El caso nunca estuvo cerrado, siempre venían nuevas pistas, y sin embargo no podía ser resuelto, así comencé a hacerme a la idea de que jamás podría encontrarla, le decía a la nueva detective quien había sido reasignada para la investigación, quien me aseguraba que estaba vez sería diferente, y aunque durante todos estos años siempre escuche esa misma frase, no tuve otra opción más que confiar, porque después de todo, ¿qué más podía hacer?
—Bueno y como es tu situación actual —me preguntó la detective mientras tomábamos un café para comenzar a analizarme y así poder convencerme de colaborar de nuevo con el caso, aspiraba que fuera más inteligente que el manual habitual, porque si repetía lo mismo que sus antecesores, terminaría repitiéndole la misma historia a un nuevo detective años más tarde.
—Soy profesora de filosofía, me gradué hace tres años y conseguí trabajo muy rápido gracias a algunos contactos, supongo que lo único malo de conseguir un puesto de esa manera es que no puedes elegir a donde vas, por eso regrese al pueblo. Además, como ya sabrás (si es que eres buena en tu trabajo), mi papá está delicado de salud y mi mamá está internada.
—Lamento lo de tu mamá y claro lo de tu papá, así que entiendo si es difícil para ti retomar el caso, pero…
—No tengo ningún problema en retomar el caso—le respondí cortante, antes de escucharla recitar las mimas razones que ya me han echado encima—: Ayudaré con lo que necesite, aun si eso implica repetirle lo de ese día un millón de veces.
—Agradezco su cooperación, pero me sorprende que no quiera saber la razón por la que retomamos la investigación —comentó sorprendida, mientras le indicaba a su asistente que estuviera atento para tomar notas.
—No me interesa la razón, me basta con que se investigue de nuevo. Aunque si le soy sincera, vi por las noticias sobre la exitosa misión de la policía al rescatara a todas esas chicas antes de que fueran vendidas. Es por eso, ¿no?
—En efecto, pero lo que nos llevó a pensar en que esta vez tenemos una gran oportunidad de recuperar a su hermano es que una de las chicas la reconoció.
—¿Cómo que la reconoció? —No quería tener esperanzas, unca quise tenerlas, así que fue extraño escuchar que existía la posibilidad de que después de todos estos años, ella siguiera viva.
—Una de las chicas rescatadas, residía en el pueblo vecino, pero fue raptada en mientras visitaba a una amiga en este pueblo hace unos seis meses, eso hizo que el jefe de policía recordara el caso de su hermana, después de todo no han ocurrido demasiados crímenes en esta jurisdicción. El punto es que reconoció la foto que tenemos en el sistema de su hermana.
—¿Puedo ver a esa chica? —pregunté nerviosa.
—Eso es exactamente lo que quería pedirle.
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