cami-bermann Cami Bermann

Jazmín tiene 5 años, ella vive en su casa que no es una casa, pero ella le dice “su casa” porque los grandes siempre dicen “vamos a casa” aunque no vivan en una casa, y en “su casa” ella vivía con su papá Manuel, con Ruth su novia y con Flor, su gata. A jaz le gustaba mucho estar con su papá. Y un día se fue.


Conto Todo o público.

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Y un día se fue

Hola, mi nombre es Jaz y tengo así, ah es verdad que no pueden verme, a ver 1, 2, 3, 4, ah, 5 años y voy al jardín a la sala Arcoíris.
Esta es mi historia y sino sabes leer como yo, le podés pedir a una persona que te lo lea, y sino sabes escribir como yo, le podés dictar a alguien para que te lo escriba, te lo digo por si me querés escribir después.
Yo vivo en mi casa que no es una casa, pero yo le digo “mi casa” porque los grandes siempre dicen “vamos a casa” aunque no vivamos en una casa, y en “mi casa” yo vivía con mi papá Manuel, con Ruth su novia y con Flor, mi gata.
Mi papá era alto como un edificio (de verdad, cuando me hacía upa podía tocar el cielo), y tenía el pelo rubio y los ojos marrones oscuros, como un viejo roble, mi papá era bueno y divertido, me gustaba hacer castillos de arena con él cuando íbamos a la plaza y sacarnos fotos en otoño. Me gustaba jugar a los autos con él, que me haga caballito y tomar helado los días de lluvia, porque papá decía que en todo lo triste siempre hay algo feliz, y yo le creía porque me lo decía mi papá y yo sabía que era verdad. A mi me gustaba mucho estar con él.
Y un día se fue.
Y no es que se fue de paseo en un auto viejo, o se marchó de Pehuajó a París como Manuelita, no se fue en un avión que quería volar, ni sacó un boleto porque el tren se va, él se fue de verdad, para no volver jamás, se fue y no está y no va a volver.
Es como las flores, que nacen de una semilla, crecen, le dan de comer a los bichos y después se marchitan, eso significa que la flor se murió, porque tiene un ciclo, muchos momentos, y después nace otra flor distinta, bueno, esto le pasó a papá, me dijo Ruth, “él cumplió su ciclo” me dijo, como el de una flor, el también se marchitó, y cuando una flor se marchita se cae y hay que enterrarla en la tierra, y las fotos que te sacaste con la flor las guardas porque te gustan mucho y los sentimientos que tenías por la flor los compartís para no sentirte sola, y la flor no se fue al cielo, porque ¿Cómo se va a ir al cielo si nunca supo volar? La flor vuelve a la tierra, en donde le gustaba estar, y lo mismo pasó con mi papá, pero él no era una flor, era una persona.
Él no nació de una semilla, nació de la panza de mi abuela, porque yo vi fotos de cuando mi abuela estaba embarazada de mi papá, así que él nació de ahí, lo de la cigüeña es cualquier cosa, mi papá creció, y conoció a mamá pero como ella no podía tenerme cuando nací se fue a Brasil a estudiar y me dejó con mi papá y él conoció a Ruth y se pusieron de novios e hizo muchas cosas, y después, como no se puede marchitar porque las personas no se marchitan se murió, porque las personas se mueren porque cumplen un ciclo y después todos los recuerdos quedan ahí, en los corazones de las tres: Ruth, Flor y yo.
La cosa es que cuando papá se marchitó, (o sea que se murió) yo tenía así, ah es verdad no pueden verme, a ver 1, 2, 3, ah sí, 4 tenía, porque fue el año pasado y antes de un 5 siempre va un 4. Me acuerdo de que fuimos a comprar flores y yo elegí las más coloridas y llevamos cosas que a él le gustaban y yo hice un dibujo con muchos corazones, flores xs y os (besos y abrazos).
Lo fuimos a ver a un lugar donde había mucha gente, y la gente lloraba y un señor dijo unas palabras, después Ruth dijo unas palabras, Flor estaba en casa y después yo quise decir unas palabras. Y les conté a todos el dibujo que le había hecho y las flores que habíamos traído, y todo el ejemplo de la flor y la gente sonreía y lloraba y después me aplaudieron porque les gustó lo que dije y se emocionaron y yo también me emocioné y me puse a llorar, y yo sabía que papá me escuchaba y que él también estaba emocionado. Después de los aplausos no sabía que hacer y me quedé parada y no me podía mover, como si fuera una estatua, y nadie me decía que me moviera, porque cada persona estaba en un momento distinto, y entonces como yo no sabia que hacer ni cómo reaccionar me arrodillé porque estaba cansada de estar parada y me puse a llorar. Y apareció Ruthi que es como mi mamá aunque no me tuvo en su panza y se sentó a mi lado y me cantó la canción que me cantaba papá cuando me iba a dormir y todas las personas cantaron la canción y me abrazó y después se paró y le dije “upa mamá” porque ella es como mi mamá y yo se que se emocionó de que le dijera mamá porque se le cayó una lágrima amarga y me sonrió y me hizo upa y yo acaricié su pelo rojo y su collar de perlas y me quedé dormida.
