Короткий рассказ
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Siempre he sido muy tímida aún con mi propia familia, cada fin de semana se reúnen mis tías en una casa distinta, y mientras todos mis primos y primas juegan a las muñecas, a los carritos o lo que sea, yo me quedo en la sala viendo la tele, a pesar que mi mami y mi papi quieren que juegue con todos yo no quiero porque no me gusta.


Pero hay un juego por el que dejo todo lo que estoy haciendo, es mi favorito porque nadie me gana; es el juego de las escondidas.


Siempre lo propongo y en cuanto aceptan pido ser la primera en contar, ya que, en cuanto me toca esconderme, nadie me vuelve a ver, detrás de las cortinas, bajo los muebles, o en las esquinas de las habitaciones, ¡en mi enorme casa sobran los lugares!, he pasado horas sin que me encuentren y, a veces, llega la noche y es mi papi quien me busca en el jardín o en los rincones ocultos de la casota.


Una vez, me escondí muy cerca de la entrada a la casa, hasta pude escuchar a Charlie contar hasta el veinte más rápido de lo normal, ¡qué tramposo!, pero yo también tengo mis trucos. Esperé a que entrara y me salí de la casa, esta vez nadie me encontraría porque no estaba dentro, sino que me escondí bajo el auto de papá, y me hice bolita junto a la llanta, para que no me vieran, el suelo estaba helado y me dolían los huesos pero todo sea por ganar.


Pasó el tiempo y cayó la noche, a lo lejos escuché a mis papis y tías gritando mi nombre, ¡se habían unido al juego!, todos contra mi para evitar que ganara. Por un hueco del rin vi a mi mamá llorar desesperada, casi salgo de mi escondite pero fui fuerte, las campeonas debemos serlo, "hoy es un día histórico", pensé je, je, es que así dicen en las olimpiadas y este es mi deporte.


La noche se tornó obscura y el viento helado me estremeció, un gato vecino me maullaba desde lejos, por poco me hace perder, si no fuera porque mis papis se centraron en mi búsqueda habrían puesto atención. Más tarde, horas quizá, mi mami salió de la casa y fue a caminar por la manzana, volvió de rato y se fue otra vez, creo discutió con papá, esta vez no regresó y mi pa fue tras ella, pude ver sus botas marrones cerquita de mi cara cuando abrió el carro, me presionó un poco el pecho cuando subió, para luego arrancar el motor, nunca estuve tan cerca de rendirme pero la vocación de escondidera profesional me detuvo, aún cuando papá puso en marcha el carro.


¡El juego continúa!


Debo estar rompiendo un récord mundial porque han pasado días sin que me encuentren, a veces fingen que no lo hacen, papá va al trabajo y cuando regresa abre la puerta sin avisar, yo brinco detrás de algún mueble, mi mami ya no hace comida, ni lava trastes, ni alza las camas, todo su tiempo vaga en la casa murmurando mi nombre.

A veces papá habla con ella y la sacude de los hombros, le dice que debe ser fuerte, pero de poco sirve, creo quiere rendirse, otras veces es papá quien se esconde a llorar, lo siento pa pero tu niña está decidida a no perder.


Mi papi fue el primero en rendirse, luego de quedarse mucho tiempo sin ir al trabajo un día se encerró en el baño, tuvieron que ir unos tipos con traje de astronauta a sacarlo, yo me mantuve calladita bajo la cama, si no me equivoco son buscadores profesionales, rompieron la puerta y se lo llevaron cargando dentro de una bolsa, ¡valla que si saben hacer su trabajo! No tardó mucho en rendirse mamá, una noche se bebió sus pastillas del insomnio por adelantado y estuvo tres días sin despertar, yo la miraba desde el rincón, escondida tras las cortinas, ¡hasta se le puso su carita morada de tanto dormir!, también fueron los astronautas por ella.


Creí que el juego terminaba, claro está que sin buscadores no hay motivo de seguir escondida, pero no fue así, una tarde llegó una familia joven a habitar la casa que fuera de mis papis, se veían alegres y me cayeron bien, así que jugué con ellos, esta vez dándoles pistas de donde me encontraba, hacía ruiditos, les tiraba cosas, o movía la cortinas, volteaban rápido a buscarme con los ojos pero no pararon de ahí. Por las noches me daban más ánimos de jugar con ellos pero creo que solo querían dormir, al final se fueron y no regresaron.


Esta fue la primera de muchas familias en jugar conmigo, cada nuevo grupo viene vestido de forma más extraña que la anterior, no me puedo aguantar la risa con algunos de ellos y casi pierdo cuando me escuchan, incluso han entrado trabajadores a cambiar algunas cosas de la casa y se sorprenden al encontrar movida su herramienta, todo sea por alentar que me busquen también.


Hoy se cumplen varios ayeres desde la última persona en jugar conmigo, y me siento triste por la medida tan extrema que tomó. En un arranque de determinación mandó tumbar toda la casa, luego unos señores me buscaron entre los escombros, bien pudieron encontrarme ahí sin problemas, si no fuera porque mi habilidad los superó y corrí a esconderme entre la maleza del jardín, pensé que me habían visto correr pero me agache y fui rápida.


Ahora reconstruyen el escenario, veo que será un edificio muy alto donde seguro caben varias familias, ¡me muero de ganas por jugar con todos! Siento que mi récord mundial en las escondidas será imposible de romper.

30 января 2021 г. 22:20 0 Отчет Добавить Подписаться
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