maddiezm Madison Zuss

Línea de vida. Es natural estar triste, sentirse decaído o desanimado. Somos humanos. La tristeza en nuestras vidas siempre estará presente. Y debemos aprender a sobrellevar estos sentimientos y reponernos... Sin embargo, ¿Qué pasa cuando esto no ocurre? ¿Cuándo al problema más 'insignificante' no podemos encontrarle salida? (Sí, insignificante para ellos más no para ti). Depresión. Géneros: Angust, drama, friendship y hurt/comfort. Pareja: BaekSoo. Duración: 1 capítulo / OS. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE BAJO EL CÓDIGO: 2008245104918


Фанфикшн Группы / Singers Всех возростов.

#exo #fanfic #baeksoo #soobaek #kyungsoo #baekhyun #sehun #amistad #amor #depresión #escolar #reflexión #tao #minseok #luhan #one-shot
Короткий рассказ
0
531 ПРОСМОТРОВ
Завершено
reading time
AA Поделиться

Parte única

"La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser".— Hesíodo.




***




Es natural estar triste, sentirse decaído o desanimado. Somos humanos.


Todos somos diferentes; sentimos y pensamos diferente. Cosas distintas nos ponen tristes o felices. Para lo que algunos es un problema banal, para otros es todo un caos y dentro de ese caos, a veces, intentamos buscar paz. Pruebas negando todo, ignorando. ¿Para qué? ¿Por qué?


JunMyeon se puso triste por haberse peleado con su mejor amigo; Yìxīng. YiFan por haber terminado su relación de tres años con Tao. BaekHyun por haber aprobado con nota mínima matemática. Así como estos había muchos casos más. Pero, lo importante era salir de eso, ¿no?


JunMyeon y Yìxīng, hablaron para solucionar todo. YiFan estaba tranquilo solo, pensaba disfrutar de su soltería. BaekHyun...Él podría seguir intentando, al final, una nota nunca definirá quien eres, ¿Verdad?


La tristeza en nuestras vidas siempre estará presente. Y debemos aprender a sobrellevar estos sentimientos y reponernos... Sin embargo, ¿Qué pasa cuando esto no ocurre? ¿Cuándo al problema más 'insignificante' no podemos encontrarle salida? (Sí, insignificante para ellos más no para ti).


Depresión.


Estado de ánimo intenso que implica tristeza, desesperación o desesperanza. La depresión también afecta a los pensamientos dela persona que lo padece, interfiere en la capacidad de percibir y disfrutar delas cosas buenas de la vida. Es como si fueras un fantasma y ves a todos avanzar sin ti, viviendo felices.








***


***




Goyang; 9 de abril del 2025. 6 a.m.


Podía escuchar la televisión mientras se iba acercando a la cocina, frunció un poco el entrecejo y achinó los ojos. Era martes, tenía sueño y quería dormir. Sin embargo la escuela en ese momento era una de sus mayores prioridades. Agregando que, si llegaba a faltar sabía muy bien que su amigo bajito se enojaría muchísimo con él y haría una de sus rabietas de nene de seis años.


—Buenos días.—murmuró aún somnoliento. Tomó asiento y espero a que su madre le sirviera el desayuno.


—Buenos días, amor —Respondió ella muy feliz. SeHun la veía caminando de un lado a otro hasta que ella dejó una humeante taza de anís delante de él. —Para combatir el frío, bebé. —Él asintió con una sonrisa. No sabía en carne propia todo el esfuerzo que hacía su mamá día a día por él, pero aun así lo valoraba. La veía siempre feliz, con la cabeza en alto. SeHun estaba muy orgulloso de ser hijo de aquella esbelta mujer y quería que ella también se sintiera orgullosa de tenerlo a él como hijo.


Solo eran ellos dos. Siempre fueron ellos dos. SeHun nunca conoció a su padre pues según las chismosas de las vecinas este había huido cuando se enteró del embarazo de su progenitora. Pero él no lo odiaba, no tenía ningún sentimiento hacia aquella persona, ¿Cómo sentir algo por alguien que nunca conociste? Le hizo mucho daño a su madre al dejarla sola con un bebé en camino, sin embargo, eso la hizo a ella más fuerte, la hizo la gran mujer que es hoy. No tenía la mejor historia familiar, pero le gustaba la actualidad, le gustaba su vida con esa mujer que le dio luz.


Sus ojos viajaron de su agraciada madre al ruidoso televisor.


"Mi única valiosa vida."


Escuchó atentamente el reportaje, llegó a quedarse en shock por un pequeño instante, mismo que usó su progenitora para dejarle el desayuno al frente.


—Ten un buen día en la escuela, hijo. —habló la mujer antes de salir de la cocina. SeHun escuchó como sus tacones resonaban hasta la puerta principal, suspiró cuando sintió el portazo final.


Terminó su desayuno y levantó todo para proceder a lavarlo rápidamente. Se fijó en el reloj y sabía que le quedaban menos de 10 minutos para llegar a la escuela. Debía correr.


Antes de salir de la cocina cogió un pan, recogió su mochila y salió volando. La escuela no estaba realmente lejos por eso iba caminando siempre, era como su ejercicio diario dentro de su sedentaria vida.


Sintió su celular sonando pero decidió no prestarle atención, tan solo debía cruzar la calle y llegaría a la escuela. Esperó a que el semáforo cambiará y corrió por el crucero peatonal hasta la cera del frente. Escuchó en ese momento un coro de ángeles cantándole. Le dio una mordida a su pan con soledad e ingresó al colegio.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






8:15 a.m.


Intentaba prestar atención a la clase historia, habría un examen al final de la semana y debía, obviamente, aprobar. SeHun no se caracterizaba por ser el mejor de la clase, pero al menos daba su mejor esfuerzo. Él intentaba con todas sus fuerzas no quedarse dormido escuchando al profesor Lee JunHo.


Comenzó a cabecear, sus ojos cerrándose lentamente, el país de los sueños sonriéndole hasta que sintió como algo chocaba con su mano. Era una bolita de papel. Viró los ojos. ¿Cuántas veces iban desde que empezó la clase?


"Este curso es aburrido..."


Oh giró en su asiento para poder mirar a quién se sentaba justo detrás de él.—Si me sigues mandando papeles terminaremos en la oficina del director por enésima vez, KyungSoo. —regañó.


KyungSoo. Do KyungSoo es su mejor amigo desde que tiene uso de razón. KyungSoo es muy diferente a él; aniñado, terco, juguetón, fastidioso, energético, alegre, simpático, apasionado, atrevido, entusiasta, burlón y la lista sigue. Pero, sin lugar a duda lo más resaltante de él es y siempre será su personalidad positiva. Cuando el menor tenía un problema ahí estaba Soo para animarlo. Porque para KyungSoo eso era así, no puedes detenerte ni un solo instante. Vive la vida y no dejes que la vida te viva. No te llenes de tristezas en un mundo en el cual puedes ser feliz.


El regañado hizo un tierno puchero muy característico de él y se acostó con pereza contra su carpeta. —Moriré de aburrimiento —susurró. —Te dejó mi ropa, el resto que se lo quede mi hermano.


Unos pasos sonaron mucho más cerca de ellos dos. —En primer lugar dudo que su ropa, señorito Do, le quedé a su amiguito y, en segundo ¿Cuál fue el primer presidente Sur coreano?


—Ahhhh. —KyungSoo miró directamente a SeHun esperando que su amigo le dijera la respuesta. SeHun solo se rió y volteó. El ignorado se sintió ofendido y cuando el maestro hizo una mueca y se volteó para dirigirse al frente del salón KyungSoo pateó suavemente a su maps (Mejor Amigo Por Siempre) en sus posaderas y volvió acostarse sobre el pupitre.


SeHun se quejó por lo bajo por el golpe recibido, pero no hizo más que seguir apuntando datos importantes de lo que el profesor hablaba. Él estaba consciente que al final terminaría pasándole sus apuntes a KyungSoo. Ah, Do KyungSoo...








