DANIEL Y DANIELA Подписаться

El amor puede complicar las cosas, según Daniela cualquier sentimiento que no sea el amarse a uno mismo está de más.

Daniel por el contrario tiene un interior dulce. En apariencia es despreocupado y liberal, él cree que lo que siente por Daniela es más que un sentimiento pasajero, realmente está loco por ella. Por eso de vez en cuando, él le roba uno que otro beso y ella se lo permite.

-¿Nunca te has enamorado entonces?-Preguntó Daniel.

-No ¿y tu?-Dijo tajante Daniela.

-Sí y hasta he amado.

-Cuéntame.

-Tenía quince y ella diecinueve cuando me enamore, le encantaban los frutos rojos y los perfumes costosos. estaba en su segundo año de universidad iba a ser enfermera.

-¿Iba y ya no?

-Ya no.

-Dime más-Dijo Daniela recostando la cabeza en las piernas de Daniel.

-Era linda, dulce y graciosa.

-Y por que no sigues con ella.

-Esa historia es para otro momento.

- Bien, pero dime ¿Qué se siente?

-¿El que?

-Enamorarse

-Ya lo sobras y hasta puede que que sepas que es amar.

Daniel y Daniela tenían la misma edad y vivían a unas cuantas cuadras uno del otro y los dos iban a la misma prepa. Cuando niños eran inseparables, todos los años de primaria fueron uña y mugre, pero con el tiempo ya no, por que claro las niñas maduran más rápido y en la transición de primaria a secundaria, mientras Daniel aun salía a la calle a jugar con sus patines, con los vecinos de su cuadra, Daniela estaba más interesada en como se veía, lo cual implicaba que tenía que dejar de comer caramelos y chocolates, si quería conservar esa tez libre de imperfecciones, además una de sus prioridades era el maquillaje cargado en los ojos y los flecos de lado le llamaban mucho la atención.

Daniela en un solo verano se convirtió en alguien ajena a Daniel y Daniel por su parte en alguien ajeno a ella, y aunque seguían siendo vecinos estaban lejos uno del otro. Ambos empezaron con sus primeras relaciones de noviazgos fugases, claro que Daniela un poco antes que Daniel, solo que ella nunca sentía nada por los chicos con los que andaba. Mientras que Daniel era tan apasionado que apenas tenia quince años cuando se dijo a si miso que se había enamorado. Solo que encontró ese sentimiento en una chica algo mayor, de nombre Francine.

Fue durante una fiesta de fin de cursos, era la despedida de la secundaria, cuando Daniel la conoció, ella era alta y esbelta y tenia la piel blanca, tanto que palidecía y el cabello castaño, y una voz vibrante. En un juego de botella a él le toco besarla y ella no pareció molesta.

Cuando hubo acabado la fiesta, Daniel le pidió su número a Francine y ella se lo dio.

- No te hagas ilusiones, no funcionara-dijo Isabel, la hermana menor de Francine y quien era compañera de Salón de Daniel.

-A mi no me importa que sea mayor.

- No seas tonto, a ella tampoco, pero no es por eso que lo digo, será mejor que la dejes en paz.

-Bien como digas- En realidad Daniel tiro en sacó roto las palabras de la hermana de Francine, le llamo esa noche, la siguiente y todas las noches.

Cuando llego el momento de que Daniel y Daniela entraran en la prepa, ambos eligieron la número 21, había muchas mas opciones pero las coincidencias existen.

Daniel ya no era ese niño inmaduro, ahora era de los atractivos y más por que no era prepotente, si no amigable con todos, claro que a Daniela no le interesaba lo que a él le ocurriera, pero si le interesaba darse a notar rápidamente.

-Hey, Daniel, ¿Cómo estas?

-Daniela, que sorpresa.

-Sí, es verdad, tengo tanto sin verte.

- Lo raro es que vivimos tan solo a unas cuadras.

- Que raro ¿verdad?

Daniel y Daniela hacían fila para entregar su documentación en el área de admisión y así es como platicaron todo lo que duro la espera y al salir, Daniel le invito un helado de la fuente de sodas de enfrente de la prepa.

