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Tras la ruptura con su novio, Hoseok no se encuentra de ánimo para asistir a la fiesta de halloween anual organizada por su escuela en "la casa embrujada" del pueblo, pero finalmente se ve arrastrado a esta por su mejor amigo. Pareja: Jeon Jungkook/Jung Hoseok Temática: fluff, romance, sobrenatural Advertencias: lemon, lenguaje vulgar Hermosa portada por: @Chat28Forevermore56, de @EditorialKpopWorld ♡ (editorial en Wattpad) Historia inspirada en la canción 'Prey' de The Neighbourhood. Historia originalmente publicada en mi perfil de Wattpad @juanfebooks.


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Fear Street

Historia inspirada en la canción 'Prey' de The Neighbourhood.


•••


[Capítulo único]


31 de octubre del 2020


—Y es por eso que hoy vendrás conmigo a la fiesta. Tienes que despejar tu mente.


—No estoy de humor Tae, enserio.


—¡Vamos Hoseok! Hace una semana que estás decaído y sin ganas de nada, tienes que despejarte un poco. Entiendo que estás pasando por una situación difícil, pero créeme, te hará bien.


—Yo...


—Aunque sea un rato, ¿sí? Saludamos a todos, damos una vuelta por la casa y listo.


Hoseok lo meditó durante un par de segundos. En parte Taehyung tenía razón, y aunque asistir a una fiesta en la casa embrujada del pueblo — sobretodo aquella casa — no sea algo que precisamente lo vaya a hacer sentir mejor, lo ayudaría probablemente a despejarse, aunque sea sólo un poco.


—Está bien, nos vemos allá.


•••


Cuando Hoseok llegó aLa Calle del Infierno, a eso de las 9 pm, se encontró con varios estudiantes universitarios en los alrededores de aquella casa, charlando animadamente entre ellos.


No se llamabaLa Calle del Infierno, simplemente había sido apodada así hace muchos años tras varios incidentes que ocurrieron en la zona, y sobre todo en aquella casa, la número 19, en la cual varios asesinatos habían tenido lugar. Supuestamente varios estudiantes borrachos que habían visitado aquel lugar durante la noche se habían llevado un susto de muerte, y al pasar de los años aquel lugar se ganó la reputación de estar "embrujado".


Por lo que, hace un par de años, la casa número 19, la cual se encontraba abandonada, se volvió el lugar de fiestas de Halloween organizadas por estudiantes universitarios hormonales.


Para Hoseok no era la gran cosa, ya que, de hecho, el ya había entrado una vez allí, hace un par de meses, acompañado de Jungkook.


«Jungkook»


Hoseok mordió su labio al recordar aquel nombre que ocupaba sus pensamientos desde hace algún tiempo. Debió de haberlo pensado mejor antes de aceptar ir a aquel lugar, demasiados recuerdos volvían a él en aquel momento.


«Aquí fue donde ocurrió todo»


Sacudió la cabeza, intentado despejarse.


«Deja de pensar en Jungkook por un momento», se reprendió, aunque sabía que dentro de un rato estaría pensando en él nuevamente.


—¡Hoseok! — era Taehyung, el cuál se acercó a él rápidamente, golpeando su mejilla repetidas veces con la palma de su mano.


—¡Auch! ¡¿Qué te pasa?! — dijo molesto Hoseok, apartándose de su mejor amigo, sobándose la mejilla.


—Asegurándome que estás aquí, pensé que no vendrías.


Hoseok rodó los ojos al escuchar aquello.


—Como sea. ¿Entramos?


•••


El interior de la polvorienta casa estaba repleto de personas ingiriendo alcohol mientras charlaban animadamente. Habían colocado un par de altavoces por todo el lugar, dejando escuchar de fondo música rock. Algunas chicas gritaban cuando algún chico les hacía una broma, asustándolas.


No se parecía en nada a la primera vez que Hoseok había pisado aquel lugar, no con todas aquellas personas invadiendo el espacio.


—¿Dónde estarán los demás? — preguntó Taehyung a su lado.


—¿Los demás? ¿O te refieres a Jimin? — preguntó Hoseok, riendo al ver como las mejillas de su mejor amigo se tornaban de un color rojizo.


—S-sí. Digo, Jimin forma parte del grupo.


El teléfono de Hoseok empezó a vibrar en su bolsillo, anunciando una llamada entrante. Al ver el nombre reflejado en la pantalla, sintió su corazón dejaba de latir.


«Jungkook»


Tragó saliva, sintiendo los nervios recorrer su cuerpo entero.


—V-ve a buscarlos Tae, es mi mamá. Los veré en un rato — dijo mientras se alejaba del gentío, dejando ahí a su mejor amigo, subiendo las escaleras de aquella antigua casa hacia el segundo piso, en el cual aparentemente nadie se encontraba.


