—¿Y que quiere que haga? Yo no hice nada, los profesores no me quieren. —Se excusó el castaño, el cual, tenía puesta una chaqueta que simulaba cuero negro.
—¿Estás insinuando que los profesores mienten sobre tu comportamiento? Con solo ver el como te vistes, ya se sabe el tipo de persona que eres. —La mujer suspiró ruidosamente, cansada de la situación. —Si no aprendes a comportarte, serás expulsado completamente. Ya no tendrás más oportunidades y no será por unos días como en ocasiónes anteriores.
—Como si me importara. —Habló en voz baja el adolescente, mirando un punto muerto entre sus manos debajo del escritorio.
Si quisiéramos resumir la vida escolar de Jeon Jungkook en un par de palabras, serían: Problemático en la secundaria.
La mayoría del tiempo estaba en detención por no hacer tareas y por responder de mala manera a sus profesores.
Era completamente gay y no tenía ningún problema en gritarlo a los cuatro vientos. Hace unos meses la directora comenzó a traer a su nieto a pasar el día con ella, ya que este no tenía dónde quedarse. Esto, llamó completamente la atención del joven castaño. A ojos de Jungkook, el nieto de la directora era toda una belleza. Pelo castaño con rubio, hermosos ojos negros, piel morena, y lo que más enamoró a Jeon, un cuerpo espléndido.
—Ah... —Suspiró Jungkook, imaginando al hermoso nieto de la directora Kim tras salir de la oficina de esta. —Lo único bueno que tiene esa vieja, es su nieto. —Dijo al aire. —Maldita vieja puta.
El de ropa negra se dirigió a su salón de clases, pasando sin tocar la puerta, llamando la atención de sus compañeros y su profesor de matemáticas.
—Jeon, encima de que llegas tarde, no tocas la puerta antes de pasar. ¿Porqué tardaste? ¿Acaso no recuerdas que tienes clase a esta hora? —Reclamó el hombre medianamente joven.
—Ah, ¿Sabe que? Detesto su clase, me voy a la mierda. —Insultó, mostrando su dedo de en medio y corriendo rápidamente a la oficina de la directora.
Se recostó en una de las paredes del instituto y respiró agitadamente. —Supongo que tendré que ir otra vez con la estúpida vieja. —Supuso. Caminó lentamente a la oficina, arrastrando por el suelo la mochila negra que tenía en su mano.
Sin tocar la puerta abrió esta, adentrandose en la oficina en dónde estaba la mayoría del tiempo por su mal comportamiento.
El chico rubio que estaba allí adentro de asustó, sonrojándose un poco y tocando su pecho suavemente.
—D-disculpame, la directora no está. M-mi abuela tuvo que ir a arreglar unas cosas en un aula. Soy K-kim Taehyung. —Se presentó con sus mejillas rojas, parándose de su asiento frente al escritorio y haciendo una reverencia frente al castaño.
Jungkook rió suavemente, llamando la atención del joven de quince años. —No tienes que presentarte, te conozco. —Respondió pícaro, guiñando un ojo. —¿Entonces estamos solos? Genial.
—¿S-solos? Bueno... Eso es cierto. ¿Cómo te llamas? —Preguntó inocentemente, sin entender el tono pervertido que usó el menor de ambos.
—Soy Jeon Jungkook. —Se presentó, levantando y bajando sus cejas rápidamente, varias veces. —Supongo que debes de haber escuchado mi nombre, en esta cárcel todos me conocen.
—¿Cárcel? —Preguntó un poco sorprendido el más alto. —Bueno, a mi me gusta mucho, la secundaria es un lugar muy bonito. —Aseguró. Taehyung llevaba un pantalón beige ajustado al cuerpo, un poco doblado en la parte de abajo, dejando a la vista sus tobillos. Una camisa blanca y una chaqueta del mismo color de su pantalón.
—Supongo que lo sexy no te saca lo cerebrito, ¿Cierto? —Preguntó retóricamente el castaño, cruzando sus brazos. —De todas formas, te queda bien. No esperaba más del nieto de la directora. Y dime, niño bonito, ¿Que haces para divertirte?
Un poco sonrojado, el rubio respondió: —B-bueno, ahora que estoy con mi abuela no puedo hacer mucho. Ella me obliga a estudiar más de lo que estoy acostumbrado, pero, eso está bien, creo.
—¿Estudiar? Pfff, que vida horrible. ¿No sales de fiesta o cosas así?
—Y-yo solo tengo quince años. Tengo que estudiar para poder tener un buen empleo, eso dice mi madre.
El menor rió, acercando su cuerpo al contrario. —¿No te gustaría probar algo nuevo? —Preguntó, envolviendo sus brazos al rededor del cuello de Taehyung.
—Si te refieres a lo que creo que te refieres, no creo que sea buena idea. —Respondió nervioso, tratando de alejar al más bajo sin lastimarlo. —Nunca lo he hecho con chicos, y... y... ¡Podrían vernos! Si, eso.
