lugia * LuGia

La Revelación es una pequeña historia de elección de la felicidad, de valentía y de Amor. Supongo que algunos de ustedes se pueden sentir identificados con algunos de los personajes. Gracias por leer. Espero sus comentarios.


Conto Todo o público.

#LaRevelación #LuGia #cuento #historia
Conto
0
3.9mil VISUALIZAÇÕES
Completa
tempo de leitura
AA Compartilhar

La Revelación (Sentimiento: Tristeza, canción: “Tal Vez” RM)

Hoy es el día que estoy esperando hace mucho. Hace días, meses o hasta podría decir años. Estoy muy nerviosa, ansiosa, angustiada… pero lista. Sé que el día es hoy. Estoy en casa cocinando intentando distraerme pero no lo logro.

Llegó. Me saluda y siento que no presiente lo que estoy a punto de decirle. Eso me genera más angustia. Le alcanzo la comida. Hablamos de cualquier tema mientras almuerza. En cuanto termina, sé que es el momento.

- Tengo algo que decirte – le agarro las manos, me mira expectante. – yo te quiero mucho pero hay algo que ya no me pasa. – no puedo dejar de mirarlo, mientras las lágrimas recorren mis mejillas.

Las palabras brotan como fuente de mi boca, quiero explicarle lo que siento, no quiero lastimarlo.

- No es por algo que hayas hecho o dejado de hacer, hay algo que no me pasa. Hace un tiempo que estoy tratando de encontrarle la vuelta pero no puedo seguir.

- ¿Estás segura? – Su cara es de asombro, espanto. Parece haber envejecido muchos años en un segundo.

- Sí, sino no lo hubiera hablado. Esperé a estar segura para hacerlo.

- ¿Hay alguien más? – pregunta en un hilo de voz.

- No, pero no quería esperar a que nos pasara a ninguno de los dos. Quiero ser sincera con vos.

Las lágrimas siguen inundando mi cara. No puedo creer que se lo dije. Siento una mezcla de sentimientos: alivio, dolor y mucha tristeza. Él me mira incrédulo, destrozado. Mantiene sus manos entrelazadas con las mías. Me las acaricia con mucho cariño. Es un momento muy difícil.

- ¿Por qué no lo hablaste conmigo? ¿Por qué no me dijiste lo que te pasaba? ¿Por qué no confiaste en mí? – me dice abatido.

- Porque quería decirte lo que me pasaba y no lo sabía. Pensé que era algo pasajero y que volvería a sentir lo de antes. Sabía que era algo que me pasaba a mí y lo tenía que resolver antes de hablarlo. Perdoname, no pude.

En ese instante se terminaba la pareja. Se terminaba la familia que habíamos formado. Se terminaba… Nosotros.

Comenzaba una nueva vida para cada uno. Una vida mejor porque no estaba todo dicho, nada se suponía… Volvíamos a elegir pero esta vez… no nos elegíamos.

El primer tiempo fue muy difícil, me sentía muy culpable al verlo tan triste y tan desorientado. Me hubiera gustado decírselo antes para que se vaya preparando, porque no se lo vio venir. Nosotros no estábamos bien pero supongo que no creyó que terminara nuestra relación.

Un día llegó el peor momento de todos… Nos sentamos con nuestro hijo y le dije que nos queríamos pero no estábamos más enamorados, que nos íbamos a separar. Él, con su mirada inocente, no lo podía creer. ¿Y cómo creerlo si jamás nos había visto discutir? Fue lo más difícil que pasé en mi vida. Gracias al humor que tiene, lo hizo más llevadero y afrontaba con chistes la situación. Lo veía tan triste al papá, que quería levantarle el ánimo. Yo me mantenía fuerte frente a los dos, por dentro estaba quebrada.

Nunca creí que me iba a separar, jamás se me había ocurrido antes. Había tomado tan enserio esas palabras de “Hasta que la muerte los separe”. Incluso en los momentos que sentía que ya no quería seguir casada, no se me pasaba por la cabeza separarme. ¡Qué increíble no verlo como una posibilidad! Sentía que atravesaba un gran fracaso, no haber podido seguir con la pareja que me había acompañado por más de 10 años. No mantener esa familia para mi hijo. Pero a la vez sentía que era más importante tener una mamá feliz, a que una familia adormecida… una familia a la cual le pasaban los días sin sentir el amor de pareja necesario para sostenerla.

A los días comenzó nuestra nueva vida. Por fin lo veía “despertar”, se quería involucrar con la familia, la casa… Pero ya era tarde, no por orgullo o enojos… Sino porque ya me había dado cuenta que no quería estar con él, estaba eligiéndome a mí por primera vez. Desde muy chica elegía por mi hijo, por mi familia. Era el momento de elegir brindarle una madre plena y feliz, deseando que el padre también lograra serlo.

En estos años pasamos por muchos momentos. Pero ahora creo que estamos mejor que nunca y que fue la mejor decisión, separarnos. Nuestro hijo está cada vez más grande y tiene hermosos valores, sabiendo qué quiere imitar y qué no de sus padres. Y los tres, de otra manera, seguimos siendo una familia.

25 de Janeiro de 2020 às 18:01 0 Denunciar Insira Seguir história
1
Fim

Conheça o autor

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~

Histórias relacionadas