inflamado nuevamente. Peina su cabello hacia atrás, con ese manerismo tan característico que lo distingue para quitar cualquier hebra de su rostro que interrumpa la mamada.

Lengüetea la punta y succiona el glande antes de bajar. Su lengua se enrosca como una serpiente, mientras el menor acaricia sus cabellos rosados. Levanta la ceja mientras inclina su rostro de lado para ver mejor como JiMin se ocupa del asunto, usando sus bonitos labios pomposos en su polla.

La primera succión se siente como el paraíso, muerde sus labios y sujeta con fuerza los cabellos ajenos, para obligarlo a moverse otra vez. JiMin gime, saboreando la carne que pertenece a su hombre, chupando bien para deleitarlo más. Kim lo halaga unos momentos, cambiando de trato inmediatamente cuando su pelvis se levanta y arremete contra su garganta. El mayor evita tener arcadas agrandando más su boca, dejando al moreno ser. Lo deja respirar unos segundos y vuelve a usarlo para satisfacerse. Es casi animal la manera en que folla su garganta, pues la sensación que esos labios le permiten disfrutar se llevan lejos cualquier tipo de represión y gentileza para con él.

¿Me vengo ahora o quieres seguir follando?

—Ahórcame otra vez.

—Entonces menea ese culo para mí otra vez y lo haré hasta que te corras.

JiMin estaba muy agotado, sin embargo siempre podía crear energías para una ronda de sexo duro y rudo. No importaba cómo.

Inicia nuevamente su baile, caminando alrededor de la silla donde el moreno reposa, acariciando sus hombros, rodeándolo con sus brazos por momentos, lamiendo sus mejillas, halagando su polla y tocándolo lo más que puede. El momento llega, permitiendo a su cuerpo caer hasta el suelo, levantando el culo para deleite de su espectador. El control que ejerce en sus nalgas, alternando el movimiento entre cada una es recompensado con un manotazo y pellizcos que generosamente el chófer le entrega. El de ojos ónix, se pone de pie y lo jala de la cintura invitándolo a menear el cuerpo rozando el suyo. Es un meneo conjunto que descubre algo que el más bajo ignoraba, Kim TaeHyung eran un grandioso bailarín. Le sigue los pasos y el contoneo sin esfuerzo, como si se tratase de dos imanes hechos para conectar a una misma carga, estimulándose mutuamente cuando sus intimidades rozan, es obsceno y majestuoso a la vez.

Kim pellizca uno de sus pezones mientras acaricia sus muslos y cintura, cubriendo una porción extensa de piel con aquella enorme mano. Su piel emana calor, su aroma es exquisito. Todo en él gritaba "alfa", aunque solo se tratara de un taxista de Uber. Aprendió de la forma más deliciosa que no debía subestimar a nadie.

TaeHyung sujeta sus caderas con fuerza y simula una embestida depronto. JiMin pierde el poco aire que conserva en un gemido alto clamando su nombre. Aquel empujón rebalsa su excitación previa, rogando por terminar lo que empezaron. Da la vuelta y lo sujeta del cuello, para volver a comer de sus labios rasposos. El frenesí que existió ha mermado, todo es más calmo, como el ojo de una tormenta. No tarda mucho en cambiar de atmósfera cuando TaeHyung lo toma en brazos y lleva hasta el escenario, tomando asiento en el desnivel dónde el caño de pole dance se erguía. Extiende sus largas piernas depositando su débil cuerpo y lo empuja, hacia adelante para sujetar su polla y volver a llenarlo por completo.

TaeHyung... —Kim empieza a embestir nuevamente. Despacio, midiendo su fuerza, degustando su platillo pelirrosa con paciencia. JiMin también se permite un respiro, pues sabía que luego el moreno tomaría todo de si y las pocas fuerzas que le quedaban abandonarían su cuerpo. Los falanges finos del menor toman su mandíbula y la giran un poco, buscando la conexión de sus labios mientras menean sus caderas en círculos, disfrutando aquella situación. JiMin posa sus manos sobre la que apretuja sus mejillas empezando a alterarse, pues el golpeteo que ocurre en su culo es exponencialmente más fuerte con cada segundo que pasa. No puede seguir correspondiendo al beso, pues TaeHyung ya no tiene reparo alguno en azotar sus nalgas con la pelvis, toma vuelo usando de apoyo su cintura, abrazándola con ambos brazos.

—¡TaeHyung!

Dilo otra vez—Ordena entre gruñidos, JiMin se vuelve una pequeña gata en celo escandalosa. El abuso a su próstata es casi imposible de tolerar, cierra sus ojos concentrándose en el traqueteo que lo lleva al éxtasis carnal arrastrándose desde su propia polla que masturba con furia mientras es cogido como una bestia, por el hombre que toma su cuerpo como si de un trapo se tratase. El brazo del trigueño ahora lo rodea por el cuello, quien se sujeta del suelo con la mano restante para tomar más impulso y joderlo aún más fuerte.

JiMin se corre.

Los hilos de semen que expulsa complacen al moreno, quien se deja llevar a su vez. Lo acomoda en el suelo con las caderas en el aire y se corre dejando sus magulladas nalgas; blancas, por la cantidad de fluidos que expulsa. Se atreve a untarlos en aquella entrada colorada por el sexo, procediendo a esparcirlos por dónde se le antoja. La mirada altiva y sonrisa sarcástica que presenta en su rostro demuestran lo bien que se siente dejar a ese bonito algodón de azúcar empapado de su semilla.

Mereces semen en toda la cara, sobre todo en esos labios carnosos chupadores de polla, pero esta vez me conformaré con tu culo.

JiMin no puede emitir palabra, solo ríe recuperándose del climax maravilloso que el moreno le ha ocasionado.

Disculpe. —Los pitidos de los claxons y la voz aguda de su pasajero lo quitan del trance. Parpadea y voltea conmocionado cuando nota que ha estado alucinando todo ese tiempo. —Estoy llegado tarde para mi película, lo siento hay mucho tráfico.

Oh, mi error, disculpe usted. —Tartamudea en respuesta. El click que libera las puertas del seguro, deja escapar a JiMin del auto. Lo observa desde su posición caminar por la calle grácilmente, hasta que lo pierde de vista. Park JiMin se ha ido, pero no la erección en sus pantalones.

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ᵀᴴα --𝑴𝒖𝒍𝒕𝒊𝒔𝒉𝒊𝒑𝒑𝒆𝒓. 𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈 𝑻𝒐𝒑 𝑺𝒖𝒑𝒓𝒆𝒎𝒂𝒄𝒊𝒔𝒕. ㅤ ㅤ❝ 𝚢𝚘𝚞 𝚕𝚒𝚔𝚎 𝚒𝚝 𝚠𝚑𝚎𝚗 𝚑𝚢𝚞𝚗𝚐 𝚌𝚘𝚖𝚎𝚜, 𝚍𝚘𝚗'𝚝 𝚢𝚘𝚞? ❞ ㅤ -태꾹𝑶𝑻𝑷 Sweek: https://sweek.com/es/profile/1559551/74088 AO3: https://archiveofourown.org/users/Gabloved/ Wattpad: https://www.wattpad.com/user/Gabloved_

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