Короткий рассказ
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Vacío

Las hojas secas se arremolinan sobre el frío pavimento. Él la busca. Quisiera llamarla y decirle que se equivocó al haberla tratado de esa forma, pero desde hacía meses, Laura había cambiado su número telefónico. De soñar con un futuro junto a él, pasó a desear jamás haberlo conocido en su vida. Un frío con sabor a odio se le fue colando entre los huesos. Marcelo había jurado hacerla sentir como la reina del mundo; dedicarse exclusivamente a hacerla sonreír. Pero entre una buena intención, y la realidad, generalmente hay un millón de obstáculos distintos. El trabajo y las dificultades de la vida diría, puede hacer que incluso el corazón más dulce se vaya transformando en un cubo de hielo.

Durante toda su vida, Marcelo se había prometido a sí mismo no repetir el mismo camino que su padre. Se juró, que cuando tuviera una relación estable, iba a dedicarse a darle una buena vida a su pareja.

Laura sonrió que se había sacado la lotería al encontrarse un hombre así. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Sí, lo tenía a su lado, pero la mayor parte del tiempo era como si él se encontrara a miles de kilómetros de ella. Estaban sólo a centímetros de distancia, pero se sentía como si existiera un muro entre ellos. Ambos pensaron que algo de buenas intenciones serían suficientes para salvar su relación de un violento final, pero no fue así. Lo que empezó como frialdad, al golpe de las desilusiones, se fue transformando en violencia. Él el juró mil veces que su carácter cambiaría. Pero le resultaba imposible el dejar atrás las sombras de una niñez difícil. Por más que lo intentaba, los fantasmas encontraban la forma de escabullirse en su día a día.

Una explosión del color de la furia misma estalló un día, y de allí, nada volvió a ser igual. Ella pronto vio sus niñerías extinguirse entre las manos de un hombre incapaz de saber qué hacer ante un sentimiento tan grande como el amor. Hizo lo mejor para tratar de calmar sus ímpetus a base de cariño, pero hay fuegos que no se logran extinguir con la gentil lluvia. Interminables horas de conversaciones sólo lograron hacer que la distancia entre los dos se incrementara más y más. Para ambos, resultaba más difícil poner una sonrisa sobre sus rostros frente a familiares y extraños. Ella no quería convertirse en una más de las mujeres que llevan cargando una cruz de silencio hasta el día en el que mueren a manos de la persona que dijo amarlas un día. Así que, sin que le importara nada más, la joven mujer tomó sus cosas, se subió a un taxi, y enfiló rumbo a lo desconocido. A momentos, él se imagina que un buen día ella regresará, y entre lágrimas le pedirá una oportunidad para estar junto a él, le hacen saber que eso no sucederá. Todas las palabras por decir se quedaron en el tintero. Sólo lo acompaña su propio vacío.

28 мая 2021 г. 3:35 0 Отчет Добавить Подписаться
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Patricia Pixie Poesía y microrrelatos son mis pequeños grandes placeres a la hora de escribir.

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