Miró nuevamente la pantalla de su teléfono, el cual seguía vibrando. Se sentía nervioso, su corazón estaba latiendo a mil. Hace una semana que no recibía alguna señal de vida por parte de Jungkook.


Pero no pudo seguir pensando en si responderle o no, por que todo se volvió borroso a su alrededor, y de un momento a otro ya no se encontraba en aquel pasillo polvoriento, si no en una habitación iluminada por un par de velas.


Antes de que procesara lo que acababa de pasar, una figura salió entre las sombras, acercándose a él.


—Hoseok...


Aquella voz que tanto había extrañado...


—¿Jungkook?


No sabía qué más decir. Hace una semana Jungkook había terminado con él y, literalmente, se había esfumado de la vida de Hoseok, sin razón alguna.


—Mi amor, perdóname por asustarte — susurró Jungkook mientras tomaba delicadamente una de sus manos entre las suyas, llevándola hasta sus rojizos labios para depositar un delicado beso en esta.


—Desapareciste — los ojos de Hoseok se llenaron de lágrimas —. Creía que me amabas, creía que podía confiar en ti...


—Te amo Hoseok. Y eso nunca cambiará — dijo Jungkook, sus ojos oscuros brillando ante el reflejo de la luz provocado por las velas —. Por eso decidí alejarme de ti. Tú no mereces una vida junto a alguien como yo, mereces mucho más, mereces una vida normal junto a una pareja normal. Mereces alguien que envejezca a tu lado, alguien con quien puedas estar bajo la luz del sol.


—Pero yo no quiero eso, yo te quiero a ti — susurró Hoseok, cerrando sus párpados con fuerza.


—Mi amor — murmuró Jungkook mientras acortaba la distancia entre sus cuerpos, tomando delicadamente su rostro con ambas manos mientras unía sus labios en un intenso beso.


Hoseok se sintió derretir al sentir los fríos labios de Jungkook devorando los suyos, sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo entero.


—Lamento haberte herido. Lo único que quiero es que seas feliz. Pero soy un egoísta, por que no puedo dejarte ir. Mi existencia no tiene sentido sin ti, tú eres la luz que ilumina mi oscuridad — dijo mientras dejaba castos besos sobre la piel de su cuello —. Sé que está mal, pero no puedo evitarlo.


—No te vayas de mi lado, Jungkook — gimió Hoseok al sentir la boca del mayor dejar pequeños chupetones sobre la sensible piel de su cuello —. Soy tuyo, siempre lo seré. Mi corazón te pertenece a ti.


Jungkook volvió a besarlo, y de repente ambos se encontraban acostados sobre la gran y polvorienta cama de aquella habitación, con Jungkook encima suyo, presionándolo contra el colchón, besándolo apasionadamente.


Las ropas empezaron a desaparecer mientras se sumergían en el placer que les provocaba cada toque del otro, cada caricia, cada beso.


Cuando ambos se encontraron desnudos, Jungkook dejó un camino de besos y chupetones sobre el pecho del menor, alabando su piel, lo cual provocó una serie de gemidos por parte de su amado. Cuando llegó a su miembro erecto, dejó varios besos sobre éste mientras lo acariciaba a la vez con su mano.


—Jungkook... por favor... — gemía Hoseok mientras apretaba las sábanas bajo sus manos.


Jungkook ensalivó sus dedos antes de dirigirlos a la entrada de Hoseok, introduciendo un dedo en aquel apretado calor.


—Te amo tanto — susurró Jungkook contra su piel —. Eres todo lo que necesito.


—Y to a ti — murmuró Hoseok, gimiendo de placer al sentir un segundo dedo entrar en su interior, estirándolo, preparándolo para poder recibir a su amado.


—Esta semana fue un infierno sin ti. Aún cuando te observaba dormir desde la ventana de tu habitación, me dolía no poder tenerte entre mis brazos — dijo mientras introducía un tercer dedo, tocando el punto dulce de Hoseok, a la vez que aumentaba el ritmo de su mano sobre su pene, provocando que Hoseok soltara un fuerte gemido ante el placer que le otorgaba el mayor.


—Jungkook, por favor...


Jungkook sacó lentamente sus dedos de aquel apretado calor mientras se posicionaba nuevamente sobre el cuerpo de Hoseok, entre sus piernas extendidas.


—Te amo mi vida — murmuró contra sus labios mientras frotaba su erección entre los glúteos del menor.


—Hazme el amor Jungkook — dijo Hoseok, dejando escapar una pequeña lágrima de felicidad ante el sentimiento cálido que le provocaba el estar nuevamente junto a su amado.


Jungkook depositó un casto beso sobre aquellos suaves y adictivos labios antes de tomar su miembro erecto con su mano, presionando la cabeza de su hombría contra la apertura de la entrada de Hoseok.