***


***



Seúl; 9 de abril del 2025. 10:31 a.m.


"Tonto. Tonto. Tonto. Eres un tonto."


El castaño cerró su casillero sin fuerza, suspiró, dio media vuelta y sonrió. No había pasado absolutamente nada, todo estaba bien, todo bajo control, todo tranquilo...


Un examen no es el fin del mundo, entonces ¿Por qué se preocupaba tanto?


Tenía la mirada en el piso, hace días que llevaba un humor decaído y no entendía por qué. Hoy mismo ni siquiera había tenido las ganas o fuerzas suficientes para salir de la cama, fue su madre, la señora Byun quien con un gran sermón logró sacarlo de ahí.


Prefirió ignorar sus propios pensamientos antes de ahogarse en ellos. Sacó del bolsillo de su sudadera sus audífonos, se los colocó y buscó cualquier playlist en su celular.


Cerró los ojos por un instante antes de entrar a la cafetería donde lo estarían esperando sus amigos como siempre. Pero algo cambio en ese instante, algo oculto quería salir y ese no era el lugar. Abrió los ojos, afligido, aterrado.


"Serás un estúpido si te pones a llorar".


Retrocedió sus pasos sin pensarlo y apresuró su andar al baño. Al llegar corrió a un cubículo y se encerró. Sus ojos ardían, se sentía perdido, tonto, tonto, ¡tonto!


Golpeó su cabeza contra una de las paredes y las lágrimas descendieron quemando sus mejillas mientras creaban un doloroso camino. Solo era un sesenta, muchos otros habían sacado peor nota que él.


¿Porqué lloraba? ¿Por qué se sentía de esa manera?


—Lo siento. —susurró.


BaekHyun sabía muy bien que ese era el segundo examen en el que sacaba un sesenta (nota mínima para aprobar). Se estaba frustrando. ¡Unos números no le iban a ganar! ¡No! ¡No! ¡No!


¿O, sí?


Con su puño golpeó la pared donde su cabeza se mantenía apoyada. La presión quizá lo mantenía de esa manera, en verdad, ni él mismo lograba comprenderse en esos momentos de su vida.


—Lo siento. —repitió.


No sabía cuál era la razón por la cual se disculpaba, ni a quien se lo decía, sin embargo, él seguía haciéndolo.


Levantó la cabeza y se quedó viendo la verde pared.


"No debería sentirme así, sé que puedo hacerlo mejor. Habrá otro examen para mejorar, solo me queda estudiar".


Retiró con delicadeza las últimas lágrimas que caían de sus ojos. Salió y fue a enfrentar el mundo con una sonrisa que, espera no se notará su falsedad.


Después de todo él era el gran Byun BaekHyun, el chico al cual todos quieren parecerse. El chico que no tiene complicaciones, el que ves todos los días llegar al colegio como nuevo, caminando con gracia y elegancia en cada movimiento, el chico que no tiene miedo a nada, el que dice lo que piensa, al que todos admiran... Sí, ese era él. Byun BaekHyun.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






Al llegar a la cafetería buscó inmediatamente a sus amigos con la mirada. Lù Hán, Tao y MinSeok se encontraban sentados en los mismos asientos de siempre, comiendo la misma insípida comida que servían en la cafetería todos los martes.


—Hasta que el Rey de Roma se animó a llegar.


—Calla, Tao. Solo tuve que atender otras cosas. —respondió mientras tomaba asiento al lado del nombrado.


—Seguro coqueteando con alguna bella dama. —Le respondió su menor. Baek soltó una risa floja.


MinSeok y Lù Hán se miraron con una sonrisa pícara en sus rostros y eso a Byun hizo dudar.


—Sea lo que sea que estén planeando; no.


Sus amigos eran un tema especial. Por un lado tenemos a Kim MinSeok y a Lù Hán; ambos iban en quinto de secundaria, un año más que BaekHyun. Byun recuerda que los conoció cuando iba a entrenar hapkido y tuvo que cruzar por el campo de fútbol, se suponía que el entrenamiento ya había terminado, pero se sorprendió al ver a dos chicos sudando y jadeando todavía jugando. Ellos morirían por el fútbol. Y, eso sucedió todos los días a lo largo de un mes donde cada vez sus intercambios de palabras eran más grandes, llegando a ser amigos. Ahora, con Tao era diferente. Comenzando en que ellos siempre peleaban. Se conocieron a la edad de cinco años cuando Zi Tao se mudó de China a Corea del Sur, exactamente para ser vecino de Byun. Verse y acompañarse a la escuela todos los días los llevó a ser amigos inseparables. Incluso iban en el mismo salón de clases, así que eran algo parecido a un chicle y un tacón.


—No es nada malo BaekHyunnie.—canturreó el mayor de todos.


—Mientras no sea otra de sus citas armadas; todo bien.


—Anda, muéstrale. —Kim codeó rápidamente a Lù.


El chico con bellos ojos parecidos a los de un ciervo se mordió el labio inferior y sacó un sobre manila pequeño y se lo pasó a Byun, éste lo miro escéptico y abrió la misiva.


Vio una lista de nombres de equipos de fútbol. Miró a los dos mayores sin entender absolutamente nada.


—Son equipos de fútbol universitarios interesados en mí. Este año debo prepararme mucho mejor, es muy probable que se pasen a verme en los campeonatos, no puedo fallar.


BaekHyun asintió. — ¿Esto es todo lo que les trae tan feliz?


—Podré tener una beca deportiva, Baek. Será una gran ayuda económica; no tendré que preocuparme por la matrícula, el alojamiento, la manutención, el seguro deportivo, los libros.—hablaba sin dejar de sonreír. —Eso me hace acordar, ¿Qué quieren estudiar ustedes, chicos? Un año más y adiós escuela.


—No los asustes Lù. —murmuró Min. —Además, nosotros siempre quedamos en los primeros puestos, ¿No, chicos? No hay nada de que preocuparnos. —Seok le dio una mordida a su emparedado.


—¿Tú que harás MinSeok Hyung? —preguntó Tao para después darle un sorbo a su jugo de fresa.


—Quiero ir a la Universidad Católica de Kwandong. —Kim se escuchaba tan relajado, tan confiando en si mismo que BaekHyun anhelaba poder llegar a estar en ese estado en vez del de desesperación donde se encontraba.


Siguieron hablando del futuro, de sus carreras, de sus sueños, metas, aspiraciones, de todas esas cosas que ponían los pelos de punta a Byun. Él se mordía las uñas escuchando atentamente, deseando que su futuro no sea tan devastador como él creía que sería. Oh, su mente era un caos y, vaya caos.








***


***




Goyang; 11:42 a.m.


Estaban sentados de a dos en la clase de persona, familia y relaciones humanas. Escuchaban las indicaciones de la profesora TaeYeon: "Una presentación sobre situaciones que afligen a los adolescentes". Bien, no era tan difícil, ellos eran adolescentes y podían hablar de eso... Claro que antes SeHun le pegaría cinta adhesiva en la boca a KyungSoo. ¿Qué ese chiquito nunca se callaba?


—Es la mitad de la calificación final, Soo. Presta atención. —Dicho eso KyungSoo se calló, lo cual, sorprendió en demasía a Oh.


La profesora dio las últimas indicaciones y los dejó a todos hablar con sus respectivas parejas sobre lo que harían.


—Kyung, ¿De qué quieres hablar?


—Podríamos hablar sobre la iniciación en las drogas. —Sugirió.


—Exactamente, podríamos...


—Pero...


—Es un tema muy repetitivo, la mayoría de la clase seguro hablará de eso.


—Hun, te preocupas mucho por tus calificaciones. —respondió el bajito mientras garabateaba una hoja.