Ahora que casualmente Daniel y Daniela han sido registrados en el mismo salón de clases, Daniela es quien no pierde oportunidad de hacerse cercana a Daniel, pues ve lo llamativo que es y la facilidad que tiene para hacer amigos, solo no se explica como es que Daniel no es del agrado de Isabel, así que Daniela piensa, que Isabel es muy rara.

Al cabo de varias semanas Daniela, retoma los hábitos que tenia cuando pequeña y se infiltra en la casa de Daniel por las noches lo hace de manera inocente sin que entre ellos pase nada malo, a veces lo sonsaca para que escapen a algún lado, la última función del cinema o para ir a una fiesta entre semana, o comer comida callejera y otras tantas solo desea recostarse sobre la alfombra afelpada de la habitación de Daniel y dormir hasta el otro día, Daniel Claro le cedería la cama, pero ella siempre argumenta que eso no seria equitativo sino ventajoso.

El tiempo que Daniela pasa con Daniel hace que de tanto estar juntos, ella empiece a sentir atracción por él, aunque ella nunca dice nada y lo oculta muy bien. Daniel la ama en secreto y respeta su relación de amistad por lo cual no le revela lo que siente, al menos no directamente.

- ¡Ay! eres insoportable. Daniel ubícate la verdad todos quieren escapar, los que viven en las ciudades quieren esconderse en una cabaña en un bosque y los que viven en un Pueblucho quieren conocer la majestuosidad de las ciudades, para tiempo después seguir escapando, es por eso Daniel entre otras cosas, ya mejor olvídalo

- Te molestas solo por que he dicho que me gusta donde vivo ¿Qué de malo tiene?

-No es solo esa parte, si no lo de que crees que no tendría nada de malo casarte joven y amar a alguien den tu misma ciudad, y pasar el resto de tu vida a su lado.

- ¿No crees que es romántico?

- No, es aburrido, rutinario y escalofriante.

-No le veo relación a ninguno de esos adjetivos con lo que he dicho.

- A veces eres tan, tan.

- ¿Lindo?

- Sera mejor que me vaya.

- Te veo en la escuela- antes de que pueda irse, Daniel la abraza y le da un suave beso en los labios, esto ya era habitual en ellos, aunque siempre lo hacían en privado y nunca hablaban del porque.

En una fiesta Daniela ha tomado una bebida que cree tiene alcohol, en realidad le a funcionado como placebo, para darse valor ahora que pretende ir tras Daniel, pues este se encuentra hablando con María, quien es la chica considerada como la mas bella de la preparatoria y lo es más aun ya que va entrar a la universidad, en cuanto termine el verano.

- ¿Pero que se cree María? Es mayor que Daniel-Dice Daniela a Salma.

- Solo por un año, además no creo que eso le importe a Daniel, antes salía con una chica mucho mayor. Es más creo de no haber sido por lo que ocurrió, seguiría con ella.

- ¿Lo que ocurrió?

- Sí ya sabes, fue toda una tragedia.

Salma procedió entonces a contar la historia.

- Daniel Conoció a Francine en una fiesta hace dos veranos, ella ya estaba en la universidad, me parece que cursaba su segundo año, cuando fue a una de las tantas fiestas que se hicieron a final del año, desde que llego todos los chicos la vieron inaccesible, por su edad, por su porte, no lo sé, pero Daniel hizo conexión con ella, rápidamente empezaron a salir y puedo decir con seguridad que Daniel se enamoro de ella y Francine de él, la edad no pareció un impedimento, ni que ella estuviera estudiando un nivel superior, parecía que a ella ningún estereotipo le importaba supongo que cuando sabes que morirás pronto, ciertas cosas dejan de importarte. Daniel no supo que ella moriría hasta que sucedió e Isabel no le perdona a Daniel que le robará el tiempo que según ella debía pasar con su hermana.

- ¿Francine, Murio?

- Sí. creo que era una falla de su corazón.

Daniela perdió el valor que le había generado el placebo y se retiró de la fiesta pues pensó que no podría competir contra aquel perfecto fantasma del pasado, que era Francine y ahora se explicaba por que Daniel hablaba de su deseo de casarse con alguien de la ciudad y de lo lejano que veía cumplirlo.

Daniel al notar la ausencia de Daniela, va a buscarla.

- Te has ido temprano.

- Estoy cansada.

- ¿Qué has hecho con mi mejor amiga? Por favor Dany, tu nunca te cansas. Si no querías estar en la fiesta me lo podías haber dicho, vamos a donde tu quieras.

