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Relatos inspirados en la lista oficial de Inktober 2020, participando en la copa de autores.


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Radio

Escribió desesperadamente en el cuaderno, apenas prestando atención al significado de las marcas. No había tiempo para pensar, solo para dejar registrados los temblorosos sonidos que salían de la vieja radio antes de que esta inevitablemente se apagara.

Intentó ser preciso, pero la estática lo hacía imposible, solo podía esperar que el mensaje fuera comprensible una vez que estuviera completo, pese a las muchas palabras incorrectas que sin duda estaba anotando.

—Tenemos que irnos ya —murmuró la mujer a su espalda, pero él negó con la cabeza.

La mujer lo tomó del hombro, intentando hacer que se levantara, pero él la apartó de una sacudida y volvió a concentrarse en escribir. No aun, tenía que terminar, tenía que…

La radio emitió un último sonido y luego se quedó en silencio. Él levantó la cabeza, como salido de un trance, y solo entonces volvió a ser consciente de la gravedad de su situación. La habitación en la que se ocultaban se había quedado casi completamente oscura, solo una de las ampolletas en el techo quedaba intacta, las demás habían sido hechas añicos durante la pelea. Tirados a un lado de la habitación había dos cuerpos, que optó por no mirar demasiado.

—Vámonos —insistió la mujer.

Esta vez él no opuso resistencia, solo tomó su cuaderno y se dispuso a seguirla. Pero ya era demasiado tarde.

—¡Abre la puerta! —gritó un hombre de voz ronca desde fuera, a la vez que aporreaba la puerta con fuerza— ¡No pueden ocultarse para siempre!

La mujer soltó una maldición y lo tomó del brazo, arrastrándolo hacia la parte oscura de la cabaña, y a través de otra puerta que él sabía daba a la sala de correos.

Se encontraron en un pequeño cuarto con una ventana angosta que dejaba ver un trozo de negrura salpicada de estrellas. La luz no era suficiente para leer el cuaderno, pero era suficiente para ver los tubos que utilizaban para mandar mensajes de vuelta a casa.

Compartió una mirada con su compañera y ella asintió. Ambos sabían que no saldrían con vida de esta.

—Te ganaré un poco de tiempo —dijo ella, y salió de la pequeña habitación para enfrentarse a sus atacantes.

El hombre enrolló el cuaderno tan pequeño como pudo y lo embutió en un tubo, asegurándose de cerrarlo bien.

Desde el otro lado de la puerta le llegaban sonidos de gritos y maldiciones.

A un costado de la habitación había tres largos tubos que se desaparecían en el techo a su cabeza. Puso el paquete en uno de ellos y acciono el mecanismo para lanzarlo de vuelta a la tierra, justo antes de que sus atacantes abrieran la puerta de un golpe.

4 октября 2020 г. 14:34 4 Отчет Добавить Подписаться
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Kimberly García Kimberly García
Me gustó ajaja haces sentir adrenalina cada vez que te leo.

  • Ciamar  Ciamar
    jaja gracias October 18, 2020, 18:52
𝓜𝓮𝓵 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓼𝓺𝓾𝓮𝔃 𝓜𝓮𝓵 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓼𝓺𝓾𝓮𝔃
¡Esto me encantó! En especial que dejas ese final así, para que uno entienda que, posiblemente la muerte y el peligro eran inminentes en ese final.

  • Ciamar  Ciamar
    Gracias! la verdad es que solo fui escribiendo sin ningun plan, y asi van saliendo estas historias raras October 06, 2020, 06:44
~

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