—¡Oh, KyungSoo! ¡Me has dado una idea! —El más alto lo tomó por los hombros y lo zarandeó con una sonrisa. —Hablemos de la depresión causada por el estrés en notas. —Le arrebató el lápiz y la hoja y comenzó a escribir mientras lo decía en voz alta. —Muchos adolescentes en toda Asia, ¡No! ¡En el mundo! Llegan incluso al suicidio por motivo de estrés escolar. La presión de los padres, de sus amigos, de ellos mismos más varios factores pueden llegar a desencadenar depresión u otros trastornos emocionales.


—Yo no me siento estresado, Hunnie. —SeHun le dio un leve golpe con el lápiz en la frente. — ¡Au!


—Eso es porque tú no estudias, baboso. No sé como le haces para aprobar. Seguro tienes una lámpara con un genio o un amorío con algún docente.


—¡Oye!


—Eso me hace acordar un reportaje que vi en la mañana. —Ignoró completamente las quejas del pelirrojo y continuó. —Trataba sobre un proyecto llamado "Mi única valiosa vida" que lleva desarrollándose desde hace cinco años pero últimamente viene con más fuerza. Es una línea telefónica que va a todo Corea del Sur. Si necesitas ayuda solo tienes que llamar, si quieres ayudar debes registrarte. Las personas que se unen deben de tener más de 15 años, es una ayuda de adolescente a adolescente, de joven a joven y de adulto a adulto, es increíble.


—Suena interesante. —murmuró el chico de ojos grandes. —Pero ¿No es peligroso? Digo, ¿Qué puede hacer un chico de 16 años por otro?


—Mucho. Para ayudar no hay edad, además hay normas. Tienen una página web, podemos entrar y leer un poco más sobre eso. —SeHun mordió el lápiz. —Podemos basar nuestra presentación en ese proyecto. Va a ser fantástico.


—Me parece buena idea. —Apoyó Do.


—¿Te parece si voy esta tarde a tu casa para planificar y empezar todo?


—Sip. —KyungSoo vio el reloj que se encontraba frente suyo y tomó la mano de SeHun. -1...2...3... ¡Refrigerio! —chilló.


—Si que eres un crío. —dijo SeHun con tono burlesco mientras era arrastrado por el más bajo al son de la campana.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






3:22 p.m.


KyungSoo se había despedido de Oh en la escuela pues este tenía que prepararse arduamente para una presentación de danza en la que participaría.


De camino a su casa se puso a pensar en el curioso tema que habían elegido para la tan dichosa presentación que tendría el valor de la mitad de la calificación final.


Él nunca había tenido grandes preocupaciones, penas o tristezas. Era un chico "afortunado". Sus padres viven juntos, su hermano mayor y él siempre tuvieron buena comunicación, sus notas eran estables y positivas, contaba con el cariño y aprecio de su mejor amigo y... Eso era todo. Su vida era tranquila, normal. No había más. Pero este tema y la página "Mi única valiosa vida" traía a su mente un revoltijo de pensamientos. ¿Estaba llevando su vida por un buen camino? ¿Estaba conforme? ¿O estaba simplemente dejándose llevar, arrastrar por las fuerzas de un aire imaginario? ¿Estaba realmente viviendo, sintiendo?


Sacó su llavero de su maleta y con cuidado dirigió la llave a la cerradura para abrir.


Al ingresar y cerrar la puerta dejó sus zapatos a un lado y se encaminó a la cocina de donde salía un rico aroma.


—Hola, má. —Se acercó a la mujer bajita y le dio un sonoro beso en la mejilla.


—Hola, Soo. —respondió ella. —El almuerzo estará listo en unos minutos, ve a lavarte las manos. —El menor asintió y fue corriendo a hacer lo que dictó su madre.


Sus pies lo llevaron rápidamente a estar frente el lavabo, abrió el grifo, mojó sus manos y puso un poco de jabón líquido en su palma izquierda para después frotar ambas manos creando espuma. Era curioso, el agua se llevaba la espuma como una sonrisa la tristeza o al menos así le pareció.


Cerró el grifo y salió del baño para ahora sí poder almorzar.


Una vez sentado comiendo al lado de su madre pues su padre y hermano estaban trabajando y no llegaban a casa hasta la noche. Él levantó la mirada de su plato con delicioso Mandu Guk y se concentró en su mamá. Desde pequeño él siempre fue curioso y muy hablador, así que, para nadie era de extrañar que en algún momento él preguntara cualquier cosa distinta al tema del que ya se hablaba, o simplemente lanzara una pregunta al aire esperanzado en que no lo ignorasen y le respondieran, así era él y así seguiría siendo.


— ¿Cómo una persona está tan segura que no quiere su vida? ¿Cómo es capaz de sentirse tan vacía, tan sola? ¿Cómo puede pensar en el suicidio? ¿O cómo puede llegar hacerse daño? Ellos están enfermos, ¿verdad?


Su madre bajó los palillos lentamente y lo miró. —¿Por qué me haces estas preguntas, amor?


—Tengo curiosidad... Además, es un tema que no entiendo y tú eres mayor que yo, debes saber más, ¿no?


—La edad nunca medirá la inteligencia de una persona, cariño. —La señora Do sonrió. —Por otro lado, todas las personas estamos sanas, es el mundo quien nos contamina y enferma. La sociedad somos nosotros y nosotros mismos nos hacemos daño. Personas por las que tienes curiosidad, son personas que han llegado a ser afectadas por la sociedad; por los estereotipos, por los pensamientos, por ellos mismos. Es difícil entender una persona, por eso mismo dicen que nunca terminaras de conocer a alguien. Cada quien es un mundo aparte y, si quieres pisar ese mundo, explorarlo, debes tener cuidado pues cualquiera de los dos o ambos se verán afectados, ya sea negativa o positivamente.


—Sigo sin entender...


—Generalmente ellos tampoco lo entienden. Todos nos sentimos tristes en algún momento, pero hay personas las cuales nunca llegan a salir de esa tristeza y ellos mismos no saben por qué. Hay tantas cosas, personas en el mundo, cariño. Nada aquí es eterno. Estamos en un mundo cambiante y tenemos que seguirle la corriente aunque no sepamos muy bien como hacerlo. Es como empezar un videojuego salteándote las instrucciones, no estás muy seguro de que hacer. La tristeza de muchos seres humanos los lleva a tener problemas emocionales, y sabes, no es solo tristeza sino que siempre hay mucho más. Como ver el mundo; verde y azul. Ah, pero si te adentras verás a nuestra raza, a diferentes animales más, plantas, insectos, objetos inanimados, tantas cosas que hay. Una persona con emociones, sentimientos, es igual; verás poco, pero habrá mucho más.


—Bien... La tristeza es normal y se puede afrontar. ¿Qué tenemos de diferente con aquellos que no pueden?


—Cuando la tristeza es una depresión, dura demasiado tiempo, provoca un dolor profundo e impide disfrutar de las cosas maravillosas que nos tiene la vida. Esta enfermedad hace que parezca que los problemas son demasiado graves para saberlos afrontar. La gente deprimida puede pensar que las cosas no van a mejorar nunca. Puede sentir que es inútil, que no merece la pena o que es mala. La gente se puede deprimir por muchos motivos diferentes; uno de ellos es el estrés. Y..., bueno, Soo. No soy psicóloga o psiquiatra, no sé mucho de estos temas.


El menor asintió y volvió a comer con tranquilidad. —Gracias.


La pequeña señora Do miró con curiosidad a su hijo y siguió comiendo.








***


***




Seúl; 5:00 p.m.


BaekHyun tenía su cuaderno de matemática abierto delante de él, una taza de café al lado y su lápiz en su mano derecha. El profesor, Choi Si Won le había dicho que si resolvía 20 ejercicios de la ficha que había entregado esa misma tarde en la clase le aumentaría tres puntos en el próximo examen, no era la mejor oferta, pero al menos le servía.