- No, de verdad estoy cansada.

- ¿No estarás enferma?

- Creo que sí.

Después de ese incidente y con el inicio del último año de preparatoria las cosas volvieron a la normalidad y Daniel y Daniela siguieron siendo los grandes amigos, con la salvedad de que Daniela ahora era más impulsiva.

Daniel obtuvo excelentes notas y se preparaba para hacer su examen para ingresar en la universidad del estado. Daniela aun no lo tenía resuelto y dijo que lo más seguro es que se tomara un año sabático.

Después de la ceremonia de clausura, Daniela le dice a Daniel que hicieran otra cosa, que esta cansada de ir a fiestas.

- Como quieras, pero ahora la fiesta es nuestra.

- Siempre lo fueron, solo que hoy me apetece pasar el tiempo con mi mejor amigo y ya que los dos tenemos suficiente edad para tomar algo más que bebidas azucaradas, vamos por unos tragos.

- ¿Segura?

- Sí

Daniel llevo de regreso a su casa a Daniela después de que dieron el recorrido por los lugares más extraños donde servían bebidas, y donde ni siquiera les pidieron su identificación, ahora que la tenían.

- Quiero quedarme contigo.

- Bien pero hoy dormiré yo en la alfombra y tu en la cama, no hay peros.

- Bien.

Los besos por más inocentes que sean pueden llevar a más y ahora ese beso que era solo de buenas noches, hizo que Daniel y Daniela pasarán la noche en la misma cama. Realmente no había pasado nada, pero al ser descubiertos por la mañana, por la madre de Daniel, esta se sorprende sobremanera al encontrar a su hijo con la chica, llama a los padres de Daniela quienes hacen todo un alboroto y todo lo necesario para convencer al padre de Daniel de que los chicos deben casarse.

Daniel sabe perfectamente que no ha pasado nada, pero como le había dicho antes a Daniela, que no tiene nada de malo casarse joven si estas seguro y que especial sería hacerlo con alguien que conoces, de tu misma ciudad. Daniela que no está segura de lo que siente por Daniel acepta casarse solo por calmar a sus padres.

El padre de Daniel les deja vivir en su antiguo apartamento a las afueras de la ciudad, Daniel empieza sus estudios y consigue un trabajo a tiempo parcial con el que a penas puede solventar sus gastos, pero su padre le ayuda no solo al no pedirle alquiler sino con mucho más, porque quiere que tanto su hijo y la esposa de este, estén cómodos.

Daniel y Daniela empiezan su vida como casados de una forma muy sui generis por la manera en que se dieron las cosas. Después de un tiempo están esperando que nazca la que sería su primera hija y Daniela tan inestable como es, no sabe que hacer, Daniel pide permiso en la universidad para dejar por un tiempo los estudios y enfocarse en trabajar para que pueda pagar los gastos que implica el nacimiento de un hijo, pues aunque su padre quiere seguir apoyándolo, Daniel dice que es tiempo de que él se haga cargo, con esfuerzos saca los gastos a flote y como en todo lo que hace se destaca, a pesar de las circunstancias le esta yendo bien el trabajo, todo lo hace con tal de que Daniela y su hija a la que han llamado solo Dany, sean Felices.

Al nacer su hija, Daniela se desestabiliza y quiere seguir comportándose de manera que ahora resulta irresponsable, casi cada noche se escapa de la casa que ahora comparte con Daniel y regresa ya hasta muy tarde, pero en una de estas salidas Daniela tarda mucho más de lo habitual en regresar.

Daniel descorazonado toma a su hija y se marcha dejando una nota. Daniela en su andanza tan larga se da cuenta de que realmente Ama a Daniel, pero al regresar al departamento solo encuentra la nota de Daniel, que dice:

"...Gracias Daniela, por todo lo que me has dado, tu amistad, tu compañía, gracias por nuestra hija, te agradezco por todo, hiciste mi sueño posible, casarme joven, con una chica de mi ciudad y sobre todo con la chica que he amado desde siempre, tengo que agradecerte tanto. Creo que nunca te he pedido nada Daniela, así que solo lo haré una vez y es que ya no regreses..."

Daniela al leer la nota no puede evitar sentirse desesperada, pues comprende lo que ha perdido.