Ambos soltaron un placentero gemido cuando Jungkook entró finalmente, abriéndose paso lentamente, llenándolo por completo. Unieron sus manos en un suave apretón antes de que Jungkook sacara su miembro de aquel apretado y placentero calor, para acto seguido volver a enterrarse en su interior, tocando el punto dulce de Hoseok, provocando que éste soltara un pequeño grito ante el intenso placer que recorría su cuerpo entero al sentirse lleno, completo.


Las embestidas se tornaron cada vez más rápidas, Hoseok rodeó con ambas piernas la cintura de Jungkook a la vez que lo abrazaba por el cuello, queriendo eliminar el espacio entre sus cuerpos, amando la sensación de aquel fuerte y gélido cuerpo tomándolo, cubriéndolo completamente mientras lo hacía suyo.


Hoseok amaba el hecho de que, cada vez que hacían el amor, el cuerpo frío de su amado se calentaba ligeramente gracias a él.


—J-Jungkook, hazlo. Quiero estar a tu lado por toda la eternidad... — dijo Hoseok entre gemidos.


Ante aquellas palabras, Jungkook sintió sus colmillos salir lentamente mientras seguía hundiéndose en el interior de su amado. La sed se hizo presente, mezclándose con su placer, provocando que sus ojos se tornaran de un color rojizo brillante mientras acercaba su rostro al cuello de Hoseok, aspirando el aroma de su dulce sangre, la más dulce que alguna vez había sentido en toda su existencia.


—P-por favor... — soltó el menor al sentir la respiración de Jungkook chocar contra su cuello, a la vez que sentía un calor acumularse en su parte baja, sintiendo su orgasmo aproximarse a gran velocidad debido al constante contacto del miembro de Jungkook chocando contra su próstata.


Cuando su orgasmo se hizo presente, Hoseok se abrazó fuertemente al cuerpo de Jungkook, dejando escapar un grito de placer cuando eyaculó entre sus cuerpos, manchando ambos torsos con su espesa semilla, a la vez que Jungkook se enterraba una última dentro de él, derramándose en su interior con fuerza, haciendo sentir a Hoseok cálido y lleno, con aquella caliente y espesa esencia llenando su interior.


Cuando Hoseok se recuperó de aquella oleada de placer, se dió cuenta de que Jungkook presionaba con fuerza sus fríos labios contra su cuello, su cuerpo temblando ligeramente.


—Quiero estar contigo por toda la eternidad — murmuró el vampiro contra su cuello —. Pero te pediré un poco de tiempo, amor mío. Además, éste no es el lugar ni el momento para transformarte — dijo mientras juntaba su frente a la de su amado —. Quiero que estés totalmente seguro de tu decisión. Una vez que te transforme, no habrá vuelta atrás.


—Es lo que quiero, Jungkook. Quiero estar a tu lado por toda la eternidad.


Ambos se observaron durante un par de segundos mientras Hoseok acariciaba lentamente los colmillos al descubierto de su amado, observando como estos volvían a esconderse poco a poco, antes de presionar sus labios juntos en un casto beso, transmitiéndole todo el amor que sentía por él.


El amor que sentían el uno hacia el otro era indescriptible, de una magnitud inimaginable. Un amor puro y sincero.


Hoseok nunca creyó que el amor de su vida sería una criatura de la noche, jamás pensó que aquel hermoso ser llegara a su vida, llenándola de alegría y emoción, provocándole sentimientos hasta ahora desconocidos. Pero esto era lo que quería.


Desde la primera vez que Jungkook le había mostrado su verdadera identidad, hace un par de meses, en aquella casa abandonada, Hoseok lo supo, supo que no había sido una simple casualidad que se hubieran conocido. Estaban hechos el uno para el otro, por que aunque Jungkook sea un vampiro, eso no le había importado en lo más mínimo.


Si Hoseok hubiera conocido a un Jungkook humano, se habría enamorado de él de la misma manera. Nada hubiera cambiado, aquel hombre era el amor de su vida.


Jungkook nunca imaginó que un humano podría reavivar su frío corazón, pero luego conoció a Hoseok. Aquella adorable y amable persona, que le enseñó lo que era el verdadero amor.


El vampiro recordaba perfectamente el momento en el que había despertado después de su transformación, tirado en el frío suelo de aquella casa, la cual él habitaba cuando aún era humano. Había pensado que estaría condenado por el resto de su existencia a vagar en las sombras, sin la compañía de nadie, sufriendo cada día de su existencia. Hasta que conoció a su amor.


Hoseok era la luz en su oscuridad, y por primera vez en sus 100 años de vida, Jungkook se sentía vivo.


Fin


•••


Espero que les haya gustado♡

30 августа 2020 г. 13:54 3 Отчет Добавить Подписаться
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Об авторе

juanfebooks ♡ Hola, me llamo Juan, tengo 20 años ^^ Aunque no soy un profesional ni nada por el estilo, amo escribir, mis géneros favoritos son el romance y el fluff. Aquí estaré subiendo principalmente historias Junghope, las cuales han sido previamente publicadas en mi cuenta de Wattpad @juanfebooks.

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