"Yo puedo, yo puedo, yo puedo".


Se daba ánimos imaginarios, leyó la primera pregunta.



Tragó un poco de café mientras inclinaba levemente la cabeza. Dejó el lápiz a un lado y tuvo ganas de estrellar su cráneo contra el escritorio de madera. Se contuvo.


"Ah, tengo un examen sobre ese libro de Keigo Higashino. ¿Cómo se llamaba? ¿La devoción del sospechoso X? Sí, creo que era ese."


Byun se había parado de su silla y estaba caminando hasta su maleta mientras buscaba el dichoso libro y dejaba en el olvido (o al menos intentaba) el cuaderno de matemática.


Tomó el libro entre sus manos sintiendo que cometía un pecado. Intentaba engañarse a él mismo diciendo que era mucho mejor leer un par de hojas de la novela y después ponerse a resolver los problemas. Él no estaba evitando aquello que lo hacía sufrir, claro que no. ¿Qué tonterías son esas?


Se acomodó en su cama y comenzó a leer, nervioso, intranquilo, ¿Qué le pasaba? Él no sabía...


Y, entonces lloró porque se sentía inútil. Bien, él no era el Byun BaekHyun que todos creían que era. Él era frágil como un cristal, él sabía que era la tristeza pues ésta vivía pegada a él.


Desde hace un buen tiempo empezó a tener este tipo de pensamientos. Quizá desde la mitad del año pasado, cuando se preguntó si él hacía lo que le hacía feliz y se dio cuenta que no era así. Se dio cuenta que él era un títere de su madre, la máscara de su padre. A él no le gustaba aquello. Era solo un costal de huesos y carne, ¿no? Claro, él no sabía pensar por su cuenta en ese momento. Pero cuando aprendió y chocó de golpe con la realidad que lo envolvía, sintió pavor porque no sabía quién era ni quienes lo rodeaban.


Todo fue rápido, recuerda. Los gritos de su madre, la mala mirada de su padre que se le clavó en el alma. ¿Por qué BaekHyun tenía que ser perfecto? ¿Por qué él tenía que cumplir con esas expectativas? Él no soportó ver a su madre llorar y decirle: "Tú solo debes estudiar, y me decepcionas". Vamos... Él no comprendió, pero le dolió. Su madre era una mujer exigente y la amaba, claro que lo hacía, pero con el tiempo aquel sentimiento murió. Sentía que ella quería vivir por él, quería elegir todo por él y ella no comprendía que no era así, que él siendo su hijo no era feliz.


Su padre... Totalmente callado. Se dio la vuelta y comenzó hablar de él con todo el mundo. Comparándolo con otros muchachos, con hijos de otras personas.


No es la nota en sí, es el sentimiento que le trae, el recuerdo, el dolor, la angustia. Estudiar es importante, él lo tenía en claro, pero todos fallamos, a veces, hay cosas que no entendemos y está bien, completamente bien.


BaekHyun estiró su mano y cogió el rollo de papel higiénico que tenía en su mesita de noche. Llorar ya se había hecho una fea costumbre.


Quería muy dentro de él, escuchar quizá solo una vez: "Estoy orgulloso de ti, hijo". No regaños, ¿Nadie veía su esfuerzo? Él no se consideraba un súper dotado, ni nada por el estilo, pero él sentía su esfuerzo, le gustaba luchar y no le importaba una recompensa... Más unas simples palabras podrían hacerlo tocar el cielo.


Ahora, él sentía tocar el cielo de manera muy distinta a la anterior.


Limpió sus lágrimas y terminó de beber el café.


"Todo está bien".


Sonrió.


Cayendo en sus propias mentiras, porque mentirse era mejor que escucharse a él mismo diciéndose la verdad.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






Seúl; 10:50 p.m.


BaekHyun había avanzado gran parte de la obra. Se estiró en su cama y decidió volver al escritorio porque toda hay que enfrentarlo, ¿No?


Los demonios de afuera y los del interior.


Byun caminó lento y se sentó de igual manera. Volvió a coger el lápiz, suspiró. Intentaría probando otro ejercicio. Llamar a algunos de sus amigos a esa hora no le parecía factible... Agregando que no le gustaba mucho la idea de pedir ayuda.


"Bien, BaekHyun, tú puedes. Has hecho esto miles de veces. Eres un genio, un cerebrito..."


"Si lo fueras lo hubieras hecho, ¿No? Já, cobarde."


Y, como una ráfaga ella invadió su mente.


—¡Te dije que estudiarás! ¿¡Por qué nunca me haces caso!? ¡Mira, esto!


—Mamá, mi promedio está bien... Sigo estando en el tercio superior.


—Eres un perdedor y dices eso para consolarte.


—Eso no es verdad. —Sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Como alguien que amas te daña tanto?


—Fracasado. —riñó ella. —Te doy todo, BaekHyun. Pon de tu parte, realmente nada de eso es difícil. Solo tienes que prestar atención, no te entiendo.


—Yo no te entiendo. —Intentó que su voz no salga entrecortada.


Su madre... Su madre era un tema difícil... En realidad toda su familia lo era. Todas las familias tenían problemas, pero él sentía que la suya era realmente dura, realmente tediosa. Oh, lo que él pagaría por librarse de cada uno de ellos.


Sin embargo, se ponía a pensar por momentos en que los amaba y ahí estaba otra vez su cabeza en confusión. ¿Quién estaba mal? ¿ellos o él? Oh, obviamente él. Se sentía tan culpable de todo lo que le sucedía a su familia. Tan mal... Él daría la vida por ellos, ¿Ellos la darían por él? Tantas preguntas con respuestas que él siempre cambiaba.


—Yo realmente lo siento.


Se sentía en un pozo. Al final veía la luz y si miraba bien veía personas pasar, ignorando sus gritos de ayuda. Él aún estaba consciente, él necesitaba ayuda.


BaekHyun vio su laptop a un lado del desastre que era su escritorio, la acercó a él y la prendió.


Ahora se sentía en una playa, estaba en el agua; nadando. Había más personas, sus familiares y sus amigos, sonrió. Pero no duró mucho cuando la marea se comenzó a mover más rápidamente y todos ellos se iban a la orilla, él quiso seguirlos, el mar lo empujaba, lo hundía, lo metía más al fondo, sin salida. Quería nadar, sus piernas dejaron de responder, quiso gritar; su voz no salía, lloró en medio de la desesperación. Vio a todos irse sin él. ¿Realmente así era? ¿Él no valía nada para ellos?


La laptop encendió y con manos temblorosas dirigió el ratón a Google Chrome, tecleó rápidamente de algo que había escuchado por allí. Una página, ayuda, personas, ayuda, expresarse, ayuda, sí, sí, lo que sea mientras haya ayuda.


"Mi única valiosa vida"








***


***




Goyang; 11:25 p.m.


KyungSoo estaba preocupado. SeHun nunca había llegado a su casa, incluso cuando le mandó mensajes el más alto nunca respondió, ni siquiera atendió alguna de sus mil llamadas. Algo había pasado y eso tenía al pelirrojo nervioso. Su mejor amigo siempre le comunicaba todo.


—Ya bebé, deberías estar durmiendo. Deja tu celular —habló su mamá al pasar por su habitación. — ¡Y, buenas noches!


—¡Buenas noches! —gritó en respuesta.


Volvió a revisar sus mensajes y ¡nada!


Bien, mañana podría preguntar que había pasado.


Iba a acostarse cuando cayó en cuenta que todo ese tiempo había mantenido su laptop prendida, pues como habían quedado en avanzar el proyecto, Soo quiso adelantar algunas cosas y sorprender a SeHun.


Se acercó a la laptop dispuesto a apagarla, pero la llamativa página obtuvo más de su atención. La había estado hojeando, incluso lleno un formulario, sin embargo, no lo había enviado. Bajó la mirada al teclado y sin pensarlo ni un segundo más; enviar.