Y la vida siguió, pero era distinta ahora, porque yo estaba distinta, todos lo notábamos pero yo no lo hacía a propósito. Me acuerdo que al día siguiente me despertó mamá (Ruthi) y me preguntó si quería ir al jardín, si tenia ganas, si estaba preparada y yo le dije que sí, entonces me cambie el pijama por la ropa y me puse el delantal, porque yo me se cambiar sola, pero necesito ayuda con los nudos, y me tomé la chocolatada y me llevó en auto al jardín. Cuando llegué la seño Paola estaba contenta de verme y todos mis compañeros también, me acuerdo de que leímos un cuento de una oruga que después se convertía en mariposa y hablamos de los cambios, en el cuento había una araña amiga de la mariposa que creía que se había muerto porque estaba en el capullo pero no era así porque estaba teniendo la transformación en mariposa. Entonces Bauti dijo que en ese caso no era así pero que a veces si y contó de cuando se murió su perro y él estaba triste y nunca se lo olvidó y que lo extraña porque no está más y entonces Santiago dijo “sí, como el papá de Jazmín que se murió”, entonces ahí fue cuando escuché mi nombre y entendí lo que había dicho, y Santiago es así porque es malo, siempre dice lo que no tiene que decir y mal, una vez le dijo a Luana que era fea porque era de color oscura su piel y ella se puso a llorar y yo la defendí porque no es verdad, ella es hermosa así como es y además que es mi novia, o sea cómo le va a decir así. Pero la cosa es que yo estaba sentada en el almohadón de la ayudante porque ese día era la ayudante de la seño Paola y de repente no escuchaba nada y en mi cabeza se repetía lo que había dicho Santiago con malicia, es un tonto y un malo.
Y en un momento me sentí tonta y ya era tarde porque me caían lágrimas y se sentían saladas y azules, y me fui porque no quería que me vieran así, entonces vino Roberta la directora y se fue con Santiago y yo volví a mi salita y me abrazaron todos y me dijeron que estaba bien llorar y que no tenía que tener vergüenza y Lua me dio su mano y me pasó al Señor Mitens que nos acompaña cuando estamos tristes en la sala y yo me puse más triste porque en casa también tenia un peluche para cuando estaba triste, pero no era un gato sino un panda.
Después vino el almuerzo y había formitas de pollo en forma de dinosaurios y a mi papá y a mi nos encantaban los dinosaurios entonces no quería comer eso porque el no estaba ahí para hacer los ruidos de los animales ni para decirme cual era cual porque él sabía mucho del tema, entonces me vino a buscar Roberta y me llevó a su despacho, hablamos con Santiago y se disculpó y después me vino a buscar mamá aunque no era la hora de irnos, y en el viaje de vuelta me quedé muda como un ratón y no dije nada, solo me limité a ver el paisaje por la ventana y aunque no estaba lloviendo no hacía falta porque mis ojos estaban igual de empañados.
Mamá fue a hablar al jardín al día siguiente y todos los días que siguieron de esa semana transcurrieron tan rápido que ni los recuerdo, solo sé que cuando volvía me encerraba en mi pieza y lloraba en silencio para que nadie me escuche, abrazaba a Mingo, mi oso panda, que me lo había regalado papá para cuando estaba triste y lo usé mucho durante ese tiempo.
El tercer domingo de junio de cada año se celebra el día del padre, en el jardín siempre hacemos regalos para ellos, yo siempre lo esperaba con ansias pero ese año ni me acordaba, por eso me tomó por sorpresa cuando nos contó la seño Paola qué íbamos a hacer ese año. Yo estaba triste porque no tenía papá vivo, sino marchito y que no iba a poder dárselo y de repente apareció mamá tocando la puerta de la sala Canguros (que es la sala de 4 porque esto fue el año pasado) y yo le abrí sonriendo porque me puse muy contenta, entonces la seño Paola habló con mamá y después hablaron conmigo y me contaron la propuesta de ese año, hacer un cuento álbum o sea un cuento con fotos de papá y yo, y me preguntaron si quería participar y yo dije que sí.
Entonces durante la mitad de esa semana estuvimos armando el cuento y la otra mitad eligiendo las fotos que queríamos poner, al cabo de esa semana era el día del padre, por eso la seño Paola plastificó mi cuento y le puso una tapa dura como si fuera de verdad. El viernes cuando salí del jardín mamá estaba ahí, esperándome, corrí a sus brazos y la abracé, le conté del cuento y lo leímos juntas en casa con Flor y Mingo entre las dos. A partir de ese día, todas las tardes cuando llegaba del jardín me sentaba a leer el cuento, pero ese solo contaba una historia, lo que me pareció poco, y como en casa estaban los libros de Las Aventuras de Pooh y eran muchos, se me ocurrió que tal vez podría haber muchas historias de “Papa y yo”, ya que habíamos vivido muchas cosas juntos. Por eso el resto del año me dedique a escribir junto con mamá y a imprimir con la ayuda del tío Tito en su editorial, cada uno de los cuentos que hacíamos, y como hacíamos uno por mes, poco a poco la biblioteca de casa se fue llenando de libros de “Papá y yo”.
Ahora todavía lo hago, y aunque se que papá no está acá conmigo porque se fue y no va a volver, está vivo en mis cuentos, y cuando abro uno me empapo de una ola de recuerdos que me hacen no extrañarlo tanto. Poco a poco fuimos haciendo más historias, algunas hablan de Ruth y de papá, otras de papá y la abuela, y otras de papá y yo, pero lo más importante es que como decía papá, en todo lo triste, siempre hay algo feliz.


11 de Abril de 2020 às 00:46 1 Denunciar Insira Seguir história
2
Fim

Conheça o autor

Cami Bermann Mi nombre es Camila, tengo 23 años y soy maestra de primaria. Desde chica que me gusta escribir, y por fin tengo un lugar para subir mis escritos. ¡No te olvides de seguirme para leer mis próximas historias!

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María Ramìrez María Ramìrez
Hola Cami. Que puedo decir me has dejado sin palabras. Felicidades. Ese cuento es perfecto. Casi me pongo a llorar y eso que mi papá vive! Me he puesto en la piel del personaje y podía verla. Muchas gracias. Esta es una autentica historia.
May 07, 2020, 18:00
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