—Tú no me mirabas, es decir, nadie me miraba, yo tuve que hacer que me miraras, que supieras que respiraba tú mismo aire—el tono con el que lo dice es muy melancólico y a la vez burlon. —¿Según tú, cómo comenzó este—nos señaló con mi dedo índice—nosotros? —Prepárate para escuchar mi historia de unicornios, cupido y un serio, enojon, chico sexy.
#adolescente #amor