Volteó su cabeza hacia la puerta al escuchar ruido, corrió suavemente hasta sacar su cuerpo por ella y ver el pasadizo. Regresó a su habitación y cerró la puerta con delicadeza.


Fue a sentarse enfrente de la laptop y comenzó a hojear todo desde otra perspectiva. Él había hecho el formulario para ser ayudante, le había generado un no sé qué en el pecho el hecho de ver a gente tan deprimida y él quería ayudarlos.


Pero nunca pensó que ayudaría a alguien tan rápido.


¡Tienes un mensaje de bb04! ¡Apúrate! ¡Está esperando por ti!


Con nerviosismo aceptó el chat e inmediatamente leyó:


Bb04: Sé que es tarde, pero fuiste de los pocos que encontré conectados y bueno, quise probar esto. Lo siento si interrumpo algo importante o si ya estas ayudando a alguien más, realmente solo quiero hablar, desestresarme.


Dks12: Esta bien, está bien. Cuéntame y veré que te puedo aconsejar.


Bb04: Quizá suene patético o tonto, pero estoy como en un estado de ¿crisis? Por la escuela, las calificaciones, la presión, el querer no defraudar a nadie, se acumula y te destruye por dentro. Me siento un asco de persona.


Dks12: En primer lugar hablemos sin insultar, no te insultes a ti mismo, ¿Vale? En segundo lugar, no es patético. La mayoría de los estudiantes pasamos por esto...


Bb04: No pareciera.


Dks12: Lo sé, los humanos somos buenos fingiendo. Es algo que se nos da como método de supervivencia. ¿Qué es exactamente lo que te agobia? ¿Fue tan grave para entrar aquí?


Bb04: Aquí radica todo; no quiero que el problema crezca. Es raro, me siento mal, mal, mal. No sé muy bien como explicarme. Me duele no solo la mente sino el cuerpo también. A veces, solo tengo ganas de no existir, y otras es como si de verdad no existiera.


Dks12: Entonces, ¿Te sientes perdido?


Bb04: Perdido entre mucha gente, sí.


Dks12: Piensa que eres una estrella. Todos las vemos iguales pero son diferentes. Eres una estrella perdida entre miles más, sostente fuerte pues el viaje largo será.


Bb04: ¿Tú también eres una estrella? ¿Una perdida como yo?


Dks12: Sí, pero no de igual forma. Todos nos sentimos perdidos en algún punto, sin saber si avanzar o retroceder. El mundo en el que vivimos nos da miedo y es curioso pues nos fue regalado para ser modificado a nuestro antojo. Y, parece que solo empeoramos las cosas entre nosotros mismos.


Bb04: Tienes razón. ¿Qué deberíamos de hacer?


Dks12: Resistir. Siempre hay que resistir. Si viene una ola; resiste. Encontraremos la fuerza en nuestros temores. Tú pareces ser un chico responsable que se preocupa por sus calificaciones, sé fuerte, ya verás que toda pesadilla pasará.


Bb04: Yo... No sé. Mírame, no pude más y aquí estoy.


Dks12: Eso es bueno. Buscaste ayuda y quieres hablarlo. Eso es un gran paso... ¿puedo preguntar tu nombre?


Dks12: Solo si tu me dejas saber el tuyo...


Y así entre mensajes por una página de ayuda hablaron hasta el amanecer, dejando una promesa de volver hablar, sobre todo cuando BaekHyun lo necesitase, porque KyungSoo estaría ahí para él. Sería su línea de vida esa y las demás noches.








***


***




Goyang; 24 de abril del 2025. 8:12 a.m.


Habían pasado dos semanas y KyungSoo seguía sin saber noticias de SeHun, así que, decidió ese mismo jueves ir a buscarlo a su casa.


Do estaba sentadito como niño bueno esperando a que comience la primera clase del día; ciencia y tecnología. La puerta se abrió, pero no fue la profesora Yoona quien abrió la puerta sino fue a quien su corazón a gritos llamaba.


—¡Tonto! —exclamó con sorpresa Kyung mientras corría a los brazos de su amigo. — ¡Me has dejado solo en este infierno!


Oh rió suavemente. —Lo siento, Soo. —Apretó las mejillas de más bajito con una sonrisa. —También te extrañé. —Comenzaron a caminar a sus puestos.


— ¿Por qué faltaste tantos días? ¿Estás bien?


—Mi madre tuvo un accidente automovilístico. —La carita de KyungSoo se desfiguró pues no se esperaba dicha respuesta. —Tranquilo, ella está bien.


—Oh —KyungSoo se paró y abrazo fuertemente a SeHun. —Si quieres hablarlo puedes hacerlo conmigo.


—Estoy bien, tranquilo. —Correspondió el abrazo.


Do retornó a su asiento detrás de SeHun. —Avancé el proyecto —susurró. —Ya te contaré más en la hora de refrigerio.


(...)


La lindísima profesora Yoona sacó un plumón negro de su propia cartuchera y se paró a un lado del escritorio. —¿Cuál es el tema que estamos viendo? —preguntó animadamente.


—Ácidos carboxílicos. —respondió la clase al unísono.


—Correcto. —Caminó entre los estudiantes y se detuvo al lado de uno. —JongDae, dime el nombre de uno de ellos.


—¿Metanoico?


Yoona sonrió. —Dilo con seguridad, Dae. —Continuó andando con la paciencia que la caracterizaba, aquella misma paciencia que torturaba a sus alumnos; nerviosos sin saber si ella les preguntaría algo. Terminó su andar y tocó un hombro ejerciendo una pequeña presión. —Dibuja la estructura del ácido fórmico, Soo. —Le brindó el plumón negro.


SeHun, quien conocía mejor que nadie a su amigo ya se estaba preparando para pasarle la respuesta en un papelito cuando el más bajo pasase, sin embargo, este solo continúo su camino a la pizarra sin detenerse o titubear.


H-COOH.


—¡Muy bien, KyungSoo! —La profesora lo animó cuando vio la respuesta correcta dibujada. SeHun abrió sus ojos sorprendido.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






Goyang; 10:31 a.m.


Ambos amigos se encontraban caminando por los pasillos de su colegio. El más alto tenía una botella de agua y una manzana verde en mano, mientras que el más bajo solo llevaba una paleta en su boca.


—Morirás por no alimentarte de forma saludable.


El bajito viró los ojos. —Tú solo te alimentas de frutas y agua, ¿Quién está peor? —Bajaron por las escaleras en dirección al patio.


SeHun le dio un ligero golpe en el hombro. —Por cierto, me sorprendiste hoy en clases.


Cruzaron el patio para irse a sentar debajo de un gran árbol. —¿Yo? ¿Por qué? Ves que soy inteligente.


SeHun se carcajeó. —Dime la verdad, Soo.


—Estuve practicando con BaekHyun. —respondió a la vez que tomaba asiento en el gras.


—Ese BaekHyun ha logrado algo que yo no; hacerte estudiar. Maravilloso. —Le dio una mordida a su manzana. —Espera... ¿Quién es BaekHyun? —Lo miró aún parado.


Se sonrojó para responder. —Un amigo de Seúl.


—Nunca has estado en Seúl, Soo. —SeHun tomó asiento a su lado y lo miro fijamente. —Cuéntame. —Comenzó a codearlo. — ¿Están en planes? Awww, mi niño está creciendo.


—¿Qué? ¡No! No, no, no. Te voy a contar, pero debes de prometerme dos cosas; uno, no interrumpir y dos, no regañarme.


—¿Por qué te regañaría?


