Peintres "La cuidad perdida en el tiempo" Seguir história

Tantas muertes pudieron ser evitadas

Pero ella nunca dijo la verdad.

Era el día más feliz para la familia Allec, lo habían estado esperando por 9 meses.

Avis y Everett aguardaban en silencio en una habitación del hospital.

–¿A dónde lo habrán llevado?– Preguntó Everett ansioso.

–Calma cielo le están haciendo los exámenes de rutina– Respondió su esposa, aunque ella estaba más nerviosa que el –Ven acuéstate conmigo–

El hombre acepta y se acomoda en el regazo de su amada.

Pasaron 20 minutos de larga angustia para ambos antes de que el doctor entrara.

–¿Señor y señora Allec?– Preguntó el doctor verificando su tabla.

–¿Si? – Contestaron al unísono.

El doctor sonríe.

–Felicidades su hijo nació sano, en un momento una enfermera lo traerá para que lo puedan ver–

–Muchas gracias doctor– Exclamó Everett con tono de felicidad.

–Para servirles, con su permiso– El doctor salio de la habitación llamando a una de las enfermeras.

Pasaron 5 minutos antes de que alguien más entrara, se trataba de una mujer vestida de blanco, parecía tener algo en sus brazos, era él bebe de los Allec.

Everett fue quien lo recibió.

–Felicidades– Pronuncio la enfermera.

–Hola mi pequeño Matías – Empezó el padre.

–¿Matías? ¿Así lo vamos a llamar?– Le reclamo Avis.

–Pues si ¿Por qué? ¿No te gusta?–

–Me encanta–

Ambos sonrieron.

–Eres tan guapo como tu padre – Continúo Everett –E incluso tienes el mismo lunar en forma de pincel de tu madre–

La sonrisa se borró de la cara de Avis, ella lo sabía, acababa de sellar el destino de su hijo, uno que solo traería dolor y sufrimiento a su hijo, en su interior lloro de tristeza.

Pasaron 3 meses.

Everett regresaba temprano de su trabajo, había recibido una llamada de sus vecinos.

Según le habían dicho aproximadamente hace una hora se habían escuchado unos ruidos fuertes en su casa y les preocupaba si Avis se encontraba bien.

Everett no pudo evitar sentirse nervioso y regreso lo más rápido que pudo, su tensión aumento cuando desde la esquina de su barrio alcanzo a ver como la puerta de su casa se encontraba destrozada.

Salió corriendo de su carro y entro revisando cada una de las habitaciones.

Busco por todos lados y al final lo único que encontró fue una verdadera pesadilla.

El cuerpo que pertenecía a su amada yacía sin vida en el piso y la cuna donde dormía su bebé estaba completamente destruida.

Everett tomo el cuerpo de su esposa y no pudo evitar llorar.

El amor de su vida e hijo habían muerto y el no pudo hacer nada.

Lo había perdido todo.

–¡Noooo!– Grito de dolor con su voz quebrada.

La esperanza estaba a punto de abandonarlo cuando de repente alcanzo a escuchar un pequeño llanto, el hombre seco sus lágrimas y dejo suavemente el cuerpo de su esposa en el suelo.

Se levantó rápidamente y corrió hacia el armario, parecía que de ahí provenía el llanto, abrió las puertas y el hombre lloro nuevamente pero esta vez de agradecimiento, el pequeño Matías lloraba de hambre.

30 min después llegó la policía

Fuentes oficiales especulan que un oso había entrado a la casa en busca de comida, al no encontrarla este atacó a la mujer, ella alcanzó a poner a su hijo a salvo antes de fallecer, el oso posteriormente huyó al no encontrar nada.

Algo que resulta extraño pues ni el oso ni ninguna pista sobre el fueron encontradas a los alrededores y la autopsia señala que había restos de tinta en las heridas de la mujer y en varias partes de la casa