plutnn Googie

La historia de como un momento a otro, Jungkook y Jimin dejaron de ser amigos y se convirtieron en novios, todo gracias a Nayeon y sus cinco pasos. ➬➫➬➫➬➫➬➫➬➫➬➫ ◑Jimin, menor. ◐Jungkook, mayor. ◑ Mención de otros shipps. ◐Historia adaptada, cuento con el permiso para poder hacerlo. ◑Todos los créditos a @mokkachin, autora original. ◐Portada hecha por @breakablebird de la editorial @EditorialKpopWorld ◑2020


Фанфикшн Знаменитости Всех возростов.

#boyslove-comedia-ggukmin-hoseok-itzy-jungkook-kookmimi-kookmin-nayeon-romance-taehyung-taemin-yaoi-jimin
9
2.7k ПРОСМОТРОВ
В процессе - Новая глава Каждую пятницу
reading time
AA Поделиться

OO1

Park Jimin, en sus 15 años , nunca había hecho amigos en la escuela. No es como que él fuera una especie de asocial o algo así, sino que las cosas simplemente no se habían dado.

Desde que nació, su vida se resume en viajar de un lugar a otro. Sus padres adoptivos, quienes eran un bailarín profesional y un productor musical, tenían la suficiente fama como para viajar por distintos países constantemente.


Jimin solía ir con Taehyung a Moscú durante la temporada del ballet; acompañaba a su papá por los diversos países para las competencias de patinaje, desde China hasta España, pasando por Francia y de regreso, con la medalla de oro, iban a Daegu para visitar a sus abuelos.


La vida agitada de Jimin le había costado su educación, pues desde los cinco años que el rubio tenía un tutor, en vez de asistir a la escuela. Im Jaebum viajaba con él y su familia para darle clases, y fue de ese modo hasta que el rubio cumplió once años y sus padres decidieron dejar sus carreras para vivir más tranquilos con su gatito.


En un comienzo estuvieron en Moscú, sin embargo la oferta de trabajo en Seúl fue lo suficientemente tentadora como para ir a Corea y comprar una enorme casa, donde Taehyung podría dar clases de ballet en su estudio y Hoseok trabajaría en crear nueva música junto a Yoongi. El único que no estaba contento con el cambio era Park Jimin, quien debió ir por primera vez en su vida a la escuela.


Jimin odió su primer día de clases, así como odió los días siguientes y los años siguientes.

Lo único bueno de instalarse en Seúl es que sus padres lo inscribieron en la academia de Chan Mi o más conocida como Chungha, la esposa de Yoongi. Si había algo que Jimin amara más que los gatos y sus padres, definitivamente era el ballet. Le encantaba la delicadeza y la fuerza que se necesitaba, solo algunos podían mezclar tales elementos de manera perfecta, y su padre era capaz de aquello. Al pequeño le encantaba ver a su padre, así como también le gustaba ir a visitar a su pelirrojo papá en su estudio de música.


Y ahí fue donde conoció a Im Nayeon, la pelirroja que era dos años mayor que él, a quien le encantaba joderle la existencia.


Podría decirse que se hicieron amigos, a pesar de que Jimin ponía todo de su parte para que aquello no ocurriera, Nayeon era alguien persistente. Se conocieron cuando el menor tenía doce años, y después del tiempo ya habían aprendido a soportarse el uno al otro. Tal nivel alcanzó su amistad que cuando el rubio cumplió quince años decidieron cambiarlo a la misma escuela que la castaña, aunque este se negara, tanto Hoseok como Taehyung pensaron que sería lo mejor.


Y ahí estaba él de nuevo, cambiándose de escuela, viviendo el infierno del primer día de clases.

Le incomodaba ser el chico nuevo, tenía que presentarse ante un montón de desconocidos, intentar ser amable e incluso evitar decir groserías, era un infierno. Además, Nayeon era mayor, por lo que solo podría verla en el receso y el almuerzo, era una mierda.


Ya en la hora del almuerzo, Jimin quería irse a su casa, estaba hastiado con la atención que recibía por parte de algunas personas, solo quería ir a comer y desaparecer de la escuela. Lo peor de todo es que tendría que volver a ese martirio al día siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Era un castigo demasiado grande, ¿Qué había hecho para merecer algo así?


Seguía hundido en sus lamentos cuando sintió que alguien le tocaba el hombro, sorprendiéndolo.


Levantando la cabeza de golpe, se encontró con Nayeon sonriendo burlona como siempre, con ambas manos en su cintura.


—Vamos, ¿El pollito quiere volver a casa con su papá? ¿Tan terrible es la escuela?


—Cállate, idiota, mejor dame de comer, me muero de hambre.


La pelirroja no puede evitar reír mientras guía al menor hasta la cafetería del lugar, molestándolo en el camino y fijándose en como algunas personas les miran.


—¿Qué ha sido lo más horrible hasta ahora?


—¿Además de tu presencia? Definitivamente las estúpidas presentaciones ante la clase y este estúpido horario, enserio, ¿Cómo alguien puede salir a las cuatro de la tarde?—Jimin refunfuña de brazos cruzados, mirando distraído el camino que recorren.


—Vamos, debes admitir que soy tu salvación, sino estarías solo. Sobre el horario, lo siento, cariño, pero cualquier chico normal sabe que un estudiante suele salir a las cuatro de la tarde.


—Ahí está el problema, no soy un chico normal. Y no me digas cariño, vieja bruja.—Le envía su mirada más amenazadora, a lo que ella solo alza las manos.


—Anímate, te voy a presentar a mis amigos y de seguro te caerán bien.


—Si se parecen a ti, lo dudo.


Poco le importaron a Nayeon las palabras del rubio, pues en cuanto llegó pudo ver la mesa con sus compañeros de clase. Tomó el brazo de Jimin para pasar entre toda la gente sin perderlo, buscando en seguida su almuerzo para ir con los demás. El menor por su parte solo podía pensar en cuanto le gustaría comer mochis o que su padre le hubiese hecho Jajangmyeon, ahora sin embargo debía conformarse con los emparedados que Nayeon ponía en su bandeja, además de un montón de fruta.


Llegaron a una mesa donde habían cinco personas, una chica de ojos grandes bastante linda al lado de un chico parecido, un tipo pálido con aires de modelo, un chico algo moreno con poca barba y un azabache con cara de odiar su existencia.

Sí, definitivamente le caerían bien. Aunque ahora, con la bandeja en sus manos y estos chicos frente a él, se siente un poco menos seguro y confiado, sobre todo cuando siente la mirada penetrante del azabache con rostro serio.


Jungkook por su parte había dejado de lado el libro que estaba ojeando, ocupándose en observar al rubio que estaba junto a Nayeon. Le sorprende la belleza del menor, pero aún más impresionantes fueron sus ojos de un color avellana asombroso, los mismos que le devolvían la mirada con fiereza, causándole gracia.



Eran unos hermosos ojos color avellana.



20 января 2021 г. 17:44 0 Отчет Добавить Подписаться
1
Прочтите следующую главу OO2

Прокомментируйте

Отправить!
Нет комментариев. Будьте первым!
~

Вы наслаждаетесь чтением?

У вас все ещё остались 4 главы в этой истории.
Чтобы продолжить, пожалуйста, зарегистрируйтесь или войдите. Бесплатно!

Войти через Facebook Войти через Twitter

или используйте обычную регистрационную форму