—Lo conocí por la página esa... —musitó jugando con el pasto. —Él me mandó un mensaje, yo le respondí... Quedamos en hablarnos cada vez que él lo necesitase pues esa noche me agrado muchísimo y, lo cumplimos. A veces, hablamos de problemas o situaciones que nos pasan, en otras tonteamos o contamos anécdotas divertidas, incluso le hablé de ti. —Subió la mirada. —BaekHyun es un estudiante como nosotros, incluso está en el mismo grado. Él tuvo examen de ciencia hace unos días y estudiamos por vídeo llamada, así que, por eso sé lo que demostré en clase... Él-


—¿Vídeo-llamada?


—Te dije que no interrumpas.


—KyungSoo estás hablando con un extraño.


—Y vas a empezar a regañarme. SeHun, no soy un niño. —KyungSoo puso la palma de su mano alrededor del brazo de su amigo. —Escúchame. —SeHun asintió. —El mismo día en que quedamos en que irías a mi casa para avanzar juntos el proyecto, me creé la cuenta por mera curiosidad y, sí, BaekHyun sabe del proyecto, así que, no lo estoy utilizando... Al contrario a él le pareció una buena idea, también creé que eres muy inteligente y habilidoso para la danza, le conté de tus presentaciones, ¡Él mismo te buscó en Internet! —chilló al ver la mueca de disgusto pintada en el rostro frente a él. —Es un buen chico, solo ha tenido problemas de estrés y dice que le relaja hablar conmigo, me cae bien y no le negaré mi amistad.


—Me parece bien, KyungSoo, pero ten cuidado. Cuidado en general, acuérdate que esas personas buscan ayuda, un hombro amigo, no solo BaekHyun sino cualquiera que te lo pida, ¿sí?


—Lo sé, tendré cuidado... Con ellos y conmigo.


—Eres muy lindo, Soo. —Su amigo se sinceró y KyungSoo se encogió en su timidez. —Cuéntame más de ese chico.


—Se llama BaekHyun, es de Seúl, vive con sus padres aunque a él le gustaría que ellos se divorciaran pues, según me ha contado pelean mucho... Al parecer la comunicación es algo que falta, suelen malinterpretarse o decirse las cosas a medias. Él es el segundo puesto de su promoción... Hasta ahora no ha logrado ser el primero y dice que eso lo abruma, todos le tienen fe y confianza en que lo logrará, pero a él no le interesa eso. No quiere competir contra nadie más que con él mismo. Sus amigos lo alientan y sus profesores solo lo llamaban para hablarle de grandes oportunidades que no debería de perder... Él ni siquiera sabe que quiere estudiar... Él no está seguro de querer ir a la universidad, está confundido. Le gusta hablar y saber como piensan los demás, él respeta mis ideas y exhibe las suyas con educación, para mí nació para ser líder... Pero él mismo se frena, como si se tuviera miedo a él mismo.


SeHun se acercó un poco más al árbol para luego apoyar la espalda en el tronco. —No se conoce a sí mismo todavía.


—Exactamente.


—¿Qué le contaste de ti? —Giró a verlo.


—Pues... Algo breve, mi nombre, mi edad, sobre mi familia, de mis amigos y como yo veo las cosas. —KyungSoo sonrió. —Le dije que si pudiera darle algo de mi positivismo se lo daría, y él me respondió que no debería ser así, que yo debería guardarlo para mí, que en algún momento lo necesitaría. —rió. —Dijo que nunca vio a alguien ser tan feliz como yo...


—¿Qué le dijiste?


—Que nadie es feliz completamente. —Giró a verlo. —Sé que luzco como un payaso la mayoría de las veces, te hago reír a ti, a los demás y a mí mismo. Mis problemas no son como el de los demás, pero eso no significa que yo no llore o me preocupe por algo.


—¿Te acuerdas cuando murió Goldy?


—Oh, ni me hagas acordar. —KyungSoo tapó su cara rápidamente.


—Lloraste como cinco días seguidos. —comentó SeHun aguantando la risa. —Al final te compré otro pez.


—Es una bendición que Goldy Junior esté vivo. —rió también KyungSoo. —Fuiste un buen mejor amigo cuando me lo regalaste.


—No soportaba verte triste. —Sonó la campana llamando la atención de los jóvenes. Se pararon y quitaron las plantitas y tierra de sus pantalones para posteriormente dirigirse a clase.






***


***




Y, así el tiempo pasó volando.


KyungSoo y SeHun terminaron su proyecto, lo presentaron delante de la clase y la profesora quedó maravillada porque luego de varios minutos de exposiciones comunes que ya esperaba, se encontró con dos jóvenes que quisieron ir más allá y que incluso habían entrevistado a una persona que utilizaba aquel sitio web y línea telefónica.


Ambos aprobaron con sobresaliente.


El fin de año se acercaba; KyungSoo había mejorado considerablemente en sus calificaciones y SeHun que se había estado esforzando más que nadie sentía que ese primer puesto (que tanto había anhelado) ya le pertenecía, solo hacía falta esperar a la entrega de libretas.


Y, aquel martes 02 de diciembre todos andaban ayudando con los preparativos de la fiesta que se daría el viernes 12. Una celebración de fin de año, a la cual, asistían los alumnos de cuarto y quinto de secundaria más un acompañante (si es que así lo querían).


—¿Estás seguro, KyungSoo?


—Sip, lo invitaré, él dirá que sí y por fin nos veremos. —Habló con entusiasmo. SeHun despeinó su cabello y asintió.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






KyungSoo y BaekHyun habían desarrollado un tipo de amistad virtual que no esperaban en volverla aún más real. Habían hablado en numerosas ocasiones en concretar una salida juntos, pero algo siempre pasaba que al final no llegaban a verse. Sin embargo, eso no los desmotivaba en absoluto.


Do había decidido que lo invitaría al baile que se daría en su colegio, ya hasta había planeado su mejor atuendo para deslumbrar a aquel chico que rondaba últimamente sus pensamientos y no de manera amical.


Algo así como una hermandad. Baek era como su hermano de otros padres.


[Llamando...]


Después de unos meses hablando por la línea de vida decidieron intercambiar números, pero la ayuda aún seguía estando presente. BaekHyun tenía pequeñas crisis que, a veces, lo llevaban a llamar en plena madrugada a Do, quien le respondía muy dispuesto a calmarlo.



Ambos se habían dado cuenta que podían apoyarse mutuamente pues KyungSoo también le habló de lo que él pensaba, de sus miedos "aburridos", de ser alguien realmente ¿indiferente? KyungSoo no sabía describirse, solo sabía que le faltaba motivación en momentos y BaekHyun lo comprendía y también se dedicaba a escucharlo y decirle algunas palabras de ánimos que, a decir verdad, si le terminaba ayudando.


—Aún sigo preocupado. Estoy esperando impacientemente su llegada.


"No sé por lo que estás pasando pero hay tanta vida enfrente de ti y no se detendrá, no importa lo que hagas, así que solo tienes que resistir. Todo lo que podemos hacer es resistir" —Las cuerdas de la guitarra acompañaban el melodioso canto. El chico al otro lado de la pantalla se balanceaba de un lado a otro con una sonrisa en el rostro y ojitos brillando. — "Todo lo que podemos hacer es resistir. Solo resiste por mí".


—Realmente cantas hermoso, Soo.


—Gracias. —Se inclinó ligeramente.


—Tan educado... —Escuchó.


—¿Necesitas que cante otra?


—Tu voz me tranquiliza, pero no te quiero incomodar.


—No lo haces, Baek. Me gusta cantar para ti. —Se acomodó en el asiento y prosiguió: "¿Qué haces cuando un capítulo termina? ¿Cierras el libro y no lo vuelves a leer? ¿A dónde vas cuando tu historia está terminada? Puedes ser quien eras o quien serás. Si todo va mal... Cariño, tan solo espera."


"El sol se pone y vuelve a salir" —Se unió Byun, pues, no era la primera vez que escuchaba a KyungSoo cantar esta canción y tampoco la primera vez que la cantaban juntos. —"El mundo gira sin importar lo que pase. Si todo va mal. Cariño, tan solo espera."


