Hemos pasado siglos conviviendo con ellos. Hemos unido su existencia con personajes históricos, que en la realidad no tenían relación. Hemos creado historias terroríficas, e incluso de amor, sobre ellos. Hemos hechos videojuegos, novelas, series y películas alzándolos y denigrándonos. Hemos llegado a un punto de, incluso, disfrazarnos de ellos. Pero ¿quién nos dice que todas las historias, pseudoleyendas, películas y fanáticos nos están diciendo la verdad? ¿Y si son meras invenciones de nuestra parte retorcida con la que nacemos cualquier ser humano? Nuestro mayor error ha sido siempre temer a lo desconocido, he inventar y adaptar acontecimientos a nuestro reducido y escaso intelecto emocional.
¿Nunca os habéis preguntado porqué siempre les relacionamos con la luna? ¿O con la oscuridad? ¿O con la muerte? O incluso con la religión. Cuatro factores que en sus leyendas e historias nunca escasean.
Yo, la verdad, de entre todas las historias que me facilitan google y safari, me decanto más por esta que os voy a contar a continuación. Historia que se alejan de la realidad de las demás, leyenda que es más de ficción que realidad, pero…¿quién ha establecido la fina linea que separa la realidad de la ficción?
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