Logre articular palabras con el paso de los días, pero siempre olvido lo que paso luego de la cena.
Mientras me dirigían a una habitacion cerca del comedor, pude notar como un chico pelinegro se acercaba a mi a toda velocidad.
— Debes salir de aquí!, esto no es lo que parece...Ellos nos están destruyendo hasta el punto de dejarnos desquiciados! — Grito el chico tomándome de los hombros y zarandeándome con desesperación dejándome aturdido.
Yo no pude hacer nada, pues ya se lo habían llevado lejos de mi. Voltee y vi a un doctor frente a mi, el cual simplemente me sonrió como si no hubiera pasado nada.
— Jimin es un chico con una imaginación bastante grande. — Yo solo asentí y seguí mi camino a la habitación.
No hicieron nada conmigo, solo me cambiaron de habitacion y me llevaron comida, la cual no pude comer, debido a que mi mente aun plasmaba la imagen de aquel chico desesperado.
— ¿Que esta pasando aqui? — Me pregunte.
Salí de la habitacion con sigilo para asi no llamar la atención de las personas que rodean el lugar. Me encamine por los pasillos y me asome por la puerta del laboratorio, lo que vi me dejo la piel de gallina.
Si no salgo de aquí....Terminaré peor que ellos.
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