Y así se pasaron toda la noche; cantando hasta que sus gargantas les doliera. Uniendo sus voces y sus almas, a través de la música, buscando apoyarse mutuamente. Porque incluso cuando uno está bien, sigue necesitando apoyarse en alguien, compartiendo la dicha de la felicidad.


—Hay algo que quiero preguntarte, Baek.


—Dime.


—Y-yo... Habrá un baile en mi colegio y quiero que seas mi acompañante, ¿Me harías el honor?


No hay palabras para describir las emociones que sintió BaekHyun en ese instante.


—¡Sí! Claro. —Arregló inconscientemente su castaño cabello. —Dime cuándo es.


—El viernes de la próxima semana, ¿Crees que puedas?


—¿La hora a la que deba ir?


—A la que estés listo.


BaekHyun rió. —Bien, ¿a la siete?


—A la siete. —Confirmó.


Byun suspiró. —Creo que mis padres ya llegaron. —soltó. —Acabó de escuchar la puerta. ¿Hablamos luego?


—Claro. —Sonrío Do para posteriormente detener la vídeo-llamada.


KyungSoo se paró de la silla giratoria negra en la que llevaba sentado más de dos horas y comenzó a estirarse. Se paró delante de su cama y comenzó a hacer una secuencia de estiramientos que hace bastante tiempo se había aprendido con SeHun viendo un vídeo de YouTube. Realmente no recordaba el motivo por el cual SeHun y él decidieron ver aquel vídeo esa tarde.


Tocó la punta de su pie izquierdo con su mano derecha y luego tocó su pie derecho con su mano izquierda, así sucesivamente, una y otra y otra vez. Hasta que escuchó una risa ahogada proveniente de la puerta.


—¿¡Qué haces acá!? —gritó sonrojándose. —Chismoso.


—¿Disculpa? —El pelinegro terminó de entrar a la habitación con una gran sonrisa burlona en el rostro. —Yo solo pasaba por tu casa y decidí visitarte, soy un buen amigo.


—Ajá. —Soo cruzó sus brazos sobre su pecho.


—Luces adorable. —comentó SeHun al tiempo que se echaba en la cama del bajito. —Estoy exhausto del entrenamiento.


—¿De verdad tienes que bailar en la fiesta de fin de año?


—Todos los que formamos parte del club de danza, sí. ¿Sabes? Creo que seré el líder el próximo año. —Le sonrió al techo.


—Sería un delito que no lo fueras. Te has esforzado más que nadie. —pronunció el pequeño pelirrojo mientras se echaba al lado de su amigo. — ¿Qué traes ahí? —preguntó cuando vio una bolsa siendo sostenida por SeHun.


—Pasé por la panadería de la esquina de camino aquí. —Aún echado abrió la bolsa y revelo su contenido. —Ta da, alfajores. —Le tendió la bolsita a Kyung, quien no dudo en comerlos.


Pasaron las horas hablando sentados como indios sobre la cama del más bajo, también jugaron algunos videojuegos y comieron emparedados que la madre de Soo preparó. Para cuando se dieron cuenta eran las dos de la madrugada y, lo único que le quedó a SeHun fue llamar y mandarle un mensaje a su madre para que no se preocupara por él pues a esa hora él ya no pensaba salir.


—Te agarras toda la cama, gigantón.


—Yo la necesito más que tú, enano.


—¡Es mi cama!


—¡Soy el invitado!


Y entre empujones llegaron a encontrar posiciones correctas para poder descansar.


***


***



KyungSoo no tenía sueño. Eran las cuatro de la madrugada, no había dormido casi nada y aunque cerraba sus ojos no lograba conciliar el sueño. Salió de la cama con delicadeza de no mover a SeHun y despertarlo. Caminó hasta su escritorio. Cogió su celular e intentó prenderlo, pero se dio con la sorpresa que a éste se le había bajado la batería, corrió a cargarlo y regresó a su escritorio donde una luz parpadeaba. Movió el mouse de un lado a otro y la pantalla se encendió y todo él palideció.


—¿Hablamos luego? —Recordó.


En la pantalla estaba abierta su conversación con Byun antes de la vídeo-llamada que habían mantenido ayer en la noche y, se dio cuenta que tenía nuevos y numerosos mensajes del mismo así como llamadas perdidas.


—Oh, no. —Sus manos sujetaron con fuerza su cabello largo y lo jaló un poco con preocupación. Miró detrás de él; SeHun. Sin pensarlo corrió y se tiró sobre el menor. —Despierta, despierta, SeHun, ¡SeHun! —El menor se despertó asustado.


—¿Qué pasa? —susurró frotándose los ojos.


KyungSoo bajó rápidamente del menor y lo miró con seriedad. —BaekHyun nos necesita.


—¿Nos?


—Por favor. —murmuró nervioso.


SeHun se sentó en la cama y estiró su mano hasta la mejilla de Soo. —No llores, tranquilo. Dime qué pasa. —KyungSoo estiró su mano señalando su laptop como un niño pequeño acusando a otro de fastidiarlo, SeHun se paró de la cama y revisó los mensajes. —Está bien... —susurró.


—¡No está bien! —gritó el otro chico en la habitación siendo un mar de lágrimas. —Debemos ir a Seúl.


—KyungSoo, ¿estás demente? —SeHun regresó a la cama. Tratar con KyungSoo, era igual a tratar a un pequeño niño. —Él va a estar bien, sus padres también están en su casa...


—Tú no entiendes. —Lo miró con dureza. —Últimamente Baek ha estado más deprimido de lo usual... No es la primera vez que me habla de esas cosas, sin embargo, yo estaba ahí para hablarle y hacerle entrar en razón, esta vez, no estuve. ¿Qué tal sí...?


—Puede que no.


—Como puede que sí. —Do se paró de la cama y cogió una chaqueta tirada en su silla para ponérsela encima. Se puso rápidamente unas zapatillas rojas y ató los pasadores. —Yo prometí que lo ayudaría, SeHun. Yo iré a Seúl, cuando mis padres despierten les dices que estoy bien. — Se acercó a la puerta bajo la mirada estupefacta de su amigo. —Adiós.






· · ─────── ·本· ─────── · ·






KyungSoo estaba esperando en la parada de autobuses ansiosamente. De Goyang a Seúl había alrededor de veinte minutos de diferencia, dependiendo del tráfico, pero tomando en cuenta que recién amanecía se esperaba un viaje realmente rápido.


El autobús paró delante de él y armándose de valentía, subió.


Mientras se dirigía a la parte trasera para sentarse después de haber pagado su pasaje, escuchó su nombre siendo gritado.


—¡KyungSoo!


—¡KyungSoo!


—¡KyungSoo!


El pequeño se apresuró a una ventana y vio a SeHun corriendo de un lado a otro. Comenzó a golpear la ventana tratando de llamar la atención y cuando Oh lo vio no dudó en correr subiendo.


—¿Qué haces aquí?


—No te iba a dejar solo.—Se sentó, respirando con tranquilidad. —¿Al menos sabes donde vive?


—Sí, lo sé. —respondió con seguridad sentándose al lado.


—¿Enserio?


—Te dije que ese tema ya lo habíamos hablado... BaekHyun tenía miedo a llegar hacerse daño real, así que me pasó esa información. Él está consciente, pero...


—Necesita ayuda profesional, Soo. —SeHun entrelazó su mano izquierda con la diestra del más bajo. —Veamos con que nos encontramos al llegar allá. —Suspiró.


KyungSoo bajó la cabeza pensativo. —Solo espero que esté bien.


El recorrido fue rápido, y a penas bajaron buscaron algún taxi dispuesto a llevarlos a la dirección.


—Bingo. —Comentó el de ojos grandes mientras descendía del carro y su acompañante se dedicaba a pagar con el poco dinero que poseía.


—Vaya casa.


—Ni me lo digas... —Ambos avanzaron con temor, ¿Qué hacer?