Jungkook sintió un cosquilleo en su parte íntima, dando a entender que tenía una erección. —¿Sabes que eres muy popular aquí? Todos hablan de lo sexy que es el nieto de la directora. —Alagó indirectamente, juntando ambos miembros aún cubiertos, creando fricción.
El rubio gimió en tono bajo, temblando repentinamente al sentir el calor que se creaba en su cuerpo. —No se si sea correcto lo que quieres que pase entre n-nosotros.
—¿Y a quien mierda le importa ser correcto? —Preguntó el de piel blanca, besando los labios del otro con desespero. A fin de cuentas, había deseado al rubio por mucho tiempo.
Al principio el nieto de la directora trató de detenerlo, pero él mismo se dejó enredar luego de pocos segundos, tomando la cintura ágena entre sus brazos.
—No te molestaría follarme en ese escritorio, ¿Verdad? —Preguntó Jungkook, uniendo sus labios otra vez en pocos segundos.
Entre besos húmedos, ambos adolecentes quedaron desnudos. El de piel morena ayudó al castaño a subir en el escritorio y se puso entre sus piernas, aún besando sus labios.
—¿Tengo que prepararte? —Preguntó un poco desconcertado el mayor.
— S-si, porfavor.
El de piel blanca se acostó completamente en el escritorio, mientras sentía como un dedo lleno de saliva se metía en su interior, lentamente.
—Ah... —Gimió el castaño, mientras pequeños espasmos recorrían su cuerpo.
Luego de unos minutos, Taehyung ya había metido tres dedos dentro del contrario, así que los sacó de su interior y agarró su propio miembro, apoyando su glande en la estrecha entrada.
—Metete, quiero saber cómo se siente. —Ordenó el más bajo, deseoso por sentir el miembro del contrario dentro de él.
—¿Estás seguro? ¿Y si cierro la puerta con seguro por si nos descubren?
—¡Métete de una vez! ¡Por el amor de Jesucristo! —Gritó exaltado el castaño. —«¿Me estoy viendo como una puta necesitada? Posiblemente. ¿Es extraño ya que nunca en tenido sexo en mi vida y lo poco que sé es por ver porno? También. Pero a la mierda. ¡Es el jodido Kim Taehyung!» — Pensó Jungkook.
—D-de acuerdo. —Aceptó el rubio, adentrando su glande en la virgen entrada, esto, costandole varios segundos. Si bien el miembro del moreno no era muy grande puesto que era muy joven, aún así tenía un buen grosor.
—Ah, ah... —Gimió el castaño, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. El mayor se animó a meter su miembro completamente dentro del contrario, llegando hasta el límite.
—D-duele. —Se quejó el castaño, rasguñando el escritorio bajo él. —E-espera unos segundos antes de moverte, P-por favor.
Taehyung esperó pacientemente durante unos segundos, en los cuales Jungkook se relajó y trató de tranquilizar sus rápidos latidos.
Tras un pequeño lapso de tiempo, el más alto comenzó a mover sus caderas, sintiendo el interior del castaño húmedo y caliente.
—Uh. —Gimió adolorido el menor. Aunque el rubio fuera lento, aún le dolía un poco. Jungkook levantó sus piernas y las puso alrededor de las caderas contrarias, atrayendolas hacia él.
—Tae-Taehyung. —Volvió a gemir el castaño, haciendo que el mayor sintiera su corazón latír fuertemente por escuchar su nombre en un gemido.
El nieto de la directora continuó moviéndose, cada vez, aumentando la velocidad.
Si, al principio Jungkook había sentido mucho dolor, pero para su suerte, el rubio fue delicado.
Las embestidas comenzaron a ser más fuerte, llegando a estimular la próstata del castaño de una forma placentera.
—Ah, ah, ¡Ah! —Los gemidos del menor inundaban la sala, y posiblemente, fuera de ella también.
—¿E-Estás bien? —Preguntó Taehyung, aún dando rápidas y profundas embestidas.
Jungkook, que se encontraba absorto en el placer, apenas pudo contestar con un asentimiento de cabeza. Comenzó a masturbar su miembro al compás de las penetraciones en su interior, sintiendo que acabaría pronto.
—C-creo que voy a co-correrme. —Avisó el mayor, recibiendo un : "Yo igual" como respuesta.
Tan solo unos segundos después, ambos acabaron. A pesar de los constantes escalofríos que sentía por el reciente orgasmo, Jungkook se vistió rápidamente, al igual que el contrario.
—S-supongo que te veré mañana.
—Estaré aquí con mi abuela.
Antes de despedirse, ambos se dieron un pequeño beso, de varios segundos, pero sin abrir sus bocas.
Quizás, pero solo quizás, ambos se habían sentido atraídos por el otro... Románticamente.
Fin.
—Duhl la sorcière—
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