Al tenue son de un tralalá,
y rozando tu chal bombasí.
La música no callará,
hasta que no lo deseémos así.
Valió la pena la escapada,
aunque frívola, eso sí.
Bailamos a tono una balada,
una balada baladí.
Bailar con una vida banal,
en las frías noches de abril.
Junto a la luz de mi fanal,
recibo brisa gentil.
Entre mi camisa azulada,
y tu vestido carmesí.
Surge una noche morada,
de esas que nunca viví.
Y una sola estrella albar,
en un cielo de frenesí.
Velará nuestro bailar,
desde el nadir al cenit.
Pues con tu vestido escarlata,
y mi camisa turquí.
Un cuento la noche relata,
y ambos estamos ahí.
Con un deseo vital,
sin techo de adalid.
Es nuestro baile pertinaz,
un largo popurrí.
La noche azabache y sus luces claras,
que no cesan de fulgir.
Mientras las horas pasaban,
bailamos de forma febril.
Quería que fuese eternal,
pero sólo fue incidir.
La mañana secó mi hontanar,
al ver la verdad más vil.
Como el humo te marchabas,
junto al vestido de rubí.
Ahora no tengo nada,
pues sin quererlo te perdí.
Nociva y cruel soledad,
maldita esperanza pueril.
Que me han hecho imaginar,
hasta que te fuiste de mí.
Y tras mi ensueño falaz,
el motivo de la danza argüí.
Todo era insustancial,
porque tú no estabas aquí.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.