Esta es la historia de una niña llamada Saulis. Un día común, en el que Saulis se encontraba jugando en su habitación, cuando alzó la vista hacia la ventana su cara se ensombreció de terror. Salió corriendo lo más rápido que pudo en busca de su madre.
- ¡Mami! ¡Mami! - Gritaba por toda la casa, hasta que encontró a su madre en el comedor. – ¡Hay dos hombres vigilando la casa desde el jardín!
Su madre sospechando de la situación, asomó la cabeza por la ventana y se encontró con el rostro de el que ahora se había convertido en su ex marido y el de un oficial robusto. Había llegado la hora por la que tanto había temido. Le arrebatarían a su hija de su lado. El padre de Saulis era un importante abogado, y logró ganar la custodia competa de la niña, argumentando el desempleo y la inutilidad que tenía la madre para poder criar como se debe a la pequeña.
- ¡OH NO! ¡HIJA CORRE! -gritó a la pequeña Saulis, quien rápidamente fue a esconderse debajo de su cama.
Esto no sirvió de nada ya que de cualquier forma entraron a la casa y se llevaron a la niña, dejando atrás a una madre en un mar de lágrimas.
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