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EL HOTEL.

01. INGRESO.

Me llamo Eric. Mi familia salió de viaje hace 3 días y me dejaron en un hotel especial porque no podía ir con ellos a la playa, me molesta mucho el ruido.

Este hotel es raro, cuando llegue me quitaron mi ropa y me pusieron un disfraz de fantasma color azul marino con dibujitos de Mickey mouse en todos lados, me dieron un cuarto con una cama cubierta por nada mas que una sabana color amarillo. El primer dia fue muy extraño, todo los del personal de servicio se presentaron, el hombre alto, de anteojos y muchas verrugas se llama Mario, el chico de la limpieza es pequeño y de cabello claro color amarillo, el se llama Rubén, la cocinera se llama Lucrecia, es muy bonita, tiene ojos celestes, cabello corto color morado y una cosa en la nariz de las que les suelen poner a las vacas, eso es muy gracioso. Las personas aquí son raras, casi nadie quiere hablar conmigo, solo me miran con repelús.

Hoy en la tarde fuimos a comer todos en la cafetería, es un cuarto grande de color rosado y blanco con cuadros motivacionales, hay varias mesas y en cada una nos sentamos un grupo de personas, luego de unos minutos llega la comida, hoy me dieron pure de papa y jugo de uva, pero algo me pareció extraño, llego Lucrecia con un vaso blanco que tenía escrito “E-4” y dentro tenía tres tipos de pastillas, unas capsulas blancas con rojo, unas tabletas blancas y otras amarillas, Lucrecia me dijo que me las tomara porque estaba enfermo, pero yo me sentía bien, de todas formas me las termine tragando, que hotel tan raro. En la noche llego a mi cuarto un hombre de estatura mediana, con ojeras y una bata - ¡Eric, ¿cómo estás?! – yo lo mire con seriedad, no entendía porque entro en mi habitación sin permiso, asumí que era mi doctor ya que Lucrecia dijo que estoy enfermo así que respondí diciendo “bien” – me llamo Guillermo – dijo, para luego interrogarme acerca de mi vida personal y mis sentimientos, yo me sentía muy incómodo pero respondí con franqueza para que pudiera sacar mi diagnóstico, luego del incomodo suceso se fue y me aconsejo que durmiera. En la noche me dio ganas de ir al baño pero para mi sorpresa la puerta estaba cerrada con llave, grite y golpee la pueta para que la abrieran, pensé “Quizás no notaron que yo estaba aquí”, me percate de que había una bacinilla en el suelo, me acerque y no tuve mas opción que orinar allí. Mi sueño se había ido por completo y no podía dormir, luego de un rato otro tipo empezó a golpear su puerta y a gritar, yo creí que el estaba pasando por lo mismo que yo, pero luego de un rato empezó a reír de manera psicótica, no pude evitar tener miedo y me puse a llorar.

22 de Abril de 2020 às 04:16 0 Denunciar Insira Seguir história
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