—Parece que no hay nadie, Soo. —SeHun subió los escalones que había hasta la puerta y tocó un par de veces para luego fijarse por la ventana si podía ver alguna luz prendida a lo lejos.


—BaekHyun dijo que dejaban una llave en una de las macetas por si se olvidaban las suyas. —El pelirrojo empezó a buscar. —Intentemos. —susurró cuando consiguió la llave y la introdujo en la cerradura.


—¿Estás seguro de entrar? Quizá de verdad no hay nadie y estamos invadiendo propiedad privada. —KyungSoo hizo caso omiso e ingresó viendo todo a su alrededor.


—Busca abajo, yo voy arriba. —Cuando Oh iba a comentar algo más, el contrario ya había desaparecido en las escaleras de madera.


Mientras SeHun buscaba en las instancias que se le habían designado solo pensaba en que aquel muchacho Byun estuviera bien. No lo conocía, era verdad, pero podía sentir preocupación y no sabía como explicar aquello.


Mientras entraba al baño de la casa sintió los pasos de KyungSoo pararse y se preocupó.


—¡Oh, Dios mío! ¡SeHun!


Y como flash salió corriendo. Subió a la velocidad de la luz y aún escuchando la voz de KyungSoo intentaba descifrar donde estaba.


— ¡No lo toques! —gritó desde la puerta.


—¡Necesita ayuda! ¿Qué hago? ¿¡Qué hacemos!?


— ¡Llamar una ambulancia! —SeHun sacó su celular y marcó a emergencia. —No sé que tiene mi amigo, pero necesito una ambulancia, por favor, rápido. —pidió.


Pasaron unos tres minutos cuando sintieron las sirenas, SeHun le pidió a Soo que fuera abrir la puerta y éste obedeció de inmediato.


Ambos amigos pudieron respirar con tranquilidad cuando estaban sentados en la sala de espera del hospital. A BaekHyun le practicaban un lavado gástrico y según el doctor el joven saldría bien.


—Mataré a su madre y a su padre a penas los vea. —murmuró el más bajo sacándose conejos de las manos. SeHun lo detuvo.


—No lo harás. Si los sentimientos te ganan, déjame hablar a mí.


—Estoy cansado. —Echó su cabeza en el hombro de su amigo.


—Yo también. —SeHun apretó sus manos unidas. —Hicimos algo bueno hoy.


KyungSoo sonrió.


—Descansa. Te despertaré cuando haya noticias. —El pequeño Do cerró sus ojos y cayó en brazos de Morfeo.


Sin embargo, él no fue despertado. Despertó por su cuenta y con la imagen de SeHun hablándole a dos personas, probablemente los señores Byun. La señora lloraba y el hombre no dejaba de negar con la cabeza, KyungSoo no tenía fuerzas para pararse y unirse a la charla, sus ojos volvieron a cerrarse.








***


***




Era viernes doce de diciembre, eran las nueve en punto de la noche y KyungSoo reía alegremente mientras bebía de su vaso con gaseosa. A su lado derecho estaba SeHun, quien ya se había presentado junto con el grupo de danza y ahora descansaba, delante de ellos estaba Byun BaekHyun con sus amigos; Lù Hán, MinSeok y Tao.


No estaban en la fiesta. Estaban en una cafetería muy famosa de Goyang. Luego de haber visto la presentación de SeHun, los nuevos amigos salieron a esa dirección.


Desde aquel día en el que BaekHyun había intentado lo que intentó, iba al psicólogo y este realmente lo ayudaba mucho. Sus padres, los señores Byun también iban y tomaban terapia familiar, todos necesitaban ayuda, hablar, creer en ellos otra vez. Se habían hundido, sí, pero podían levantarse.


Los amigos de BaekHyun, sabiendo ahora sobre la situación también eran un pilar para él.


Todo marchaba mejor, incluso si solo había pasado poco tiempo.


KyungSoo levantó una galleta casera de su plato y estiró su brazo al centro de la mesa. —¡Por esta nueva amistad! —chilló.


Lù Hán rió. —¿Por qué mejor no lo brindamos con las gaseosas? —preguntó sin borrar la sonrisa.


—Porque él ya se acabó su vaso. —acusó Soo, señalando a Tao. —Y SeHunnie no tiene más dinero para pagar otra gaseosa.


Lù asintió.


—Espera. —Oh miró al chico a su lado. —¿¡Estás diciendo que yo voy a pagar todo esto!? —Se escandalizó.


—Sí... —murmuró abriendo más sus ojos. —¡SeHunnie! —Le plantó un beso en la mejilla que lo hizo sonrojarse.


—Solo por esta vez. —Se rindió sin poner realmente mucha resistencia.


—Hacen linda pareja. —comentó MinSeok.


—Llevo pensando eso desde que KyungSoo me empezó hablar de él. —Siguió BaekHyun.


—¿¡Qué!? —Ambos amigos se miraron y negaron frenéticamente.


Fue una buena noche, entre bromas, risas, bebidas y comidas.


Antes que los chicos de Seúl se despidieran para marchar, quedaron en reencontrarse, pero esta vez, en el gran Seúl.


BaekHyun, al llegar a su casa fue recibido por sus padres, con un abrazo y un beso en la frente. Corrió a ponerse el pijama y a dormir, sin embargo, se quedó un rato mirando el techo y pensando.


"Si no hubiera conocido a KyungSoo..."


Mientras tanto, en Goyang el pelirrojo terminaba de revisar su buzón de mensajes hasta que le llegó uno nuevo.


—Gracias.


Sonrió formando un corazón con sus labios.


—De nada, y gracias a ti también. Dulces sueños, Baek.




Fin.



"Un verdadero amigo alcanza tu mano y toca tu corazón". —Heather Prior.



⌲◟⿻. -Un pequeño mensaje para ti.


El suicidio ocupa el segundo lugar de causas de fallecimiento en jóvenes de 15 - 29 años, estando su origen relacionado a problemas familiares, laborales, económicos y académicos. Perjudica el aprendizaje y aumenta la probabilidad de contraer enfermedades físicas y mentales, como la depresión.


Cada estudiante se esfuerza a su manera, pero, algunas veces se puede llegar a fallar y lastimosamente reprobar cursos, lo cual los hace sentirse decepcionados, tener sentimientos de inutilidad, desesperanza o inferioridad debido a la competencia entre compañeros (sobre todo en últimos años de secundaria). Todo junto les llevaría a pensar en el suicidio como una posible escapatoria.


⌲◟⿻. -Ahora, ¿realmente se puede ayudar?


─Sí, si se puede.


Las líneas de vida existen. Por ejemplo, en Perú tenemos a , "La voz amiga", "El teléfono de la esperanza" y muchos más.


Y, no solo ésto sino que también existen páginas web para que una persona de forma anónima pueda desahogarse con otra y reciba consejos, tal es el caso de "7 cups".






Si estas en la capacidad de ayudar a una persona; hazlo.


Si necesitas ayuda; pídela.


Pero no te quedes sin hacer nada.




─Mini nota:


─BaekHyun y KyungSoo quedan como amigos pues, no se busca en ningún momento romantizar la situación.


─Si KyungSoo y SeHun quedan juntos es decisión de ustedes.



¡Muchas gracias por leer!

2 февраля 2021 г. 22:16 0 Отчет Добавить Подписаться
1
Конец

Об авторе

Madison Zuss " KᥲιSoo shιρρᥱr ,, ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ◌ ༺Soo༻ ↛ / 🐧 ៹ 𝘋.𝘖. 𝘣𝘪𝘢𝘴𝘦𝘥〉 ﹋ ❛ 𝓵𝓸𝓿𝓮 𝓶𝓪𝓬𝓱𝓲𝓷𝓮 ︵︵ 『 L E O →× Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.

Прокомментируйте

Отправить!
Нет комментариев. Будьте первым!
~

Похожие истории